y éstos eran más bien nacidos que los de Tesalónica; los que recibieron la palabra con toda voluntad, día a día escudriñando las Escrituras: si sean estas cosas así.
Toda escritura, por Dios inspirada, también provechosa para enseñanza, para reprensión, para corrección, para amaestramiento el en justicia; para que perfecto sea el de Dios hombre, para toda obra buena perfeccionado.
Pues viviente, el verbo de Dios y eficaz, y cortante sobre toda cuchilla bifauce(e); y, pasando hasta la división del alma y espíritu, así de articulaciones como de médulas, y discernidor de intentos y pensamientos de corazón;
Afánate para a ti mismo probado presentarte a Dios: obrero inavergonzable, recta cortando la palabra(e) de la verdad.
Escudriñáis las Escrituras; porque vosotros creéis en ellas vida eterna tener; y aquéllas son las que atestiguan acerca de mí;
y que, desde niño, las sagradas letras sabes, las que pueden adiestrarte para la salud por la fe, la en Cristo Jesús.
«Pedid y se os dará; buscad, y hallaréis; golpead, y se os abrirá. Pues todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que golpea, se le abrirá.
Toda escritura, por Dios inspirada, también provechosa para enseñanza, para reprensión, para corrección, para amaestramiento el en justicia;
y no os conforméis a este siglo, sino transformaos con la renovación de la mente, para probaros: cuál(a), la voluntad de Dios, la buena(b), y bien placiente y perfecta.
Por lo demás, hermanos, cuanto es verdadero; cuanto, honesto; cuanto, justo; cuanto, casto; cuanto, amable; cuanto, bien afamado; si alguna virtud y si alguna alabanza —esto pensad.
Y respondiendo Jesús, díjoles: «Erráis: no sabiendo las Escrituras, ni el poder de Dios».
La palabra del Cristo inhabite en vosotros ricamente, en toda sabiduría, enseñando y (Cor. 10,31.) amonestándoos, con salmos, himnos y cantares espirituales, en la gracia cantando, en vuestros corazones, a Dios.
Dicha de los buenos Bienaventurado el varón el que no anduvo en consejo de impíos; y en camino de pecadores no paró; y en asiento de pestes(a) no se sentó; sino que en la ley del Señor, su voluntad; y en su ley meditará día y noche.
cual recién nacidos niños, la racional, indolosa leche ansiad; a fin de que en ella crezcáis en salud;
No erréis: a Dios no se escarnece. Pues lo que sembrare el hombre, esto también segará; porque el que siembra en su carne, de la carne segará corrupción; y el que siembra en el espíritu, del espíritu segará vida eterna.
Pues, cuanto antes se escribió, para nuestra enseñanza se escribió; a fin de que, por la paciencia y por la consolación de las Escrituras, esperanza tengamos.
(7:13) pues en sombra de ella(j) como sombra de plata(k); y abundancia de conocimiento de la sabiduría vivificará al de ella(l).
Así que, si alguno en Cristo(k), nueva criatura: lo viejo ha pasado; he aquí se ha hecho nuevo todo.
y mirémonos(o) unos a otros, en estímulo de caridad y hermosas obras; no abandonando nuestra congregación, según costumbre de algunos, sino exhortando, y tanto más, cuanto veis acercarse el día(p).
Y vosotros, la unción que recibisteis de él, permanece en vosotros, y no necesidad tenéis de que alguno os enseñe; sino, como su unción enséñaos acerca de todo (y verdadero es, y no es mentira) y según que os ha enseñado, permaneced en él.
Está confiado, en todo tu corazón en Dios, y en tu sabiduría no te exaltes; para todos tus caminos conócela para que enderece tus caminos.
confiado de esto mismo: que, quien empezó en vosotros obra buena, perfeccionará hasta día de Jesucristo;
Pues no son mis consejos así como vuestros consejos, ni así como vuestros caminos mis caminos; dice el Señor; sino que, como dista el cielo de la tierra, así dista mi camino de vuestros caminos; y vuestros pensamientos, de mis pensamientos.
Y por esto mismo también, solicitud toda empleando añadid a vuestra fe la virtud; y, a la virtud, la ciencia; y, a la ciencia, la templanza, y, a la templanza, la paciencia: y, a la paciencia, la piedad; y, a la piedad, la fraternidad; y a la fraternidad, la caridad; Pues, estas cosas en vosotros existiendo y acrecentándose, no ociosos ni infructuosos(d) constituyen en el de nuestro Señor Jesucristo conocimiento,
Partiendo pues, enseñad a todas las gentes, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo y del Santo Espíritu, enseñándoles a guardar todo cuanto he mandado a vosotros. Y he aquí que estoy con vosotros todos los días hasta la consumación del siglo»(e).
(45:11) Considerad y conoced que yo soy Dios; enalteceréme en las gentes; enalteceréme en la tierra.
Pero el fruto del espíritu es: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, continencia, (temperancia, castidad). Contra las cuales cosas no es la ley.
Pues he aquí los que se alejan de ti, perecerán; has exterminado a todo el que fornicaba de ti.
Si habéis, pues, conresucitado en Cristo, lo de arriba buscad; donde el Cristo está en diestra de Dios sentado; lo de arriba pensad, no lo sobre la tierra.
Fin de la palabra, el todo, oye: a Dios teme y sus mandamientos guarda; que esto, todo el hombre. Pues todo lo hecho al par Dios llevará a juicio, en todo lo inadvertido(r), sea bueno y sea malo.
Tema general Exhórtoos; pues, hermanos, por las piedades de Dios, que presentéis vuestros cuerpos hostia viviente, santa, bien placiente a Dios; el espiritual culto vuestro; y no os conforméis a este siglo, sino transformaos con la renovación de la mente, para probaros: cuál(a), la voluntad de Dios, la buena(b), y bien placiente y perfecta.
¿No sabéis que los que en estadio corren, todos por cierto corren, pero uno coge el premio? Así corred, para coger. Pero todo el que lucha, de todo se abstiene; aquéllos, a la verdad, para corruptible corona coger; pero nosotros, incorruptible. Yo, por tanto, así corro, como no ocultamente; así pugno, no como aire azotando(g); sino que acardenalo mi cuerpo y esclavizo; no sea que, habiendo a otros predicado, yo mismo réprobo me haga.
Venid a mí, todos los trabajados y recargados, y yo os refrigeraré. Alzad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, porque suave soy y humilde del corazón, y hallaréis alivio para vuestras almas; que mi yugo es bueno; y mi carga, ligera es.»
Por lo demás, hermanos, confortaos en Señor, y en el poder de su fortaleza. Vestíos la armadura toda de Dios para que podáis afrontar las asechanzas del diablo;
Principio de sabiduría, temor del Señor; y consejo de santos, entendimiento; pues el conocer ley, de mente es buena.
Ejemplos de fe Y es la fe de las cosas que se esperan, fundamento; de cosas demostración que no se ven.
Y sabemos que a los amantes de Dios, todo coopera en bien, a los que según propósito llamados son.
Y al Señor, al Cristo santificad(e) en vuestros corazones, prontos siempre a defensa a todo el que os pidiere cuenta de la en vosotros esperanza;
(138:22) Pruébame, Dios, y conoce mi corazón; escudríñame, y conoce mis sendas; (138:23) y ve si ves iniquidades en mí, y guíame en camino(q) eterno.
a fin de haceros intachables e íntegros, hijos de Dios, irreprensibles en medio de una generación torcida y depravada; entre quienes lucís como lumbreras en el mundo; palabra de vida reteniendo, en gloriación a mí, para el día de Cristo; porque no en vano corrí; ni en vano me afané.
Principio de sabiduría: «Adquiere sabiduría, y en toda tu adquisición(a) adquiere prudencia(b).
Así luzca vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre el de los cielos.»
Con Cristo he sido crucificado; y vivo, no ya yo, pero vive en mí Cristo; y lo que ahora vivo en carne, en fe vivo la de Dios y Cristo; el que me amó y se entregó por mí.
ni presentéis vuestros miembros armas(e) de iniquidad al pecado, sino presentaos a Dios, cual si de entre muertos viviendo, y vuestros miembros armas de justicia a Dios.
Por esto también nosotros, desde el día que oímos, no cesamos, por vosotros orando y pidiendo que seáis llenos del conocimiento de la voluntad suya, en toda sabiduría, e inteligencia espiritual; para caminar dignos del Señor, para toda complacencia, en toda obra buena fructificando
pero, si en la luz andamos, como él está en la luz, comunión tenemos entre nosotros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, purifícanos de todo pecado.
Señor, según la muchedumbre de mis dolores en mi corazón, tus consolaciones han amado a mi alma.
Maravillosos, tus testimonios; por esto los ha escudriñado mi alma. La aclaración de tus palabras iluminará; e instruirá a los pequeñuelos.
pero los que aguardan a Dios, mudarán fuerza(g); alas criarán, como águilas; correrán, y no trabajarán; caminarán, y no hambrearán.
De la paciencia, a ejemplo de Cristo Excelencia de la nueva alianza Por lo tanto; también nosotros, tanta teniendo, que nos cerca, nube de testigos, carga deponiendo toda y el cautivador pecado, por paciencia corramos la que se nos propone, lid, mirando al de la fe autor y consumador, Jesús; quien en vez del que se le proponía gozo, soportó cruz, vergüenza menospreciando; y a la diestra del trono de Dios está sentado.
Toda palabra corrompida de vuestra boca no salga, sino que, si alguna(k) buena para edificación de la necesidad(l), para que dé gracia a los oyentes.
Consagración de joven, según su camino(c); aun después que envejeciere, no se apartará de él.
Gozaos en Señor siempre; otra vez diré: gozaos, Vuestra modestia(b) conózcase por todos los hombres: el Señor cerca(c). Nada os afanéis; sino en todo, por la oración y la plegaria, con agradecimiento, vuestras peticiones manifiéstense ante Dios. Y la paz de Dios, la que supera a todo entendimiento, custodiará vuestros corazones y vuestras inteligencias en Cristo Jesús.
(31:10) «Te intelectualizaré y te enseñaré en este camino que andarás, fijaré en ti mis ojos».
Sea, pues, que comáis, sea que bebáis, sea que algo hagáis, todo a gloria de Dios haced.
«No os atesoréis tesoros sobre la tierra, donde carcoma y herrumbre destruyen, y donde hurtadores desentierran y hurtan; pero atesoraos tesoros en el cielo donde ni carcoma ni herrumbre destruyen y donde hurtadores no desentierran ni hurtan; pues, donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón.
No temas; que contigo soy; no yerro; pues yo soy tu Dios; que te he fortalecido, y ayudádote y asegurádote con la diestra la justa, mía.
Pobreza a varón humilla, y manos de varoniles enriquecen. Hijo enseñado sabio será y(a) de insensato ministro se valdrá(b).
Vestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, entrañas de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, longanimidad; sobrellevando unos a otros y condonándoos, si alguno contra alguno tuviere queja; tal como también el Señor ha condonado a vosotros, así también vosotros; y sobre todo esto, la caridad(c), la que es lazo de la perfección.
para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación, en conocimiento de él, iluminados los ojos del corazón, para que sepáis cuál es la esperanza de su vocación, cuál la riqueza de la gloria de su herencia, en los santos;
Continúa la exhortación a la sabiduría Hijo, mis leyes no olvides; y mis palabras observe tu corazón; que largura de edad, y años de vida, y la paz te conciliarán.
Por lo cual no desmayamos, sino que, aunque nuestro exterior hombre se corrompe, empero el interior es renovado día a día.
Sólo dignamente del Evangelio del Cristo conversad; para que, sea, viniendo y viéndoos, sea, ausente, oiga lo acerca de vosotros: que os afirmáis en un espíritu, una alma, luchando por la fe del Evangelio;
mantengamos la confesión de la esperanza indeclinable(n) (pues fiel, el que ha prometido);
Siempre alegraos; incesantemente orad; en todo agradeced; que ésta, voluntad de Dios en Cristo Jesús para con vosotros.
Todo aquel, pues, que oye estas palabras mías y las hace, se asemejará a varón prudente, que edificó su casa sobre la peña. Y descendió la lluvia, y vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y despeñáronse sobre aquella casa, y no cayó; pues fundada estaba sobre la peña.
Y, lo bello haciendo, no desmayemos; que en el tiempo propio, segaremos, no desfalleciendo.
Por lo cual, ciñéndoos los lomos de vuestra mente, ayunos(g), perfectamente esperad en la que se os trae gracia, en revelación de Jesucristo.
Y él respondiendo dijo: «Escrito está»: No de pan sólo vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios».
Hermanos, yo mismo no pienso haber(g) aprehendido; una cosa empero:(h) ya a lo de atrás olvidando, ya a lo de adelante tendiendo: tras la meta lánzome al premio de la suprema vocación de Dios, en Cristo Jesús.
Pues digo, por la gracia la dada a mí, a todo el que está entre vosotros: no sentir más allá de lo que se debe sentir, sino sentir para bien sentir(c); a cada cual como(d) Dios repartió medida de fe.
y levanté mis manos a tus mandamientos que has amado sobremanera y ejercitábame en tus determinaciones.
Y díjoles: «Id, comed grosura, y bebed dulzura; y enviad porciones a los que no tienen; pues sagrado está el día al Señor, nuestro Dios; y no desmayéis, que es el Señor, fuerza nuestra.»
Y el mismo Señor nuestro Jesucristo y el Dios y Padre nuestro; el que nos amó y dio consolación eterna y esperanza buena en gracia; consuele vuestros corazones y confirme en toda obra y palabra buena.
con la esperanza, gozándoos; en la tribulación pacientes; en la oración, perseverantes;
Justificados, pues, por fe, paz tengamos para con Dios, por nuestro Señor Jesucristo; por el cual también el acceso hemos alcanzado a la fe por esta gracia, en que nos alzamos y gloriamos en esperanza de la gloria de Dios.
Y ahora queda fe, esperanza, caridad: estas tres cosas; pero la mayor de éstas, la caridad.
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