La palabra de Dios es poderosa y nos transforma, hay muchos versículos que son muy escuchados y que tienen un poder transformador, puede transformar nuestra mente, nuestra manera de vivir, son versículos que siempre aprendemos para ponerlos en práctica en cada situación. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13) Este es uno de los que siempre aprendemos, y lo usamos en esos momentos donde perdemos las fuerzas. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. (Juan 3:16) Este es de los más importantes, y es uno de los primeros que te dicen cuando te presentan a nuestro Señor Jesús. Hay muchísimos más versículos que son muy nombrados y aquí podrás conseguirlos.
Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros.
Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con solo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.
Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,
Todavía serán todos los tiempos de la tierra; la sementera y la siega, y el frío y calor, verano é invierno, y día y noche, no cesarán.
Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.
Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.
Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre:
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Mas yo os digo: Amad á vuestros enemigos, bendecid á los que os maldicen, haced bien á los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan:
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme á sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Cuán muchas son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría: La tierra está llena de tus beneficios.
Mas ahora estamos libres de la ley, habiendo muerto á aquella en la cual estábamos detenidos, para que sirvamos en novedad de espíritu, y no en vejez de letra.
Toda herramienta que fuere fabricada contra ti, no prosperará; y tú condenarás toda lengua que se levantare contra ti en juicio. Esta es la heredad de los siervos de Jehová, y su justicia de por mí, dijo Jehová.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.