La época de la navidad es un excelente momento para reflexionar sobre el gran amor que Dios mostró por nosotros al enviar a su hijo Jesús al mundo. También es un momento magnífico para compartir ese mensaje y ese amor con los que nos rodean. Recordemos que la Navidad es una de las fiestas más importantes que celebra el cristianismo, junto con la Pascua de Resurrección y Pentecostés: el Nacimiento de Jesucristo en Belén. En esta época solemos ser más receptivos y consientes sobre lo que tenemos y lo que sentimos también, seamos agradecidos con Dios por todo lo que nos regaló durante el año. Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. (Isaías 9:6) Que está navidad las promesas de Dios nos animen a vivir de una manera diferente, que apreciemos el valor de su sangre en la cruz, para rechazar toda tendencia secular mundana, y que florezca en nosotros el espíritu de bondad y generosidad, rico en amor y dotado de toda la paciencia que recibimos en el Bautismo. Recordemos que para estar de pie en la vida, tendremos que estar de rodillas ante Dios.
Jesús nació en Belén de Judea cuando Herodes el Grande era rey de ese país. En esa época, unos sabios de lejanos países llegaron a Jerusalén y preguntaron: '¿Dónde está el niño que nació para ser el rey de los judíos? Vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarlo'.
Entonces el ángel le dijo: --No tengas miedo, María, porque Dios te ha dado un gran privilegio. Vas a quedar embarazada y tendrás un hijo, a quien le pondrás por nombre Jesús.
José pertenecía a la familia de David. Y como vivía en Nazaret, tuvo que ir a Belén para que lo anotaran, porque allí había nacido mucho tiempo antes el rey David. Lo acompañó María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras estaban en Belén, a María le llegó la hora de tener su primer hijo. Como no encontraron lugar en ningún hotel, los dejaron pasar la noche en una casa, en el lugar donde se cuidan los animales. Cuando el niño nació, María lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.
El ángel le contestó: --El Espíritu Santo se acercará a ti; el Dios altísimo te cubrirá con su poder. Por eso, el niño vivirá completamente dedicado a Dios y será llamado 'Hijo de Dios'.
Cuando nazca el niño, lo llamarás Jesús. Él va a salvar a su pueblo del castigo que merece por sus pecados'. Cuando José despertó, obedeció al ángel de Dios y se casó con María. Pero no durmieron juntos como esposos antes de que naciera el niño. Y cuando este nació, José le puso por nombre Jesús. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había dicho por medio del profeta Isaías: '¡Presten atención! Una joven virgen quedará Cuando José despertó, obedeció al ángel de Dios y se casó con María. Pero no durmieron juntos como esposos antes de que naciera el niño. Y cuando este nació, José le puso por nombre Jesús.Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había dicho por medio del *profeta Isaías: «¡Presten atención!Una joven virgenquedará embarazada,y tendrá un hijo.Y llamarán a ese niñoEmanuel».
Cuando entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y se arrodillaron para adorarlo. Abrieron los cofres que llevaban y le regalaron al niño oro, incienso y mirra.
su primer hijo. Como no encontraron lugar en ningún hotel, los dejaron pasar la noche en una casa, en el lugar donde se cuidan los animales. Cuando el niño nació, María lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.
pero el ángel les dijo: 'No tengan miedo. Les traigo una buena noticia que los dejará muy contentos: ¡Su Salvador acaba de nacer en Belén! ¡Es el Mesías, el Señor!
Pero cuando llegó el día señalado por Dios, él envió a su Hijo, que nació de una mujer y se sometió la ley de los judíos. Dios lo envió para liberar a todos los que teníamos que obedecer la ley, y luego nos adoptó como hijos suyos.
Cuando José despertó, obedeció al ángel de Dios y se casó con María. Pero no durmieron juntos como esposos antes de que naciera el niño. Y cuando este nació, José le puso por nombre Jesús. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había dicho por medio del profeta Isaías: '¡Presten atención! Una joven virgen quedará Cuando José despertó, obedeció al ángel de Dios y se casó con María. Pero no durmieron juntos como esposos antes de que naciera el niño. Y cuando este nació, José le puso por nombre Jesús.Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había dicho por medio del *profeta Isaías: «¡Presten atención!Una joven virgenquedará embarazada,y tendrá un hijo.Y llamarán a ese niñoEmanuel».
Aquel que es la Palabra habitó entre nosotros y fue como uno de nosotros. Vimos el poder que le pertenece como Hijo único de Dios, pues nos ha mostrado todo el amor y toda la verdad.
José pertenecía a la familia de David. Y como vivía en Nazaret, tuvo que ir a Belén para que lo anotaran, porque allí había nacido mucho tiempo antes el rey David. Lo acompañó María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, a María le llegó la hora de tener su primer hijo. Como no encontraron lugar en ningún hotel, los dejaron pasar la noche en una casa, en el lugar donde se cuidan los animales. Cuando el niño nació, María lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.
De pronto, muchos ángeles aparecieron en el cielo y alababan a Dios cantando: '¡Gloria a Dios en el cielo, y paz en la tierra para todos los que Dios ama!'
Así fue como nació Jesús, el *Mesías: Una joven llamada María estaba comprometida para casarse con José. Pero antes de que vivieran juntos, se supo que ella estaba embarazada. José era un hombre bueno y obediente a la ley de Dios. Como no quería acusar a María delante de todo el pueblo, decidió romper en secreto el compromiso.
Esa misma noche, unos pastores estaban cuidando sus ovejas cerca de Belén. De pronto, un ángel de Dios se les apareció, y la gloria de Dios brilló alrededor de ellos. Los pastores se asustaron mucho, pero el ángel les dijo: 'No tengan miedo. Les traigo una buena noticia que los dejará muy contentos: ¡Su Salvador acaba de nacer en Belén! ¡Es el Mesías, el Señor! Lo reconocerán porque está durmiendo en un pesebre, envuelto en pañales'.
Después de que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: '¡Vayamos corriendo a Belén para ver esto que Dios nos ha anunciado!' Los pastores fueron de prisa a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Vas a quedar embarazada y tendrás un hijo, a quien le pondrás por nombre Jesús. Este niño llegará a ser muy importante y lo llamarán 'Hijo del Dios altísimo'. Dios lo hará rey, como hizo con su antepasado David; gobernará a la nación de Israel para siempre, y su reinado no terminará nunca.
Después de escuchar al rey, los sabios salieron hacia Belén. Delante de ellos iba la misma estrella que habían visto en su país. Finalmente, la estrella se detuvo sobre la casa donde estaba el niño. ¡Qué felices se pusieron los sabios al ver la estrella! Cuando entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y se arrodillaron para adorarlo. Abrieron los cofres que llevaban y le regalaron al niño oro, incienso y mirra.
Finalmente, los pastores regresaron a cuidar sus ovejas. Por el camino iban alabando a Dios y dándole gracias por lo que habían visto y oído. Todo había pasado tal y como el ángel les había dicho.
Simeón los bendijo, y le dijo a María: 'Dios envió a este niño para que muchos en Israel se salven, y para que otros sean castigados. Él será una señal de advertencia, y muchos estarán en su contra. Así se sabrá lo que en verdad piensa cada uno. Y a ti, María, esto te hará sufrir como si te clavaran una espada en el corazón'. Jesús y la profetisa Ana
Dios les avisó a los sabios, en un sueño, que no volvieran al palacio de Herodes. Ellos, entonces, regresaron a su país por otro camino. La familia de Jesús huye a Egipto
Nosotros somos seres de carne y hueso. Por eso Jesús se hizo igual a nosotros. Sólo así podía morir para vencer al diablo, que tenía poder para matar a hombres y mujeres. Y con su muerte, dio libertad a los que se pasaban la vida con miedo a la muerte.
'Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna.
María respondió: '¡Le doy gracias a Dios con todo mi corazón, y estoy alegre porque él es mi Salvador!
'¡Alabemos al Dios de Israel, porque ha venido a salvarnos! Nos ha dado un Salvador muy poderoso, descendiente del rey David, su servidor. Esto lo había prometido hace mucho tiempo, por medio de sus santos profetas:
y se quedó allí hasta que Herodes murió. Así se cumplió lo que Dios había dicho por medio del profeta: 'De Egipto llamé a mi hijo'. Herodes intenta matar a Jesús
Y tú, hijo mío, serás llamado: 'Profeta del Dios altísimo'. Tú irás delante del Mesías, preparando a la gente para su llegada. Le dirás a su pueblo que ya tiene salvación, pues Dios perdona sus pecados. Dios nos ama tanto, que desde el cielo nos envió un Salvador, como si fuera el sol de un nuevo día. Él salvará a los que viven en peligro de muerte. Será como una luz que alumbra en la oscuridad, para guiarnos hacia el camino de la paz'.
Y también el profeta Isaías escribió: 'Un descendiente de Jesé se levantará con poder. Él gobernará a las naciones, y ellas confiarán sólo en él'.
En ese tiempo había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que obedecía a Dios y lo amaba mucho. Vivía esperando que Dios libertara al pueblo de Israel. El Espíritu Santo estaba sobre Simeón, y le había dicho que no iba a morir sin ver antes al Mesías que Dios les había prometido. Ese día, el Espíritu Santo le ordenó a Simeón que fuera al templo. Cuando los padres de Jesús entraron al templo con el niño, para cumplir lo que mandaba la ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios diciendo: 'Ahora, Dios mío, puedes dejarme morir en paz. ¡Ya cumpliste tu promesa! Con mis propios ojos he visto al Salvador,
Desde Abraham hasta David, hubo catorce generaciones. Desde David hasta que los judíos fueron llevados prisioneros a Babilonia también hubo catorce generaciones, y otras catorce desde ese momento hasta el nacimiento del Mesías. El nacimiento de Jesús
Cuando Simeón terminó de hablar, Ana se acercó y comenzó a alabar a Dios, y a hablar acerca del niño Jesús a todos los que esperaban que Dios liberara a Jerusalén.
'Tú, Belén, eres importante entre los pueblos de Judá. De ti nacerá un príncipe, que guiará a mi pueblo Israel'.
Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, así que también nos dará junto con él todas las cosas.
'Ustedes son como una luz que ilumina a todos. Son como una ciudad construida en la parte más alta de un cerro y que todos pueden ver.
El ángel entró al lugar donde estaba María, la saludó y le dijo: --¡Dios te ha bendecido de manera especial! El Señor está contigo.
y le dijo: 'Regresa ahora mismo a Israel junto con el niño y la madre, porque ya murieron los que querían matar al niño'. José, María y el niño regresaron a Israel.
Herodes mandó llamar en secreto a los sabios y averiguó cuándo había aparecido la estrella. Luego les dijo: 'Vayan a Belén y averigüen todo lo que puedan acerca del niño. Cuando lo encuentren, avísenme. Yo también quiero ir a adorarlo'.
El Dios todopoderoso ha hecho grandes cosas conmigo. ¡Su nombre es santo! Él nunca deja de amar a todos los que lo adoran.
Pero aunque nosotros todavía éramos pecadores, Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por nosotros.
Al contrario, renunció a esa igualdad, y se hizo igual a nosotros, haciéndose esclavo de todos. Como hombre, se humilló a sí mismo y obedeció a Dios hasta la muerte: ¡murió clavado en una cruz!
«¡Presten atención!Una joven virgenquedará embarazada,y tendrá un hijo.Y llamarán a ese niñoEmanuel».
Con mis propios ojos he visto al Salvador, a quien tú enviaste y al que todos los pueblos verán. Él será una luz que alumbrará a todas las naciones, y será la honra de tu pueblo Israel'.
Jesús volvió a hablarle a la gente: --Yo soy la luz que alumbra a todos los que viven en este mundo. Síganme y no caminarán en la oscuridad, pues tendrán la luz que les da vida.
Ustedes han confiado en Jesucristo, y por eso todos ustedes son hijos de Dios. Porque cuando fueron bautizados, también quedaron unidos a Cristo, y ahora actúan como él.
Poco antes de que Jesús naciera, Augusto, emperador de Roma, mandó hacer un censo, es decir, una lista de toda la gente que vivía en el Imperio Romano. En ese tiempo Quirinio era el gobernador de Siria, y fue el responsable de hacer este primer censo en la región de Palestina. Todos tenían que ir al pueblo de donde era su familia, para que anotaran sus nombres en esa lista.
Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Jesús le respondió: --Yo soy el camino, la verdad y la vida. Sin mí, nadie puede llegar a Dios el Padre.
Ayuda a los israelitas, sus servidores, y nunca deja de ser bondadoso con ellos. Así lo prometió a nuestros antepasados, a Abraham y a sus descendientes, para siempre'.
El rey Herodes y todos los habitantes de Jerusalén se pusieron muy nerviosos cuando oyeron hablar de esto.
Él salvará a los que viven en peligro de muerte. Será como una luz que alumbra en la oscuridad, para guiarnos hacia el camino de la paz'.
Que Dios, quien nos da seguridad, los llene de alegría. Que les dé la paz que trae el confiar en él. Y que, por el poder del Espíritu Santo, los llene de esperanza. El trabajo de Pablo como apóstol
¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana!
¿Y cómo hablarán de Jesucristo, si Dios no los envía? Como dice la Biblia: '¡Qué hermoso es ver llegar a los que traen buenas noticias!'
Ahora, como ustedes son sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a vivir en ustedes. Por eso, cuando oramos a Dios, el Espíritu nos permite llamarlo: 'Papá, querido Papá'.
Mientras pensaba en todo esto, un *ángel de Dios se le apareció en un sueño y le dijo: «José, no tengas miedo de casarte con María. El Espíritu *Santo fue quien hizo que ella quedara embarazada.
Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo, pues ellos serán llamados hijos de Dios.
Siempre doy gracias a mi Dios, al acordarme de ustedes; y cuando oro, siempre pido con alegría por todos, porque me ayudaron a anunciar la buena noticia desde el primer día que la oyeron hasta ahora.
Pero si reconocemos ante Dios que hemos pecado, podemos confiar siempre en que él, que es justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad.
Dios nos ama tanto, que desde el cielo nos envió un Salvador, como si fuera el sol de un nuevo día. Él salvará a los que viven en peligro de muerte. Será como una luz que alumbra en la oscuridad, para guiarnos hacia el camino de la paz'.
Jesús era descendiente de David y de Abraham. Esta es la lista de todos sus familiares que vivieron antes que él:
María respondió: '¡Le doy gracias a Dios con todo mi corazón, y estoy alegre porque él es mi Salvador! Dios tiene especial cuidado de mí, su humilde esclava. Desde ahora todos me dirán: '¡María, Dios te ha bendecido!'
Cuando nazca el niño, lo llamarás Jesús. Él va a salvar a su pueblo del castigo que merece por sus pecados'.
pero el ángel les dijo: 'No tengan miedo. Les traigo una buena noticia que los dejará muy contentos:
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