Estén quietos y reconozcan que Yo soy ʼElohim. Seré exaltado entre las naciones. Seré enaltecido en la tierra.
Vengan a Mí todos los que están agotados y cargados, y Yo los haré descansar.Lleven mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, pues soy manso y humilde de corazón. Hallarán descanso para sus almas,¿Eres Tú el que venía o esperamos a otro?porque mi yugo es fácil y liviana mi carga.
Por nada estén ansiosos, sino sean conocidas sus peticiones ante Dios, en toda conversación con Dios y súplica, con acción de gracias.La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Yavé es mi Pastor. Nada me faltará.En lugares de tiernos prados me hace descansar. Junto a aguas de reposo me conduce.Restaura mi alma. Me guía por sendas de justicia por amor a su Nombre.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento persevera en ti, porque en Ti confió.
El que mora al abrigo del ʼElyón Morará bajo la sombra del Shadday.No te vendrá mal, Ni alguna plaga tocará tu morada.Pues a sus ángeles mandará con respecto a Ti, Que te guarden en todos tus caminos.En sus manos te llevarán Para que tu pie no tropiece en piedra.Sobre el león y el áspid pisarás. Pisotearás al cachorro de león y al dragón.Me amó, Por tanto Yo lo libraré. Lo pondré en alto, Porque conoció mi Nombre.Me invocará Y Yo le responderé. Estaré con él en la angustia. Lo libraré y lo glorificaré.Lo saciaré de larga vida y le mostraré mi salvación.Diré yo a Yavé: ¡Refugio mío y Fortaleza mía, Mi ʼElohim, en Quien confío!
El efecto de la justicia será paz. El resultado de la equidad será reposo y seguridad perpetuos.Mi pueblo habitará en un lugar pacífico, en viviendas seguras, en lugares de reposo apacible.
Paz les dejo. Les doy mi paz. Yo no se la doy como el mundo la da. No se atribule ni se atemorice su corazón.
Guarda silencio ante Yavé, Y espéralo con paciencia. No te impacientes a causa del que prospera en su camino, A causa del hombre que maquina perversidades.
pero los que esperan en Yavé tienen nuevas fuerzas. Levantarán las alas como águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
No se afanen por el mañana, porque el mañana se preocupa de sí mismo. Basta a cada día su propio mal.
Solo en ʼElohim se aquieta mi alma. De Él viene mi salvación.No confíen en la opresión, Ni se envanezcan en el robo. Si se aumentan las riquezas, No fijen el corazón en ellas.Una vez habló ʼElohim. Dos veces oí esto: Que el poder es de ʼElohim.La misericordia es tuya, oh ʼAdonay, Porque Tú pagas a cada uno según su obra.Solo Él es mi Roca, mi Salvación, mi Refugio. No seré grandemente sacudido.
Confía en Yavé con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia.Reconócelo en todos tus caminos, Y Él enderezará tus sendas.
Porque ʼAdonay Yavé, el Santo de Israel, dice: En regresar a Mí y tener calma, serán salvos. En quietud y confianza está su fortaleza. Pero no quisieron.
Pues la aspiración de la naturaleza humana es muerte, pero la aspiración del espíritu es vida y paz.
No temas, porque Yo estoy contigo. No desmayes, porque Yo soy tu ʼElohim que te esfuerzo. Te ayudaré siempre. Te sostendré siempre con la mano derecha de mi justicia.
Un corazón tranquilo es vida para el cuerpo, Pero la envidia es carcoma en los huesos.
Les he dicho esto para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen aflicción, pero ¡tengan ánimo! Yo he vencido al mundo.
El mismo Señor de la paz les dé siempre la paz en toda manera. El Señor sea con todos ustedes.
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera a ʼElohim, porque aún lo alabaré. ¡Por la ayuda de su presencia!
Oh ʼElohim, Tú eres mi ʼEL. Ansiosamente te busqué. Mi alma tiene sed de Ti. Mi cuerpo te anhela en tierra árida y deshabitada, Donde no hay agua.
El Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que ustedes abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Porque con alegría saldrán y con paz serán dirigidos. Las montañas y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo delante de ustedes, y todos los árboles del campo batirán las manos.
Bendice, alma mía, a Yavé, Y no olvides ninguno de sus beneficios.Bendigan a Yavé, ustedes sus ángeles, Poderosos en fortaleza, Que ejecutan su Palabra, Al obedecer la voz de su mandato.Bendigan a Yavé, ustedes todas sus huestes, Ministros suyos que hacen su voluntad.Bendigan a Yavé ustedes, todas sus obras, En todos los lugares de su señorío. Bendice, oh alma mía, a Yavé.Él es Quien perdona todas tus iniquidades, Quien sana todas tus dolencias,Quien rescata del hoyo tu vida, Quien te corona de misericordia y compasión,Quien sacia tu boca con buenas cosas, De modo que te rejuvenezcas como el águila.
Los que confían en Yavé Son como la Montaña Sion, Que no se mueve, sino permanece para siempre.
La paz de Cristo actúe como árbitro en sus corazones, a la cual también fueron llamados en un solo cuerpo. Sean agradecidos.
El mismo Dios de la paz los santifique por completo y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo sea guardado sin reproche para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
El temor a Yavé es para vida, El que lo tiene vivirá satisfecho, Y no será visitado por el mal.
Porque Sol y Escudo es Yavé ʼElohim, Gracia y gloria da Yavé. No retendrá el bien a los que andan en integridad.
Yavé es mi Luz y mi Salvación, ¿De quién temeré? Yavé es la Fortaleza de mi vida, ¿De quién me aterrorizaré?
Cuando pases por las aguas Yo estaré contigo. La corriente no te anegará. Cuando andes por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Porque Él mismo es nuestra paz, el que derribó la enemistad, la barrera intermedia de separación, y de ambos hizo uno.
Porque Tú eres mi Socorro. Bajo la sombra de tus alas canto con gozo.Mi alma está apegada a Ti. Tu mano derecha me sostiene.
Sean sus costumbres sin avaricia. Estén satisfechos con lo que tienen, porque Él mismo dijo: Que de ningún modo te abandone. Que de ningún modo te desampare.De manera que decimos confiadamente: El Señor es mi Ayudador, no temeré. ¿Qué podrá hacerme un ser humano?
Oh ʼElohim, oye mi clamor. Atiende mi súplica.Cuando mi corazón desmaya, Clamo a Ti desde el extremo de la tierra: Llévame a la Roca que es más alta que yo.
Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Yavé me sustenta.No temeré a decenas de millares de personas Me sitien que alrededor.
En el amor no hay temor, porque el perfecto amor echa fuera el temor, pues el temor incluye castigo. El que teme no ha sido perfeccionado en el amor.
Mis ovejas oyen mi voz. Yo las conozco y me siguen.Yo les doy vida eterna, y que ninguna perezca jamás. Nadie las arrebatará de mi mano.
Escudríñame, oh ʼEL, y conoce mi corazón. Pruébame y conoce mis ansiosos pensamientos,Ve si hay en mí camino de perversidad Y guíame en el camino eterno.
El día cuando temo, confío en Ti.En ʼElohim, la Palabra de Quien alabo, En ʼElohim confío, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?
Ciertamente ʼEL es mi salvación. Confiaré y no temeré, porque mi fortaleza y mi cántico es YA Yavé, quien es mi salvación.
Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para lo bueno, a los que son llamados según su propósito.
Por tanto, como somos declarados justos por la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,
Aquel Varón es como un escondedero contra el viento, como un refugio contra el fuerte aguacero, como arroyos de agua en un campo seco y como la sombra de una gran roca en una tierra árida.
porque ʼAdonay Yavé me ayuda. Por tanto, no me avergoncé. Por eso presenté mi rostro como un pedernal y sé que no seré avergonzado.
Por tanto les digo: No se afanen por su vida: qué comerán, ni por su cuerpo: con qué se cubrirán. ¿No es la vida más que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves del cielo, las cuales no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, pero el Padre celestial de ustedes las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?¿Quién de ustedes puede, aunque se afane, añadir a su estatura unos centímetros?
¡Oh ʼElohim, cuán preciosa es tu misericordia! Por eso los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.Son plenamente saciados con la abundancia de tu casa, Les das de beber del torrente de tus delicias.
¿Se olvidará una madre de lo que dio a luz? ¿Dejará de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque éstas se olviden, Yo no te olvidaré.Te tengo grabada en las palmas de mis manos. Tus muros están siempre delante de Mí.
Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni gobernantes, ni lo presente, ni lo que viene, ni poderes,ni lo alto, ni lo profundo, ni otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Solo en ʼElohim cálmate, alma mía, Porque de Él viene mi esperanza.Solo Él es mi Roca, mi Salvación, mi alto Refugio. No seré sacudido.
Sostengamos firme la confesión de nuestra esperanza sin fluctuar, porque el que prometió es fiel.
Yavé es mi Fortaleza y mi Escudo. Confió mi corazón en Él Y fui ayudado, Por lo cual se regocija mi corazón. Lo alabaré con mi canto.
Yo soy la Vid, ustedes las ramas. El que permanece en Mí, y Yo en él, éste da mucho fruto. Porque separados de Mí nada pueden hacer.
Porque Yo soy Yavé tu ʼElohim, el que sostiene tu mano derecha y te dice: No temas, Yo te ayudaré.
Bendito el que confía en Yavé, cuyo fundamento está en Yavé.Será como árbol plantado junto a las aguas, que extiende sus raíces hacia las corrientes. No teme cuando viene el calor, pues su follaje estará frondoso. El año de sequía no se afanará, ni dejará de dar su fruto.
Jesús les habló otra vez: Yo soy la Luz del mundo. El que me sigue, de ningún modo andará en la oscuridad, sino tendrá la Luz de la Vida.
Regocíjense en el Señor siempre. Digo otra vez: ¡Regocíjense!Su amabilidad sea conocida de todos los hombres. ¡El Señor está cerca!
Deshice como niebla tus rebeliones, como nube tus pecados. Regresa a Mí, porque Yo te redimí.
El camino de ʼElohim es perfecto. La Palabra de Yavé, acrisolada. Él es escudo a todos los que se refugian en Él.
Regocíjense en la esperanza, permanezcan firmes en la aflicción, persistan en la conversación con Dios,
Por un momento es su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche dura el llanto, Pero al amanecer viene la alegría.
Tú, oh Yavé, estableces paz para nosotros, porque también todas nuestras obras las realizas por nosotros.
Porque el reino de Dios no es comida y bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias y Dios de toda consolación,Quien nos consuela en toda nuestra aflicción, para que nosotros consolemos a los que están en cualquier aflicción, por medio de la consolación con la cual nosotros mismos somos consolados por Dios.
Los redimidos de Yavé volverán y llegarán a Sion con gritos de júbilo. Gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas, gozo y alegría. Huirán la tristeza y el lamento.
Calmó la tormenta De tal modo que sus olas se apaciguaron.Y los que congregó de las tierras, Del oriente y del occidente, del norte y del sur.Entonces se alegraron porque se calmaron. Y así los guía al puerto que anhelan.
Ésta es la confianza que tenemos ante Él: Que cuando pidamos algo conforme a su voluntad, nos escucha.Si sabemos que nos escucha en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que solicitamos de Él.
Miren a Mí y sean salvos todos los confines de la tierra, porque Yo soy ʼEL, y no hay otro.
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia para que obtengamos misericordia y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
El Espíritu de ʼAdonay Yavé está sobre Mí, porque Yavé me ungió. Me envió a predicar buenas noticias a los afligidos, a vendar los corazones quebrantados, a proclamar libertad a los cautivos y libertad a los presos,Me regocijaré en Yavé en gran manera. Mi alma se alegrará en mi ʼElohim, porque me cubrió con ropas de salvación. Me envolvió en su manto de justicia. Como a un novio me atavió con una diadema, como una novia se adorna con sus joyas.La tierra produce su retoño y el huerto permite que brote la semilla. Así ʼAdonay Yavé producirá justicia y la alabanza delante de todas las naciones.a promulgar el año de la buena voluntad de Yavé y el día de venganza de nuestro ʼElohim y a consolar a todos los que lloran.Me envió a ordenar que a los enlutados de Sion se les dé diadema de hermosura en lugar de ceniza, aceite de gozo en lugar de lamento, y el manto de alabanza en lugar de desaliento para que sean llamados árboles de justicia, plantados por Yavé para gloria suya.
Porque Él me esconderá en su Tabernáculo en el día del mal. Me ocultará en lo reservado de su Tabernáculo. Me pondrá en alto sobre una roca.
Porque no recibieron un espíritu de esclavitud que los guíe otra vez al temor, sino recibieron el Espíritu de adopción, por Quien clamamos: ¡Abba! (¡Padre!)
El mismo Señor nuestro, Jesucristo, y Dios nuestro Padre, Quien nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,consuele y confirme sus corazones en toda obra y buena palabra.
Yavé será un refugio, una torre alta para el oprimido, Un baluarte y fortaleza en tiempos de angustia.
el cual tenemos como ancla firme y segura del alma, y que entra hasta lo que está en el interior del velo,
Las montañas pueden ser removidas y las colinas pueden temblar, pero mi misericordia no será removida de ti, ni será sacudido mi Pacto de paz, dice Yavé, Quien tiene compasión de ti.
Me convencí de que El que inició en ustedes la buena obra la completará hasta el día de Jesucristo.
Pues mejor es un día en sus patios que 1.000 fuera de ellos. Prefiero estar en la puerta de la Casa de mi ʼElohim, Que vivir en las tiendas de perversidad.
Pero, ¡alégrense todos los que confían en Ti! ¡Den voces de júbilo porque Tú los defiendes para siempre! ¡Regocíjense en Ti los que aman tu Nombre!
Habrá estabilidad de los tiempos de ustedes, una abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento. El temor reverente a Yavé es el tesoro de Él.
El efecto de la justicia será paz. El resultado de la equidad será reposo y seguridad perpetuos.
Porque Dios es el que activa en ustedes tanto el querer como el hacer, según su buena voluntad.
Porque: El que desea amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal Y sus labios de hablar engaño.Huya del mal y haga el bien. Busque la paz y persígala.
El Dios de paz, Quien resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el excelente Pastor de las ovejas, por la sangre del Pacto eterno,los haga completos en todo lo bueno para que hagan la voluntad de Él, y Él haga en ustedes lo agradable delante de Él por medio de Jesucristo, a Quien sea la gloria por los siglos. Amén.
Como Jerusalén tiene montañas alrededor de ella, Así Yavé está alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre.
Éstos confían en carruajes de guerra, Y aquéllos en caballos, Pero nosotros nos gloriamos del Nombre de Yavé, nuestro ʼElohim.
Por tanto, no desfallecemos. Más bien, aunque nuestro aspecto exterior es desgastado, sin embargo, el interior es renovado de día en día.Porque esta leve aflicción momentánea se nos reproduce en un peso eterno de resplandor de extraordinaria calidad,al nosotros no mirar las cosas que se ven, sino las que no se ven. Porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Oh pueblo, confíen en Él en todo tiempo. Derramen su corazón ante Él. ʼElohim es nuestro Refugio. Selah
Pero Tú, ʼAdonay, eres un ʼEL misericordioso y compasivo, Lento para la ira y grande en misericordia y verdad.
Porque la consecuencia del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor.
Por lo cual también hablamos con Dios siempre acerca de ustedes, para que nuestro Dios los considere dignos del llamamiento y cumpla con poder todo deseo de bondad y obra de fe,para que el Nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en ustedes, y ustedes en Él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
No seas sabio en tu propia opinión. Teme a Yavé Y apártate del mal,Porque será medicina a tu ombligo Y tuétano a tus huesos.
Pero ahora, oh Jacob, Yavé, el que te creó, El que te formó, oh Israel, dice: No temas, porque Yo te redimí. Te di nombre. Mío eres tú.
Porque tu misericordia es mejor que la vida, Mis labios te alabarán.Por tanto te bendeciré en mi vida. En tu Nombre alzaré mis manos.
Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo.Él transformará nuestro humilde cuerpo para que sea semejante a su glorioso cuerpo, según la operación de su poder que somete todas las cosas a Él mismo.
Si vivimos, para el Señor vivimos. Si morimos, para el Señor morimos. Así que, si vivimos o morimos, somos del Señor.
Ciertamente el bien y la misericordia me escoltarán todos los días de mi vida, Y en la Casa de Yavé moraré por largos días.
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Quien según su gran misericordia causó que renaciéramos para una esperanza viva por medio de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,para la herencia incorruptible, incontaminada e inmarchitable, reservada en los cielos para ustedes.Por el poder de Dios ustedes son protegidos bajo custodia por medio de la fe para la salvación preparada, a fin de que les sea manifestada en el tiempo final.
El mismo Dios de la paz los santifique por completo y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo sea guardado sin reproche para la venida de nuestro Señor Jesucristo.Fiel es el que los llama, Quien también lo hará.
Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en Él no perezca, sino tenga vida eterna.
Muéstrame, oh Yavé, tus caminos, Enséñame tus sendas.Encamíname en tu verdad y enséñame, Porque Tú eres el ʼElohim de mi salvación. En Ti espero todo el día.
a fin de que les dé, según la riqueza de su gloria, ser fortalecidos con poder en el ser interior por su Espíritu,para que Cristo resida por medio de la fe en los corazones de ustedes, a fin de que, arraigados y fortalecidos en amor,sean plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, longitud, altura y profundidad,y reconocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean llenos de toda la plenitud de Dios.
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