No temas, porque Yo estoy contigo. No desmayes, porque Yo soy tu ʼElohim que te esfuerzo. Te ayudaré siempre. Te sostendré siempre con la mano derecha de mi justicia.
Yavé es mi Luz y mi Salvación, ¿De quién temeré? Yavé es la Fortaleza de mi vida, ¿De quién me aterrorizaré?
Porque Dios no nos dio espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
En el amor no hay temor, porque el perfecto amor echa fuera el temor, pues el temor incluye castigo. El que teme no ha sido perfeccionado en el amor.
El día cuando temo, confío en Ti.En ʼElohim, la Palabra de Quien alabo, En ʼElohim confío, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?
Aunque ande por el valle de la sombra de muerte, No temeré algún mal, Porque Tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me confortan.
Esfuércense y sean valientes. No teman, ni se aterroricen delante de ellos, porque Yavé tu ʼElohim es el que va contigo. No te dejará ni te desamparará.
¿No te lo ordené Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni desmayes, porque Yavé tu ʼElohim está contigo dondequiera que vayas.
Por nada estén ansiosos, sino sean conocidas sus peticiones ante Dios, en toda conversación con Dios y súplica, con acción de gracias.La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Porque no recibieron un espíritu de esclavitud que los guíe otra vez al temor, sino recibieron el Espíritu de adopción, por Quien clamamos: ¡Abba! (¡Padre!)
Paz les dejo. Les doy mi paz. Yo no se la doy como el mundo la da. No se atribule ni se atemorice su corazón.
No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Pero ahora, oh Jacob, Yavé, el que te creó, El que te formó, oh Israel, dice: No temas, porque Yo te redimí. Te di nombre. Mío eres tú.
ʼElohim es nuestro Refugio y Fortaleza, Un auxilio muy presente en la tribulación.Estén quietos y reconozcan que Yo soy ʼElohim. Seré exaltado entre las naciones. Seré enaltecido en la tierra.Yavé de las huestes está con nosotros. Nuestra Fortaleza es el ʼElohim de Jacob. SelahPor tanto, no temeremos aunque la tierra sea removida, Y las montañas se traspasen al corazón del mar,
El que mora al abrigo del ʼElyón Morará bajo la sombra del Shadday.No te vendrá mal, Ni alguna plaga tocará tu morada.Pues a sus ángeles mandará con respecto a Ti, Que te guarden en todos tus caminos.En sus manos te llevarán Para que tu pie no tropiece en piedra.Sobre el león y el áspid pisarás. Pisotearás al cachorro de león y al dragón.Me amó, Por tanto Yo lo libraré. Lo pondré en alto, Porque conoció mi Nombre.Me invocará Y Yo le responderé. Estaré con él en la angustia. Lo libraré y lo glorificaré.Lo saciaré de larga vida y le mostraré mi salvación.Diré yo a Yavé: ¡Refugio mío y Fortaleza mía, Mi ʼElohim, en Quien confío!
Confía en Yavé con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia.Reconócelo en todos tus caminos, Y Él enderezará tus sendas.
No tendrá temor de malas noticias. Su corazón está firme, confiado en Yavé.Su corazón está sostenido. No temerá hasta que mire desde arriba a sus adversarios.
Ciertamente ʼEL es mi salvación. Confiaré y no temeré, porque mi fortaleza y mi cántico es YA Yavé, quien es mi salvación.
De manera que decimos confiadamente: El Señor es mi Ayudador, no temeré. ¿Qué podrá hacerme un ser humano?
Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón. Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.
¿Qué diremos con respecto a esto? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién contra nosotros?
No se afanen por el mañana, porque el mañana se preocupa de sí mismo. Basta a cada día su propio mal.
Porque Yo soy Yavé tu ʼElohim, el que sostiene tu mano derecha y te dice: No temas, Yo te ayudaré.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento persevera en ti, porque en Ti confió.
¡Yavé, Roca mía y Castillo mío, y mi Libertador! ʼElohim mío y Fortaleza mía, en Quien me refugio, Mi Escudo y mi Cuerno de salvación, mi alta Torre.
Ningún arma forjada contra ti prosperará. Tú condenarás a toda lengua que se levante en juicio contra ti. Esta es la herencia de los esclavos de Yavé. Su salvación vendrá de Mí, dice Yavé.
Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas te refugiarás. Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, Ni a flecha que vuele de día,
Vengan a Mí todos los que están agotados y cargados, y Yo los haré descansar.Lleven mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, pues soy manso y humilde de corazón. Hallarán descanso para sus almas,¿Eres Tú el que venía o esperamos a otro?porque mi yugo es fácil y liviana mi carga.
Porque libraste mi vida de la muerte Y mis pies de tropezar, Para que ande delante de ʼElohim En la luz de los que viven.
Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni gobernantes, ni lo presente, ni lo que viene, ni poderes,ni lo alto, ni lo profundo, ni otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Digan a los de corazón apocado: Esfuércense, no teman. Ciertamente ʼElohim viene con retribución: La venganza es de ʼElohim. Él vendrá y los salvará.
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia para que obtengamos misericordia y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
No se intimiden en nada por los que se oponen, lo cual es señal de destrucción para ellos, pero para ustedes, de salvación de Dios.
Porque Él me esconderá en su Tabernáculo en el día del mal. Me ocultará en lo reservado de su Tabernáculo. Me pondrá en alto sobre una roca.
Yo soy, Yo soy Quien los consuela. ¿Quién eres tú para que temas al hombre que es mortal, al hijo de hombre que es como pasto seco?
Yavé te protegerá de todo mal. Él guardará tu alma.Yavé guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.
Cuando pases por las aguas Yo estaré contigo. La corriente no te anegará. Cuando andes por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Les he dicho esto para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen aflicción, pero ¡tengan ánimo! Yo he vencido al mundo.
Hijitos, ustedes son de Dios, y lo vencieron, porque mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo.
El Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que ustedes abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Cerca está Yavé de todos los que lo invocan, De todos los que lo invocan en verdad.Cumplirá el deseo de los que le temen. Escuchará también su clamor, Y los salvará.
Habrá estabilidad de los tiempos de ustedes, una abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento. El temor reverente a Yavé es el tesoro de Él.
Escudríñame, oh ʼEL, y conoce mi corazón. Pruébame y conoce mis ansiosos pensamientos,Ve si hay en mí camino de perversidad Y guíame en el camino eterno.
Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, y veas caballos, carruajes y gente más numerosa que tú, no les temas, porque Yavé tu ʼElohim, Quien te sacó de la tierra de Egipto, está contigo.
Yavé es mi Fortaleza y mi Escudo. Confió mi corazón en Él Y fui ayudado, Por lo cual se regocija mi corazón. Lo alabaré con mi canto.
Pero también si algunos sufren por causa de la justicia son inmensamente felices. Por tanto no se intimiden ni se perturben por temor a ellos.
No solo esto, sino también celebramos las aflicciones, pues sabemos que la aflicción produce paciencia,y la paciencia, carácter aprobado, y el carácter aprobado, esperanza.La esperanza no decepciona, porque el amor de Dios se derramó en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos dio.
En mi angustia invoqué a Yavé, Clamé a mi ʼElohim, Y Él oyó mi voz desde su Templo. Mi clamor delante de Él llegó a sus oídos.
Los pobres y necesitados buscan agua, y no hay. Su lengua está reseca de sed. Yo mismo, Yavé, les responderé. Yo, el ʼElohim de Israel, no los desampararé.
Ciertamente el bien y la misericordia me escoltarán todos los días de mi vida, Y en la Casa de Yavé moraré por largos días.
y dijo: Escuchen todo Judá, ustedes habitantes de Jerusalén y tú, rey Josafat. Yavé les dice: No teman ni se atemoricen a causa de tan gran multitud, porque la batalla no es de ustedes, sino de ʼElohim.
Enséñenles a guardar todas las cosas que les he mandado. Y ciertamente Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la era.
Escúchenme, los que conocen mi justicia, pueblo en cuyo corazón está mi Ley. No teman la afrenta del hombre, ni desmayen por sus ultrajes.
En cuanto a ʼEL, perfecto es su camino, Y acrisolada es la Palabra de Yavé. ʼEL es Escudo a todos los que se refugian en Él.
pero los que esperan en Yavé tienen nuevas fuerzas. Levantarán las alas como águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para lo bueno, a los que son llamados según su propósito.
Porque todo lo nacido de Dios vence al mundo, y esta es la victoria que venció al mundo: nuestra fe.¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Pero ustedes son linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que proclamen las virtudes del que los llamó de la oscuridad a su luz admirable,
Estén quietos y reconozcan que Yo soy ʼElohim. Seré exaltado entre las naciones. Seré enaltecido en la tierra.
Sean sus costumbres sin avaricia. Estén satisfechos con lo que tienen, porque Él mismo dijo: Que de ningún modo te abandone. Que de ningún modo te desampare.
Los que confían en Yavé Son como la Montaña Sion, Que no se mueve, sino permanece para siempre.
Me invocará Y Yo le responderé. Estaré con él en la angustia. Lo libraré y lo glorificaré.
Sobre todo, tomen el escudo de la fe, con el cual podrán extinguir todas las flechas encendidas del maligno.
Caerán a tu lado 1.000, Y 10.000 a tu mano derecha, Pero a ti no llegará.Ciertamente mirarás con tus ojos, Y verás la recompensa de los perversos.
En verdad la mano de Yavé no se acortó para salvar, ni su oído se endureció para no escuchar.
¡Estén siempre gozosos!Hablen con Dios sin cesar.Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.
Quien nos libró y nos libra, y esperamos que nos librará de tan grande peligro de muerte.
El efecto de la justicia será paz. El resultado de la equidad será reposo y seguridad perpetuos.
Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como la rama no puede dar fruto por ella misma, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en Mí.Yo soy la Vid, ustedes las ramas. El que permanece en Mí, y Yo en él, éste da mucho fruto. Porque separados de Mí nada pueden hacer.
Por un momento es su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche dura el llanto, Pero al amanecer viene la alegría.
Tus ojos miren de frente Y dirige tu mirada hacia lo que está delante.Reflexiona en la senda de tus pies, Y sean rectos todos tus caminos.No te desvíes a la derecha ni a la izquierda. Aparta tu pie del mal.
Por Yavé son establecidos los pasos del hombre En cuyo camino Él se deleita.Aunque caiga, no quedará postrado, Porque Yavé sostiene su mano.
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.Si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo, si sufrimos con Él, para que también seamos glorificados con Él.
Nada hagan por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considérense los unos a los otros como superiores a ustedes mismos.
Porque Tú eres mi Socorro. Bajo la sombra de tus alas canto con gozo.Mi alma está apegada a Ti. Tu mano derecha me sostiene.
Mi cabeza será levantada sobre mis enemigos que estén alrededor, Y en su Tabernáculo ofreceré sacrificios con clamor de júbilo. Cantaré, sí, entonaré salmos a Yavé.
Levantaré mis ojos a las montañas. ¿De dónde vendrá mi socorro?Mi socorro viene de Yavé, Quien hizo el cielo y la tierra.
No amen al mundo ni las cosas del mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.Porque todo lo que hay en el mundo: el deseo ardiente del cuerpo, el deseo ardiente de los ojos y la soberbia de la vida, no es del Padre, sino del mundo.El mundo pasa, y sus deseos ardientes, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Por tanto, mis hermanos amados, estén firmes e inconmovibles. Abunden en la obra del Señor siempre y entiendan que su trabajo en el Señor no es vano.
quienes estamos oprimidos en todo, pero no angustiados; inciertos, pero no desesperados;perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos.
Por tanto les digo: No se afanen por su vida: qué comerán, ni por su cuerpo: con qué se cubrirán. ¿No es la vida más que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves del cielo, las cuales no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, pero el Padre celestial de ustedes las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?¿Quién de ustedes puede, aunque se afane, añadir a su estatura unos centímetros?
Cuando pasa el remolino de viento, desaparece el perverso, Pero el justo tiene fundamento eterno.
Por tanto busquen primeramente el reino de Dios y la justicia de Él, y todas estas cosas se les añadirán.
¿Por qué te abates, alma mía, y gimes dentro de mí? Espera a ʼElohim, porque aún lo alabaré. ¡Salvación mía y ʼElohim mío!
Pues la aspiración de la naturaleza humana es muerte, pero la aspiración del espíritu es vida y paz.
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera a ʼElohim, porque aún lo alabaré. ¡El Ayudador de mi presencia y mi ʼElohim!
y ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo en la fe en el Hijo de Dios, Quien me amó y se entregó por mí.
y que sean fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener paciencia y longanimidad. Con gozoden gracias al Padre, Quien los hizo suficientes para participar en la herencia de los santos en luz,
El Dios de toda gracia, Quien los llamó a su gloria eterna en Cristo, después que padezcan un poco, Él mismo los perfeccionará, confirmará, fortalecerá y establecerá.
Por cuanto todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos fueron concedidas mediante su divino poder a través del pleno conocimiento del que nos llamó por su propia gloria y virtud,
Pidan y se les dará. Busquen y hallarán. Llamen a la puerta y se les abrirá.Porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama a la puerta, se le abrirá.
Claman los justos, Y Yavé los oye Y los libra de todas sus angustias.Cercano está Yavé a los quebrantados de corazón, Y salva a los contritos de espíritu.
Porque Yo sé los designios que tengo para ustedes, dice Yavé, designios de bienestar y no de mal, a fin de darles porvenir y esperanza.
Porque lo que se escribió fue para enseñarnos, a fin de que tengamos esperanza por la paciencia y la consolación de las Escrituras.
Encomienda a Yavé tu camino, Confía en Él, Y Él hará.Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.
Yavé tu Redentor, el Santo de Israel, dice: Yo soy Yavé tu ʼElohim, Quien te enseña para provecho, y te conduce en el camino por el cual debes andar.Si atiendes mis Mandamientos, entonces tu paz será como un río y tu justicia como las olas del mar.
El camino de ʼElohim es perfecto. La Palabra de Yavé, acrisolada. Él es escudo a todos los que se refugian en Él.
Finalmente, mis hermanos, sean fuertes en el Señor y su fuerza poderosa.Vístanse con toda la armadura de Dios para que estén firmes contra las estrategias del diablo.
Pero ¡gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
Mi corazón me dice de Ti: ¡Busca su rostro! Tu rostro buscaré, oh Yavé.No escondas tu rostro de mí, Ni rechaces con ira a tu esclavo. Has sido mi Ayuda. No me abandones Ni me desampares, Oh ʼElohim de mi salvación.
Por tanto también nosotros, quienes tenemos una nube tan grande de testigos alrededor de nosotros, despojémonos de todo impedimento y pecado que nos atrapa tan fácilmente. Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.Y ellos ciertamente nos disciplinaron por pocos días según lo que les parecía, pero la disciplina de Dios es para lo provechoso, a fin de que participemos de su santidad.Ciertamente ninguna disciplina al momento es motivo de gozo, sino de tristeza, pero después da fruto apacible de justicia a los que fueron formados por medio de ella.Por tanto levanten las manos debilitadas y las rodillas paralizadas,y hagan sendas derechas para sus pies, a fin de que lo cojo no se disloque, sino sea sanado.Sigan la paz y la santidad con todos, sin las cuales nadie verá al Señor.Vigilen, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios, que al brotar alguna raíz de amargura, les estorbe, y por ella muchos sean contaminados,no sea que haya algún inmoral sexual o profano, como Esaú, quien vendió su primogenitura por una comida.Porque saben ustedes que después, aunque deseaba heredar la bendición, fue rechazado porque no halló oportunidad de cambio de mente, aunque la buscó con lágrimas.Pues ustedes no se acercaron a la montaña que se podía palpar y que ardía en fuego, ni a oscuridad y tiniebla, ni a la tempestad,ni al sonido de una trompeta, ni a tal ruido de palabras que los que lo oyeron suplicaron que no se les hablara Palabra,Fijemos nuestros ojos en Jesús, el Autor y Perfeccionador de la fe, Quien despreció el oprobio, sufrió la cruz y se sentó a la derecha del trono de Dios, porque sabía el gozo que tenía delante de Él.
Por tanto no pierdan su confianza pues tienen una gran recompensa.Porque es necesaria la paciencia, para que, después de hacer la voluntad de Dios, obtengan la promesa.
a fin de confirmar sus corazones intachables en santidad delante de nuestro Dios y Padre en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.
No saldrán apresurados ni se irán huyendo, porque delante de ustedes irá Yavé, y en la retaguardia el ʼElohim de Israel.
Ordenaste que los hombres cabalgaran sobre nuestras cabezas. Pasamos por el fuego y por el agua. Pero luego nos sacaste a la abundancia.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: