Y es la fe de las cosas que se esperan, fundamento; de cosas demostración que no se ven.
Y, sin fe, imposible placerle; pues creer debe, el que se llega a Dios, que(d) es, y, para los que le buscan, remunerador se hace.
Y él les dice: «Por vuestra poca fe; pues en verdad os digo: si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: «Pásate de acá a allá». Y se pasará, y nada os será imposible.
porque todo lo nacido de Dios, vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.
Pues, por la gracia, habéis sido salvados por fe; y éste, no de vosotros: de Dios don(c) ; no por obras, para que nadie se gloríe;
memorando vuestra obra de la fe y del trabajo de la caridad y la paciencia de la esperanza de nuestro Señor Jesucristo delante de Dios y Padre nuestro;
Justificados, pues, por fe, paz tengamos para con Dios, por nuestro Señor Jesucristo; por el cual también el acceso hemos alcanzado a la fe por esta gracia, en que nos alzamos y gloriamos en esperanza de la gloria de Dios.
Y, respondiendo Jesús, díceles: «¡Tened fe de(e) Dios! En verdad os digo: que quien dijere a este monte: «Alzate y arrójate en la mar», y no vacilare en su corazón, sino creyere que lo que habla, se hace, le será(f) .» «Por esto dígoos: todo cuanto orareis y pidiereis, creed que lo habéis recibido(g) y seráos.
No temas; que contigo soy; no yerro; pues yo soy tu Dios; que te he fortalecido, y ayudádote y asegurádote con la diestra la justa, mía.
A ti, Señor, he clamado, Dios mío; no enmudezcas sobre mí; no sea que enmudezcas sobre mí, y me asemeje a los que bajan al lago(a) .
Está confiado, en todo tu corazón en Dios, y en tu sabiduría no te exaltes; para todos tus caminos conócela para que enderece tus caminos.
mantengamos la confesión de la esperanza indeclinable(n) (pues fiel, el que ha prometido);
Clamaré a Dios, el Altísimo; a Dios que me ha hecho bien(a) . Envió desde el cielo, y salvóme; dio a oprobio los que me conculcaban;
Y, si a alguno de vosotros falta sabiduría, pida al que da: Dios, a todos sencillamente(c) y no enrostra; y darásele. Mas pida en fe, nada vacilando; pues el que vacila, parécese a oleadas de mar aventadas y agitadas.
Y sabemos que a los amantes de Dios, todo coopera en bien, a los que según propósito llamados son.
acogiendo verdad y guardando paz. Pues en ti con esperanza esperé, Señor, hasta el siglo, el Dios, el grande, el eterno;
Y, respondiendo Jesús, díjoles: «En verdad dígoos; si tuviereis fe y no vacilareis no sólo lo de la higuera haréis, sino que, si también a este monte dijereis; «Alzate y arrójate en el mar», se hará, y todo cuanto pidiereis en la oración, creyendo, recibiréis».
Y esperen en ti, los que conocen tu nombre; pues no has abandonado a los que te buscan, Señor.
y al amparo de tus alas me alborozaré; adhirió mi alma en pos de ti; acogióme tu diestra.
Venga a ellos lazo que no conocen; y el armadijo que escondieron, cójales; y en el lazo caerán —en él.
a quien no viendo, amáis; a quien ahora no mirando, pero creyendo, os alborozáis con gozo inenarrable y glorificado; reportando el fin(d) de vuestra fe: salud de almas.
El inocente de manos, y puro del corazón, que no ha recibido para lo vano(b) su alma, ni jurado, en dolo, a su prójimo.
Aun cuando anduvieres por agua, contigo soy, y ríos no te anegarán; aun cuando anduvieres por fuego no te abrasarás, no; llama no te abrasará;
y a la promesa de Dios no vaciló con descreimiento, sino se confortó con la fe, dando gloria a Dios; confirmado plenamente en que lo que ha prometido, poderoso es también a hacer.
Lleguémonos, pues, con libre habla(i) al trono de la gracia, para alcanzar misericordia; y gracia hallar, para oportuno socorro.
voz del Señor, partiendo llama de fuego(d) ; voz del Señor estremeciendo desierto; estremecerá el Señor el desierto de Cadés.
Tentación no os ha tomado sino humana(c) ; y fiel es Dios que no dejará seáis tentados sobre lo que podéis; sino que hará, con la tentación, también la salida, para que podáis soportar.
pero los que aguardan a Dios, mudarán fuerza(g) ; alas criarán, como águilas; correrán, y no trabajarán; caminarán, y no hambrearán.
Bueno el confesar al Señor; y tañer a tu nombre, Altísimo, para anunciar de mañana, tu misericordia; y tu verdad, a través de la noche;
Pues cierto estoy de que ni muerte, ni vida; ni ángeles(j) , ni principados, ni potencias; ni lo presente ni lo futuro; ni alteza, ni hondura, ni criatura alguna otra podrános apartar del amor de Dios, el en Cristo Jesús, Señor nuestro.
confiado de esto mismo: que, quien empezó en vosotros obra buena, perfeccionará hasta día de Jesucristo;
Yo paz dejo a vosotros; paz, la mía, os doy; no, según el mundo da, yo os doy. No se conturbe vuestro corazón, ni se acobarde.
Esto os he hablado, para que en mí paz tengáis. En este mundo tribulación tendréis; empero confiad: yo he vencido al mundo.»
Desinteresada la vida; contentos con lo presente; pues él dijo: (Deut. 31,6). No te dejaré, no; ni te abandonaré, no; así que confiadamente digamos: Señor, para mí, ayudador: no temeré: ¿que me hará el hombre?
Nada os afanéis; sino en todo, por la oración y la plegaria, con agradecimiento, vuestras peticiones manifiéstense ante Dios. Y la paz de Dios, la que supera a todo entendimiento, custodiará vuestros corazones y vuestras inteligencias en Cristo Jesús.
Y el Dios de la esperanza llenaráos de todo gozo y paz en el creer; para que abundéis en la esperanza, en virtud de Espíritu Santo.
Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; cual si carga pesada han pesado sobre mí.
Pues, cuanto antes se escribió, para nuestra enseñanza se escribió; a fin de que, por la paciencia y por la consolación de las Escrituras, esperanza tengamos.
Heme alegrado de lo que se me ha dicho: «A casa del Señor iremos»; puestos estaban nuestros pies(a) en los atrios de Jerusalén,
En todo cogiendo el escudo de la fe; en el cual podréis todos los dardos del malo los encendidos apagar;
mirando al de la fe autor y consumador, Jesús; quien en vez del que se le proponía gozo, soportó cruz, vergüenza menospreciando; y a la diestra del trono de Dios está sentado.
con la esperanza, gozándoos; en la tribulación pacientes; en la oración, perseverantes;
Con Cristo he sido crucificado; y vivo, no ya yo, pero vive en mí Cristo; y lo que ahora vivo en carne, en fe vivo la de Dios y Cristo; el que me amó y se entregó por mí.
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que tiene Dios para con nosotros. Dios amor es; y el que permanece en el amor, en Dios permanece; y Dios en él permanece.
Porque el rey espera en el Señor y en la misericordia del Altísimo, no será, no, movido.
Combate el bello combate de la fe; aprehende la eterna vida, para la cual has sido llamado, y has confesado la bella confesión a faz de muchos testigos.
Señor guarda todos los huesos de ellos; uno de ellos no será quebrantado. Muerte de pecadores, mala; y los que odian al justo, delinquirán.
temiendo y espantándose de los hombres, han sido suplantados; y el confiado en el Señor, se alegrará. Impiedad al varón da resbalamiento; y el que confía en el Amo, se salvará.
He aquí mi Dios, mi salvador; confiado estaré en él, y no temeré; por esto: porque mi gloria y mi loor, Señor; y se me ha convertido en salvación.
Señor disipa consejos de gentes; y anula pensamientos de pueblos; y anula consejos de príncipes.
Así que, hermanos míos amados, estables hacéos, inamovibles, abundando en la obra del Señor siempre; sabiendo que vuestra fatiga no es vana en el Señor.
Por lo cual se contiene en la escritura: (Is. 28,16). He aquí pongo en Sión piedra angular, escogida, preciosa; y el que cree en ella, no será confundido, no;
Y ahora queda fe, esperanza, caridad: estas tres cosas; pero la mayor de éstas, la caridad.
¡Fiel Dios, por quien elegidos habéis sido para comunión de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor!
El Fuerte-intachable, su camino; la palabra del Señor, poderosa, acrisolada; escudador es a todos los confiados en él.
si tomare(c) mis alas a través de la aurora(d) ; y me empabellonare en las extremidades del mar(e) ;
Que Dios es el que obra en vosotros, y el querer y el obrar, por el beneplácito(d) .
El ladrón no viene, sino para robar, y matar y perder; yo he venido para que vida tengan y demás tengan.
Díjoles Jesús: «Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí, no hambreará, no; y el que cree en mí, no tendrá sed, no, jamás.
y Señor, el Señor, mi ayudador se ha hecho; por esto no he sido confundido, sino que he puesto mi rostro como dura piedra, y conocí que no seré avergonzado, no;
Envalentónate y esfuérzate; no temas, ni acobardes; ni te aterres ante su faz, que el Señor, tu Dios, éste el que va delante con vosotros, entre vosotros, no te dejará ni te abandonará.»
los que, en virtud de Dios, custodiados sois, por fe, para salud preparada a revelarse en tiempo postrero.
Y por esto mismo también, solicitud toda empleando añadid a vuestra fe la virtud; y, a la virtud, la ciencia; y, a la ciencia, la templanza, y, a la templanza, la paciencia: y, a la paciencia, la piedad; y, a la piedad, la fraternidad; y a la fraternidad, la caridad;
Dardo(a) de pequeñuelos hiciéronse las heridas de ellos; y se anonadaron contra ellos sus lenguas.
para sentarlo con príncipes, con príncipes de su pueblo; el que coloca a la estéril en casa, madre sobre hijos gozosa.
los, por él fieles a Dios; el que le resucitó de muertos, y gloria le dio; para que vuestra fe y esperanza sea en Dios.
Libraráme el Señor de toda obra mala, y salvará para su reino, el celestial; a quien la gloria por los siglos de los siglos, amén.
Pues no habéis recibido espíritu de servidumbre de nuevo para temor, sino que habéis recibido espíritu de adopción; en el que clamamos: «¡Abbá, el Padre!» Pues el mismo espíritu testifica a la vez a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
Respondió Jesús y díjoles: «Esta es la obra de Dios: que creáis en el que ha enviado aquél».
No me he sentado con junta de vanidad(a) ; y con prevaricantes no entraré, no. He aborrecido congregación de malvados; y con impíos no me sentaré, no.
Como, pues, recibisteis a Cristo Jesús, el Señor, en él caminad, radicándoos y sobreedificándoos en él, y afianzándoos por la fe, según habéis aprendido, abundando, en él, en agradecimiento.
justicia de Dios, por fe de Jesucristo a todos y sobre todos los creyentes; pues no hay diferencia;
quienes por medio de fe debelaron reinos; obraron justicia; alcanzaron promesas, cerraron bocas de leones, extinguieron poder de fuego, huyeron bocas(n) de cuchilla; confortados fueron de flaqueza; hiciéronse fuertes en guerra, campamentos derribaron de extraños(o) ;
Aunque me oprimiere el Potente, ya que ha empezado, a la verdad hablaré y argüiré(d) ante él;
Y mi Dios llenará toda necesidad de vosotros, según su riqueza, en gloria, en Cristo Jesús.
permaneced en mí, y yo en vosotros. Así como el pámpano no puede fruto llevar de sí mismo, si no permaneciere en la vid, así ni vosotros, si en mí no permaneciereis. Yo soy la vid; vosotros, los pámpanos. Quien permanece en mí y yo en él, éste lleva fruto mucho, porque, sin mí, no podéis hacer nada.
Y me ha dicho: «Bástate mi gracia; que el poder en flaqueza se perfecciona». Muy a placer, pues, más bien me gloriaré en mis flaquezas, para que se empabellone en mí el poder del Cristo. Por lo cual me complazco en flaquezas, en ultrajes, en necesidades, en persecuciones, y angustias por Cristo; pues, cuando flaqueo, entonces potente soy.
Pues partícipes del Cristo hemos sido hechos, con tal que el principio de su fundamento(h) , hasta el fin, firme retuviéremos;
Así que, si alguno en Cristo(k) , nueva criatura: lo viejo ha pasado; he aquí se ha hecho nuevo todo.
Pues erais un día tinieblas, pero ahora luz en Señor: como hijos de luz caminad (que el fruto de la luz(d) , en toda benignidad, y justicia y verdad);
Así también vosotros considerad que estáis muertos ciertamente al pecado, vivientes, empero, a Dios en Cristo Jesús (Señor nuestro).
Grande, nuestro Señor; y grande, su fuerza; y de su entendimiento no hay número. Acogiendo a los mansos el Señor, y humillando a los pecadores hasta la tierra.
De(d) magnificencia de fuerza, el nombre del Señor; y los que a él recurren, justos, son exaltados.
Pero puede Dios toda gracia colmar en vosotros, para que en todo siempre toda suficiencia teniendo, abundéis en toda obra buena;
A vosotros mismos tentad si estáis en la fe; a vosotros mismos probad. ¿O no os reconocéis: que Jesucristo en vosotros? ¡si ya no sois reprobados!
No tarda Dios la promesa, como algunos tardanza creen; sino que se longanima por nosotros; no queriendo que algunos perezcan, sino que todos a arrepentimiento se lleguen.
Que yo daré agua, en sed, a los que andan en lo inacuoso; pondré mi espíritu sobre tu simiente, y mis bendiciones sobre tus hijos;
Y el Dios de la paciencia y de la consolación déos lo mismo sentir(a) entre vosotros, según Cristo Jesús; para que unánimemente en una boca glorifiquéis a Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Por la cual causa también esto padezco; empero no me avergüenzo; pues sé a quién he creído, y persuadido estoy de que poderoso es para el depósito mío custodiar hasta aquel día.
Esta, la generación de los que le buscan; de los que buscan la faz del Dios de Jacob.(c)
Vosotros de Dios sois, hijitos; y le habéis vencido; porque mayor es el en vosotros que el en el mundo.
Pero el fruto del espíritu es: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, continencia, (temperancia, castidad). Contra las cuales cosas no es la ley.
Por lo cual no desmayamos, sino que, aunque nuestro exterior hombre se corrompe, empero el interior es renovado día a día. Pues lo, por hoy, leve de la tribulación; va, de demasía en demasía, un eterno peso de gloria obrándonos; no contemplando nosotros lo que se ve, sino lo que no se ve; que, lo que se ve, temporal; mas, lo que no se ve, eterno.
y, siendo veraces en amor, crezcamos hacia él en todo; quien es la cabeza: Cristo; de quien todo el cuerpo que es compaginado y conglomerado por toda ligadura de suministración(e) , según operación, en medida de todas y cada una de las partes, el crecimiento del cuerpo efectúa para edificación de sí mismo en amor.
Si habéis, pues, conresucitado en Cristo, lo de arriba buscad; donde el Cristo está en diestra de Dios sentado; lo de arriba pensad, no lo sobre la tierra.
ni, en conminación tuya, los montes trastrocar; ni tus colinas serán removidas; así ni la de mí para contigo misericordia desfallecerá; ni la alianza de tu paz no será quitada, no; porque dijo «Propicio(b) a ti, Señor(c) ».
Dígoos que, hará su desagravio en breve—. Empero, el Hijo del hombre viniendo ¿acaso hallará la fe sobre la tierra?»
Pero, si a la hierba del campo que hoy es y mañana en el horno se arroja, Dios viste así, ¿cuánto más a vosotros, poco creyentes?
El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que desobedece al Hijo, no verá vida, sino la ira de Dios queda sobre él».
No que nos enseñoreemos de vuestra fe; sino que colaboradores somos de vuestro gozo; que en la fe estáis firmes.
Y, oyendo Jesús, admiróse, y dijo a los que seguían: «En verdad dígoos: en ninguno tanta fe en Israel he encontrado.
mas nosotros, de día siendo, temperémonos, vistiendo coraza de fe y caridad, y yelmo: esperanza de salvación;
En verdad, en verdad dígoos, que el que mi palabra oye, y cree al que me envió, tiene vida eterna y a juicio no viene, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
De nuevo, pues, les habló Jesús, diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no se andará, no, en la obscuridad, sino tendrá la luz de la vida».
al que cubre el cielo en nubes; al que previene a la tierra lluvia; al que produce en montes hierba y verdura para el servicio de los hombres;
No abandonéis, pues, vuestra confianza; la cual tiene grande remuneración. Que de paciencia tenéis necesidad, para que, la voluntad de Dios haciendo, reportéis la promisión.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: