Y estas señales seguirán a los que creen: en mi Nombre expulsarán espíritus malignos, hablarán nuevas lenguas;
Llamando Jesús a sus doce, les dio poder y autoridad sobre todo espíritu maligno, y para sanar enfermedades,
pero Jesús lo reprendió, diciendo: ¡Cállate y sal de él! Entonces el espíritu inmundo lo derribó, y gritando en alta voz salió de él.
Y reprendiendo Jesús al espíritu maligno, salió de él, y el muchacho quedó restaurado desde aquel momento.
Cuando regresaron con gran gozo los setenta que había enviado, le dijeron: Señor nuestro, aún los espíritus malignos se someten a nosotros en tu Nombre. Y Él les dijo: Yo veía que Satanás caía desde el cielo como un rayo. He aquí, les doy autoridad para que aplasten serpientes y excorpiones y sobre todo poder del enemigo, y nada los dañará. No obstante, no se regocijen en esto, en que los espíritus malignos se someten a ustedes, sino regocíjense de que sus nombres están inscritos en el Cielo.
Llamando, pues, a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para que los expulsaran, y para que sanaran toda enfermedad y aflicción.
Le llevaron entonces un varón con espíritus malignos que era mudo y ciego y lo sanó, de modo que el que había sido mudo y ciego hablaba y veía.
de modo tal que tomaban aún de la ropa que levaba puesta sobre su cuerpo, pañuelos o trozos de tela, y los colocaban sobre los enfermos, y las enfermedades se iban de ellos, y hasta los espíritus malignos salían.
He aquí, les doy autoridad para que aplasten serpientes y excorpiones y sobre todo poder del enemigo, y nada los dañará.
Y a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades los sanó, y expulsó a muchos esíritus malignos, y no dejaba que los espíritus malignos hablaran, porque lo conocían.
Y predicaba en todas sus sinagogas por toda Galilea, y expulsaba a los espíritus malignos.
Tú crees que Dios es uno. Haces bien; los espíritus malignos también creen y tiemblan.
No pueden beber la copa de nuestro Señor y la copa de los espíritus malignos; no pueden participar de la mesa de nuestro Señor y de la mesa de los espíritus malignos.
Al salir los espíritus malignos del varón, se metieron en los cerdos, y la piara completa fue y se precipitó al lago por un acantilado, y se ahogaron.
Y gritando el espíritu maligno fuertemente, le hizo mucho daño, y salió, y el joven que dó como muerto, de tal manera que muchos decían: Está muerto.
Y de esta manera lo hacía durante muchos días. Entonces Pablo, enojado, dijo al espíritu: ¡En el nombre de Jesucristo te ordeno que salgas de ella!, y en ese mismo momento salió.
y los espíritus malignos le suplicaban, y decían: Mándanos a los cerdos para que entremos en ellos, y Él se los permitió, y saliendo los espíritus inmundos entraron en los cerdos, y la piara, que era como de dos mil, corrió y precipitándose al mar por un acantilado, se ahogaron en el agua.
Por lo demás, hermanos míos, fortalezcanse en nuestro Señor y en la grandeza de su poder, y vístanse de toda la armadura de Dios, para que sean capaces de estar firmes ante las estratagemas del Adversario; porque su lucha no es contra carne y sangre, sino contra principados, contra gobernantes, contra los poseedores de este mundo de tinieblas y contra los espíritus malignos que están bajo los cielos.
Pues, ¡cuánto más importante es un hombre que una oveja! Por tanto, está permitido hacer el bien en día de reposo'
y los espíritus malignos le suplicaban, diciendo: Si nos vas a expulsar, permítenos ir a la piara de cerdos.
Pero el arcángel Miguel, que hablando con el Adversario contendía por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a invocar juicio de blasfemia contra él, sino que dijo: 'Yahweh te reprenda'.
pero ustedes son hijos de Dios y los han vencido a ellos, porque mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo.
y habiéndose despojado de su cuerpo, exhibió a los principados y poderes humillándolos públicamente en su persona.
y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás debajo de sus pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con ustedes.
Si por medio del espíritu de Dios yo expulso a los espíritus malignos, entonces el reino de Dios se ha acercado a ustedes.
porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino del poder de Dios, por medio de las cuales sometemos rebeldes fortalezas, destruyendo razonamientos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia al Cristo;
que se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este mundo malo, según la voluntad de Dios nuestro Padre,
Al atardecer le trajeron a muchos que tenían espíritus malignos, y con la palabra expulsó de ellos a los espíritus malignos, y sanó a todos los que tenían alguna enfermedad,
Al estar Él expulsando un espíritu maligno que era mudo, aconteció que cuando salió el espíritu maligno, el que había estado mudo habló y las multitudes se quedaron asombradas,
Sean sobrios y estén alertas, porque su adversario, Satanás, anda como león rugiente buscando a quién devorar. Por tanto, resístanlo estando firmes en la fe. Sepan también que los mismos padecimientos les están sobreviniendo a sus hermanos que están en el mundo.
Por tanto, puesto que los hijos han participado de carne y sangre, también Él participó de igual manera de estas cosas, para anular mediante su muerte al que tenía el poder de la muerte, es decir, a Satanás; y desatar a los que por medio a la muerte estaban durante toda su vida sometidos a servidumbre.
sobre todos los principados, autoridades, potestades y señoríos, y sobre todo nombre que se nombra, no solamente en esta edad, sino también en la venidera, y sujetó todas las cosas bajo sus pies, y a Él, que es sobre todas las cosas, lo puso por cabeza de la Iglesia,
Sujétense, pues, a Dios; resistan al Adversario y huirá de ustedes; acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes. Limpien sus manos, pecadores, y ustedes los de doble ánimo, santifiquen sus corazones;
Y se apoderó de todos ellos un gran asombro, y se hablaban el uno al otro, diciendo: ¿Qué es realmente esta palabra, que con autoridad y con poder da órdenes a los espíritus inmundos, y salen? Y su fama se difundió por toda la región circundante.
pero contestando el espíritu maligno, les dijo: A Jesús reconozco y se quién es Pablo, pero ustedes ¿quiénes son? Y lanzándose sobre ellos el varón que tenía el espíritu maligno, los dominó, humillándolos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.
Cuando Jesús se retiraba, le trajeron un mudo que tenía un espíritu maligno, y después de que fue expulsado el espíritu maligno, el que había estado mudo habló. Y las multitudes estaban asombradas, y exclamaban: ¡Jamás se había visto cosa semejante en Israel!
¿Qué diremos, pues, acerca de esto? Si Dios está a favor nuestro, ¿quién contra nosotros?
porque no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de poder, de amor y de exhortación[1].
Sabemos que todo aquel que es nacido de Dios no peca, porque el que es nacido de Dios se guarda a sí mismo[2], y el Maligno no lo toca.
¿O no saben que su cuerpo es templo del espíritu santo que mora en ustedes, a quien han recibido de Dios, y que no se pertenecen a sí mismos? Por cuanto fueron comprados por precio, glorifiquen pues a Dios con su cuerpo y con su espíritu, los cuales pertenecen a Dios.
Permanezcan, pues, firmes en la libertad con la cual el Cristo nos hizo libres, y no se sujeten otra vez al yugo de esclavitud.
Pelea la buena batalla de la fe, asiéndote de la vida eterna a la cual fuiste llamado, habiendo hecho buena confesión en presencia de muchos testigos.
Pero gracias a Dios que siempre nos da la victoria en el Cristo, y que manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento por medio de nosotros,
porque no serán ustedes los que hablen, sino el espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes.
También ahora, Señor, considera y mira sus amenazas y permite a tus siervos que proclamen tu palabra con libertad, mientras tu mano está extendida para hacer sanidades, portentos y prodigios en el nombre de tu Santo Hijo Jesús.
Y al ver Jesús que la gente corría y se congregaba ante Él, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu sordo y mudo, yo te ordeno: ¡Sal de él y no entres de nuevo en él!
Y a Aquel que es capaz por su gran poder de hacer por nosotros mucho más de lo que pedimos o pensamos, conforme a su poder que opera en nosotros,
Acercándoseles Jesús, habló con ellos, y les dijo: Toda autoridad me ha sido dada sobre los cielos y sobre la Tierra. Y tal como mi Padre me ha enviado, también yo los envío a ustedes.
En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera al temor, porque el temor proviene de la desconfianza, y al que teme no ha sido perfeccionado en el amor.
¿O como puede alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus bienes, si primero no ata al hombre fuerte y después saquea su casa?
sino que como está escrito: 'Cosas que ojos no vio, ni oído escuchó, ni han surgido en corazón de hombre, son las que Dios preparó para los que lo aman',
y habiéndonos resucitado con Él, nos hizo sentar con Él en el Cielo mediante Jesucristo,
y el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque no están bajo ley, sino bajo la gracia.
Y cuando hagamos lo que es bueno, no nos cansemos, porque llegará el tiempo de cosechar, y ya no nos cansaremos.
y nos libertó del dominio de las tinieblas, y nos trasladó al reino de su Hijo amado,
'Y no nos hagas entrar en prueba[13], sino líbranos del mal, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por siempre y para siempre. Amén'.
Así pues, por cuanto somos justificados por medio de la fe, tenemos paz para con Dios mediante nuestro Señor Jesucristo,
Estén siempre gozosos. Oren sin desistir. Den gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para ustedes en Jesucristo.
Por esta causa, vístanse de toda la armadura de Dios para que puedan resistir al Maligno, y estando preparados en todo, puedan permanecer firmes.
y mi Señor me librará de cualquier obra mala y me mantendrá a salvo para su reino celestial. A Él sea la gloria eternamente y para siempre. Amén.
Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido a Aquel que es desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios mora en ustedes, y han vencido al Maligno.
porque con el Cristo fui crucificado, y ya no vivo yo, sino que el Cristo vive en mí. Y lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
asiéndonos firmemente de la confesión de nuestra esperanza, sin fluctuar, porque fiel es el que nos prometió.
Vengan a mí todos los que están abatidos y cargados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí que soy manso[23] y humilde de corazón, y ENCONTRARÁN REPOSO PARA SUS ALMAS, porque mi yugo es placentero[24] y ligera mi carga.
y no sean conforme a este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, y disciernan cuál es la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
Porque la palabra de Dios es viva y todo lo inspecciona, y es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas, la médula y los huesos, y juzga las intecnciones y las reflexiones del corazón.
Luego los discípulos, acercándose en privado a Jesús, le dijeron: ¿Por qué no pudimos restaurarlo nosotros? Jesús les dijo: Por su incredulidad; porque en verdad les digo que si tuvieran fe como un grano de mostaza, dirían a este monte: 'Muévete de aquí', y se movería, y nada les sería dificil.
Porque no me avergüenzo del Evangelio, pues es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree en Él, ya sea de los judíos primeramente, ya sea de los gentiles;
De modo que todo el que está en el Cristo, es nueva criatura; las cosas viejas pasaron
Por tanto, es necesario que prestemos mucha mayor atención a lo que hemos escuchado, no sea que caigamos; porque si la palabra hablada mediante ángeles fue cierta, y todo el que habiéndola escuchado y cometido transgresión contra ella recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros si somos negligentes en cuanto a las cosas que son nuestra salvación?, las cuales comenzaron a ser declaradas por nuestro Señor y nos fueron confirmadas por quienes las escucharon de Él,
Así pues, no hay condenación para los que, estando en Jesucristo, no andan conforme a la carne,
Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta Roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del Seol no la vencerán,
Ésta es la confianza que tenemos en Él: que en todo lo que le pedimos de acuerdo a su voluntad, Él nos escucha. Y si estamos convencidos de que Él nos escucha acerca de lo que le pedimos, confiamos en que ya hemos recibido de Él lo que le pedimos.
Que el Dios de la esperanza los colme de todo gozo y paz en la fe, para que crezcan en su esperanza por el poder del espíritu santo.
porque estoy convencido de esto: que Aquel que inició en ustedes las buenas obras, las perfeccionará hasta el día de nuestro Señor Jesucristo.
por cuya causa padezco estas cosas; pero no me siento confundido, porque yo sé en quién he creído, y estoy convencido de que Él puede guardar mi depósito hasta aquel día.
No se engañen, de Dios nadie puede burlarse, porque lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará.
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