Quien a vosotros oye, a mí me oye; y quien a vosotros desprecia, a mí me desprecia. Y el que a mí me desprecia, desprecia a aquel que me envió'.
Mas primero es menester, que él padezca mucho, y que sea reprobado(o) de esta generación.
Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia(k), porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois, cuando os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren todo mal(l) contra vosotros, mintiendo, por mi causa. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón muy grande es en los cielos; pues así también persiguieron a los profetas, que fueron antes de vosotros.
Y todo el que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, al salir fuera de la casa, o de la ciudad(s), sacudid el polvo de vuestros pies.
Venid a mí, todos los que estáis trabajados y cargados(g), y yo os aliviaré. Traed mi yugo sobre vosotros(h), y aprended de mí, que manso soy y humilde(i) de corazón; y hallaréis reposo para vuestras almas. Porque mi yugo suave es, y mi carga ligera(j)'.
Jesús les dice: '¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los que edificaban, ésta fue puesta por cabeza de esquina: por el Señor fue esto hecho, y es cosa maravillosa en nuestros ojos(a)?
Y cerca de la hora de nona clamó Jesús con grande voz, diciendo: 'Eli, Eli, ¿Lamma Sabacthani?', esto es: 'Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado(f)?'
Y comenzó a declararles, que convenía que el Hijo del hombre padeciese muchas cosas, y que fuese desechado(s) por los ancianos, y por los príncipes de los sacerdotes, y por los escribas, y que fuese entregado a la muerte, y que resucitase después de tres días.
Bienaventurados seréis, cuando os aborrecieren los hombres, y os apartaren de sí(n), y os ultrajaren, y desecharen vuestro nombre, como malo, por el Hijo del hombre. Gozaos en aquel día, y regocijaos, porque vuestro galardón grande es en el cielo; porque de esta manera trataban a los profetas los padres de ellos.
Y todos los que no os recibieren, al salir de aquella ciudad, sacudid aun el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos'.
Porque de tal manera amó Dios al mundo(p), que dio a su Hijo unigénito(q); para que todo aquel que cree en él, no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque no envió Dios su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él(r).
No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.
Si el mundo os aborrece, sabed que me aborreció a mí antes que a vosotros(s). Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo que era suyo(t); mas porque no sois del mundo, antes yo os escogí del mundo, por eso os aborrece el mundo.
Esto os he dicho, para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis apretura. Mas tened confianza, que yo he vencido al mundo(x)”.
Buscad pues primeramente el reino de Dios, y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: