Pedir a Dios lo que necesitamos. Como un buen Padre, Él sabe darle a sus hijos lo que necesitan. La oración debe incluir la petición, puesto que al pedirle a Dios estamos reconociendo nuestra incapacidad e insuficiencia. Sea cual fuese nuestra situación, debemos presentarle nuestra necesidad al Señor -provisión, protección, sanidad o dirección- y pedirle que nos ayude. Salmos 139:4 dice: «Señor, tú sabes lo que voy a decir aun antes de que las palabras salgan de mi boca» La oración abre la puerta de los tesoros del Reino de Dios. Es una llave que el Creador ha puesto en nuestras manos y nos invita a utilizar. Para él sería muy sencillo darnos lo que necesitamos; todo le pertenece y el universo está a su mando. Sería muy fácil brindarnos todo lo que nos hace falta sin tener que esperar a que nosotros se lo solicitemos. Pero no es así como lo ha estructurado. Dios nos ama, y su mayor anhelo es tener intimidad con nosotros. La oración es el canal por donde fluye la provisión de Dios hacia nosotros.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado,
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.
Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.
porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.