No me elegisteis vosotros a mí(q); mas yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis, y llevéis fruto, y que permanezca vuestro fruto; para que os dé el Padre todo lo que le pidiereis en mi nombre(r).
No será así entre vosotros; mas entre vosotros todo el que quiera ser mayor, sea vuestro criado(c);
Porque todo aquel, que se ensalza, humillado será; y el que se humilla, será ensalzado(e)'.
Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies; vosotros también debéis lavar los pies(l) los unos a los otros.
Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos'.
Mas Jesús los llamó a sí, y dijo: 'Sabéis que los príncipes de las gentes avasallan a sus pueblos(z), y que los que son mayores(a), ejercen potestad sobre ellos(b). No será así entre vosotros; mas entre vosotros todo el que quiera ser mayor, sea vuestro criado(c); Y el que entre vosotros quiera ser primero, sea vuestro siervo; Así como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en redención por muchos(d)'.
El que es mayor entre vosotros, será vuestro siervo. Porque el que se ensalzare, será humillado; y el que se humillare, será ensalzado(i).
Mas no es así entre vosotros; antes el que quisiere ser el mayor(y), será vuestro criado; Y el que quisiere ser el primero entre vosotros, será siervo de todos. Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos'.
Mas vosotros no así; antes el que es mayor entre vosotros, hágase como el menor(p); y el que precede, como el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor, el que está sentado a la mesa, o el que sirve? ¿No es mayor el que está sentado a la mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros, así como el que sirve.
Y después que les hubo lavado los pies, y hubo tomado su ropa, volviéndose a sentar a la mesa, les dijo: '¿Sabéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis: ‘Maestro’ y ‘Señor’; y bien decís; porque lo soy(k). Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies; vosotros también debéis lavar los pies(l) los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo he hecho a vosotros, vosotros también hagáis.
Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad, que está puesta sobre un monte, no se puede esconder. Ni encienden una antorcha y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. A este modo ha de brillar(n) vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras(o) y den gloria a vuestro Padre, que está en los cielos.
Pues todo aquel que oye estas mis palabras, y las cumple, comparado será a un varón(r) sabio, que edificó su casa sobre la peña: Que descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron impetuosamente en aquella casa, y no cayó; porque estaba cimentada sobre peña. Y todo el que oye estas mis palabras, y no las cumple, semejante será a un hombre loco que edificó su casa sobre arena: Que descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron impetuosamente sobre aquella casa, y cayó, y fue su ruina grande(s)'.
Ved que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas(u).
Dígoos otrosí, que si dos de vosotros se convinieren sobre la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre, que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre(t), allí estoy en medio de ellos'.
Y llegando Jesús les habló, diciendo: 'Se me ha dado toda potestad en el cielo, y en la tierra(p). Id pues y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo(q); Enseñándolas a observar todas las cosas que os he mandado(r). Y mirad que yo estoy con vosotros todos los días hasta la consumación del siglo(s)'.
Y aconteció en aquellos días, que salió al monte a hacer oración, y pasó toda la noche orando a Dios(j). Y cuando fue de día, llamó a sus discípulos; y escogió doce de ellos (que nombró Apóstoles).
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen(j). Como el Padre me conoce, así conozco yo al Padre; y pongo mi alma por mis ovejas(k).
Y así todo lo que queréis que los hombres hagan con vosotros, hacedlo también vosotros con ellos; porque esta es la ley y los profetas(i).
Y dígoos, que de toda palabra ociosa(g), que hablaren los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado'.
Mas el que no lo supo, e hizo cosas dignas de castigo, poco será azotado(g); porque a todo aquel, a quien mucho fue dado, mucho le será demandado; y al que mucho encomendaron más le pedirán(h).
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: