Considerad como un gran gozo, hermanos míos, cuando estéis rodeados por toda clase de pruebas, sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce paciencia;
Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza, y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.
Por lo cual rebosáis de alegría, aunque sea preciso que todavía por algún tiempo seáis afligidos con diversas pruebas, a fin de que la calidad probada de vuestra fe, más preciosa que el oro perecedero que es probado por el fuego, se convierta en motivo de alabanza, de gloria y de honor, en la Revelación de Jesucristo.
[De David. Cuando, fingiéndose demente ante Abimélec, fue despachado por él y se marchó.]
Pero él me dijo: 'Mi gracia te basta, que mi fuerza se realiza en la flaqueza'. Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo. Por eso me complazco en mis flaquezas, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones y las angustias sufridas por Cristo; pues, cuando soy débil, entonces es cuando soy fuerte.
Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio.
Estad siempre alegres. Orad constantemente. En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros.
Los que van sembrando con lágrimas cosechan entre gritos de júbilo. Al ir, van llorando, llevando la semilla; y vuelven cantando, trayendo sus gavillas.
para darles diadema en vez de ceniza, aceite de gozo en vez de vestido de luto, alabanza en vez de espíritu abatido. Se les llamará robles de justicia, plantación de Yahvé para manifestar su gloria.
Por tanto, también nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con constancia la carrera que se nos propone, fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe, el cual, por el gozo que se le proponía, soportó la cruz sin miedo a la ignominia y está sentado a la diestra del trono de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.
fortalecidos con toda fuerza según el poder de su gloria, para ser constantes y pacientes en todo; dando con alegría
Si pasas por las aguas, yo estoy contigo, si por los ríos, no te anegarán. Si andas por el fuego, no te quemarás, ni la llama prenderá en ti.
él juzga al orbe con justicia, sentencia a los pueblos con rectitud. Vau. ¡Sea Yahvé baluarte del oprimido, baluarte en tiempos de angustia!
Lo que importa es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo, para que tanto si voy a veros como si estoy ausente, oiga de vosotros que os mantenéis firmes en un mismo espíritu y lucháis acordes por la fe del Evangelio, sin dejaros intimidar en nada por los adversarios, lo cual es para ellos señal de perdición, y para vosotros de salvación. Todo esto viene de Dios.
Me rompen todos los huesos los insultos de mis adversarios, todo el día repitiéndome: ¿Dónde está tu Dios?
Por eso no desfallecemos. Aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, el hombre interior se va renovando de día en día. En efecto, la leve tribulación de un momento nos procura, sobre toda medida, un pesado caudal de gloria eterna, a cuantos no ponemos nuestros ojos en las cosas visibles, sino en las invisibles; pues las cosas visibles son pasajeras, mas las invisibles son eternas.
'Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.'
Amad a Yahvé, todos sus amigos, a los fieles protege Yahvé; pero devuelve con creces al que obra con orgullo.
En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley.
con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración;
Todo el día me pisan mis enemigos, son muchos los que me atacan desde la altura. El día en que temo, en ti confío.
Queridos, no os extrañéis del fuego que ha prendido en medio de vosotros para probaros, como si os sucediera algo extraño, sino alegraos en la medida en que participáis en los sufrimientos de Cristo, para que también os alegréis alborozados en la revelación de su gloria.
[Del maestro de coro. De David. Salmo.] Yo esperaba impaciente a Yahvé: hacia mí se inclinó y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso; asentó mis pies sobre roca, afianzó mis pasos.
mientras que a los que esperan en Yahvé él les renovará el vigor, subirán con alas como de águilas, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse.
[Del maestro de coro. Para oboes y arpa. Salmo. De David. ] Álef. Te doy gracias, Yahvé, de todo corazón, voy a proclamar todas tus maravillas;
No seáis amantes del dinero en vuestra conducta; contentaos con lo que tenéis, pues él ha dicho: No te dejaré ni te abandonaré; de modo que podemos decir confiados: El Señor es mi ayuda; no temeré. ¿Qué puede hacerme un hombre?
Pero ¡gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo!
El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en la fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo.
Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.
El recuerdo me llena de nostalgia: cuando entraba en la Tienda admirable y llegaba hasta la Casa de Dios, entre gritos de acción de gracias y el júbilo de los grupos de romeros.
No nos cansemos de obrar el bien; que a su debido tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos.
No lo digo movido por la necesidad, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo. Sé andar escaso y sobrado. Estoy avezado a todo y en todo: a la saciedad y al hambre; a la abundancia y a la privación.
Traed a la memoria los primeros días en que, después de ser iluminados, hubisteis de soportar un duro y doloroso combate, unas veces expuestos públicamente a injurias y ultrajes; otras, haciéndoos solidarios de los que así eran tratados. Pues compartisteis los sufrimientos de los encarcelados; y os dejasteis despojar con alegría de vuestros bienes, conscientes de que poseíais una riqueza mejor y más duradera.
Qof. Cerca está Yahvé de los que lo invocan, de todos los que lo invocan con sinceridad.
No temas, que contigo estoy yo; no receles, que yo soy tu Dios. Yo te he robustecido y te he ayudado, y te tengo asido con mi diestra justiciera.
como tristes, pero siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque todo lo poseemos.
y conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en su muerte,
Habiendo, pues, recibido de la fe la justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido también, mediante la fe, el acceso a esta gracia en la cual nos hallamos, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, que nos consuela en toda tribulación nuestra para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios!
te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy, prodigios tus obras. Mi aliento conocías cabalmente,
El Dios de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos, os restablecerá, afianzará, robustecerá y os consolidará.
Me enseñarás el camino de la vida, me hartarás de gozo en tu presencia, de dicha perpetua a tu derecha.
Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose él mismo maldición por nosotros, pues dice la Escritura: Maldito el que cuelga de un madero. Y esto para que la bendición de Abrahán llegara a los gentiles, en Cristo Jesús, y por la fe recibiéramos el Espíritu de la promesa.
Porque estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros.
prestad atención a sus murallas, visitad sus palacios; para decir a la próxima generación:
Te guiará Yahvé de continuo, hartará en los sequedales tu alma, dará vigor a tus huesos, y serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca faltan.
Dichoso será el hombre que pone en Yahvé su confianza, y no se va con los rebeldes que andan tras los ídolos.
Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros. Apretados en todo, mas no aplastados; apurados, mas no desesperados; perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados.
Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar la gracia de un auxilio oportuno.
firmemente convencido de que, quien inició en vosotros la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús.
Ahora, así dice Yahvé tu creador, Jacob, tu plasmador, Israel. 'No temas, que yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre. Tú eres mío.
Que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
pues todo lo nacido de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe.
¡Aleluya! Alef. ¡Dichoso el hombre que teme a Yahvé, Bet. que encuentra placer en todos sus mandatos! Guímel. Su estirpe arraigará con fuerza en el país, Dálet. la raza de los rectos será bendita.
'Con gozo me gozaré en Yahvé, exulta mi alma en mi Dios, porque me ha revestido de ropas de salvación, en manto de justicia me ha envuelto, como el esposo se pone una diadema, como la novia se adorna con aderezos.
Aunque fuese por valle tenebroso, ningún mal temería, pues tú vienes conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan.
A quien amáis sin haberle visto; en quien creéis, aunque de momento no le veáis, rebosando de alegría inefable y gloriosa;
En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad,
Por medio de él ofrezcamos sin cesar a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre.
Ante esto ¿qué diremos? Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros? El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él graciosamente todas las cosas?
Si camino entre angustias, me das vida, ante la cólera del enemigo, extiendes tu mano y tu diestra me salva.
Para el desdichado todos los días son malos, el corazón feliz siempre está de fiesta.
ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.
He aquí a Dios mi Salvador: estoy seguro y sin miedo, pues Yahvé es mi fuerza y mi canción, él es mi salvación.'
Pues fiel es Dios, por quien habéis sido llamados a la comunión con su hijo Jesucristo, Señor nuestro.
más blanda que manteca es su boca, pero traman la guerra; sus palabras, más suaves que el aceite, son espadas desnudas.
Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza.
¡Escucha, Yahvé, ten piedad de mí! ¡Sé tú, Yahvé, mi auxilio! Has cambiado en danza mi lamento: me has quitado el sayal, me has vestido de fiesta.
no tomando la justicia por cuenta vuestra, queridos míos, dejad lugar a la ira, pues dice la Escritura: Mía es la venganza; yo daré el pago merecido, dice el Señor.
[De David.] Hazme justicia, Yahvé, que llevo una vida íntegra. Si me apoyo en Yahvé no vacilo. Escrútame, Yahvé, ponme a prueba, aquilata mi conciencia y mi corazón,
Vosotros, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; pero no toméis de esa libertad pretexto para la carne; antes al contrario, servíos unos a otros por amor.
¿Por qué desfallezco ahora y me siento tan azorado? Espero en Dios, aún lo alabaré: ¡Salvación de mi rostro, Dios mío!
No habéis sufrido tentación superior a la medida humana. Y fiel es Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación, os dará modo de poderla resistir con éxito.
fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe, el cual, por el gozo que se le proponía, soportó la cruz sin miedo a la ignominia y está sentado a la diestra del trono de Dios.
Pues el pecado no dominará ya sobre vosotros, ya que no estáis bajo la ley sino bajo la gracia.
Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús.
Vosotros, hijos míos, sois de Dios y los habéis vencido. Pues el que está en vosotros es más que el que está en el mundo.
Pues todas las promesas hechas por Dios han tenido su sí en él; y por eso decimos por él 'Amén' a la gloria de Dios.
repartes al hambriento tu pan, y al alma afligida dejas saciada, resplandecerá en las tinieblas tu luz, y lo oscuro de ti será como mediodía. Te guiará Yahvé de continuo, hartará en los sequedales tu alma, dará vigor a tus huesos, y serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca faltan.
En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros.
pues los malvados serán extirpados, mas los que esperan en Yahvé heredarán la tierra. Vau. Un poco más, y no hay malvado, buscas su lugar, y ya no está; mas los humildes poseerán la tierra y gozarán de inmensa paz.
Pero nosotros no somos cobardes para perdición, sino hombres de fe para la salvación del alma.
Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia;
Que al cansado da vigor, y al que no tiene fuerzas la energía le acrecienta. Los jóvenes se cansan, se fatigan, los valientes tropiezan y vacilan, mientras que a los que esperan en Yahvé él les renovará el vigor, subirán con alas como de águilas, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse.
Yahvé está por mí, no temo, ¿qué puede hacerme el hombre? Yahvé está por mí y me ayuda, y yo desafío a los que me odian.
Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias.
Lo que importa es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo, para que tanto si voy a veros como si estoy ausente, oiga de vosotros que os mantenéis firmes en un mismo espíritu y lucháis acordes por la fe del Evangelio,
Si me remonto con las alas de la aurora, si me instalo en los confines del mar, también allí tu mano me conduce, también allí me alcanza tu diestra.
Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo.
[Del maestro de coro. De David. Salmo.] Yo esperaba impaciente a Yahvé: hacia mí se inclinó y escuchó mi clamor.
Yo, hermanos, no creo haberlo alcanzado todavía. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta, para alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús.
Confía en Yahvé de todo corazón y no te fíes de tu inteligencia; reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas.
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