No temas, porque Yo estoy contigo. No desmayes, porque Yo soy tu ʼElohim que te esfuerzo. Te ayudaré siempre. Te sostendré siempre con la mano derecha de mi justicia.
Y me dijo: Te basta mi gracia, porque el poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, con muchísimo gusto me enalteceré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.
pero los que esperan en Yavé tienen nuevas fuerzas. Levantarán las alas como águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
¿No te lo ordené Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni desmayes, porque Yavé tu ʼElohim está contigo dondequiera que vayas.
Yavé es mi Luz y mi Salvación, ¿De quién temeré? Yavé es la Fortaleza de mi vida, ¿De quién me aterrorizaré?
Así que la fe es por la predicación, y la predicación, por medio de la Palabra de Cristo.
Sean sus costumbres sin avaricia. Estén satisfechos con lo que tienen, porque Él mismo dijo: Que de ningún modo te abandone. Que de ningún modo te desampare.De manera que decimos confiadamente: El Señor es mi Ayudador, no temeré. ¿Qué podrá hacerme un ser humano?
¿Qué diremos con respecto a esto? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién contra nosotros?
Les respondió: Por su poca fe, porque en verdad les digo que si tuvieran fe como un grano de mostaza, dirían a esta montaña: ¡Pásate de aquí allá! Y se pasaría, y nada les sería imposible. [[
El Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que ustedes abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento persevera en ti, porque en Ti confió.Confíen en Yavé perpetuamente, porque YA Yavé es la Roca de los siglos.
¡Estén siempre gozosos!Hablen con Dios sin cesar.Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.
Porque todo lo nacido de Dios vence al mundo, y esta es la victoria que venció al mundo: nuestra fe.
Por tanto también nosotros, quienes tenemos una nube tan grande de testigos alrededor de nosotros, despojémonos de todo impedimento y pecado que nos atrapa tan fácilmente. Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.
Por tanto, no desfallecemos. Más bien, aunque nuestro aspecto exterior es desgastado, sin embargo, el interior es renovado de día en día.
Confía en Yavé con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia.Reconócelo en todos tus caminos, Y Él enderezará tus sendas.
Hermanos míos, gócense profundamente cuando pasen por diversas pruebas,porque la ira del hombre no efectúa la justicia de Dios.Por tanto desechen toda impureza y abundancia de maldad y reciban con humildad la Palabra sembrada que puede salvar sus almas.Así que no se engañen ustedes mismos. Sean hacedores de la Palabra y no solo oidores.Porque si alguno es oidor de la Palabra, y no hacedor, es como un hombre que mira su rostro en un espejo:se mira y sale, e inmediatamente se olvida cómo era.Pero el que mira atentamente en la ley perfecta, la de la libertad, permanece en ella y no es oidor olvidadizo, sino practicante, será inmensamente feliz en lo que hace.Si alguno supone ser religioso y no refrena su lengua, sino engaña su corazón, su religión no tiene valor.La religión pura y sin mancha delante del Dios y Padre es ésta: Atender a los huérfanos y a las viudas en su aflicción y guardarse sin mancha del mundo.y sepan que la prueba de su fe produce paciencia.Pero obtenga la paciencia su resultado perfecto para que sean perfectos y cabales, sin deficiencia.
Paz les dejo. Les doy mi paz. Yo no se la doy como el mundo la da. No se atribule ni se atemorice su corazón.
Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para lo bueno, a los que son llamados según su propósito.
Mi cuerpo y mi corazón desfallecen, Pero ʼElohim es la Fuerza de mi corazón Y mi Porción para siempre.
a fin de que les dé, según la riqueza de su gloria, ser fortalecidos con poder en el ser interior por su Espíritu,
Me convencí de que El que inició en ustedes la buena obra la completará hasta el día de Jesucristo.
No los atrapó alguna tentación que no sea humana. Fiel es Dios, Quien no dejará que sean tentados más de lo que puedan soportar. Y junto con la tentación proveerá la salida para que puedan resistir.
Por nada estén ansiosos, sino sean conocidas sus peticiones ante Dios, en toda conversación con Dios y súplica, con acción de gracias.La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
No se afanen por el mañana, porque el mañana se preocupa de sí mismo. Basta a cada día su propio mal.
La fe es más preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero, se prueba con fuego. La prueba de su fe debe resultar en alabanza, gloria y honra en la aparición de Jesucristo,
Sostengamos firme la confesión de nuestra esperanza sin fluctuar, porque el que prometió es fiel.
No solo esto, sino también celebramos las aflicciones, pues sabemos que la aflicción produce paciencia,y la paciencia, carácter aprobado, y el carácter aprobado, esperanza.
Aunque ande por el valle de la sombra de muerte, No temeré algún mal, Porque Tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me confortan.
El Dios de toda gracia, Quien los llamó a su gloria eterna en Cristo, después que padezcan un poco, Él mismo los perfeccionará, confirmará, fortalecerá y establecerá.
Solo en ʼElohim se aquieta mi alma. De Él viene mi salvación.No confíen en la opresión, Ni se envanezcan en el robo. Si se aumentan las riquezas, No fijen el corazón en ellas.Una vez habló ʼElohim. Dos veces oí esto: Que el poder es de ʼElohim.La misericordia es tuya, oh ʼAdonay, Porque Tú pagas a cada uno según su obra.Solo Él es mi Roca, mi Salvación, mi Refugio. No seré grandemente sacudido.
Ciertamente ʼEL es mi salvación. Confiaré y no temeré, porque mi fortaleza y mi cántico es YA Yavé, quien es mi salvación.
Hermanos, yo mismo no considero haberlo alcanzado, pero una cosa hago: al olvidarme ciertamente de las cosas de atrás y extenderme hacia adelante,prosigo hacia la meta, hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Hijitos, ustedes son de Dios, y lo vencieron, porque mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo.
Considero que los sufrimientos actuales no merecen compararse con la gloria que se nos manifestará.
el cual tenemos como ancla firme y segura del alma, y que entra hasta lo que está en el interior del velo,
No vaciló ni fue incrédulo a la promesa de Dios, sino se fortaleció en la fe y dio gloria a Dios.
Porque Dios no nos dio espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Vengan a Mí todos los que están agotados y cargados, y Yo los haré descansar.Lleven mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, pues soy manso y humilde de corazón. Hallarán descanso para sus almas,¿Eres Tú el que venía o esperamos a otro?porque mi yugo es fácil y liviana mi carga.
Les he dicho esto para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen aflicción, pero ¡tengan ánimo! Yo he vencido al mundo.
Porque Yo soy Yavé tu ʼElohim, el que sostiene tu mano derecha y te dice: No temas, Yo te ayudaré.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias y Dios de toda consolación,Quien nos consuela en toda nuestra aflicción, para que nosotros consolemos a los que están en cualquier aflicción, por medio de la consolación con la cual nosotros mismos somos consolados por Dios.
y ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo en la fe en el Hijo de Dios, Quien me amó y se entregó por mí.
Al que es poderoso para hacer todas las cosas infinitamente más allá de lo que nos atrevemos a pedir o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Ningún arma forjada contra ti prosperará. Tú condenarás a toda lengua que se levante en juicio contra ti. Esta es la herencia de los esclavos de Yavé. Su salvación vendrá de Mí, dice Yavé.
No sean moldeados por este mundo, sino sean transformados por la renovación de la mente, para que comprueben la voluntad de Dios, la cual es buena, aceptable y perfecta.
Con él está un brazo de carne, pero con nosotros está Yavé nuestro ʼElohim para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías, rey de Judá.
Ésta es la confianza que tenemos ante Él: Que cuando pidamos algo conforme a su voluntad, nos escucha.
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia para que obtengamos misericordia y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
Si alguno de ustedes carece de sabiduría, pídala a Dios, Quien da a todos generosamente y sin reproche, y se le dará.
Porque Cristo les concedió a ustedes no solo que crean en Él, sino también que padezcan por Él.
Entonces el Señor dijo: Si ustedes tienen fe como un grano de mostaza, dirían al sicómoro: ¡Desarráigate y plántate en el mar! Y les obedecería.
Por gracia son salvos por medio de la fe. Esto no es de ustedes. Es el regalo de Dios.No es por obras, para que nadie se enaltezca.
El día cuando invoqué, Tú me respondiste. Me volviste atrevido con fortaleza en mi alma.
Cuando pases por las aguas Yo estaré contigo. La corriente no te anegará. Cuando andes por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Estén quietos y reconozcan que Yo soy ʼElohim. Seré exaltado entre las naciones. Seré enaltecido en la tierra.
¿Qué nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambruna, desnudez, peligro o espada?
Éstos confían en carruajes de guerra, Y aquéllos en caballos, Pero nosotros nos gloriamos del Nombre de Yavé, nuestro ʼElohim.
Esfuércense y sean valientes. No teman, ni se aterroricen delante de ellos, porque Yavé tu ʼElohim es el que va contigo. No te dejará ni te desamparará.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que existe y que es Galardonador de los que lo buscan.
Porque lo que se escribió fue para enseñarnos, a fin de que tengamos esperanza por la paciencia y la consolación de las Escrituras.
Pero en todas estas cosas ganamos la más gloriosa victoria por medio de Aquel que nos amó.
Reconoce que Yavé tu ʼElohim es fiel, que guarda el Pacto y la misericordia hasta 1.000 generaciones de los que lo aman y guardan sus Mandamientos,
Sobre todo, tomen el escudo de la fe, con el cual podrán extinguir todas las flechas encendidas del maligno.
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