Les respondió: ¡Hombres de poca fe! ¿Por qué temen? Se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y se produjo una gran calma.
El que cree en Él no es juzgado, pero el que no cree ya fue juzgado, porque no creyó en el Nombre del Unigénito Hijo de Dios.
Les respondió: Por su poca fe, porque en verdad les digo que si tuvieran fe como un grano de mostaza, dirían a esta montaña: ¡Pásate de aquí allá! Y se pasaría, y nada les sería imposible. [[
Les preguntó: ¿Dónde está su fe? Atemorizados y asombrados, se preguntaban unos a otros: ¿Quién es Éste que aun manda a los vientos y al agua, y le obedecen?
Pero pida con fe sin dudar, porque el que duda es semejante a la onda del mar que el viento arrastra y lanza.Por tanto no suponga aquel hombre que recibirá alguna cosa del Señor.Un hombre de doble ánimo es inestable en todos sus caminos.
Al instante, Jesús extendió la mano. Lo tomó y le dijo: ¡Carente de fe! ¿Por qué dudaste?
Jesús les respondió: En verdad les digo, si tienen fe y no dudan, no solo harán lo de la higuera, sino aun si a esta montaña dicen: Quítate y échate al mar, sucederá.Todo cuanto pidan en conversación con Dios, si lo creen, lo recibirán.
Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo y mira mis manos. Extiende tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo, sino creyente.
Por tanto les digo: Hablen con Dios todas las cosas y pidan. Crean que las recibieron, y se les harán.
Pero pida con fe sin dudar, porque el que duda es semejante a la onda del mar que el viento arrastra y lanza.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que existe y que es Galardonador de los que lo buscan.
Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.Entonces el Señor dijo: Si ustedes tienen fe como un grano de mostaza, dirían al sicómoro: ¡Desarráigate y plántate en el mar! Y les obedecería.
a Quien aman, aunque no lo vean, en Quien creen sin verlo ahora. Se alegran con un gozo indecible y esplendoroso,y obtienen el fin de su fe: la salvación de sus almas.
Así que la fe es por la predicación, y la predicación, por medio de la Palabra de Cristo.
Jesús le dijo: Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en Mí, aunque muera, vivirá.Y todo el que vive y cree en Mí, que de ningún modo muera jamás. ¿Crees esto?
Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas. Persigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Porque todo lo nacido de Dios vence al mundo, y esta es la victoria que venció al mundo: nuestra fe.
Pues en él se revela la justicia de Dios por fe y para fe, como está escrito: El justo vivirá por la fe.
No hizo allí algún milagro grandioso, solo, al imponer las manos sobre algunos enfermos, los sanó.porque todos lo vieron y se aterraron. Pero inmediatamente Él les habló: Tengan ánimo. Soy Yo. ¡No tengan miedo!Subió a la barca y calmó el viento. Se asombraron muchísimo,porque no habían entendido lo de los panes, pues su corazón estaba endurecido.Terminaron la travesía y atracaron en la tierra de Genesaret.Cuando ellos salieron de la barca, al instante lo reconocieron.Recorrieron toda aquella región, y a donde oían que estaba, le llevaban enfermos en camillas.Dondequiera que entraba en aldeas, ciudades o villas, ponían a los enfermos en las plazas, y le rogaban que al menos les permitiera tocar el borde de su ropa. Cuantos lo tocaban eran sanados.Él estaba asombrado por la incredulidad de ellos y recorría las aldeas cercanas para enseñar.
En verdad les digo: Cualquiera que diga a esta montaña: Quítate de ahí y pásate al mar, y no dude en su corazón, sino crea que lo que habla sucede, se le hará.Por tanto les digo: Hablen con Dios todas las cosas y pidan. Crean que las recibieron, y se les harán.
Pelea la buena batalla de la fe. Agarra la vida eterna a la cual fuiste llamado, de la cual hiciste buena confesión delante de muchos testigos.
De lo más profundo del ser del que cree en Mí, como dice la Escritura, fluirán ríos de agua viva.
En verdad les digo: Cualquiera que diga a esta montaña: Quítate de ahí y pásate al mar, y no dude en su corazón, sino crea que lo que habla sucede, se le hará.
Que si confiesas con la boca al Señor Jesús y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo.
Jesús le preguntó: ¿Porque me has visto, has creído? Inmensamente felices los que no vieron y creyeron.
Jesús les respondió: En verdad les digo, si tienen fe y no dudan, no solo harán lo de la higuera, sino aun si a esta montaña dicen: Quítate y échate al mar, sucederá.
Porque tanto a ellos como a nosotros se nos anunciaron las Buenas Noticias, pero a ellos no los benefició la Palabra de la predicación porque los que la oyeron no la mezclaron con la fe.
En verdad, en verdad les digo: El que cree en Mí, también hará las obras que Yo hago. Y mayores que éstas hará, porque Yo voy al Padre.
Si la hierba del campo, que hoy existe y mañana se echa al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a ustedes, hombres de poca fe?
¡El tiempo se cumplió y el reino de Dios se acercó! ¡Cambien de mente y crean en las Buenas Noticias!
Cuídense, hermanos, para que ninguno de ustedes tenga un corazón malo de incredulidad para apostatar del Dios vivo.
La conversación de fe con Dios sanará al enfermo, y el Señor lo levantará. Si cometió pecados, se le perdonarán.
y ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo en la fe en el Hijo de Dios, Quien me amó y se entregó por mí.
Sobre todo, tomen el escudo de la fe, con el cual podrán extinguir todas las flechas encendidas del maligno.
Y Él les respondió: ¡Oh insensatos y lentos del corazón para creer en todo lo que dijeron los profetas!
la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo para todos los que creen pues no hay diferencia entre judíos y gentiles.
Samaria es la capital de Efraín, y el hijo de Remalías, jefe de Samaria. Dentro de 65 años, Efraín será quebrantado y dejará de ser pueblo. Si ustedes no creen, ciertamente no permanecerán.
Les digo que con prontitud les hará justicia. Pero cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará la fe en la tierra?
El día cuando temo, confío en Ti.En ʼElohim, la Palabra de Quien alabo, En ʼElohim confío, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?
Confía en Yavé con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia.Reconócelo en todos tus caminos, Y Él enderezará tus sendas.
El Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que ustedes abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Pero Jesús oyó lo que se hablaba y le dijo al jefe de la congregación: No temas, solo cree.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento persevera en ti, porque en Ti confió.Confíen en Yavé perpetuamente, porque YA Yavé es la Roca de los siglos.
¡Inmensamente feliz la que creyó que se cumplirán las cosas que se le dijeron de parte del Señor!
Por fe entendemos que el universo fue creado por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo invisible.
No vaciló ni fue incrédulo a la promesa de Dios, sino se fortaleció en la fe y dio gloria a Dios.Estaba plenamente convencido de que el que prometió también es poderoso para cumplirlo,
Jesús le dijo: Ve. Tu fe te sanó. Y al instante recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
Pero Jesús se volteó, la vio y le dijo: ¡Ten ánimo, hija! ¡Tu fe te sanó! Y la mujer fue sanada desde aquel momento.
Hubiera yo desmayado Si no creyera que veré la bondad de Yavé en la tierra de los vivientes.Espera a Yavé. ¡Sé fortalecido y aliéntese tu corazón! ¡Sí, espera a Yavé!
No temas, porque Yo estoy contigo. No desmayes, porque Yo soy tu ʼElohim que te esfuerzo. Te ayudaré siempre. Te sostendré siempre con la mano derecha de mi justicia.
Porque en esperanza fuimos salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, porque ¿qué espera el que ve?Pero si esperamos lo que no vemos, pacientemente esperamos con anhelo.
Jesús les respondió: Yo soy el Pan de la Vida. El que viene a Mí, que de ningún modo tenga hambre, y el que cree en Mí, que de ningún modo tenga sed jamás.
a fin de que no sean perezosos, sino imitadores de los que por fe y longanimidad heredan las promesas.
Jesús los miró y les dijo: Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todas las cosas son posibles.
Estén quietos y reconozcan que Yo soy ʼElohim. Seré exaltado entre las naciones. Seré enaltecido en la tierra.
Bendito el que confía en Yavé, cuyo fundamento está en Yavé.Será como árbol plantado junto a las aguas, que extiende sus raíces hacia las corrientes. No teme cuando viene el calor, pues su follaje estará frondoso. El año de sequía no se afanará, ni dejará de dar su fruto.
Jesús le respondió: ¡Oh mujer, grande es tu fe! Que se haga contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquel momento.
Porque por fe permanecen firmes. No dominamos la fe de ustedes, sino trabajamos con ustedes para su gozo.
Por tanto, como somos declarados justos por la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo, mucho más después de ser reconciliados seremos salvos por su vida.No solo esto, sino también celebramos a Dios a causa de nuestro Señor Jesucristo, por medio de Quien recibimos la reconciliación. Por esto, como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y la muerte por medio del pecado, así también la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron.Pues antes de la Ley había pecado en el mundo, pero como no había Ley, no se tenía en cuenta el pecado.La muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no pecaron con una ofensa semejante a la transgresión de Adán, quien es figura del que vendría.Pero el Regalo no es como la transgresión. Porque si por la transgresión de uno, Adán, muchos murieron, mucho más abundó la gracia de Dios para muchos y el Regalo que vino por la gracia de un Hombre: Jesucristo.Con el Regalo no sucede como en el caso de aquel que pecó. Porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el Regalo vino a causa de muchas transgresiones para justificación.Porque si por la transgresión de uno reinó la muerte, mucho más reinarán en vida los que reciben la abundancia de la gracia y el Regalo de la justicia por medio de Uno, Jesucristo.Como por medio de la transgresión llegó la culpa a todos los hombres para condenación, así también, por medio de un acto de justicia llegó la gracia a todos los hombres para justificación de vida.Como por la desobediencia de un hombre muchos fueron declarados pecadores, así por la obediencia de Uno muchos serán declarados justos.por Quien también obtuvimos entrada a esta gracia en la cual estamos firmes, y celebramos la esperanza de la gloria de Dios.
La parte que cayó junto al camino son los que oyeron. Luego viene el diablo y quita la Palabra de sus corazones para que no crean y sean salvos.
Pero a los que creen en su Nombre, los que lo recibieron, les dio potestad de ser hijos de Dios,
Ahí le llevaron un paralítico acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo. Tus pecados te son perdonados.
Sean sus costumbres sin avaricia. Estén satisfechos con lo que tienen, porque Él mismo dijo: Que de ningún modo te abandone. Que de ningún modo te desampare.De manera que decimos confiadamente: El Señor es mi Ayudador, no temeré. ¿Qué podrá hacerme un ser humano?
Les he dicho esto para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen aflicción, pero ¡tengan ánimo! Yo he vencido al mundo.
Si Dios viste así la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa al horno, ¡cuánto más a ustedes, los de poca fe!
¿Quién de ustedes teme a Yavé y escucha la voz de su esclavo? El que ande en oscuridad y carezca de luz confíe en el Nombre de Yavé y apóyese en su ʼElohim.
Pero ahora, oh Jacob, Yavé, el que te creó, El que te formó, oh Israel, dice: No temas, porque Yo te redimí. Te di nombre. Mío eres tú.Ustedes son mis testigos, dice Yavé, y mi Esclavo que Yo escogí para que me conozcan, me crean y entiendan que Yo Soy. Antes de Mí no fue formado algún ʼEL, ni existirá después de Mí.Yo, Yo soy Yavé, y fuera de Mí no hay quien salve.Yo predije y Yo salvé. Yo se lo informé, y no hubo testigo extraño entre ustedes. Por tanto, dice Yavé, ustedes son mis testigos: Yo soy ʼEL.Aun antes que hubiera día, Yo Soy. No hay quien libre de mi mano. Lo que Yo hago, ¿quién puede revertirlo?Yavé, Redentor de ustedes, el Santo de Israel, dice: Por amor a ustedes envié un mensaje a Babilonia, y los haré bajar a todos como fugitivos, aun a los caldeos, en las naves en las cuales se regocijan.Yo soy Yavé, su Santo, el Creador de Israel, su Rey.Yavé, Quien abrió camino en el mar y sendero en las aguas impetuosas,el que saca a batalla el carruaje y el caballo, el ejército y sus valientes, dice: Ellos caerán juntamente y no volverán a levantarse. Son apagados y se extinguen como un pabilo.No se acuerden de las cosas pasadas, ni traigan a la memoria las cosas antiguas.Ciertamente Yo hago algo nuevo. Pronto saldrá a la luz. ¿No la conocerán? Abriré un camino en el desierto, ríos en la región despoblada.Cuando pases por las aguas Yo estaré contigo. La corriente no te anegará. Cuando andes por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Aunque ande por el valle de la sombra de muerte, No temeré algún mal, Porque Tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me confortan.
Oh pueblo, confíen en Él en todo tiempo. Derramen su corazón ante Él. ʼElohim es nuestro Refugio. Selah
Según fe todos éstos murieron sin recibir el cumplimiento de las promesas. Aunque las miraban desde lejos, se saludaban y confesaban que eran extranjeros y peregrinos en la tierra.
Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor: No necesitamos responderte con respecto a este asunto.¡Si es así, nuestro ʼElah a Quien servimos, puede librarnos! Él tiene poder, oh rey, para librarnos del horno de fuego ardiente y nos librará de tu mano.Y aunque no lo haga, oh rey, entiende que tampoco rendiremos culto a tus ʼelahs, ni nos postraremos ante la estatua de oro que levantaste.
Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para lo bueno, a los que son llamados según su propósito.
Ésta es la confianza que tenemos ante Él: Que cuando pidamos algo conforme a su voluntad, nos escucha.Si sabemos que nos escucha en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que solicitamos de Él.
En verdad, en verdad les digo: El que oye mi Palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna. No va a juicio, sino pasa de la muerte a la vida.
Por tanto les digo: No se afanen por su vida: qué comerán, ni por su cuerpo: con qué se cubrirán. ¿No es la vida más que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves del cielo, las cuales no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, pero el Padre celestial de ustedes las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?¿Quién de ustedes puede, aunque se afane, añadir a su estatura unos centímetros?
Pues, ¿qué dice la Escritura? Abraham creyó a Dios, y se le tomó en cuenta como justicia.
Pero Él les respondió: Una generación malvada y adúltera demanda señal milagrosa, pero no le será dada otra señal que la señal del profeta Jonás.
Por eso les dije que morirán en sus pecados. Si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados.
Yavé es mi Fortaleza y mi Escudo. Confió mi corazón en Él Y fui ayudado, Por lo cual se regocija mi corazón. Lo alabaré con mi canto.
Recuerden que les di potestad de pisar serpientes y escorpiones y sobre todo el poder del enemigo, y que de ningún modo algo les haga daño.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: