porque no nos dio Dios espíritu de cobardía, sino de fuerza y de amor y de buen sentido.
Vosotros sois de Dios, hijitos, y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.
vestíos de toda la armadura de Dios, para poder resistir a todas las maniobras del diablo,
porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
sobre todo tomando el escudo de la fe con que podréis apagar todos los dardos encendidos del Malo,
porque todo lo engendrado de Dios vence al mundo, y ésta es la victoria que venció al mundo, la fe de nosotros.
Sed templados, velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien trague; resistidle firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se cumplen por la hermandad vuestra que está en el mundo.
Jesús les dijo: Por vuestra falta de fe. En verdad pues os digo: Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Múdate de aquí allá, y se mudaría, y nada os será imposible.
y sin fe es imposible agradarle porque es menester que el que se allega a Dios crea que existe, y que él es remunerador a los que lo buscan.
Jesús les respondió: De cierto os digo: Si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que también si a este monte dijereis: Sea llevado y echado en el mar, se hará.
De suerte que con toda confianza decimos (Sal. 118:6): El Señor es mi ayuda, no temeré lo que me hará el hombre.
Sabemos que todo el que ha sido engendrado de Dios no peca, mas el engendrado de Dios se guarda a sí mismo, y el malo no le toca.
Por nada os acongojéis, mas en todo por la oración y la súplica con acción de gracia, haced conocer a Dios vuestras peticiones. Y la paz de Dios que sobrepuja todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
He aquí os doy la potestad de poner el pie sobre serpientes y escorpiones y sobre toda la fuerza del enemigo y nada os dañará.
Sea sin avaricia el trato, satisfechos con lo presente, porque El ha dicho (Deut. 31:6-8): No te dejaré, no te abandonaré.
enseñándoles a guardar todo cuanto os mandé, y he aquí, yo estoy con vosotros hasta la consumación del siglo.
sabemos pues que a los que aman a Dios, todo concurre en bien a los que, según propósito, son llamados
teniendo esta confianza que el que comenzó en vosotros una obra buena la llevará a cabo hasta el cha de Jcsu-Cristo,
de suerte que también los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden, como al fiel creador sus almas con bienhacer.
Venid a mí, todos los que os fatigáis y estáis cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, porque soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas,
El Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz, en el creer, para que abundéis en la esperanza con fuerza de espíritu santo.
porque los ojos del Señor sobre los justos y sus oídos atentos a sus oraciones, pero el rostro del Señor contra los que hacen mal.
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