Como creyentes, es de suma importancia tener en cuenta la existencia de la justicia absoluta de Dios, la cual representa la rectitud de su naturaleza divina. Dios es infinitamente justo en sí mismo, y su justicia relativa refleja la perfección mediante la cual se opone a todo lo que contradice su santidad, revelando así su completa pureza. En el libro de Romanos 2:6-10 se menciona: "Dios recompensará a cada persona según lo que haya hecho. A los que, perseverando en hacer el bien, buscan gloria, honor e inmortalidad, les dará vida eterna; pero a los que, por contienda y desobediencia a la verdad, obedecen a la injusticia, les espera ira y enojo. Habrá angustia y sufrimiento para todo ser humano que hace lo malo, primero para el judío y luego para el gentil; pero gloria, honor y paz aguardan a todo el que hace el bien, primero al judío y luego al gentil". La justicia de Dios es una manifestación de su ser, ya que él es justo.
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él.
Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo.
No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.
Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Tomad puñados de ceniza de un horno, y la esparcirá Moisés hacia el cielo delante de Faraón;
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
Él es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder; Y en juicio y en multitud de justicia no afligirá.
Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido, Y el derecho de los necesitados.