pero Él me ha dicho: 'Mi gracia te es suficiente, porque mi poder se perfecciona en la debilidad'. Así que me sentiré gozosamente orgulloso en mis debilidades, para que el poder del Cristo more en mí.
El que los escucha a ustedes, a mí me escucha, y el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza, y el que me rechaza, rechaza al que me envió.
porque todo lo que ha sido creado por Dios es bueno, y no se debe rechazar nada si se toma con acción de gracias,
Aquel a quien ustedes se han acercado, es la piedra viva desechada por los hombres, pero selecta y preciosa delante de Dios;
dichosos los que son perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino del cielo; dichosos cuando los desprecien y los persigan, y digan cualquier cosa mala contra ustedes falsamente, por causa de mí. Alégrense entonces y regocíjense en gran manera, porque su recompensa es grande en el Cielo, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de ustedes.
Y todo el que no los reciba ni preste atención a sus palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudan el polvo de sus pies.
Vengan a mí todos los que están abatidos y cargados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí que soy manso[23] y humilde de corazón, y ENCONTRARÁN REPOSO PARA SUS ALMAS, porque mi yugo es placentero[24] y ligera mi carga.
Jesús les dijo: ¿Nunca han leído en las Escrituras: 'LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS CONSTRUCTORES SE HA CONVERTIDO EN LA PRINCIPAL DEL ÁNGULO. ESTO PROVINO DE YAHWEH Y ES COSA MARAVILLOSA A NUESTROS OJOS'?
Y cerca de las tres de la tarde[46], Jesús exclamó en alta voz, diciendo: ¡EL, EL[47]! ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?
Y empezó a enseñarles que era necesario que el Hijo del Hombre padeciera mucho, y fuera rechazado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que se le diera muerte y que al tercer día habría de resucitar.
Dichosos serán cuando los hombres los aborrezcan, se aparten de ustedes y los insulten, y desechen su nombre como si fueran malos, por causa del Hijo del Hombre. Regocíjense en ese día y dancen de júbilo, porque su recompensa es grande en el Cielo, pues de este modo trataban los padres de ellos a los profetas.
y en cuanto a los que no los reciban, al salir de aquella ciudad sacúdanse incluso el polvo de sus pies en testimonio contra ellos.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que hasta dio a su Hijo Unigénito, para que todo el que crea en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna, porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por medio de Él.
A ustedes el mundo no puede aborrecerlos, pero a mí me aborrece porque yo doy testimonio contra él de que sus acciones son malas.
Si el mundo los aborrece, sepan que me ha aborrecido a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero no son del mundo, sino que yo los elegí de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece.
Les he hablado estas cosas para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción, pero tengan ánimo, yo he vencido al mundo.
ESTE ES LA PIEDRA QUE DESECHARON USTEDES LOS EDIFICADORES, Y ÉL HA VENIDO A SER LA PRINCIPAL DEL ÁNGULO,
A este Moisés, a quien habían negado diciendo: '¿QUIÉN TE HA CONSTITUÍDO POR GOBERNANTE Y JUEZ SOBRE NOSOTROS?', a este mismo, Dios envió como gobernante y su libertador por medio del ángel que se le apareció en la zarza.
El Señor le dijo: Levántate y ve, porque él me es instrumento elegido para llevar mi Nombre a los gentiles, a los reyes y entre los hijos de Israel,
pero no solamente en esto, sino que también nos gloriamos en nuestras aflicciones, porque comprendemos que la aflicción perfecciona la paciencia en nosotros, y la paciencia produce experiencia, y la experiencia, confianza; y la confianza no confunde, porque el amor de Dios es derramado en nuestros corazones por el espíritu santo que nos fue dado.
Así pues, no hay condenación para los que, estando en Jesucristo, no andan conforme a la carne,
¿Qué diremos, pues, acerca de esto? Si Dios está a favor nuestro, ¿quién contra nosotros?
porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada podrán apartarme del amor de Dios que es por medio de nuestro Señor Jesucristo.
tal como está escrito: 'HE AQUÍ, PONGO EN SION UNA PIEDRA DE TROPIEZO Y UNA ROCA DE ESCÁNDALO, PERO EL QUE CREA EN ÉL NO SERÁ CONFUNDIDO'.
y no sean conforme a este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, y disciernan cuál es la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
y ha escogido a los de baja condición en el mundo, a los menospreciados, a los que son nada, para invalidar a los que son algo,
pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no ha sido en vano para conmigo, sino que he trabajado con afán mucho más que todos ellos, no yo, sino la gracia de Él que ha sido conmigo.
Bendito es Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, que nos consuela en todas nuestras aflicciones para que nosotros seamos capaces también de consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con el cual somos consolados por Dios,
En todo somos afligidos, pero no estamos agobiados; fatigados, pero no vencidos; perseguidos, pero no desamparados; abatidos, pero no destruídos;
De modo que todo el que está en el Cristo, es nueva criatura; las cosas viejas pasaron
pero Él me ha dicho: 'Mi gracia te es suficiente, porque mi poder se perfecciona en la debilidad'. Así que me sentiré gozosamente orgulloso en mis debilidades, para que el poder del Cristo more en mí. Por eso, por causa del Cristo me complazco en las debilidades, en insultos, en aflicciones, en persecuciones y en prisiones, pues cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Ahora, pues, ¿procuro la aprobación de los hombres o de Dios, o pretendo agradar a los hombres? Porque si hasta ahora hubiera agradado a los hombres, no sería siervo del Cristo.
porque con el Cristo fui crucificado, y ya no vivo yo, sino que el Cristo vive en mí. Y lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
según nos escogió de antemano en Él desde antes de que el mundo fuera establecido, para que fuéramos santos e irreprensibles delante de Él, y nos predestinó para Él con amor, y nos adoptó como hijos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,
para que sea alabada la gloria de su gracia, la cual Él nos ha impartido abundantemente por medio de su Amado,
porque somos creación suya, creados por medio de Jesucristo para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
Por tanto, ustedes ya no son extranjeros ni advenidizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios,
y nos libertó del dominio de las tinieblas, y nos trasladó al reino de su Hijo amado, en quien tenemos redención y perdón de pecados.
Y el mismo Dios de paz los santifique por completo a todos ustedes, y mantenga irreprensible todo su espíritu, alma y cuerpo, hasta la venida de nuestro Señor Jesucriso. Fiel es el que los llamó, y Él lo hará.
Y que nuestro Señor Jesucristo y Dios nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha dado consolación eterna y buena esperanza por su gracia, consuele sus corazones y los afirme en toda palabra y en toda buena obra.
porque no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de poder, de amor y de exhortación[1].
En mi primera defensa nadie estuvo de mi parte, sino que todos me abandonaron. No les tomes en cuenta esto. Pero mi Señor estuvo conmigo, y me ha fortalecido para que por mí se cumpliera la predicación y que oyeran todos los gentiles. Y fui librado de la boca del león,
porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestra debilidad, sino que tenemos uno que fue tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de su gracia para recibir misericordia y hallar gracia para ser auxiliados en tiempo de aflicción.
Por tanto, no pierdan la confianza que tienen, porque está preparada para ella una gran recompensa, por cuanto les es necesaria la perseverancia para que hagan la voluntad de Dios y obtengan la promesa,
Que su mente no se complazca en el dinero, sino que lo que tengan les sea suficiente, porque Yahweh mismo dice: 'NO TE DEJARÉ NI TE DESAMPARARÉ', de modo que podemos decir confiadamente: MI SEÑOR ES MI AYUDADOR, NO TENDRÉ TEMOR; ¿QUÉ PUEDE HACERME EL HOMBRE?
Hermanos míos, tengan pleno gozo cuando entre en muchas y variadas pruebas, porque ustedes saben que la prueba de la fe les hará obtener paciencia; y que la paciencia sea obra completa, para que sean maduros y plenos, sin que nada les falte.
Sujétense, pues, a Dios; resistan al Adversario y huirá de ustedes; acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes. Limpien sus manos, pecadores, y ustedes los de doble ánimo, santifiquen sus corazones;
Aquel a quien ustedes se han acercado, es la piedra viva desechada por los hombres, pero selecta y preciosa delante de Dios; y también ustedes, cual piedras vivas, sean edificados y sean templos espirituales y sacerdotes santos, para ofrecer sacrificios espirituales aceptos ante Dios por medio de Jesucristo,
pero ustedes son linaje escogido, para que sirvan como sacerdotes para el reino; pueblo santo, congregación redimida para que anuncien las glorias de Aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable, los que en otro tiempo no eran considerados pueblo, pero ahora son pueblo de Dios, y no había misericordia para ustedes, pero ahora ha sido derramada sobre ustedes misericordia.
Y si padecen por causa de la justicia, dichosos son. Y no teman a los que tratan de atemorizarlos, ni se perturben,
Pero el Dios de gracia que nos llamó a su gloria eterna por medio de Jesucristo, es quien nos ha permitido, mientras padecemos estas leves aflicciones, que seamos fortalecidos, afirmados y establecidos en Él para siempre.
Miren cuán grande es el amor del Padre por nosotros, que nos llamó y nos ha hecho hijos. Por eso el mundo no nos conoce, porque a Él tampoco lo conoce.
pero ustedes son hijos de Dios y los han vencido a ellos, porque mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo.
En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera al temor, porque el temor proviene de la desconfianza, y al que teme no ha sido perfeccionado en el amor. Así que nosotros amamos a Dios porque Él nos amó primero.
Porque todo el que es nacido de Dios vence al mundo, y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.
Busquen, pues, primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Mi Dios, pues, suplirá para toda su necesidad, según sus riquezas, en la gloria de Jesucristo.
gócense en su esperanza, y sean pacientes en sus aflicciones, siendo constantes en la oración.
pero ustedes son linaje escogido, para que sirvan como sacerdotes para el reino; pueblo santo, congregación redimida para que anuncien las glorias de Aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable,
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