
Donde entrare la contumelia, allí también la deshonra; y boca de humildes medita sabiduría.
Impuro ante Dios todo alto de corazón; y con mano, manos infiriendo injustamente, no quedará impune.
Contumelia al varón humilla; y a los de humilde sentir afianza con gloria el Señor.
y quebrantaré la soberbia de vuestro poder, y pondré cielo como hierro y vuestra tierra como bronce;
porque todo lo del mundo: la concupiscencia de la carne(e) y la concupiscencia de los ojos(f) y la soberbia de la vida(g), no es del Padre; sino que del mundo es.
porque se goza en todo lo que aborrece Dios; y es quebrantado por causa de inmundicia de alma: Ojo de ultrajador, lengua injusta, manos derramando sangre de justo;
Y mandaré a la habitada toda males, y a los impíos, sus pecados; y perderé altanería de inicuos; y altanería de soberbios humillaré.
El temor de Dios aborrece injusticia, y contumelia y soberbia y caminos malos, y he aborrecido yo perversos caminos de malos.
Por esto, esto dice el Señor: «He aquí yo pienso sobre esta tribu, males, de los que no levantaréis, no, rectos súbitamente; porque el tiempo malo es.
adulterios, codicias, maldades, fraude, desenfreno, ojo maligno, blasfemia, soberbia, insipiencia(g); todo esto, lo malo, sale y comunica al hombre.»
No os gloriéis, y no habléis lo excelso por soberbia; no salga grandilocuencia de vuestra boca, que Dios de ciencias es el Señor; y Dios previniendo sus designios.
Lo mismo entre vosotros sintiendo(i); no lo alto sintiendo, sino de los humildes dejándoos llevar. No os hagáis prudentes ante vosotros mismos.
Si te ha anunciado un hombre ¿qué, hermoso(c) o qué el Señor pide de ti sino hacer juicio y amar misericordia y pronto estar a caminar con el Señor, tu Dios?
En aquel día no serás confundida, no, de todos tus designios con que prevaricaste contra mí; pues entonces quitaré de ti las ciudades de tu altanería; ni jamás ya volverás a jactarte sobre el monte el santo mío.
Y, si diere de comer con todos mis bienes; y si entregare mi cuerpo a ser quemado, pero caridad no tengo, nada aprovecho.
Y gloríese el hermano, el bajo en su alteza(e); el rico; empero, en su bajeza(f); pues, como flor de heno pasará.
y atravesarán en mar estrecha(c), y herirán, en mar, las olas; y secaránse todas las honduras de ríos; y quitada será toda altanería de asirios; y el cetro de Egipto será arrancado.
Mas el que se gloría, en Señor gloríese; pues no el que a sí mismo recomienda, aquél es aprobado, sino el que el Señor recomienda.
Día del juicio. Venida del Mesías. Pues he aquí que el día viene ardiendo como el horno, y los abrasará; y serán todos los alienígenas y todos los que hacen lo inicuo, paja, y los quemará el día el que viene, dice el Señor Omnipotente; y no quedará, no, de ellos, raíz ni rama.
Y quienquiera que se ensalzare, será humillado; y quienquiera que se humillare, será ensalzado.»
Quien, pues, se humillare como este pequeñuelo, ése es el mayor en el reino de los cielos».
Y todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres; pues ensanchan(a) sus filacterias(b) y extienden sus franjas;(c) y aman el primer lecho en los banquetes, y las primeras sillas en las sinagogas; y las salutaciones en las ágoras y ser llamados de los hombres rabbí,(d)
Antes del quebranto es exaltado el corazón de varón; y antes de su gloria es humillado.
El osado y arrogante y jactancioso, peste es llamado; y quien el mal recuerda, inicuo.
Y díjoles: «Vosotros sois los que os justificáis a faz de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones, pues, lo en los hombres alto, ¡abominación, a faz del Señor!».
He visto a varón que pensaba, dentro de sí, sabio ser; esperanza, empero, tenía más un insensato, que él.
Y dijo también a algunos, los que confiaban en sí mismos, porque son justos, y en nada tienen a los demás, esta parábola: «Hombres dos subieron al santuario a orar: uno, fariseo, y el otro, publicano. El fariseo apostado esto consigo oraba: «¡Dios! agradézcote que no soy así como los demás hombres: rapaces, injustos, adúlteros; —o también como este publicano; ayuno dos veces el sábado(b); diezmo todo cuanto adquiero». Y el publicano, a lo lejos parado, no quería ni los ojos alzar al cielo, sino golpeaba su pecho, diciendo: «¡Dios! apiádate de mí, el pecador». Dígoos: bajó éste justificado a su casa, antes que el otro; pues todo el que se exaltare, humillado será, y el que se humillare, exaltado será».
susurrones, detractores, odiadores de Dios, ultrajadores, soberbiosos, jactanciosos, inventores de maldades, a padres inobedientes;
Infiel varón juzga temerariamente; y quien confía en el Señor, en resguardo estará.
¡Bellamente! Por la infidelidad desgajáronse, y tú por la fe parado estás. No cosas excelsas sientas, sino teme;
Pues digo, por la gracia la dada a mí, a todo el que está entre vosotros: no sentir más allá de lo que se debe sentir, sino sentir para bien sentir(c); a cada cual como(d) Dios repartió medida de fe.
(9:25) Ha exacerbado al Señor el pecador; según la muchedumbre de su ira, no castigará(i).
Pues ¿quién te juzga? ¿Y qué tienes que no hayas recibido? Pero, si también lo ha recibido ¿qué te glorías, como si no lo hubieses recibido?
(58:13) Pecado de su boca(i), la palabra de sus labios— y prendidos sean en su soberbia; (58:14) y por la maldición y la mentira se les anunciarán consumaciones(j) en ira de consumación; y no serán, no.
La cuestión en general Mas, acerca de lo sacrificado a ídolos, todos ciencia tenemos(a). La ciencia infla; y la caridad edifica.
La caridad longánima es, bondadosa es; la caridad no cela, no se jacta, no se infla;
(100:6) Al que detraía secretamente a su prójimo, a éste yo perseguía; (100:7) con el de soberbio ojo e insaciable corazón, con este no comía.
Pues los ojos del Señor excelsos, y el hombre, humilde; y humillada será la excelsitud de los hombres, y exaltado el Señor solo en aquel día. Pues día del Señor de ejércitos sobre todo ultrajador y soberbio, y sobre todo excelso y sublime; y serán humillados;
Y humillado será todo hombre, y caerá la contumelia de los hombres, y exaltado será el Señor sólo en aquel día.
y humillado será el hombre, y deshonrado el varón; y los ojos, los sublimes, serán humillados; y exaltado, el Señor de los ejércitos en juicio; y Dios, el santo, glorificado en justicia;
nada por emulación, nada por vanagloria; sino con humildad, el uno al otro considerando superior a sí;
¿Cómo has caído del cielo, el lucero, el al alba naciendo? quebrantado ha sido al suelo el que enviaba cerca de todas las gentes(c). Y tú dijiste en tu pensamiento: «Al cielo ascenderé; sobre las estrellas del cielo pondré mi trono; me sentaré en monte excelso, sobre los montes los excelsos, los al aquilón; ascenderé sobre las nubes; seré semejante al Altísimo». Y ahora al infierno descenderás y a los fundamentos de la tierra.
Pues esto sentid en vosotros lo que también en Cristo Jesús; quien, en forma de Dios subsistiendo, no rapiña consideró el ser igual a Dios; pero a sí mismo se anonadó, forma de siervo tomando, en semejanza de hombres hecho y de condición hallado como hombre;
Señor de ejércitos ha decretado disolver toda la altanería de los gloriosos; y deshonrar a todo glorioso sobre la tierra.
y largará sus manos al modo que también él humilló para perder; y humillará(c) su altanería sobre las cosas sobre que las manos lanzó;
Que nosotros somos la circuncisión, los que, en espíritu, a Dios servimos y nos gloriamos en Cristo Jesús, y no en carne confiamos;
Vestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, entrañas de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, longanimidad;
quien, humillando, bajas los habitadores de excelsitudes; ciudades fortificadas derribarás y bajarás hasta el pavimento;
con la esperanza de tu maldad. Pues tú dijiste: «Yo soy, y no hay otra», sábete: inteligencia de esto habrá, y tu prostitución para ti, vergüenza, y dijiste en tu corazón: «Yo soy, y no hay otra».
Esto dice el Señor: «No se gloríe el sabio en su sabiduría; y no se gloríe el fuerte en su fuerza; y no se gloríe el rico en su riqueza;
inflado está, nada sabiendo, sino enfermando acerca de disputas y logomaquias(a); de las que nace envidia, contienda, blasfemias, sospechas malas,
Y oí altanería de Moab (altanereó sobremodo) su altanería y su soberbia; y se exaltó su corazón; pero yo conocí sus obras; ¿acaso no lo bastante a él(m) no así hizo?
pues serán los hombres amantes de sí mismos, amantes del dinero, jactanciosos, altaneros, blasfemos, a los padres inobedientes, desagradecidos, impíos,
que a nadie blasfemen; incontenciosos sean, benignos, toda mansedumbre demostrando para con todos los hombres.
Tu arrogancia hase apoderado de ti; impudencia de tu corazón habitó cavernas de peñas; tomó fuerza de colina excelsa —pues exaltó así como águila su nido—; de allí te derribaré.
«Y tú, hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Esto dice el Señor: «Por cuanto se ha exaltado tu corazón, y has dicho: «Dios soy yo»; habitación de Dios habitó en el corazón de la mar; y tú eres hombre; y no Dios; y has dado tu corazón como corazón de Dios;
Pero si celo amargo tenéis y emulación en vuestro corazón, no alardeéis y mintáis contra la verdad. No es ésta la sabiduría que de arriba desciende, sino terrenal, psíquica(g), demoníaca. Pues, donde celo y emulación, allí desasosiego y toda mala obra.
Se exaltó tu corazón por tu hermosura; corrompióse tu disciplina con tu hermosura; por la muchedumbre de tus pecados a la tierra te he arrojado; delante de los reyes te he dado ser escarmiento.
(4:34) Al Altísimo confieso y alabo; al que hizo el cielo y la tierra y los mares y los ríos y todo lo en ellos, confieso y alabo; que él es Dios de los dioses, y señor de los señores y rey de los reyes; que él hace señales y prodigios y muda sazones y tiempos, quitando reino de reyes y constituyendo otros en lugar de ellos. Desde ahora le serviré; y de su temor temblor me ha cogido; y a todos sus santos loo; pues los dioses de las gentes no tienen en sí fuerza de transferir reino de rey a otro rey, y de matar y de vivir hacer, y de hacer señales y prodigios grandes y temerosos, y de mudar sin par grandes cosas, así como ha hecho en mí el Dios del cielo y mudado sobre mí grandes cosas. Yo todos los días de mi reinado, por mi alma al Altísimo hostias ofreceré en olor de suavidad, al Señor; y lo grato ante él haré yo y mi pueblo, la gente y las regiones mías en mi potestad; y a todos los que han hablado contra el Dios del cielo; y cuantos fueren cogidos hablando algo, a éstos condenaré a muerte.» Y escribió el rey Nabucodonosor epístola encíclica a todas las lugareñas gentes, y regiones y lenguas todas, las habitadoras de todas las regiones, a generaciones y generaciones: «Al Señor, el Dios del cielo, load y hostias y sacrificio ofrecedle gloriosamente. Yo, rey de reyes, le confieso gloriosamente, porque así ha hecho conmigo: en este mismo día me ha sentado en el trono mío, y de la potestad mía y del reino mío; en mi pueblo he prevalecido, y mi grandeza restituídoseme. Nabucodonosor rey a todas las gentes, y todas las regiones y todos los habitadores de ellas, paz se os multiplique en todo tiempo. Y ahora os manifestaré las obras que ha hecho conmigo el Dios, el grande; y me ha parecido manifestar a vos y a los sabios vuestros que hay Dios, y sus maravillas grandes; su reino, reino por el siglo; su potestad, de generaciones en generaciones.» Y envió epístolas acerca de todo lo a él acontecido en su reinado, a todas las gentes las que había bajo su reino.
pero(b) mayor da gracia. Por lo cual dice: (Prov. 3,34.) Dios a soberbios resiste; a humildes, empero, da gracia.
Y, cuando se levantó su corazón y su espíritu se fortaleció para ensoberbecerse —fue depuesto del trono de su reino, y el honor fue quitado de él;
Rey, tú has hecho festín a tus amigos; y bebías vino y los vasos de la casa del Dios viviente fueronte traídos;
Asimismo, adolescentes, sujetaos a ancianos. Y todos, unos con otros, de humildad revestíos; porque Dios a soberbios resiste; pero a humildes da gracia. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios; para que os exalte en tiempo de visitación;
He dicho a los delincuentes no delinquir y a los que pecan: «No alcéis cuerno; no levantéis en alto vuestro cuerno; no habléis contra Dios injusticia»;
Todas las obras del humilde son patentes ante Dios; y los impíos en día malo perecerán.
Gran cosa, el hombre, y preciosa, el varón misericordioso; y varón fiel, empresa el hallar.
(7:9) Buena, la postrimería de las palabras(g) sobre el comienzo de ella(h); cosa buena el longánimo sobre el excelso de espíritu.
Y será: cuando consumare el Señor, todo(d) haciendo en el monte Sión y Jerusalén; traerá sobre la mente la grande: sobre el príncipe de los asirios y sobre la altura de la gloria de sus ojos. Pues ha dicho: «En la fuerza haré; y en la sabiduría del entendimiento quitaré límites de gentes; y la fuerza de ellas depredaré;
Empero ésta fue la iniquidad de Sodoma, tu hermana: soberbia; en abundancia de panes y en florecimiento lozaneaban, ella y las hijas de ella; y mano de mendigo y pobre no acogían;
pero a los de contención y que desobedecen a la verdad; obedecen empero, a la injusticia: ira e indignación.
Tengo, pues, la gloriación en Cristo Jesús en lo para con Dios; pues no me atrevo a algo hablar de lo que ha obrado Cristo por mis palabras para obediencia de gentes, con palabra y obra,
Pero a mí no acontezca gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo; por quien a mí el mundo crucificado está y yo al mundo.
Toda amargura, y cólera, e ira, y vociferación y blasfemia quítese de vosotros, con toda malicia.
Nadie os condene(d) complacido(e) en humildad y culto de los ángeles; lo que no ha visto, usurpando, en vano inflándose por la mente de su carne;
Pues, la hinchazón de la vanidad hablando, ceban, en apetitos de carne, con lascivias a los que apenas se habían evadido de los que en error conversan;
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