Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en Él no perezca, sino tenga vida eterna.
Pero Dios demuestra su amor hacia nosotros, porque cuando éramos aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
En Él tenemos la redención por medio de su sangre, la cancelación de las transgresiones según la riqueza de su gracia
Quien nos rescató de la jurisdicción de la oscuridad y nos trasladó al reino del Hijo de su amor.En Él tenemos la redención, el perdón de los pecados.
Porque saben que fueron rescatados de su vana manera de vivir, heredada de sus antepasados, no con cosas corruptibles, como oro o plata,sino con la sangre preciosa de Cristo, como Cordero sin mancha y sin defecto,
En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en Quien tenemos que ser salvos.
Porque todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios.Son justificados gratuitamente por la gracia de Él, por medio de la redención en Cristo Jesús,
Jesús le contestó: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por medio de Mí.
Que si confiesas con la boca al Señor Jesús y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo.
De modo que si alguno es nueva creación en Cristo, las cosas viejas pasaron y todas son nuevas.
Por gracia son salvos por medio de la fe. Esto no es de ustedes. Es el regalo de Dios.No es por obras, para que nadie se enaltezca.
y ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo en la fe en el Hijo de Dios, Quien me amó y se entregó por mí.
ni por medio de sangre de machos cabríos y becerros, sino por medio de su propia sangre, después de obtener eterna redención, entró una vez por todas en el Lugar Santísimo.
Pero cuando andemos en la Luz, como Él está en la Luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.
Pero Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados. El castigo que nos dio paz cayó sobre Él. Por su herida somos sanados.
Porque la consecuencia del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor.
Pero a los que creen en su Nombre, los que lo recibieron, les dio potestad de ser hijos de Dios,
Canceló el decreto escrito a mano que había contra nosotros, lo quitó de en medio y lo clavó en la cruz.
Por tanto, como somos declarados justos por la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,
Varones hermanos, sepan pues, que por medio de Jesús se les anuncia el perdón de pecados. De todo lo que no pudieron ser justificados por la Ley de Moisés,en Éste es justificado todo el que cree.
El Espíritu de ʼAdonay Yavé está sobre Mí, porque Yavé me ungió. Me envió a predicar buenas noticias a los afligidos, a vendar los corazones quebrantados, a proclamar libertad a los cautivos y libertad a los presos,
Quien nos libró y nos libra, y esperamos que nos librará de tan grande peligro de muerte.
Así que, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús,Si así fuera, ¿no habrían dejado de ofrecerse, después de ser purificados una vez, por ya no estar conscientes de haber pecado?la cual nos inauguró un camino nuevo y vivo, por medio de la cortina, es decir, de su cuerpo,y el gran Sacerdote sobre la Casa de Dios,y que fuimos purificados de mala conciencia y nos lavamos los cuerpos con agua pura, acerquémonos con corazón verdadero, en plena certidumbre de fe.
Quien se entregó por causa de nuestras transgresiones y fue resucitado a causa de nuestra justificación.
Cristo nos redimió de la maldición de la Ley al convertirse en maldición por nosotros, porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero,
Él mismo es también ofrenda por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Oh Israel, espera a Yavé, Porque en Yavé hay misericordia, Y en Él hay gran redención.Él redimirá a Israel de todas sus iniquidades.
Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes, los que en otro tiempo estaban lejos, fueron acercados por la sangre de Cristo.
Por tanto puede también salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, y vive siempre para interceder por ellos.
El que no nos negó a su propio Hijo, sino lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará abundantemente todas las cosas con Él?
Quien nos salvó y llamó con vocación santa, no según nuestras obras, sino según su propio propósito y gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos eternos.
por la clemencia de Dios, para demostrar su justicia en este tiempo, a fin de que Él sea justo y el que declare justo al que es de la fe en Jesús.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas. Cada cual se apartó por su camino, pero Yavé cargó sobre Él el pecado de todos nosotros.
Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero para que nosotros muramos a los pecados y vivamos para la justicia. Por su herida fueron sanados.
Por medio del bautismo fuimos sepultados con Él para la muerte, a fin de que como Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la majestad del Padre, también nosotros andemos en vida nueva.
Me sacó del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.
Para la libertad Cristo nos libertó. Por tanto estén firmes y no sean sometidos otra vez a yugo de esclavitud.
De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde la fundación del mundo, pero ahora se presentó una vez por todas al fin de los siglos para remoción de pecado por medio del sacrificio de Él mismo.
En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: En que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por medio de Él.
Porque tu misericordia es grande hacia mí, Libraste mi alma de las profundidades del Seol.
Pero Dios, Quien es rico en misericordia, por su gran amor con el cual nos amócuando nosotros aún estábamos muertos en las transgresiones, nos dio vida juntamente con Cristo. Por gracia son salvos.
Pero en todas estas cosas ganamos la más gloriosa victoria por medio de Aquel que nos amó.
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en Él.
ahora Cristo los reconcilió en su cuerpo humano por medio de la muerte, para presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él,
Ahora, pues, ningún juicio hay para los que están en Cristo Jesús,Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo en verdad está muerto por causa del pecado, pero el espíritu vive por causa de la justicia.Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el que resucitó a Cristo de entre los muertos vivificará también sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que mora en ustedes.Así que, hermanos, no somos deudores a la naturaleza humana para que vivamos según ella.Porque si viven según la naturaleza humana, morirán. Pero si por el Espíritu hacen morir las prácticas de la naturaleza humana, vivirán.Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.Porque no recibieron un espíritu de esclavitud que los guíe otra vez al temor, sino recibieron el Espíritu de adopción, por Quien clamamos: ¡Abba! (¡Padre!)El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.Si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo, si sufrimos con Él, para que también seamos glorificados con Él.Considero que los sufrimientos actuales no merecen compararse con la gloria que se nos manifestará.La creación espera con ardiente anhelo la manifestación de los hijos de Dios.porque la Ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús nos libró de la ley del pecado y de la muerte.
El día siguiente Juan vio a Jesús que iba hacia él, y dijo: ¡Ahí está el Cordero de Dios, Quien quita el pecado del mundo!
Por tanto, hermanos, los exhorto por las misericordias de Dios a que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, lo cual es su adoración racional.
A pesar de todo esto, le plació a Yavé quebrantarlo y someterlo a padecimiento. Cuando entregue su vida en sacrificio que apacigua, verá a su descendencia. Vivirá por muchos días. La voluntad de Yavé prosperará en su mano.
Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo.Él transformará nuestro humilde cuerpo para que sea semejante a su glorioso cuerpo, según la operación de su poder que somete todas las cosas a Él mismo.
Porque todas las cosas son por amor a ustedes, para que al abundar la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sea más que suficiente para la gloria de Dios.
El Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que ustedes abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Cuando confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Ustedes estaban muertos en las transgresiones y la incircuncisión de su cuerpo. Después de perdonarles todos sus delitos, les dio vida juntamente con Él.
Tan lejos como está el oriente del occidente Removió de nosotros nuestras transgresiones.
Mi pecado confesé y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Yavé, Y Tú perdonaste la culpa de mi pecado. Selah
Y Pedro les respondió: ¡Cambien de mente y bautícese cada uno de ustedes en el Nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el Don del Santo Espíritu!
Porque el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, pues no están bajo la Ley, sino bajo la gracia.
Quien se dio por nuestros pecados para librarnos de la presente era perversa, según la voluntad de nuestro Dios y Padre,
¡Yavé, Roca mía y Castillo mío, y mi Libertador! ʼElohim mío y Fortaleza mía, en Quien me refugio, Mi Escudo y mi Cuerno de salvación, mi alta Torre.
Según la Ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados.
Porque Tú, ʼAdonay, eres bueno y perdonador, Grande en misericordia para todos los que te invocan.
Me regocijaré en Yavé en gran manera. Mi alma se alegrará en mi ʼElohim, porque me cubrió con ropas de salvación. Me envolvió en su manto de justicia. Como a un novio me atavió con una diadema, como una novia se adorna con sus joyas.
No declaro inválida la gracia de Dios, porque si por la Ley hubiera justicia, entonces Cristo murió sin propósito.
Son justificados gratuitamente por la gracia de Él, por medio de la redención en Cristo Jesús,
Ten compasión de mí, oh ʼElohim, Conforme a tu misericordia. Según tu gran clemencia Borra mis transgresiones.Oh ʼElohim, crea en mí un corazón puro Y renueva un espíritu establecido dentro de mí.No me eches de tu Presencia, Ni quites de mí tu Santo Espíritu.Vuélveme el gozo de tu salvación, Y un espíritu noble me sustente.Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a Ti.Líbrame de homicidios, oh ʼElohim, ʼElohim de mi salvación, Y mi lengua cantará con gozo tu justicia.Oh ʼAdonay, abre mis labios, Para que mi boca declare tu alabanza.Porque no deseas sacrificio, Que de otro modo, yo daría. No eres complacido con holocausto.Los sacrificios de ʼElohim son un espíritu quebrantado. No despreciarás Tú, oh ʼElohim, al corazón contrito y humillado.Haz bien con tu benevolencia a Sion. Edifica los muros de Jerusalén.Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, El holocausto u ofrenda completamente quemada. Entonces serán ofrecidos becerros sobre tu altar.Lávame completamente de mi iniquidad, Y purifícame de mi pecado.
Así que, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús,
Pero ¡gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
Por tanto, Yo le daré parte con los grandes. Con los fuertes repartirá despojos por cuanto derramó su vida hasta la muerte. Fue contado entre los pecadores, después que cargó el pecado de muchos y oró por los transgresores.
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley,para que redimiera a los que estaban bajo la Ley, a fin de que recibiéramos la adopción.
Desarmó en ella a los principados y a las jurisdicciones. Al dirigir un desfile triunfal, los expuso en público y triunfó sobre ellos en la cruz.
cuando nosotros aún estábamos muertos en las transgresiones, nos dio vida juntamente con Cristo. Por gracia son salvos.
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el Justo por los injustos, para llevarnos a Dios. En verdad murió en el cuerpo, pero fue vivificado en el Espíritu.
Por un momento es su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche dura el llanto, Pero al amanecer viene la alegría.
Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo.
Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo, mucho más después de ser reconciliados seremos salvos por su vida.
cuando dice: Inmensamente felices son aquellos a quienes se les perdonan las iniquidades Y se les cubren los pecados.Inmensamente feliz el varón de quien el Señor de ningún modo toma en cuenta el pecado.
Se acordarán y volverán a Yavé de todos los confines de la tierra, Y todas las familias de las naciones se postrarán delante de Ti.
Pero ustedes son linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que proclamen las virtudes del que los llamó de la oscuridad a su luz admirable,
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Quien nos bendijo con toda bendición espiritual en los planes celestiales con Cristo,
Pero ahora, oh Jacob, Yavé, el que te creó, El que te formó, oh Israel, dice: No temas, porque Yo te redimí. Te di nombre. Mío eres tú.
El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que desobedece al Hijo no verá la vida. Al contrario, la ira de Dios permanece sobre él.
Bendito sea ʼAdonay, Quien diariamente lleva nuestra carga, El ʼEL de nuestra salvación. Selah
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