Hermanos míos, tengan por sumo gozo cuando se encuentren en diversas pruebasporque la ira del hombre no lleva a cabo la justicia de Dios.Por lo tanto, desechando toda suciedad y la maldad que sobreabunda, reciban con mansedumbre la palabra implantada la cual puede salvar su vida. Pero sean hacedores de la palabra, y no solamente oidores engañándose a ustedes mismos.Porque cuando alguno es oidor de la palabra y no hacedor de ella, este es semejante al hombre que mira su cara natural en un espejo.Se mira a sí mismo y se marcha, y en seguida olvida cómo era.Pero el que presta atención a la perfecta ley de la libertad y persevera en ella sin ser oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.Si alguien parece ser religioso y no refrena su lengua sino que engaña a su corazón, la religión del tal es vana.La religión pura e incontaminada delante de Dios y Padre es esta: cuidar a los huérfanos y a las viudas en su aflicción, y guardarse sin mancha del mundo.sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia.
Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia,y la perseverancia produce carácter probado, y el carácter probado produce esperanza.Y la esperanza no acarrea vergüenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado;
En esto se alegran, a pesar de que por ahora, si es necesario, estén afligidos momentáneamente por diversas pruebas,para que la prueba de su fe —más preciosa que el oro que perece, aunque sea probado con fuego— sea hallada digna de alabanza, gloria y honra en la revelación de Jesucristo.
Porque su ira dura solo un momento pero su favor dura toda la vida. Por la noche dura el llanto pero al amanecer vendrá la alegría.
Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que lo aman; esto es, a los que son llamados conforme a su propósito.
Estén siempre gozosos.Oren sin cesar.Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.
Los que siembran con lágrimas, con regocijo segarán.El que va llorando, llevando la bolsa de semilla, volverá con regocijo trayendo sus gavillas.
para proveer a los que están de duelo por Sion y para darles diadema en lugar de ceniza, aceite de regocijo en lugar de luto y manto de alabanza en lugar de espíritu desalentado. Ellos serán llamados robles de justicia, plantío del SEÑOR, para manifestar su gloria.
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos enreda, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos delante de nosotrosEllos nos disciplinaban por pocos días como a ellos les parecía, mientras que él nos disciplina para bien a fin de que participemos de su santidad.Al momento, ninguna disciplina parece ser causa de gozo sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido ejercitados.Por lo tanto, fortalezcan las manos debilitadas y las rodillas paralizadas;y enderecen para sus pies los caminos torcidos, para que el cojo no sea desviado sino, más bien, sanado.Procuren la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie verá al Señor.Miren bien que ninguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que ninguna raíz de amargura brote y cause estorbo, y que por ella muchos sean contaminados;que ninguno sea inmoral ni profano como Esaú que, por una sola comida, vendió su propia primogenitura.Porque ya saben que fue reprobado, a pesar de que después quería heredar la bendición, porque no halló más ocasión de arrepentimiento, aunque lo buscó con lágrimas.Ustedes no se han acercado al monte que se podía tocar, al fuego encendido, a las tinieblas, a la profunda oscuridad, a la tempestad,al sonido de la trompeta y al estruendo de las palabras que los que lo oyeron rogaron que no se les hablara máspuestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que tenía delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
“Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.“Bienaventurados son cuando los vituperen y los persigan, y digan toda clase de mal contra ustedes por mi causa, mintiendo.Gócense y alégrense, porque su recompensa es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de ustedes.
y que sean fortalecidos con todo poder, conforme a su gloriosa potencia, para toda perseverancia y paciencia.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y cuando pases por los ríos, no te inundarán. Cuando andes por el fuego, no te quemarás ni la llama te abrasará.
Solamente procuren que su conducta como ciudadanos sea digna del evangelio de Cristo, de manera que, sea que yo vaya a verlos o que esté ausente, oiga acerca de ustedes que están firmes en un mismo espíritu, combatiendo juntos y unánimes por la fe del evangelio,y no siendo intimidados de ninguna manera por los adversarios. Para ellos esta fe es indicio de perdición, pero para ustedes es indicio de salvación; y esto procede de Dios.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios!
Por tanto, no desmayamos; más bien, aunque se va desgastando nuestro hombre exterior, el interior, sin embargo, se va renovando de día en día.Porque nuestra momentánea y leve tribulación produce para nosotros un eterno peso de gloria más que incomparable;no fijando nosotros la vista en las cosas que se ven sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, mientras que las que no se ven son eternas.
“Vengan a mí, todos los que están fatigados y cargados, y yo los haré descansar.Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma.y le dijo: —¿Eres tú aquel que ha de venir, o esperaremos a otro?Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.
Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley
El corazón alegre hermosea la cara, pero por el dolor del corazón el espíritu se abate.
Mi cuerpo y mi corazón desfallecen; pero la roca de mi corazón y mi porción es Dios, para siempre.
El día en que tengo temor yo en ti confío.En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. ¡No temeré lo que me pueda hacer ningún mortal!
Amados, no se sorprendan por el fuego que arde entre ustedes para ponerlos a prueba como si les aconteciera cosa extraña.Antes bien, gócense a medida que participan de las aflicciones de Cristo, para que también en la revelación de su gloria se gocen con regocijo.
Pacientemente esperé al SEÑOR, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor.No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón; he proclamado tu fidelidad y tu salvación. No he ocultado tu misericordia ni tu verdad en la gran congregación.Tú, oh SEÑOR, no detengas de mí tu compasión; que tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.Porque me han rodeado males incontables; me han alcanzado mis iniquidades, y no puedo levantar la vista. Son más numerosos que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me ha fallado.¡Ten a bien, oh SEÑOR, librarme! ¡Oh SEÑOR, apresúrate a socorrerme!Sean avergonzados y humillados a una los que buscan mi vida para cortarla.Vuelvan atrás y sean confundidos los que desean mi mal. Sean desolados a causa de su vergüenza los que dicen: “¡Ajá, ajá!”.Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan. Digan siempre los que aman tu salvación: “¡El SEÑOR sea engrandecido!”.Aunque yo sea pobre y necesitado el SEÑOR pensará en mí. Tú eres mi ayuda y mi libertador; ¡Oh Dios mío, no te tardes!Me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.Puso en mi boca un cántico nuevo, una alabanza a nuestro Dios. Muchos verán esto y temerán, y confiarán en el SEÑOR.
Pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; levantarán las alas como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.
Te alabaré, oh SEÑOR, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.En ti confiarán los que conocen tu nombre pues tú, oh SEÑOR, no abandonaste a los que te buscaron.Canten al SEÑOR, que habita en Sion; cuenten en los pueblos sus hechos.Porque el Vengador de la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los pobres.Ten compasión de mí, oh SEÑOR. Mira la aflicción que me han causado los que me aborrecen; tú, que me levantas de las puertas de la muerte,para que cuente todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion y me goce en tu salvación.Las naciones se hundieron en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue atrapado su pie.El SEÑOR se dio a conocer por el juicio que hizo; los impíos fueron atrapados en la obra de sus propias manos. Higayón, Selah Los impíos serán trasladados al Seol, todas las naciones que se olvidan de Dios.Porque el necesitado no será olvidado para siempre ni la esperanza de los pobres perecerá eternamente.¡Levántate, oh SEÑOR! ¡Que no prevalezca el hombre! Sean juzgadas las naciones delante de ti.Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo.
Sean sus costumbres sin amor al dinero, contentos con lo que tienen ahora porque él mismo ha dicho: Nunca te abandonaré ni jamás te desampararé.De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi socorro, y no temeré. ¿Qué me podrá hacer el hombre? .
Pero gracias a Dios, quien nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Que el Dios de esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, para que abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Así que, no se afanen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡Él es la salvación de mi ser,
No nos cansemos, pues, de hacer el bien porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos.
No lo digo porque tenga escasez pues he aprendido a contentarme con lo que tengo.Sé vivir en la pobreza, y sé vivir en la abundancia. En todo lugar y en todas las circunstancias he aprendido el secreto de hacer frente tanto a la hartura como al hambre, tanto a la abundancia como a la necesidad.
Traigan a la memoria los días del pasado en los cuales, después de haber sido iluminados, soportaron gran conflicto y aflicciones.Por una parte, fueron hechos espectáculo público con reproches y tribulaciones. Por otra parte, fueron hechos compañeros de los que han estado en tal situación.También se compadecieron de los presos y con gozo padecieron al ser despojados de sus bienes, sabiendo que ustedes mismos tienen una posesión superior y perdurable.
Cercano está el SEÑOR a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de verdad.
No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia’.
como entristecidos pero siempre gozosos; como pobres pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada pero poseyéndolo todo.
Anhelo conocerlo a él y el poder de su resurrección, y participar en sus padecimientos, para ser semejante a él en su muerte;
Justificados, pues, por la fe tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, cuánto más, ya reconciliados, seremos salvos por su vida.Y no solo esto, sino que nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, mediante quien hemos recibido ahora la reconciliación.Por esta razón, así como el pecado entró en el mundo por medio de un solo hombre, y la muerte por medio del pecado, así también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.Antes de la ley, el pecado estaba en el mundo pero, como no había ley, el pecado no era tenido en cuenta.No obstante, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no pecaron con una ofensa semejante a la de Adán, quien es figura del que había de venir.Pero el don no es como la ofensa. Porque si por la ofensa de aquel uno murieron muchos, cuánto más abundaron para muchos la gracia de Dios y la dádiva por la gracia de un solo hombre: Jesucristo.Ni tampoco es la dádiva como el pecado de aquel uno porque el juicio, a la verdad, surgió de una sola ofensa para condenación, pero la gracia surgió de muchas ofensas para justificación.Porque si por la ofensa de uno reinó la muerte por aquel uno, cuánto más reinarán en vida los que reciben la abundancia de su gracia y la dádiva de la justicia mediante aquel uno: Jesucristo.Así que, como la ofensa de uno alcanzó a todos los hombres para la condenación, así también la justicia realizada por uno alcanzó a todos los hombres para la justificación de vida.Porque como por la desobediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también, por la obediencia de uno muchos serán constituidos justos.por medio de quien también hemos obtenido acceso por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones. De esta manera, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados por Dios, también nosotros podemos consolar a los que están en cualquier tribulación.
Te doy gracias, porque hashecho maravillas. Maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado.
Y cuando hayan padecido por un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, quien los ha llamado a su eterna gloria en Cristo Jesús, él mismo los restaurará, los afirmará, los fortalecerá y los establecerá.
Me mostrarás la senda de la vida. En tu presencia hay plenitud de gozo, delicias en tu diestra para siempre.
Cristo nos redimió de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),para que la bendición de Abraham llegara por Cristo Jesús a los gentiles, a fin de que recibamos la promesa del Espíritu por medio de la fe.
Porque considero que los padecimientos del tiempo presente no son dignos de comparar con la gloria que pronto nos ha de ser revelada.
El SEÑOR te guiará siempre y saciará tu alma en medio de los sequedales. Él fortalecerá tus huesos, y serás como un jardín de regadío y como un manantial de aguas cuyas aguas nunca faltan.
Oh SEÑOR, Dios mío, tú has multiplicado tus maravillas y tus pensamientos para con nosotros. No hay nadie comparable a ti. Si intentara referirme y hablar de ellos, serían demasiados como para ser contados.
Con todo, tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros.Estamos atribulados en todo pero no angustiados; perplejos pero no desesperados;perseguidos pero no desamparados; abatidos pero no destruidos.
Él me invocará, y yo le responderé; con él estaré en la angustia. Lo libraré y lo glorificaré;
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia para que alcancemos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro.
estando convencido de esto: que el que en ustedes comenzó la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.
Pero ahora, así ha dicho el SEÑOR, el que te creó, oh Jacob; el que te formó, oh Israel: “No temas, porque yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre; tú eres mío.
porque el reino de Dios no es comida ni bebida sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
Porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.
¡Aleluya! Bienaventurado el hombre que teme al SEÑOR y en sus mandamientos se deleita en gran manera.Lo verá el impío y se irritará; crujirá los dientes y se consumirá. El deseo de los impíos perecerá.Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita.
En gran manera me gozaré en el SEÑOR; mi alma se alegrará en mi Dios. Porque él me ha vestido con vestiduras de salvación y me ha cubierto con manto de justicia. Como a novio me ha ataviado con una diadema, y como a novia que se adorna con sus joyas.
Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
A él lo aman sin haberlo visto. En él creen y, aunque no lo vean ahora, creyendo en él se alegran con gozo inefable y glorioso,
Así que, por medio de él, ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza; es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
¿Qué, pues, diremos frente a estas cosas? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?El que no eximió ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará gratuitamente también con él todas las cosas?
Aunque yo camine en medio de la angustia, tú me preservarás la vida. Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano y me salvará tu diestra.
ni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.
¡He aquí, Dios es mi salvación! Confiaré y no temeré, porque el SEÑOR es mi fortaleza y mi canción; él es mi salvación”.
Fiel es Dios, por medio de quien fueron llamados a la comunión de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio.
Has convertido mi lamento en una danza; quitaste mi vestido de luto y me ceñiste de alegría.Por eso mi alma te cantará y no callará. Oh SEÑOR, Dios mío, te alabaré para siempre.
Amados, no se venguen ustedes mismos sino dejen lugar a la ira de Dios, porque está escrito: Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor.
Hazme justicia, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado. Asimismo, he confiado en el SEÑOR; no vacilaré.en cuyas manos hay infamia y cuya mano derecha está llena de soborno.Pero yo andaré en mi integridad; redímeme y ten misericordia de mí.Mis pies se han afirmado en suelo llano; en las congregaciones te bendeciré, oh SEÑOR.Examíname, oh SEÑOR, y pruébame. Purifica mi conciencia y mi corazón;
Ustedes fueron llamados a la libertad, hermanos; solamente que no usen la libertad como pretexto para la carnalidad. Más bien, sírvanse los unos a los otros por medio del amor,
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios!
No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no los dejará ser tentados más de lo que ustedes pueden soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la puedan resistir.
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que tenía delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
Porque el pecado no se enseñoreará de ustedes, ya que no están bajo la ley sino bajo la gracia.
¡Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas y en cuyo corazón están tus caminos!
Mi Dios, pues, suplirá toda necesidad de ustedes conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Hijitos, ustedes son de Dios, y los han vencido, porque el que está en ustedes es mayor que el que está en el mundo.
Pero tú, oh SEÑOR, eres escudo alrededor de mí; eres mi gloria y el que levanta mi cabeza.
Porque todas las promesas de Dios son en él “sí” y, por tanto, también por medio de él decimos “amén” a Dios, para su gloria por medio nuestro.
si tu alma provee para el hambriento y sacias al alma humillada, tu luz irradiará en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía.El SEÑOR te guiará siempre y saciará tu alma en medio de los sequedales. Él fortalecerá tus huesos, y serás como un jardín de regadío y como un manantial de aguas cuyas aguas nunca faltan.
Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.
Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás para perdición sino de los que tienen fe para la preservación del alma.
Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia,
Da fuerzas al cansado y le aumenta el poder al que no tiene vigor.Una voz proclama: “¡En el desierto preparen el camino del SEÑOR; enderecen calzada en la soledad para nuestro Dios!Aun los muchachos se fatigan y se cansan; los jóvenes tropiezan y caen.Pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; levantarán las alas como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.
El SEÑOR está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.El SEÑOR está conmigo, con los que me ayudan. Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
Solamente procuren que su conducta como ciudadanos sea digna del evangelio de Cristo, de manera que, sea que yo vaya a verlos o que esté ausente, oiga acerca de ustedes que están firmes en un mismo espíritu, combatiendo juntos y unánimes por la fe del evangelio,
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Pacientemente esperé al SEÑOR, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor.No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón; he proclamado tu fidelidad y tu salvación. No he ocultado tu misericordia ni tu verdad en la gran congregación.Tú, oh SEÑOR, no detengas de mí tu compasión; que tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.Porque me han rodeado males incontables; me han alcanzado mis iniquidades, y no puedo levantar la vista. Son más numerosos que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me ha fallado.¡Ten a bien, oh SEÑOR, librarme! ¡Oh SEÑOR, apresúrate a socorrerme!Sean avergonzados y humillados a una los que buscan mi vida para cortarla.Vuelvan atrás y sean confundidos los que desean mi mal. Sean desolados a causa de su vergüenza los que dicen: “¡Ajá, ajá!”.Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan. Digan siempre los que aman tu salvación: “¡El SEÑOR sea engrandecido!”.Aunque yo sea pobre y necesitado el SEÑOR pensará en mí. Tú eres mi ayuda y mi libertador; ¡Oh Dios mío, no te tardes!Me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante,prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Bienaventurado el pueblo al cual así le sucede. ¡Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR!
Confía en el SEÑOR con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia.Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas.
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