
¡Ah, Señor! Tú has hecho el cielo y la tierra con tu gran fuerza y tu brazo poderoso: para ti no hay nada imposible.
Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: 'Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible'.
¿No lo saber acaso? ¿Nunca lo has escuchado? El Señor es un Dios eterno, él crea los confines de la tierra; no se fatiga ni se agota, su inteligencia es inescrutable.
Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad; porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Tuyo, Señor, es el reino; tú te elevas por encima de todo. De ti proceden la riqueza y la gloria; tú lo gobiernas todo, en tu mano están el poder y la fuerza, es tu mano la que engrandece y afianza todas las cosas.
No se fíen de la violencia, ni se ilusionen con lo robado; aunque se acrecienten las riquezas no pongan el corazón en ellas.
Y oí algo parecido al clamor de una enorme multitud, al estruendo de una catarata y al estallido de violentos truenos. Y decían: '¡Aleluya! Porque el Señor, nuestro Dios, el Todopoderoso, ha establecido su Reino.
ya que sus atributos invisibles -su poder eterno y su divinidad- se hacen visibles a los ojos de la inteligencia, desde la creación del mundo, por medio de sus obras. Por lo tanto, aquellos no tienen ninguna excusa:
El es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser. El sostiene el universo con su Palabra poderosa, y después de realizar la purificación de los pecados, se sentó a la derecha del trono de Dios en lo más alto del cielo.
¡Y esto no es más que un vestigio de su poder! ¡Qué eco tan débil percibimos de él! ¿Quién entenderá, entonces, su poderío atronador?
Yo formo la luz y creo las tinieblas, hago la felicidad y creo la desgracia: yo, el Señor, soy el que hago todo esto.
Dios dijo a Moisés: 'Yo soy el que soy'. Luego añadió: 'Tú hablarás así a los israelitas: 'Yo soy' me envió a ustedes'.
Porque todo viene de él, ha sido hecho por él, y es para él. ¡A él sea la gloria eternamente! Amén.
elimina la guerra hasta los extremos del mundo; rompe el arco, quiebra la lanza y prende fuego a los escudos.
¿Y quién es ese Rey de la gloria? Es el Señor, el fuerte, el poderoso, el Señor poderoso los combates.
¿Quién es como tú, Señor, entre los dioses? ¿Quién, como tú, es admirable entre los santos, terrible por tus hazañas, autor de maravillas?
pero él me respondió: 'Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad'. Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo.
El cuenta el número de las estrellas y llama a cada una por su nombre: nuestro Señor es grande y poderoso, su inteligencia no tiene medida.
Así habla el Señor, tu redentor, el que te formó desde el seno materno: Soy yo, el Señor, el que hago todas las cosas; yo solo despliego los cielos, yo extiendo la tierra, ¿y quién está conmigo?
porque el Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, valeroso y temible, que no hace acepción de personas ni se deja sobornar.
Manifestación que hará aparecer a su debido tiempo el bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad y habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver. ¡A él sea el honor y el poder para siempre! Amén.
Yo soy el mismo desde siempre, y no hay nadie que libre de mi mano: lo que yo hago ¿quién lo revocará?
Daniel tomó la palabra y exclamó: 'Bendito sea el nombre de Dios, desde siempre y para siempre, porque a él pertenecen la sabiduría y la fuerza. El hace alternar los tiempos y las estaciones, él depone y entroniza a los reyes, da la sabiduría a los sabios y el conocimiento a los que saben discernir. El revela las cosas profundas y ocultas, conoce lo que está en las tinieblas y la luz habita junto a él.
Con su poder él hizo la tierra, con su sabiduría afianzó el mundo, y con su inteligencia extendió el cielo.
Yo soy el Señor, y no hay otro, no hay ningún Dios fuera de mí. Yo hice empuñar las armas, sin que tú me conocieras, para que se conozca, desde el Oriente y el Occidente, que no hay nada fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro.
¿Qué diremos después de todo esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
Dios es temible en el consejo de los santos, más grande y terrible que cuantos están a su alrededor?
Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
porque en él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra los seres visibles y los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de él y para él.
El está sentado sobre la cúpula de la tierra, donde los habitantes son como langostas. El extiende los cielos como un tul, los despliega como una carpa para habitar en ellos.
que gobierna eternamente con su fuerza; sus ojos vigilan a las naciones, y los rebeldes no pueden sublevarse. Pausa
¡Es el Todopoderoso, y no lo podemos alcanzar! El es sublime por su fuerza y su equidad, grande por su justicia y no oprime a nadie.
El señor es lento para enojarse, pero es grande en poder y no deja a nadie impune. Bet El camina en la tempestad y el huracán, la nube es el polvo de sus pies. Guímel
y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos.
Así habla Dios, el Señor, el que creó el cielo y lo desplegó, el que extendió la tierra y lo que ella produce, el que da el aliento al pueblo que la habita y el espíritu a los que caminan por ella.
Yo anuncio el final desde el comienzo, y desde mucho antes, lo que aún no ha sucedido; yo digo: 'Mi designio se cumplirá y haré todo lo que me agrade'.
El Señor hace todo lo que quiere en el cielo y en la tierra, en el mar y en los océanos.
¡A aquel que es capaz de hacer infinitamente más de lo que podemos pedir o pensar, por el poder que obra en nosotros,
'Tú eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder. Porque has creado todas las cosas: ellas existen y fueron creadas por tu voluntad'.
Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.
El me respondió: Esta es la palabra del Señor acerca de Zorobabel: ¡No por el poder ni por la fuerza, sino por mi espíritu...! -dice el Señor de los ejércitos.
¡Reina el Señor, revestido de majestad! El Señor se ha revestido, se ha ceñido de poder. El mundo está firmemente establecido: ¡no se moverá jamás!
¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡Todo lo hiciste con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas! Allí está el mar, grande y dilatado, donde se agitan, en número incontable, animales grandes y pequeños.
Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos -oráculo del Señor-. Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y a los pensamientos de ustedes.
porque ¿quién es Dios fuera del Señor? ¿y quién es la Roca fuera de nuestro Dios? El es el Dios que me ciñe de valor y hace intachable mi camino;
No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.
Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede.
Yo me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como el Dios Todopoderoso, pero no me di a conocer a ellos con mi nombre 'el Señor'.
No tiembles delante de ellos, porque en medio de ti está el Señor, tu Dios, el Dios grande y temible,
El Angel del Señor se le apareció y le dijo: 'El Señor está contigo, valiente guerrero'.
¿Acaso hay algo imposible para el Señor? Cuando yo vuelva a verte para esta época, en el año entrante, Sara habrá tenido un hijo'.
con la alabanza de los niños y de los más pequeños, erigiste una fortaleza contra tus adversarios para reprimir al enemigo y al rebelde. Al ver el cielo, obra de tus manos, la luna y la estrellas que has creado:
Pero preferí dejarte con vida, para mostrarte mi poder y para que mi Nombre sea pregonado por toda la tierra.
La hierba se seca, la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre'.
A ti se te hicieron ver todas estas cosas, para que sepas que el Señor es Dios, y que no hay otro dios fuera de él.
¡Despierta, despierta, revístete de poder, brazo del Señor! ¡Despierta como en los días antiguos, como en las generaciones pasadas! ¿No eres tú el que hace pedazos a Rahab, el que traspasa al Dragón?
Pero más fuerte que las aguas impetuosas, más fuerte que el oleaje del mar, es el Señor en las alturas.
Con su poder, él hizo la tierra, con su sabiduría, afianzó el mundo, y con su inteligencia extendió el cielo.
Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa'.
El Señor tiene su trono sobre las aguas celestiales, el Señor se sienta en su trono de Rey eterno.
así sucede con la palabra que sale de mi boca: ella no vuelve a mí estéril, sino que realiza todo lo que yo quiero y cumple la misión que yo le encomendé.
¡Ya está! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
¿No es el alfarero dueño de su arcilla, para hacer de un mismo material una vasija fina o una ordinaria?
Y también le dice: Tú, Señor, al principio fundaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos. Ellos desaparecerán, pero tú permaneces. Todos se gastarán como un vestido y los enrollarás como un manto: serán como un vestido que se cambia. Pero tú eres siempre el mismo, y tus años no tendrán fin.
Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad y te envuelves con un manto de luz. Tú extendiste el cielo como un toldo
pero el designio del Señor permanece para siempre, y sus planes, a lo largo de las generaciones.
En él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano -según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad-
ellas hablan del esplendor de tu gloria, y yo también cantaré tus maravillas. Vau Ellas publican tus tremendos prodigios y narran tus grandes proezas. Zain
Salmo de Asaf. El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el ocaso.
Así habla el Señor, el que abrió un camino a través del mar y un sendero entre las aguas impetuosas; el que hizo salir carros de guerra y caballos, todo un ejército de hombres aguerridos; ellos quedaron tendidos, no se levantarán, se extinguieron, se consumieron como una mecha.
Sabemos, además, que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que él llamó según su designio.
Pero no es como ellos la Parte de Jacob, porque él ha modelado todas las cosas; Israel es la tribu de su herencia, su nombre es Señor de los ejércitos.
Vengan a ver las obras del Señor, las cosas admirables que hizo por los hombres: él convirtió el Mar en tierra firme, a pie atravesaron el Río. Por eso, alegrémonos en él,
Soy yo el que hice la tierra y he creado al hombre sobre ella; mis manos extendieron el cielo y yo dirijo todo su ejército.
Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que vendrá, el Todopoderoso.
que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder. Lámed Así manifestarán a los hombres tu fuerza y el glorioso esplendor de tu reino: Mem
Hasta que envejezcan, yo seré siempre el mismo, y hasta que encanezcan, yo los sostendré. Yo he obrado, y me haré cargo de eso: los sostendré y los libraré.
Moisés respondió: 'Apenas salga de la ciudad, extenderé mis manos al Señor, y cesarán los truenos y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra pertenece al Señor.
Hasta ahora, ustedes no tuvieron tentaciones que superen sus fuerzas humanas. Dios es fiel, y él no permitirá que sean tentados más allá de sus fuerzas. Al contrario, en el momento de la tentación, les dará el medio de librarse de ella, y los ayudará a soportarla.
Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad.
¡reconozcan el poder del Señor! Su majestad brilla sobre Israel y su poder, sobre las nubes.
¿Quién abarcó el espíritu del Señor y qué consejero lo instruyó? ¿Con quién se aconsejó para que le hiciera comprender, para que le enseñara el sendero del derecho, para que le enseñara la ciencia y le hiciera conocer el camino de la inteligencia?
Tú das prueba de fidelidad a millares, y retribuyes la iniquidad de los padres en el pecho de sus hijos después de ellos. ¡Dios grande y fuerte, cuyo nombre es Señor de los ejércitos, grande en consejo y poderoso en obras, que tienes los ojos abiertos sobre los caminos de los hombres, para dar a cada uno según su conducta y según el fruto de sus acciones!
Porque el Señor es un Dios grande, el soberano de todos los dioses: en su mano están los abismos de la tierra, y son suyas las cumbres de las montañas; suyo es el mar, porque él lo hizo, y la tierra firme, que formaron sus manos.
Cantaré al Señor toda mi vida; mientras yo exista, celebraré a mi Dios: que mi canto le sea agradable, y yo me alegraré en el Señor.
Nuestro Dios, a quien servimos, puede salvarnos del horno de fuego ardiente y nos librará de tus manos. Y aunque no lo haga, ten por sabido, rey, que nosotros no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que tú has erigido'.
Moisés dijo al pueblo: 'Guarden el recuerdo de este día en que ustedes salieron de Egipto, ese lugar de esclavitud, porque el Señor los sacó de allí con el poder de su mano. Este día, no comerán pan fermentado.
Porque así habla el Señor, el que creó el cielo y es Dios, el que modeló la tierra, la hizo y la afianzó, y no la creó vacía, sino que la formó para que fuera habitada: Yo soy el Señor, y no hay otro.
¡Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión! El reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de ti;
También esto procede del Señor de los ejércitos, admirable por su consejo y grande por su destreza.
¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré! Yo te llevo grabada en las palmas de mis manos, tus muros están siempre ante mí.
Y Esdras dijo: '¡Tú eres el Señor, sólo tú! Tú hiciste los cielos, lo más alto del cielo y todo su ejército, la tierra y todo lo que hay en ella, los mares y todo lo que contienen. A todo eso le das vida. y el ejército del cielo se postra ante ti.
El Señor es mi fuerza y mi protección; él fue mi salvación. Un grito de alegría y de victoria resuena en las carpas de los justos: 'La mano del Señor hace proezas, la mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas'.
No te irrites, Señor, hasta el exceso, no te acuerdes para siempre de las culpas. ¡Mira que todos nosotros somos tu Pueblo!
Ahora que estoy viejo y lleno de canas, no me abandones, Dios mío, hasta que anuncie las proezas de tu brazo a la generación que vendrá.
con la palabra de verdad, con el poder de Dios; usando las armas ofensivas y defensivas de la justicia;
¿Quién es ese que llega desde Edóm, desde Bosrá, con las ropas enrojecidas? ¿Quién es ese, ataviado espléndidamente, que se yergue con la plenitud de su poder? -Soy yo, el que habla con justicia, yo, el poderoso para salvar.
El Señor le respondió: 'Yo voy a establecer una alianza. A la vista de todo el pueblo, realizaré maravillas como nunca se han hecho en ningún país ni en ninguna nación. El pueblo que está contigo verá la obra del Señor, porque yo haré cosas tremendas por medio de ti.
Tú creaste mis entrañas, me plasmaste en el seno de mi madre: te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable. ¡Qué maravillosas son tus obras! Tú conocías hasta el fondo de mi alma
El Dios de los tiempos antiguos es un refugio, y sus brazos obran desde siempre aquí abajo. El expulsó a tus enemigos delante de ti y ordenó ¡Extermina!
y dijo: 'Señor, Dios de nuestros padres, ¿acaso no eres tú el Dios del cielo y el que dominas a todos los reinos de las naciones? ¿No están en tu mano la fuerza y el poder, sin que nadie pueda resistirte?
El hace alternar los tiempos y las estaciones, él depone y entroniza a los reyes, da la sabiduría a los sabios y el conocimiento a los que saben discernir.
¿Por qué no había nadie cuando vine ni respondió nadie cuando llamé? ¿Será demasiado corta mi mano para rescatar? ¿No tengo fuerza para librar? Yo, con una amenaza, seco el mar y hago de los ríos un desierto; sus peces se pudren por falta de agua y se mueren de sed.
y cantaban el canto de Moisés, el servidor de Dios, y el canto del Cordero, diciendo: '¡Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los pueblos! ¿Quién dejará de temerte, Señor, quién no alabará tu Nombre? Sólo tú eres santo, y todas las naciones vendrán a adorarte, porque se ha manifestado la justicia de tus actos'.
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