Me dijo: Daniel, no temas, porque desde el primer día cuando dispusiste tu corazón para entender y humillarte ante tu ʼElohim, tus palabras fueron oídas, y vine a causa de ellas.
Proclamen un ayuno, convoquen solemne asamblea, reúnan a los ancianos y a todos los habitantes de la tierra en la Casa de Yavé, su ʼElohim, e invoquen a Yavé.
Cornelio respondió: Hace cuatro días a las tres de la tarde, yo hablaba con Dios en mi casa. Ahí apareció un hombre con ropa resplandeciente delante de mí
Jesús les preguntó: ¿Los que asisten al esposo pueden estar de luto mientras el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando les sea quitado el esposo, y entonces ayunarán.
¿Es éste el ayuno que Yo escogí, que el hombre aflija su alma de día, que incline la cabeza como un junco y se acueste sobre tela áspera y ceniza? ¿Llamarán a eso ayuno, es decir, día agradable a Yavé?
Dicen: ¿Para qué ayunamos, si no haces caso? ¿Humillamos nuestras almas, si no te das por entendido? Ciertamente en el día de ayuno buscan su propio deseo y oprimen a todos sus trabajadores.
Cuando ayunen, no sean como los hipócritas, quienes desfiguran sus rostros para demostrar a los hombres que ayunan. En verdad les digo, ya reciben toda su recompensa.Pero cuando tú ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara,para que no les parezca a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
¿El ayuno que Yo escogí no es más bien desatar las ligaduras de maldad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados y que rompan todo yugo?¿No es que compartas tu pan con el hambriento y albergues en casa a los pobres errantes, que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?
Pero aun ahora, Yavé dice: ¡Regresen a Mí de todo corazón, con ayuno, llanto y lamento!Rasguen su corazón, y no sus ropas. Regresen a Yavé su ʼElohim, Quien es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en misericordia, y se duele del castigo.
¿El ayuno que Yo escogí no es más bien desatar las ligaduras de maldad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados y que rompan todo yugo?
Los hombres de Nínive creyeron a ʼElohim, proclamaron ayuno y se cubrieron de tela áspera, desde el mayor hasta el menor.
Cuando éstos ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a la cual los llamé.para lo cual necesitó unos 450 años. Después de esto, estableció jueces hasta el tiempo del profeta Samuel.Entonces pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, por 40 años.Después de quitarlo, les levantó a David como rey, de quien testificó: Hallé a David hijo de Isaí, un varón según mi corazón, quien hará todas las cosas según mis deseos.De la descendencia de éste, Dios trajo a Jesús como Salvador para Israel según la promesa.Antes de su venida, Juan proclamó un bautismo de cambio de mente a todo el pueblo de Israel.Cuando Juan terminaba su carrera decía: ¿Quién suponen que soy yo? Yo no soy el Cristo, pero detrás de mí viene Uno de Quien no soy digno de desatar las sandalias de sus pies.Varones hermanos del linaje de Abraham y los temerosos de Dios: Esta Palabra de salvación fue enviada a nosotros.Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes no reconocieron a Jesús, ni las Palabras de los profetas que se leen cada sábado. Las cumplieron al condenarlo.Después de no hallar culpa de muerte, pidieron a Pilato que Él fuera asesinado.Cuando se cumplió todo lo que fue escrito con respecto a Él, lo bajaron de la cruz y lo pusieron en un sepulcro.Ayunaron y hablaron con Dios, impusieron las manos sobre ellos y los despidieron.
Él estuvo allí con Yavé 40 días y 40 noches sin comer pan ni beber agua, y escribió sobre las tablas las Palabras del Pacto: los Diez Mandamientos.
Yo en cambio, al estar ellos enfermos, Me vestía de ropa áspera Y afligía mi alma con ayuno, Hasta que mi súplica a favor de ellos me era concedida.
En cada iglesia designaron ancianos. Hablaron con Dios y ayunaron. Los encomendaron al Señor en Quien creyeron.
Y allí, junto al río de Ahava, proclamé un ayuno para humillarnos delante de nuestro ʼElohim, a fin de suplicar de Él un buen viaje para nosotros, nuestros pequeños y también toda nuestra hacienda.Tuve vergüenza de pedir infantería y caballería al rey para que nos protegiera del enemigo en el camino. Por tanto hablamos al rey: La mano de nuestro ʼElohim está a favor de todos los que lo buscan, pero su poder y su ira están contra todos los que lo abandonan.Ayunamos y pedimos a nuestro ʼElohim sobre esto, y Él atendió nuestro ruego.
Jesús regresó del Jordán lleno del Espíritu Santo y fue impulsado por el Espíritu a una región deshabitadaporque está escrito: A sus ángeles mandará para que te guarden.Y: En las manos te sostendrán para que tu pie no tropiece en piedra.Jesús le respondió: Está dicho: No tentarás al Señor tu Dios.Y cuando acabó toda tentación, el diablo se retiró de Él hasta un tiempo oportuno.Jesús regresó a Galilea con el poder del Espíritu, y la noticia con respecto a Él salió por toda la región alrededor.Enseñaba en las congregaciones de ellos y era alabado por todos.Fue a Nazaret, donde fue criado. El día sábado entró en la congregación según la costumbre y se levantó a leer.Se le dio un rollo del profeta Isaías. Lo desenvolvió y halló el lugar donde está escrito:El Espíritu del Señor está sobre Mí, porque me ungió para anunciar Buenas Noticias a los pobres. Me envió a proclamar libertad a cautivos, y restauración de vista a ciegos, a enviar en libertad a oprimidos,A proclamar el año aceptable del Señor.por 40 días para que fuera tentado por el diablo. Nada comió en aquellos días. Cuando se acabaron tuvo hambre.
Josafat tuvo temor, humilló su semblante para buscar a Yavé y proclamó un ayuno en todo Judá.El reino de Josafat tuvo paz porque su ʼElohim le dio descanso en todos lados.Así Josafat reinó sobre Judá. Tenía 35 años cuando comenzó a reinar, y reinó 25 años en Jerusalén. El nombre de su madre era Azuba, hija de Silhi.Anduvo en el camino de su padre Asa. No se apartó de él e hizo lo recto ante Yavé.Sin embargo, no fueron quitados los lugares altos, pues el pueblo aún no disponía su corazón hacia el ʼElohim de sus antepasados.Los demás hechos de Josafat, los primeros y los últimos, ciertamente están escritos en las palabras de Jehú, hijo de Hanani, el cual se menciona en el rollo de los Reyes de Israel.Después de esto, Josafat, rey de Judá, se alió con Ocozías, rey de Israel, quien actuaba muy perversamente.Se alió con él a fin de construir naves para ir a Tarsis. Construían las naves en Ezión-geber.Entonces Eliezer, hijo de Dodava, de Maresa, profetizó contra Josafat: Porque te aliaste con Ocozías, Yavé destruirá tus obras. Las naves se destrozaron y no pudieron ir a Tarsis.Los de Judá se reunieron para pedir socorro a Yavé. Acudieron de todas las ciudades de Judá para pedir ayuda a Yavé.
Entonces todo el pueblo de los hijos de Israel subió, fueron a Bet-ʼEl y lloraron. Permanecieron allí delante de Yavé y ayunaron aquel día hasta llegar la noche. Sacrificaron holocaustos y ofrendas de paz delante de Yavé.
No se nieguen el uno al otro, excepto por mutuo acuerdo durante un tiempo para que lo dediquen a hablar con Dios. Luego vuelvan a unirse, a fin de que Satanás no los tiente a causa de su falta de dominio propio.
Se reunieron en Mizpa. Sacaron agua y la derramaron delante de Yavé. Ayunaron aquel día allí y dijeron: ¡Pecamos contra Yavé! Y Samuel juzgó a los hijos de Israel en Mizpa.
Ellos le dijeron: Los discípulos de Juan ayunan y hablan con Dios con frecuencia, pero los tuyos solo comen y beben.Jesús les preguntó: ¿Pueden ayunar los que atienden al novio mientras el novio está con ellos?Pero vendrán días cuando se les quitará el novio. En aquellos días ayunarán.
Habla a todo el pueblo de esta tierra y a los sacerdotes: Cuando ustedes ayunaban y lloraban los meses quinto y séptimo durante estos 70 años, ¿ayunaban por Mí?
Cuando oí estas palabras me senté, lloré e hice duelo por algunos días. Ayuné y oré ante el ʼElohim del cielo.
Josafat tuvo temor, humilló su semblante para buscar a Yavé y proclamó un ayuno en todo Judá.
Habla a todo el pueblo de esta tierra y a los sacerdotes: Cuando ustedes ayunaban y lloraban los meses quinto y séptimo durante estos 70 años, ¿ayunaban por Mí?Cuando comen y beben, ¿no comen y beben para ustedes mismos?
En aquellos días Él subió a la montaña para hablar con Dios, y pasó toda la noche en la conversación con Dios.
¿Con qué me presentaré a Yavé y me postraré ante el ʼElohim Altísimo? ¿Me presentaré con holocaustos, con becerros añales?¿Yavé se deleita en millares de carneros o en miríadas de arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mis actos rebeldes, el fruto de mi organismo por el pecado de mi alma?Oh hombre, Él te dijo lo que es bueno, lo que Yavé pide de ti: Solo hacer justicia, amar la misericordia y andar humildemente con tu ʼElohim.
Entonces los discípulos de Juan se acercaron a Él y le preguntaron: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?Jesús les preguntó: ¿Los que asisten al esposo pueden estar de luto mientras el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando les sea quitado el esposo, y entonces ayunarán.
Porque la naturaleza humana desea contra el Espíritu, y el Espíritu contra la naturaleza humana, porque éstos se oponen entre sí para que no hagan las cosas que quieran.
Por tanto, hermanos, los exhorto por las misericordias de Dios a que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, lo cual es su adoración racional.Dedíquense unos a otros con amor fraternal. En cuanto a honor, prefiéranse unos a otros,en cuanto a diligencia, no perezosos. Sean fervientes en espíritu y sirvan al Señor.Regocíjense en la esperanza, permanezcan firmes en la aflicción, persistan en la conversación con Dios,contribuyan para las necesidades de los santos, persigan la hospitalidad.Bendigan a los que los persiguen. Bendigan y no maldigan.Gocen con los que gozan, lloren con los que lloran.Sientan lo mismo los unos hacia los otros. No sean altivos, sino asóciense con los humildes. No sean sabios según su propia opinión.No paguen a nadie mal por mal. Respeten lo bueno delante de todos los hombres.Si es posible, en lo que depende de ustedes, estén en paz con todos los hombres.No se venguen ustedes mismos, amados, sino den lugar a la ira de Dios. Porque está escrito: Mía es la venganza. Yo pagaré, dice el Señor.No sean moldeados por este mundo, sino sean transformados por la renovación de la mente, para que comprueben la voluntad de Dios, la cual es buena, aceptable y perfecta.
Por nada estén ansiosos, sino sean conocidas sus peticiones ante Dios, en toda conversación con Dios y súplica, con acción de gracias.La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
pero los que esperan en Yavé tienen nuevas fuerzas. Levantarán las alas como águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
Velen y hablen con Dios para que no entren en tentación. En verdad, el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.
Yo en cambio, al estar ellos enfermos, Me vestía de ropa áspera Y afligía mi alma con ayuno, Hasta que mi súplica a favor de ellos me era concedida.Como por mi amigo o hermano actuaba, Como el que llora por su madre, Afligido me humillaba.
Por tanto, hermanos, los exhorto por las misericordias de Dios a que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, lo cual es su adoración racional.
Porque las armas de nuestra milicia no son humanas, sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas que derriban argumentosy toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y lleva cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Como el venado anhela las corrientes de agua, Así, oh ʼElohim, te anhela mi alma.Como el que quebranta mis huesos, Mis enemigos me afrentan Mientras me dicen cada día: ¿Dónde está tu ʼElohim?¿Por qué te abates, alma mía, y gimes dentro de mí? Espera a ʼElohim, porque aún lo alabaré. ¡Salvación mía y ʼElohim mío!Mi alma tiene sed de ʼEL, del ʼElohim vivo. ¿Cuándo iré y apareceré ante ʼElohim?
Mis rodillas están débiles a causa del ayuno, Y mi carne desfallece por falta de sustancia.
Por tanto también nosotros, quienes tenemos una nube tan grande de testigos alrededor de nosotros, despojémonos de todo impedimento y pecado que nos atrapa tan fácilmente. Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.
En aquellos días, yo, Daniel, estuve afligido por espacio de tres semanas.Entonces él preguntó: ¿Entiendes por qué vine a ti? Ahora tengo que volver para luchar contra el príncipe de Persia, y ciertamente el príncipe de Grecia viene pronto.Pero te declararé lo que está escrito en el rollo de la verdad. Nadie me ayuda contra ellos, sino Miguel, el príncipe de ustedes.No comí manjar delicado, ni carne ni vino entraron en mi boca, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron tres semanas completas.
Porque andan muchos de los cuales frecuentemente les hablaba, y aún ahora les digo con lágrimas, que son enemigos de la cruz de Cristo,cuyo fin es la destrucción. Su dios es su estómago y su resplandor es su vergüenza, quienes piensan en lo terrenal.
Así que velen en todo tiempo, rueguen que tengan completa fuerza para escapar de todo esto que va a suceder y estar en pie delante del Hijo del Hombre.
Por tanto busquen primeramente el reino de Dios y la justicia de Él, y todas estas cosas se les añadirán.
Oh ʼElohim, crea en mí un corazón puro Y renueva un espíritu establecido dentro de mí.No me eches de tu Presencia, Ni quites de mí tu Santo Espíritu.Vuélveme el gozo de tu salvación, Y un espíritu noble me sustente.
Digo, pues: Vivan en el Espíritu y no satisfagan los deseos apasionados de la naturaleza humana.Porque la naturaleza humana desea contra el Espíritu, y el Espíritu contra la naturaleza humana, porque éstos se oponen entre sí para que no hagan las cosas que quieran.
Y allí, junto al río de Ahava, proclamé un ayuno para humillarnos delante de nuestro ʼElohim, a fin de suplicar de Él un buen viaje para nosotros, nuestros pequeños y también toda nuestra hacienda.
Pero cuando tú ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara,para que no les parezca a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ayunen, no sean como los hipócritas, quienes desfiguran sus rostros para demostrar a los hombres que ayunan. En verdad les digo, ya reciben toda su recompensa.
Todo el que lucha se abstiene de todo. Ellos ciertamente se abstienen para recibir una corona perecedera, pero nosotros, imperecedera.Así que, yo corro de este modo, con una meta definida. De esta manera lucho, no como el que golpea el aire.Al contrario, golpeo y esclavizo mi cuerpo, no sea que, después de predicar a otros, yo mismo sea descalificado.
Entonces volví mi rostro hacia ʼAdonay mi ʼElohim, y lo busqué en conversación con Él y ruego, con ayuno, tela áspera y ceniza.
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