Y estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en idiomas desconocidos;
Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades.
Jesús lo increpó, diciéndole: —¡Cállate y sal de él!El espíritu impuro, sacudiéndolo violentamente y dando un gran alarido, salió de él.
Enseguida dio una orden, salió del muchacho el demonio y en aquel mismo instante quedó curado.
Los setenta y dos volvieron llenos de alegría, diciendo: —¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre!Jesús les contestó: —He visto a Satanás que caía del cielo como un rayo.Les he dado a ustedes autoridad para que pisoteen las serpientes, los escorpiones y todo el poder del enemigo, sin que nada ni nadie pueda dañarlos.Les dijo: —La mies es mucha, pero son pocos los obreros. Por eso, pídanle al dueño de la mies que mande obreros a su mies.Pero aun así, no se alegren tanto de que los espíritus malignos los obedezcan como de que los nombres de ustedes estén escritos en el cielo.
Jesús reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Llevaron entonces ante Jesús a un hombre ciego y mudo que estaba poseído por un demonio. Jesús lo sanó, de manera que el mudo comenzó a hablar y a ver.
hasta el punto de que el simple contacto con los pañuelos y otras prendas usadas por Pablo bastaba para curar a los enfermos o expulsar a los espíritus malignos.
Les he dado a ustedes autoridad para que pisoteen las serpientes, los escorpiones y todo el poder del enemigo, sin que nada ni nadie pueda dañarlos.
y Jesús curó a muchos que padecían diversas enfermedades y expulsó muchos demonios; pero a los demonios no les permitía que hablaran de él, porque lo conocían.
¿Tú crees que hay un único Dios? De acuerdo; también los demonios creen y se estremecen de pavor.
No pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios; no pueden comer de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.
Entonces los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos. Al instante, la piara se lanzó pendiente abajo hasta el lago, donde los cerdos se ahogaron.
El espíritu, gritando y haciendo que el muchacho se retorciera con violencia, salió de él dejándolo como muerto, de manera que, en efecto, todos los presentes lo consideraban muerto.
Hizo esto durante muchos días, hasta que Pablo, ya harto, se enfrentó con el espíritu y le dijo: —¡En nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de ella! Decir esto y abandonarla el espíritu, fue todo uno.
y los espíritus rogaron a Jesús: —Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.Jesús se lo permitió, y los espíritus impuros salieron del hombre y entraron en los cerdos. Al instante, la piara se lanzó pendiente abajo hasta el lago, donde los cerdos, que eran unos dos mil, se ahogaron.
Solo me resta desear que ustedes se mantengan fuertes, apoyados en el poder irresistible del Señor.Utilicen todas las armas que Dios les proporciona, y así harán frente con éxito a las estratagemas del diablo.Porque no estamos luchando contra enemigos de carne y hueso, sino contra las potencias invisibles que dominan en este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal habitantes de un mundo supraterreno.
Pues una persona vale mucho más que una oveja. ¡De modo que está permitido en sábado hacer el bien!
Y los demonios le suplicaron a Jesús: —Si nos echas afuera, envíanos a esa piara de cerdos.
Distinto fue el proceder del arcángel Miguel cuando disputaba al diablo el cuerpo de Moisés. Ni siquiera se atrevió a lanzarle una acusación injuriosa; simplemente dijo: «Que el Señor te reprenda».
El ángel del Señor dijo a Satán: —Que el Señor te amoneste, Satán; que el Señor que ha elegido a Jerusalén te amoneste. ¿No es acaso este un tizón sacado del fuego?
En cuanto a ustedes, hijos míos, pertenecen a Dios y han vencido a esos falsos profetas, pues el que está con ustedes es más fuerte que el que está con el mundo.
Ha despojado a principados y potestades y los ha convertido en público espectáculo, llevándolos cautivos en su cortejo triunfal.
El Dios de la paz pondrá muy pronto a Satanás bajo los pies de ustedes. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo los acompañe.
Ahora bien, si yo expulso los demonios por el poder del Espíritu de Dios, es que el reino de Dios ya ha llegado a ustedes.
ni las armas con que peleo son humanas, sino divinas, con poder para destruir cualquier fortaleza. Soy capaz de poner en evidencia toda suerte de falaciao de altanería que se alce contra el conocimiento de Dios. Puedo también someter a Cristo todo pensamiento
Jesucristo, que ha entregado su vida por nuestros pecados y nos ha liberado de esta era infestada de maldad, conforme a lo dispuesto por Dios nuestro Padre,
no tendrá, pues, éxito ninguna arma esgrimida contra ti, y podrás vencer en juicio a cualquiera que pleitee contra ti. Esta es la herencia de los siervos del Señor, esta es la victoria que por mí alcanzarán —oráculo del Señor.
Al anochecer, presentaron a Jesús muchas personas que estaban poseídas por demonios. Él, con solo una palabra, expulsó a los espíritus malignos y curó a todos los enfermos.
Un día, estaba Jesús expulsando un demonio que se había apoderado de un hombre dejándolo mudo. En cuanto el demonio salió de él, el mudo recobró el habla y los que lo presenciaron se quedaron asombrados.
No se dejen seducir ni sorprender. El diablo, que es el enemigo de ustedes, ronda como león rugiente buscando a quién devorar.Resístanlo firmes en la fe, conscientes de que los hermanos dispersos por el mundo soportan los mismos sufrimientos.
Y lo mismo que los hijos comparten una misma carne y sangre, también Jesús las compartió para poder así, con su muerte, reducir a la impotencia al que tiene poder para matar, es decir, al diablo,y liberar a quienes el miedo a la muerte ha mantenido de por vida bajo el yugo de la esclavitud.
por encima de todo principado, potestad, autoridad y dominio, y por encima de cualquier otro título que se precie de tal, no solo en este mundo presente, sino también en el futuro.Todo lo ha puesto Dios bajo el dominio de Cristo, constituyéndolo cabeza suprema de la Iglesia
Pero nosotros hemos de dar gracias a Dios, que por medio de nuestro Señor Jesucristo nos concede la victoria.
Sométanse, pues, a Dios y resistan al diablo, que no tendrá más remedio que huir.Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. ¡Limpien sus manos, pecadores! ¡Purifiquen sus corazones, ustedes que se portan con doblez!
Todos quedaron asombrados y se decían unos a otros: —¡Qué poderosa es la palabra de este hombre! ¡Con qué autoridad da órdenes a los espíritus impuros y estos salen!Y la fama de Jesús se extendía por toda la comarca.
Pero el espíritu maligno les respondió: —Conozco a Jesús y sé quién es Pablo. Pero ¿quiénes son ustedes?De pronto, el poseso se abalanzó sobre ellos y, dominándolos a todos, los maltrató con tal violencia que tuvieron que huir de aquella casa desnudos y maltrechos.
Es Dios nuestro refugio y fortaleza, es ayuda constante en la desgracia. «Desistan y sepan que soy Dios, que me alzo sobre las naciones, sobre todos los pueblos de la tierra.» El Señor del universo está con nosotros, el Dios de Jacob es nuestro baluarte. [Pausa]Por eso no tememos si la tierra tiembla, si se desmoronan los montes en medio del mar, si sus aguas se agitan encrespadas, si por su oleaje las montañas se mueven. [Pausa]
Acababan de irse los ciegos cuando se acercaron unos a Jesús y le presentaron un mudo que estaba poseído por un demonio.En cuanto Jesús expulsó al demonio, el mudo comenzó a hablar. Y los que lo presenciaron decían asombrados: —¡Nunca se ha visto en Israel nada parecido!
¿Qué añadir a todo esto? Si Dios está a nuestro favor, ¿quién podrá estar contra nosotros?
Porque no es un espíritu de cobardía el que Dios nos otorgó, sino de fortaleza, amor y dominio de nosotros mismos.
En cuanto a nosotros, sabemos que todos los que han nacido de Dios no siguen pecando, pues el Hijo de Dios los protege y los mantiene lejos del alcance del maligno.
¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han recibido de Dios y que habita en ustedes? Ya no son los dueños de ustedes mismos.¿Es que no saben que son los creyentes quienes juzgarán al mundo? Si, pues, van a ser jueces del mundo, ¿no serán competentes para tratar estos pleitos de menor cuantía?Han sido rescatados a buen precio; glorifiquen, pues, a Dios con su cuerpo.
Cristo nos ha liberado para que disfrutemos de libertad. Manténganse, pues, firmes y no permitan que los conviertan de nuevo en esclavos.
Mantén valerosamente el noble combate de la fe. Aférrate a la vida eterna a la que Dios te ha llamado y de la que has hecho tan noble profesión delante de muchos testigos.
Dios es quien me ciñe de fuerza y hace perfecto mi camino.Él me da pies de gacela y me mantiene firme en las alturas; adiestra mis manos para la guerra y mis brazos para tensar arco de bronce.
Gracias sean dadas a Dios, que en todo momento nos asocia al cortejo triunfal de Cristo y que, valiéndose de nosotros, esparce por todas partes como suave aroma su conocimiento.
Ahora, Señor, mira cómo nos amenazan y concede a tus servidores anunciar tu mensaje con plena libertad.Así que los detuvieron y, en vista de que era ya tarde, los metieron en la cárcel hasta el día siguiente.Pon en juego tu poder, para que en el nombre de Jesús, tu santo servidor, se produzcan curaciones, señales milagrosas y prodigios.
Pero fue herido por nuestras faltas, triturado por nuestros pecados; aguantó el castigo que nos salva, con sus heridas fuimos curados.
Jesús, al ver que se aglomeraba la gente, increpó al espíritu impuro, diciéndole: —¡Espíritu mudo y sordo, te ordeno que salgas de él y que no vuelvas a entrar en él jamás!
A Dios que, desplegando su poder sobre nosotros, es capaz de realizar todas las cosas incomparablemente mejor de cuanto pensamos o pedimos,
Unos confían en sus carros, otros en sus caballos, nosotros invocamos al Señor nuestro Dios.
Amor y temor, en efecto, son incompatibles; el auténtico amor elimina el temor, ya que el temor está en relación con el castigo, y el que teme es que aún no ha aprendido a amar perfectamente.
¿Quién puede entrar en casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes, si primero no ata a ese hombre fuerte? Solamente entonces podrá saquear su casa.
Pero según dice la Escritura: Lo que jamás vio ojo alguno, lo que ningún oído oyó, lo que nadie pudo imaginar que Dios tenía preparado para aquellos que lo aman,
No se dejen dominar por el pecado, ya que no están bajo el yugo de la ley, sino bajo la acción de la gracia.
No nos cansemos de hacer el bien, ya que, si no desfallecemos, a su tiempo recogeremos la cosecha.
Él es quien nos ha rescatado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
Justificados, pues, por medio de la fe, Jesucristo, nuestro Señor, nos mantiene en paz con Dios.
Estén siempre alegres.No cesen de orar.Manténganse en constante acción de gracias, porque esto es lo que Dios quiere de ustedes como cristianos.
Por eso es preciso que empuñen las armas que Dios les proporciona, a fin de que puedan mantenerse firmes en el momento crítico y superar todas las dificultades sin ceder un palmo de terreno.
seguirá librándome de todo lo malo y me otorgará la salvación en su reino celestial. A él la gloria por siempre y para siempre. Amén.
Les escribo, hijos míos, porque conocen al Padre. Les escribo a ustedes, los mayores, porque permanecen en el conocimiento del que existe desde el principio. Les escribo a ustedes, los jóvenes, porque son valientes, permanecen fieles a la palabra de Dios y han vencido al maligno.
Ya no soy yo quien vive; es Cristo quien vive en mí. Mi vida en este mundo consiste en creer en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí.
Por la opresión de los humildes, por los gritos de los desvalidos estoy decidido a actuar —dice el Señor— y daré la salvación a quien suspira por ella.
Mantengamos fielmente la esperanza que profesamos porque quien ha hecho la promesa es fiel,
¡Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso!¡Pongan mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy sencillo y humilde de corazón! Así encontrarán descanso para su espíritu,para que le preguntaran: —¿Eres tú el que tenía que venir, o debemos esperar a otro?porque mi yugo es fácil de llevar, y mi carga ligera.
Confía plenamente en el Señor y no te fíes de tu inteligencia. Cuenta con él en todos tus caminos y él dirigirá tus senderos.
No se amolden a los criterios de este mundo; al contrario, déjense transformar y renueven su interior de tal manera que sepan apreciar lo que Dios quiere, es decir, lo bueno, lo que le es grato, lo perfecto.
Manténganse alerta y firmes en la fe; pórtense con valentía, sean modelo de fortaleza.
En efecto, la palabra de Dios es fuente de vida y de eficacia; es más cortante que espada de dos filos y penetra hasta dividir lo que el ser humano tiene de más íntimo, hasta llegar a lo más profundo de su ser, poniendo al descubierto los más secretos pensamientos e intenciones.
Más tarde se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron aparte: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese demonio?Allí se transfiguró en presencia de ellos. Su rostro resplandeció como el sol y su ropa se volvió blanca como la luz.Jesús les contestó: —Porque ustedes no tuvieron fe. Les aseguro que si tuvieran fe, aunque solo fuera como un grano de mostaza, le dirían a este monte: «¡Quítate de ahí y ponte allí!», y el monte cambiaría de lugar. Nada les resultaría imposible.[
Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar en cualquier circunstancia, sin jamás desanimarse. Les dijo:
No me avergüenzo del evangelio, porque es poder salvador de Dios para todo creyente, tanto si es judío como si no lo es.
Dios se pone en acción, sus enemigos se dispersan, sus adversarios huyen de su presencia.
Quien vive en Cristo es una nueva criatura; lo viejo ha pasado y una nueva realidad está presente.
Es preciso, por tanto, que tomemos en serio el mensaje recibido, si no queremos navegar a la deriva.Convenía, en efecto, que Dios, que es origen y fin de todas las cosas y que quiere conducir a una multitud de hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio del sufrimiento a quien tenía que encabezar la salvación de los demás.Y es que santificador y santificados proceden de uno mismo. Por esta razón el santificador no tiene a menos llamarlos hermanos,cuando dice: Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré. Y en otro lugar: Yo pondré en él mi confianza. Y también: Aquí estoy yo con los hijos que Dios me ha dado. Y lo mismo que los hijos comparten una misma carne y sangre, también Jesús las compartió para poder así, con su muerte, reducir a la impotencia al que tiene poder para matar, es decir, al diablo,y liberar a quienes el miedo a la muerte ha mantenido de por vida bajo el yugo de la esclavitud.Porque no es a los ángeles, sino a la descendencia de Abrahán a quien vino a tender una mano.Por eso tenía que ser en todo semejante a los hermanos, ya que de otra manera no podría ser un sacerdote compasivo y fiel en las cosas que se refieren a Dios, ni podría obtener el perdón de los pecados del pueblo.Precisamente porque él mismo fue puesto a prueba y soportó el sufrimiento, puede ahora ayudar a quienes están siendo probados.Porque si la palabra pronunciada por ángeles tuvo plena validez, y cuantos la desobedecieron y conculcaron recibieron el merecido castigo,¿cómo podremos salir nosotros bien parados si desdeñamos una salvación tan valiosa como esta? Me refiero a la salvación que comenzó siendo anunciada por el Señor, que nos confirmaron quienes la escucharon
tu bienestar estará asegurado. Alejada de la angustia, nada temerás; el terror no se te acercará.
Por eso te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a edificar mi Iglesia, y el poder del abismo no la vencerá.
Solo Dios es mi descanso, de él viene mi salvación; No confíen en la violencia, no se ilusionen con el robo; si aumenta su riqueza, no le presten atención. Solo una cosa ha dicho Dios, dos cosas yo he oído: que de Dios es el podery tuyo el amor, mi Señor; que tú pagas a cada uno como merecen sus obras.solo él es mi roca, mi salvación, mi fortaleza, ¡no sucumbiré!
Tenemos plena confianza en que, si algo pedimos a Dios tal y como él quiere, nos atenderá.Y si estamos seguros de que Dios siempre nos atiende, lo estamos también de conseguir lo que le pedimos.
Que el Dios de la esperanza llene de alegría y paz la fe que ustedes tienen, para que desborden de esperanza sostenidos por la fuerza del Espíritu.
Y estoy seguro de que Dios, que ha comenzado en ustedes una labor tan excelente, la llevará a feliz término en espera del día de Cristo Jesús.
Por su causa soporto todas estas penalidades. Pero no me avergüenzo; sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que tiene poder para proteger hasta el día del juicio la enseñanza que me ha confiado.
Tú eres para mí un refugio, tú me proteges de la angustia y me rodeas de cantos de salvación. [Pausa]
No se hagan ilusiones: de Dios no se burla nadie. Lo que cada uno haya sembrado, eso cosechará.
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