Dios nos ha entregado mandamientos, y el quinto de ellos es: "No matarás" (Éxodo 20:13). Es considerado un pecado quitar la vida, ya que Dios nos insta a amar y perdonar a nuestro prójimo. Dios perdona todas nuestras faltas y nos brinda nuevas oportunidades, ¿quiénes somos nosotros para negarnos a perdonar? Confía en que Dios se encargará de defenderte. Él te ama y desea que elimines cualquier deseo de venganza, erradiques de tu ser todo pensamiento de hacer daño. Pídele a Dios que te ayude, que luche por ti y te conceda la victoria sin importar cuál sea tu situación, ya que albergar tales deseos en tu interior no salvará tu alma de pasar la eternidad en el infierno. Regresa hoy a Dios, arrepiéntete de todo corazón y entrégale aquello que tanto te perturba. Pídele que se cumpla su voluntad y no la tuya, no tomes la justicia en tus manos. Silencia la voz del enemigo que te incita a cometer actos malvados. No permitas que el mal te domine, más bien vence el mal con el bien, de esta manera serás mirado con agrado por Jesús y serás considerado justo en la tierra. Reconozco que puede resultar doloroso, incluso angustiante, pero por favor permite que el Espíritu Santo se glorifique en ti. Hoy te pido que te liberes y que recibas ayuda para no incurrir en acciones que luego tendrán un alto costo. Resguarda la libertad que Cristo te otorgó al morir en la cruz por ti y no caigas en la trampa maligna de Satanás. Clama a Jesús para que intervenga en tu vida y camina con él, en sus manos reside tu victoria segura.
Ahora Jehová mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues ni hay adversarios, ni mal que temer.
El que me libra de mis enemigos, Y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí; Me libraste de varón violento.
Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.
A no haber estado Jehová por nosotros, Cuando se levantaron contra nosotros los hombres,
Y Jehová me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos.
Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley.
Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.
conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.
El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
Si con instrumento de hierro lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá.
Y si con piedra en la mano, que pueda dar muerte, lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá.
Y si con instrumento de palo en la mano, que pueda dar muerte, lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá.
Pero si hubiere alguno que aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere de muerte, y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades,
entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera.
No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien.
El hombre cargado de la sangre de alguno Huirá hasta el sepulcro, y nadie le detendrá.
Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos, Y destruirás a todos los adversarios de mi alma, Porque yo soy tu siervo.
Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra.