Así que la fe viene por medio de la predicación, y la predicación, a través de la palabra del Mesías.°
Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no es° de vosotros, es el don de Dios. No por obras,° para que nadie se gloríe;
Les dice: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo que si tuvierais fe° como un grano de mostaza, diríais a este monte: ¡Pásate de aquí allá!, y se pasaría,° y nada os sería imposible.
y ya no vivo yo, sino que el Mesías vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí.
Pero sin fe es imposible agradarlo, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que existe, y que es galardonador de los que lo buscan.
Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
Porque en el evangelio° está siendo° revelada una justicia divina de fe a fe,° como está escrito: El justo vivirá a base de fe.°
Respondiendo Jesús, les dice: Tened fe° en Dios. De cierto os digo: Cualquiera que diga a este monte: Quítate de ahí y échate al mar, y no dude en su corazón, sino que crea que lo que habla sucede,° lo obtendrá.° Por esto os digo: Todo cuanto oráis y pedís, creed que lo recibisteis,° y lo obtendréis.
para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual, aunque perecedero, es probado por fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra en la revelación de Jesús el Mesías;
Jesús le dice: ¿Porque me has visto, has creído? Bienaventurados los que no vieron y creyeron.
Y respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, si tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que aun si a este monte dijerais: Sé quitado y echado al mar, será hecho;°
Mantengamos sin fluctuar la confesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Estad quietos, y conoced que Yo soy ’Elohim, Seré exaltado entre las naciones, Seré enaltecido en la tierra.
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido° al mundo: nuestra fe.
Confía en YHVH con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y Él enderezará tus sendas.
Y si alguno de vosotros carece de sabiduría, pídala al que da, a Dios, que da a todos generosamente y sin reproche,° y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a una ola del mar, impelida y zarandeada por el viento.
puestos los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe; el cual, por el gozo puesto delante de Él, soportó la cruz, y despreciando el oprobio, se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
Pero Jesús, alcanzando a oír° lo que se hablaba, dice al principal de la sinagoga: No temas, sólo sigue creyendo.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, Porque en ti ha confiado. Confiad en YHVH perpetuamente, Porque en YH° YHVH está la Roca de los siglos.
Jesús entonces volviéndose, la miró y le dijo: ¡Ten ánimo, hija, tu fe te ha salvado! Y la mujer fue salva desde aquella hora.
En el amor no hay temor, antes bien, el perfecto amor echa afuera el temor, pues el temor lleva en sí mismo castigo,° de donde el que teme no ha sido perfeccionado en el amor.
para que habite el Mesías por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
sino que, mirando° la promesa de Dios, no vaciló con incredulidad, y fue fortalecido en la fe, dando gloria a Dios; plenamente convencido de que el que había prometido,° era también poderoso para hacerlo.
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para bien, a los que son llamados conforme a su propósito.
a quien amáis sin haberlo visto, en quien aun no viéndolo, pero creyendo, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra° fe: la salvación de las° almas.
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia, para que obtengamos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro.
Y si la hierba del campo, que hoy existe y mañana es echada al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, oh hombres° de poca fe?
Y la oración° de fe sanará° al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con el cual podréis apagar todos los dardos de fuego del maligno;
Por tanto, habiendo sido declarados justos por la fe, tenemos paz ante Dios mediante nuestro Señor Jesucristo.
Al oírlo, Jesús se maravilló y dijo a los que lo seguían: De cierto os digo, ni aun en Israel he hallado tanta fe.
así también vosotros poned° toda diligencia en añadir a vuestra fe virtud, a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal, y al afecto fraternal, el amor.
estando plenamente convencido de esto mismo, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la seguirá perfeccionando hasta el día de Jesús el Mesías.
He aquí Dios es mi salvación; Me aseguraré° y no temeré, Porque mi fortaleza y mi cántico es YH, YHVH, Y Él fue mi salvación.
Ordeno pues, por la gracia que me fue dada, a cada cual que está entre vosotros, que no piense más altamente de lo que debe pensar, sino que piense con sobriedad,° según la medida° de fe que Dios dio a cada uno.
Porque hemos llegado a ser partícipes del Mesías con tal que retengamos firme hasta el fin el fundamento,°
no poniendo nuestra mira en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
En ti confiarán los que conocen tu Nombre, Por cuanto Tú, oh YHVH, no abandonas a los que te buscan.
Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, de ningún modo morirá eternamente. ¿Crees esto?
Cuando pases por las aguas, Yo estaré contigo, La corriente no te anegará; Cuando andes por el fuego, no te quemarás, Ni la llama arderá en ti.
f Gustad y ved que YHVH es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el varón que se refugia en Él!
Bendito aquel que confía en YHVH, Y cuya confianza está en YHVH. Será como árbol plantado junto a las aguas, Que extiende sus raíces junto a las corrientes, y no teme cuando viene el calor, Pues su follaje estará frondoso, Y en el año de sequía no se preocupará, Ni dejará de dar su fruto.
la cual tenemos como firme y segura ancla del alma, que penetra hasta lo que está en el interior del velo,°
Pero el que duda cuando come, ha sido condenado, porque no comió° por fe, y todo lo que no proviene de la fe es pecado.°
Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo, Tu vara y tu cayado me infunden aliento.
Por nada estéis angustiados, antes bien, por la oración y la súplica, en todo sean conocidas ante Dios vuestras peticiones con acción de gracias, y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Jesús el Mesías.
Jesús les dijo: ¡Yo soy el pan de la vida; el que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás!
y dijo: De cierto os digo: Si no fuerais transformados° y llegarais a ser como niños, de ningún modo entraréis en el reino de los cielos.°
Por tanto, de la manera que recibisteis al Señor Jesús, el Mesías, vivid en Él, arraigados y sobreedificados en Él, y consolidados en la fe, como fuisteis enseñados, rebosando en acción de gracias.
Así el Dios de esperanza os llene° de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.
No perdáis, pues, vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa. Porque tenéis necesidad de la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Sólo en Dios aquiétate alma mía, Porque de Él procede mi esperanza. Sólo Él es mi Roca y mi salvación, Mi alto refugio: no seré sacudido. En ’Elohim está mi salvación y mi gloria, La Roca de mi fortaleza, mi refugio, está en ’Elohim. Oh pueblo, confiad en Él en todo tiempo, Derramad vuestro corazón ante Él, ’Elohim es nuestro refugio. Selah
Pero los que esperan en YHVH tienen nuevas fuerzas, Remontan vuelo como las águilas, Corren y no se fatigan, andan y no se cansan.
Porque en Jesús el Mesías ni la circuncisión vale° algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.
en Él también vosotros, habiendo oído la palabra de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo prometido, que es arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión,° para alabanza de su gloria.
Porque no nos enseñoreamos de vuestra fe,° sino que somos colaboradores de vuestro gozo, porque estáis firmes por la fe.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y agobiados, y Yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas,° porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.
Por fe, a pesar de la esterilidad de Sara, recibió vigor para engendrar° simiente aun fuera del tiempo de la edad,° porque creyó que era fiel el que había prometido.
Amados, si el corazón no nos condena, confianza tenemos para con Dios, y recibimos de parte de Él cualquier cosa que le pidamos, porque guardamos sus mandamientos y hacemos° lo que es grato ante Él.
Porque en esperanza fuimos salvos, pero la esperanza que se ve, no es esperanza, porque ¿para qué esperanzarse° en lo que alguno ve? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo esperamos ansiosamente.
¡YHVH, roca mía y castillo mío, y mi libertador! Dios mío y fortaleza mía, en quien me refugio, Mi escudo y mi cuerno de salvación, mi alta torre.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y se os hará.
¡Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros! ¡Limpiaos las manos, oh pecadores, y purificaos los corazones, los que sois de doble ánimo!°
sino santificad al Mesías° como Señor en vuestros corazones,° y estad siempre prestos para presentar defensa ante todo el que os demande razón acerca de la esperanza que hay en vosotros,
¡Cuán bienaventurado es el varón que puso en YHVH su confianza! Que no mira a los soberbios ni a los que se desvían tras la mentira.
Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos, que Jesús el Mesías está en vosotros? ¡A menos que estéis° descalificados!
Vuestra manera de vivir sea sin avaricia de dinero, estad satisfechos con las cosas que tenéis, porque Él dijo: No te dejaré ni te desampararé.° De manera que podemos decir osadamente: El Señor es mi ayudador, no temeré. ¿Qué me puede hacer el hombre?°
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual fuiste llamado, y delante de muchos testigos declaraste la buena confesión.
Al instante, Jesús extendiendo la mano, trabó de él, y le dice: ¡Falto de fe! ¿Por qué dudaste?
ya que en verdad permanecéis fundamentados en la fe, y firmes y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual ha sido proclamado en toda la creación que está debajo del cielo, del cual yo, Pablo, llegué a ser ministro.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Así pues ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos con los santos y miembros de la familia de Dios, habiendo sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular el mismo Jesús, el Mesías, en quien, bien trabado todo edificio,° crece hasta llegar a ser un templo santo en el Señor; en el cual también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Al director del coro. De los hijos de Coré, sobre Alamot.° Cántico. Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
No temas, porque Yo estoy contigo; No desmayes, porque Yo soy tu Dios; Te fortaleceré y siempre te ayudaré, Sí, Yo te sostendré con mi diestra victoriosa.°
De modo que si alguno es nueva criatura en el Mesías, las cosas viejas pasaron; he aquí,° son hechas nuevas.
prosigo hacia la meta, hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Jesús el Mesías.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.° Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.°
Hijitos, vosotros procedéis de Dios, y los habéis vencido, pues mayor es el que está en vosotros° que el que está en el mundo.
He aquí, os doy potestad de hollar° serpientes y escorpiones° y el poder del enemigo, y nada os dañará.
a otro,° fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones° de sanidades, por el único° Espíritu;
Al contrario, en todas estas cosas somos más que victoriosos por medio del que nos amó.
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
Por causa de lo cual también padezco estas cosas, pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído y he sido persuadido° de que es poderoso para guardar mi depósito° hasta aquel día.
iluminados° los ojos del corazón° para saber cuál es la esperanza de su llamamiento y cuál la riqueza de la gloria de su herencia con los santos, y cuál la inmensurable grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, por la acción soberana de su fuerza,
Pero Yo rogué por ti que no desfallezca tu fe. Y tú, cuando hayas vuelto, fortalece a tus hermanos.
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no va a juicio,° sino que ha pasado de la muerte a la vida.
YHVH es mi fortaleza y mi escudo, En Él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que mi corazón se regocija, Y lo alabo con mi cántico.
Entonces respondiendo Jesús, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como quieres. Y su hija quedó sana desde aquella hora.
recordando sin cesar delante del Dios y Padre nuestro la obra de vuestra fe y el trabajo de vuestro amor, y la paciencia en° la esperanza de Jesús el Mesías, nuestro Señor;
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis aflicción, pero confiad, Yo he vencido al mundo.
Estas cosas os estoy escribiendo a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.°
la justicia divina mediante la fe de° Jesús el Mesías,° para todos los que creen (porque no hay distinción alguna,
Pero la gracia de nuestro Señor sobreabundó con la fe y el amor que hay en Jesús el Mesías.
Él dijo: ¡Ven! Y bajando de la barca, Pedro anduvo° sobre las aguas y fue hacia Jesús. Pero al ver el viento,° tuvo miedo y comenzó a hundirse, y gritó diciendo: ¡Señor, sálvame! Al instante, Jesús extendiendo la mano, trabó de él, y le dice: ¡Falto de fe! ¿Por qué dudaste?
para que os dé, conforme a la riqueza de su gloria, ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite el Mesías por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
que sois guardados° por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación, que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero, en lo cual os alegráis grandemente.°
pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales no nacieron° de sangres,° ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Por fe dejó Egipto,° no temiendo la ira del rey, y se sostuvo como viendo al Invisible.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él.
pero al que no obra, sino que cree en el que declara justo al impío, su fe le es contada como justicia.
Por eso os he dicho que en vuestros pecados moriréis. Si no creéis que Yo SoY,° en vuestros pecados moriréis.
Pero el fruto del espíritu° es amor, gozo y paz; paciencia, benignidad y bondad; fidelidad,° mansedumbre y templanza; en contra de tales cosas, no hay ley.
Dijo el Señor: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais° al sicómoro: ¡Sé desarraigado y sé plantado en el mar! Y os obedecería.°
¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltará para relatar acerca de Gedeón,° de Barac,° de Sansón,° de Jefté,° de David,° y también de Samuel° y de los profetas; quienes por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, cerraron bocas de leones,° extinguieron la violencia del fuego,° escaparon al filo de espada, recibieron poder en su debilidad, se hicieron fuertes en la batalla, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
Porque sol y escudo es YHVH ’Elohim, Favor y honor concede YHVH, No quitará el bien a los que andan en integridad. ¡Oh YHVH Sebaot, cuán bienaventurado es el hombre que confía en ti!
De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que Yo hago, también él las hará; y mayores que éstas hará, porque Yo voy al Padre.
por medio del cual° recibimos la gracia y el apostolado, para obediencia de la fe° entre todos los gentiles por causa de su nombre,
Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y toda la ciencia,° y si tuviera toda la fe, de tal manera que removiera montañas,° y no tuviera amor, nada soy.
sabiendo que el hombre no es declarado justo por las obras de la ley,° sino° por la fe de Jesús el Mesías,° también nosotros creímos en Jesús el Mesías, para que fuéramos declarados justos por la fe del Mesías, y no por las obras de la ley; porque por las obras de la ley ninguna carne° será declarada justa.
Yo, pues, el prisionero del Señor, os exhorto que andéis como es digno del llamamiento con que fuisteis llamados: Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos° con longanimidad unos a otros en amor,° solícitos por guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
que no seáis perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la longanimidad heredan las promesas.
Fiel es Dios, por quien fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesús, el Mesías, Señor nuestro.
Porque a vosotros os ha sido concedido a causa del Mesías, no sólo que creáis en Él, sino que también padezcáis por° Él,
°Si con tu boca confiesas a Jesús como Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa para salvación.°
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
Por tanto, no desmayamos; más bien, aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior, no obstante, es renovado de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea, produce en nosotros un cada vez más excelente° y eterno peso de gloria; no poniendo nuestra mira en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
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