De modo que todo el que está en el Cristo, es nueva criatura; las cosas viejas pasaron
Así brille su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen ellos a su Padre que está en el Cielo.
No que ya lo haya logrado, o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que corro para que quizás alcance aquello para lo cual fui alcanzado por Jesucristo. Hermanos míos, yo mismo no considero haberlo alcanzado; pero una cosa sé: olvidando lo que queda atrás, y extendiéndome hacia adelante, corro hacia la meta con el fin de obtener la victoria del supremo llamado de Dios por medio de Jesucristo.
Y juntamente con todas estas cosas tengan amor, que es el vínculo de la perfección, y que la paz del Cristo gobierne sus corazones, porque han sido llamados para Él en un cuerpo; y muestren gratitud al Cristo.
Hermanos míos, yo mismo no considero haberlo alcanzado; pero una cosa sé: olvidando lo que queda atrás, y extendiéndome hacia adelante, corro hacia la meta con el fin de obtener la victoria del supremo llamado de Dios por medio de Jesucristo.
y no sean conforme a este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, y disciernan cuál es la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
Estén siempre gozosos. Oren sin desistir. Den gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para ustedes en Jesucristo.
porque considero que las aflicciones del tiempo actual no son comparables a la gloria que ha de ser manifestada en nosotros,
Por nada estén ansiosos, sino sean conocidas siempre sus peticiones delante de Dios en oración y súplicas y con acción de gracias, y la paz de Dios, que excede a todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Jesucristo.
Y nosotros sabemos que a los que aman a Dios, Él los ayuda en todo para bien, a los que designó anticipadamente para que fueran llamados,
Entonces dijo el que estaba sentado en el trono: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y dijo: Escribe, porque estas palabras son de Dios, fieles y verdaderas.
Bendito es Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien por su abundante misericordia nos hizo nacer de nuevo a la esperanza de salvación mediante la resurrección de Jesucristo,
Busquen, pues, primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo cual, no estén preocupados por el futuro, porque el futuro se preocupará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas.
sino que como está escrito: 'Cosas que ojos no vio, ni oído escuchó, ni han surgido en corazón de hombre, son las que Dios preparó para los que lo aman',
Que el Dios de la esperanza los colme de todo gozo y paz en la fe, para que crezcan en su esperanza por el poder del espíritu santo.
porque estoy convencido de esto: que Aquel que inició en ustedes las buenas obras, las perfeccionará hasta el día de nuestro Señor Jesucristo.
La paz les dejo, mi paz les doy; yo no se las doy como la da el mundo. No se turbe su corazón ni tengan miedo.
Vengan a mí todos los que están abatidos y cargados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí que soy manso[23] y humilde de corazón, y ENCONTRARÁN REPOSO PARA SUS ALMAS,
Desechen de ustedes su anterior manera de vivir, al viejo hombre que se ha corrompido por pasiones desviadas, y renuévense en el espíritu de su mente, y vístanse[5] del nuevo hombre, que ha sido creado por Dios en la justicia y en la santidad de la verdad.
Y cuando hagamos lo que es bueno, no nos cansemos, porque llegará el tiempo de cosechar, y ya no nos cansaremos.
asiéndonos firmemente de la confesión de nuestra esperanza, sin fluctuar, porque fiel es el que nos prometió.
Por tanto, tengan cuidado de cómo se conducen; dignamente, no como insensatos, sino como sabios que aprovechan su oportunidad[6], porque los días son malos.
y que la paz del Cristo gobierne sus corazones, porque han sido llamados para Él en un cuerpo; y muestren gratitud al Cristo. Que si palabra habite abundantemente en ustedes en toda sabiduría, enseñándose y amonestándose entre ustedes con salmos, con cánticos e himnos del espíritu, cantando con gracia a Dios con sus corazones. Y todo lo que hagan, sea de palabra o de hecho, háganlo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, dando gracias a Dios Padre por medio de Él.
gócense en su esperanza, y sean pacientes en sus aflicciones, siendo constantes en la oración.
Y también sepan esto: ya es el tiempo y la hora de despertarnos del sueño, porque ahora está más próxima a nosotros la salvación que cuando creímos, porque la noche está muy avanzada, y el día se aproxima. Por tanto, despojémonos de las obras de las tinieblas, y vistámonos con las armas de la luz,
Ésta es la confianza que tenemos en Él: que en todo lo que le pedimos de acuerdo a su voluntad, Él nos escucha.
Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, este producirá mucho fruto, porque sin mí nada pueden hacer.
pero Él me ha dicho: 'Mi gracia te es suficiente, porque mi poder se perfecciona en la debilidad'. Así que me sentiré gozosamente orgulloso en mis debilidades, para que el poder del Cristo more en mí.
Según el don que cada uno recibió de Dios, sirva con él a sus compañeros como buenos administradores de la gracia multiforme de Dios. Todo el que habla, que hable de acuerdo a la palabra de Dios, y todo el que ministra, que ministre según el poder que Dios le da, para que en todo lo que ustedes hagan, Dios sea glorificado por medio de Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y la honra por siempre y para siempre. Amén.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de su gracia para recibir misericordia y hallar gracia para ser auxiliados en tiempo de aflicción.
porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada podrán apartarme del amor de Dios que es por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Pero nuestro trabajo es conforme al Cielo[4], de donde esperamos a nuestro Salvador, a nuestro Señor Jesucristo, quien transformará el cuerpo de nuestra humillación para que sea semejante al cuerpo de su gloria, según la grandeza de su poder mediante el cual todo se sujeta a Él.
Por tanto, también nosotros que tenemos todos estos testigos alrededor nuestro como una nube, despojémonos de todas nuestras cargas, y del pecado que nos asedia en todo tiempo, y corramos con perseverencia en esta prueba de destreza que está puesta delante de nosotros, puestos los ojos en Jesús, porque Él fue el Autor y Consumador de nuestra fe, quien por el gozo que había para Él soportó la cruz, despreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Así que, hermanos míos y amados míos, estén firmes, inconmovibles, abundando en todo tiempo en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano.
porque no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de poder, de amor y de exhortación[1].
Y todo lo que hagan, háganlo con toda su alma, como para nuestro Señor y no como para los hombres, entendiendo que de nuestro Señor recibirán la recompensa en la herencia, porque ustedes sirven al Señor, el Cristo.
Por tanto, no nos fatigamos, porque aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, no obstante el interior se va renovando día a día, porque la aflicción del tiempo presente, aunque breve y leve, nos prepara una gran gloria, ilimitada, eternamente y para siempre, para que no nos gocemos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven, porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera al temor, porque el temor proviene de la desconfianza, y al que teme no ha sido perfeccionado en el amor.
Y a Aquel que es capaz por su gran poder de hacer por nosotros mucho más de lo que pedimos o pensamos, conforme a su poder que opera en nosotros, a Él sea la gloria en su Iglesia por Jesucristo, por todas las edades, eternamente y para siempre. Amén.
Pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; toquen a la puerta, y se les abrirá; porque todo el que pida recibirá, y el que busque, hallará, y al que toque a la puerta, se le abrirá.
Que su mente no se complazca en el dinero, sino que lo que tengan les sea suficiente, porque Yahweh mismo dice: 'NO TE DEJARÉ NI TE DESAMPARARÉ',
No les ha sobrevenido prueba que no sea común a los hombres, pero Dios es fiel que no permitirá que sean ustedes probados más allá de lo que puedan, sino que dará la salida para su prueba de modo tal que puedan soportar.
pero no solamente en esto, sino que también nos gloriamos en nuestras aflicciones, porque comprendemos que la aflicción perfecciona la paciencia en nosotros, y la paciencia produce experiencia, y la experiencia, confianza;
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