VERSÍCULOS PARA NAVIDAD

La época de la navidad es un excelente momento para reflexionar sobre el gran amor que Dios mostró por nosotros al enviar a su hijo Jesús al mundo. También es un momento magnífico para compartir ese mensaje y ese amor con los que nos rodean. Recordemos que la Navi­dad es una de las fiestas más impor­tantes que celebra el cristianismo, junto con la Pascua de Resurrec­ción y Pentecostés: el Nacimiento de Jesucristo en Belén. En esta época solemos ser más receptivos y consientes sobre lo que tenemos y lo que sentimos también, seamos agradecidos con Dios por todo lo que nos regaló durante el año. Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. (Isaías 9:6) Que está navidad las promesas de Dios nos ani­men a vivir de una manera diferente, que apreciemos el valor de su sangre en la cruz, para rechazar toda tenden­cia secular mundana, y que florezca en nosotros el espíritu de bondad y generosidad, rico en amor y dotado de toda la paciencia que recibimos en el Bautismo. Recordemos que para estar de pie en la vida, tendremos que estar de rodillas ante Dios.

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Oración

¡Dios todopoderoso a ti sea la gloria y honra! Mi Dios del cielo, en el nombre de Jesús te pido perdón por mis pecados y gracias te doy Padre, porque me amaste tanto que enviaste a tu hijo para que yo viviera libre del pecado y la muerte. Señor mío, busco dentro de mi alma y no encuentro palabras suficientes que me ayuden a expresar lo feliz que estoy de estar con mi familia para recordar lo hiciste en esa cruz. Tú, Dios de amor nos enviaste a Jesús cuando ni siquiera lo merecíamos para quitar las manchas de nuestra alma que no podíamos limpiar por nosotros mismos, te doy gracias infinitas gracias por Jesús. Padre amado, tu nombre es digno de toda nuestra alabanza y mi gozo es tu fortaleza Señor. Gracias Jesús, por haber traído al mundo el amor de Dios y revelarnos los secretos del Padre, gracias por tu presencia en mi vida y en la de mi familia. Sin ti estaría perdido y ante ti lo reconozco, porque tú eres fiel y verdadero, nunca me abandonarás y no te cansas de buscarme. Te pido que me llenes de tu gracia poderosa y me transforme en bendición para otros en este tiempo y durante toda mi vida, Espíritu Santo afirma en mi corazón el sacrificio que Jesús hizo para que me transformes hasta llegar a la estatura del varón perfecto. En el nombre de Jesús. ¡Amén!