“¿Acaso soy yo Dios de cerca, y no Dios de lejos?, dice el SEÑOR.¿Acaso podrá alguien ocultarse en escondrijos para que yo no lo vea?, dice el SEÑOR. ¿Acaso no lleno yo el cielo y la tierra?, dice el SEÑOR.
y enseñándoles que guarden todas las cosas que les he mandado. Y he aquí, yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.
para que busquen a Dios, si de alguna manera, aun a tientas, palparan y le hallaran. Aunque, a la verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros;porque “en él vivimos, nos movemos y somos”. Como también han dicho algunos de sus poetas: “Porque también somos linaje de él”.
Oh SEÑOR, tú me has examinado y conocido.aun allí me guiará tu mano y me asirá tu diestra.Si digo: “Ciertamente, las tinieblas me encubrirán y se hará noche la luz que me rodea”,aun las tinieblas no encubren de ti y la noche resplandece como el día. Lo mismo te son las tinieblas que la luz.Porque tú formaste mis entrañas; me entretejiste en el vientre de mi madre.Te doy gracias, porque hashecho maravillas. Maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.No fueron encubiertos de ti mis huesos a pesar de que fui hecho en lo oculto y entretejido en lo profundo de la tierra.Tus ojos vieron mi embrión y en tu libro estaba escrito todo aquello que a su tiempo fue formado, sin faltar nada de ello.¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!Si los enumerara, serían más que la arena. Despierto, y aún estoy contigo.¡Oh Dios, si dieras muerte al impío de modo que los sanguinarios se apartaran de mí!Tú conoces cuando me siento y cuando me levanto; desde lejos entiendes mi pensamiento.
Porque así ha dicho el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo: “Yo habito en las alturas y en santidad; pero estoy con el de espíritu contrito y humillado, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los oprimidos.
El SEÑOR ve desde los cielos; mira a todos los hijos del hombre.Desde el lugar de su morada observa a todos los habitantes de la tierra.
Cercano está el SEÑOR a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de verdad.
Respondió Jesús y le dijo: —Si alguno me ama, mi palabra guardará. Y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada con él.
Reconoce, pues, hoy y considera en tu corazón que el SEÑOR es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra, y no hay otro.
Sean sus costumbres sin amor al dinero, contentos con lo que tienen ahora porque él mismo ha dicho: Nunca te abandonaré ni jamás te desampararé.
Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón; él salvará a los contritos de espíritu.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y cuando pases por los ríos, no te inundarán. Cuando andes por el fuego, no te quemarás ni la llama te abrasará.
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, y contemplamos su gloria, como la gloria del unigénito del Padre lleno de gracia y de verdad.
Alto sobre todas las naciones es el SEÑOR; sobre los cielos es su gloria.¡Quién como el SEÑOR nuestro Dios, el que mora en lo altoy se humilla para mirar en el cielo y en la tierra!
Si digo: “Ciertamente, las tinieblas me encubrirán y se hará noche la luz que me rodea”,aun las tinieblas no encubren de ti y la noche resplandece como el día. Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
“Pero, ¿es verdad que Dios ha de habitar sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener. ¡Cuánto menos este templo que he edificado!
“Permanezcan en mí, y yo en ustedes. Como la rama no puede llevar fruto por sí sola si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en mí.
“Estén quietos y reconozcan que yo soy Dios. Exaltado he de ser entre las naciones; exaltado seré en la tierra”.
Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
El uno proclamaba al otro diciendo: —¡Santo, santo, santo es el SEÑOR de los Ejércitos! ¡Toda la tierra está llena de su gloria!
No existe cosa creada que no sea manifiesta en su presencia. Más bien, todas están desnudas y expuestas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
»No obstante, el Altísimo no habita en casas hechas por mano, como dice el profeta: El cielo es mi trono, y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificarán?, dice el Señor. ¿Cuál será el lugar de mi reposo?
No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia’.
He aquí que yo estoy contigo; yo te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra. No te abandonaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
“¡Canta y alégrate, oh hija de Sion, porque he aquí que vengo y habitaré en medio de ti!, dice el SEÑOR.En aquel día se unirán al SEÑOR muchas naciones y serán mi pueblo. Y habitaré en medio de ti”. Entonces conocerán que el SEÑOR de los Ejércitos me ha enviado a ti.
Así ha dicho el SEÑOR: “El cielo es mi trono, y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Dónde está esa casa que me edificarán? ¿Dónde está ese lugar para mi reposo?
Confía en el SEÑOR con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia.Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas.
“Pero, ¿es verdad que Dios ha de habitar con los hombres sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener. ¡Cuánto menos este templo que he edificado!
“Harás para mí un altar de tierra, y sobre él sacrificarás tus holocaustos y ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas. En cualquier lugar donde yo haga recordar mi nombre vendré a ti y te bendeciré.
Nadie ha visto a Dios jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
Tus ojos vieron mi embrión y en tu libro estaba escrito todo aquello que a su tiempo fue formado, sin faltar nada de ello.
Por el SEÑOR son afirmados los pasos del hombre, y él se complacerá en su camino.Si cae, no quedará postrado porque el SEÑOR sostiene su mano.
Él es el que está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos habitantes le son como langostas. Él despliega los cielos como un velo y los extiende como una tienda para habitar.
Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni principados ni lo presente ni lo porvenir ni poderesni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Pero el Señor sí estuvo conmigo y me dio fuerzas para que, por medio de mí, fuera cumplida la predicación, y que todos los gentiles escucharan. Y fui librado de la boca del león.
No dirán: “¡Miren, aquí está!” o “¡Allí está!”. Porque el reino de Dios está en medio de ustedes.
¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, que mora en ustedes, el cual tienen de Dios, y que no son de ustedes?
Porque mis ojos están sobre todos sus caminos; no están ocultos delante de mí ni su maldad se esconde de mis ojos.
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
»¿Alcanzarás tú las cosas profundas de Dios? ¿Alcanzarás el propósito del Todopoderoso?Es más alto que los cielos; ¿qué puedes hacer? Es más profundo que el Seol; ¿qué puedes saber?Su dimensión es más extensa que la tierra y más ancha que el mar.
¿No lo has sabido? ¿No has oído que el SEÑOR es el Dios eterno que creó los confines de la tierra? No se cansa ni se fatiga, y su entendimiento es insondable.
Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia y con cánticos de liberación me rodearás. Selah “Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos.
El SEÑOR es quien va delante de ti. Él estará contigo; no te dejará ni te desamparará. ¡No temas ni te atemorices!”.
Yo soy el SEÑOR, y no hay otro. Aparte de mí no hay Dios. Yo te ciño, aunque tú no me conoces,para que desde el nacimiento del sol y hasta el occidente se sepa que no hay nadie más que yo. Yo soy el SEÑOR, y no hay otro.
Pero, ¿quién ha de ser capaz de construirle una casa, siendo que los cielos y los cielos de los cielos no lo pueden contener? ¿Quién, pues, soy yo para que le construya una casa, aunque sea solo para quemar incienso delante de él?
¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!Si los enumerara, serían más que la arena. Despierto, y aún estoy contigo.
¡Busquen al SEÑOR mientras puede ser hallado! ¡Llámenlo en tanto que está cercano!Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos. Vuélvase al SEÑOR, quien tendrá de él misericordia; y a nuestro Dios, quien será amplio en perdonar.“Porque mis pensamientos no son sus pensamientos ni sus caminos son mis caminos, dice el SEÑOR.Como son más altos los cielos que la tierra, así mis caminos son más altos que sus caminos, y mis pensamientos más altos que sus pensamientos.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos están atentos a sus oraciones. Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal .
Oh SEÑOR, ¿no buscan tus ojos la fidelidad? Tú los azotaste, y no les dolió; los consumiste, pero rehusaron recibir corrección. Endurecieron sus caras más que la piedra y rehusaron volver.
Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas te refugiarás; escudo y defensa es su verdad.
Porque de él y por medio de él y para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
No permitirá que resbale tu pie ni se adormecerá el que te guarda.He aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel.
En su mano están las profundidades de la tierra; suyas son las alturas de los montes.Suyo es el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca.
He aquí que en las palmas de mis manos te tengo grabada; tus murallas están siempre delante de mí.
También hay diversidad de actividades, pero el mismo Dios es el que realiza todas las cosas en todos.
De día mandará el SEÑOR su misericordia; y de noche su canción estará conmigo, la oración al Dios de mi vida.
¿Qué acuerdo puede haber entre un templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo .
Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Y cuando hubo hecho la purificación de nuestros pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.
¿No se venden cinco pajaritos por dos moneditas? Pues ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.Pero aun los cabellos de la cabeza de ustedes están todos contados. No teman; más valen ustedes que muchos pajaritos.
“No temas, porque yo estoy contigo. Del oriente traeré a tus descendientes, y del occidente te recogeré.
Lámpara del SEÑOR es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más recóndito del ser.
Te doy gracias, porque hashecho maravillas. Maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.
Pero ahora, así ha dicho el SEÑOR, el que te creó, oh Jacob; el que te formó, oh Israel: “No temas, porque yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre; tú eres mío.“Ustedes son mis testigos, dice el SEÑOR; mi siervo que yo escogí, para que me conozcan y me crean, a fin de que entiendan que Yo Soy. Antes de mí no fue formado ningún dios ni lo será después de mí.Yo, yo el SEÑOR; fuera de mí no hay quien salve.Yo anuncié y salvé; yo proclamé, y no algún dios extraño entre ustedes. Ustedes son mis testigos, y yo soy Dios, dice el SEÑOR.Aun antes que hubiera día, Yo Soy, y no hay quien pueda librar de mi mano. Lo que hago, ¿quién lo deshará?”. Así dice el SEÑOR, su Redentor, el Santo de Israel: “Por la causa de ustedes enviaré a Babilonia, y haré descender a todos como fugitivos; y aun a los caldeos en sus naves de placer.Yo soy el SEÑOR, el Santo de ustedes, el Creador de Israel, su Rey”.Así ha dicho el SEÑOR —el que abre camino en el mar, y senda en las aguas impetuosas;el que saca al carro y al caballo y al ejército junto con su poderío, y yacen para no levantarse jamás; son extinguidos y apagados como una mecha—:“No se acuerden de las cosas pasadas ni consideren las cosas antiguas.He aquí que yo hago una cosa nueva; pronto surgirá. ¿No la conocerán? Otra vez les haré un camino en el desierto, y ríos en el sequedal.Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y cuando pases por los ríos, no te inundarán. Cuando andes por el fuego, no te quemarás ni la llama te abrasará.
“Perfecto es el camino de Dios; probada es la palabra del SEÑOR. Él es escudo a todos los que en él se refugian.Porque, ¿quién es Dios fuera del SEÑOR? ¿Quién es Roca fuera de nuestro Dios?
Mi mano hizo todas estas cosas; es así como todas estas cosas llegaron a existir, dice el SEÑOR. Pero a este miraré con aprobación: al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios que habitar en moradas de impiedad.
para que Cristo habite en sus corazones por medio de la fe de modo que, siendo arraigados y fundamentados en amor,
No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no los dejará ser tentados más de lo que ustedes pueden soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la puedan resistir.
Entonces tus oídos oirán a tus espaldas estas palabras: “¡Este es el camino; anden por él, ya sea que vayan a la derecha o a la izquierda!”.
Dios dijo a Moisés: —YO SOY EL QUE SOY. —Y añadió—: Así dirás a los hijos de Israel: “YO SOY me ha enviado a ustedes”.
Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad para con los que guardan su pacto y sus testimonios.
Les daré un corazón para que me conozcan, pues yo soy el SEÑOR. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón.
Aunque yo camine en medio de la angustia, tú me preservarás la vida. Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano y me salvará tu diestra.
Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.Como el Padre me conoce, yo también conozco al Padre y pongo mi vida por las ovejas.
Sin embargo, oh SEÑOR, tú me conoces. Tú me has visto y has probado cómo es mi corazón para contigo. Sepáralos, como a ovejas destinadas para el matadero; apártalos para el día de la matanza.
porque Dios es el que produce en ustedes tanto el querer como el hacer para cumplir su buena voluntad.
Él le dijo: —Sal y ponte de pie en el monte, delante del SEÑOR. Y he aquí que el SEÑOR pasaba. Un grande y poderoso viento destrozaba las montañas y rompía las peñas delante del SEÑOR, pero el SEÑOR no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto, pero el SEÑOR no estaba en el terremoto.Después del terremoto hubo un fuego, pero el SEÑOR no estaba en el fuego. Después del fuego hubo un sonido apacible y delicado.
Como son más altos los cielos que la tierra, así mis caminos son más altos que sus caminos, y mis pensamientos más altos que sus pensamientos.
Levanten en alto sus ojos y miren quién ha creado estas cosas. Él saca y cuenta al ejército de ellas; a todas llama por su nombre. Por la grandeza de su vigor y el poder de su fuerza, ninguna faltará”.
El SEÑOR es tu protector; el SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha.El sol no te herirá de día ni la luna de noche.
Él le respondió: —No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.Entonces Eliseo oró diciendo: —Te ruego, oh SEÑOR, que abras sus ojos para que vea. El SEÑOR abrió los ojos del criado, y este miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo y carros de fuego, alrededor de Eliseo.
¡Oh profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos!
Porque así ha dicho el SEÑOR —el que ha creado los cielos, él es Dios; el que formó la tierra y la hizo, él la estableció; no la creó para que estuviera vacía, sino que la formó para que fuera habitada—: “Yo soy el SEÑOR, y no hay otro.
Porque el Dios que dijo: “La luz resplandecerá de las tinieblas” es el que ha resplandecido en nuestro corazón para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo.Con todo, tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros.
Entonces Ana oró y dijo: “Mi corazón se regocija en el SEÑOR; mi poder se enaltece en el SEÑOR. Mi boca se ensancha contra mis enemigos, porque me he alegrado en tu salvación.El SEÑOR quebrantará a sus adversarios; contra ellos tronará desde los cielos. El SEÑOR juzgará los confines de la tierra. Él dará fortaleza a su rey y enaltecerá el poder de su ungido”.Después, Elcana regresó a su casa en Ramá, pero el niño servía al SEÑOR delante del sacerdote Elí.Los hijos de Elí eran hombres impíos, que no tenían conocimiento del SEÑOR.Los sacerdotes acostumbraban a proceder con el pueblo de esta manera: Cuando alguno ofrecía un sacrificio, y mientras era cocida la carne, el criado del sacerdote iba con un tenedor de tres dientes en su mano,y lo metía en el perol, en el caldero, en la olla o en la marmita. Y todo lo que sacaba el tenedor, el sacerdote lo tomaba para sí. Esto hacían con todo israelita que iba allí a Silo.Asimismo, el criado del sacerdote iba, aun antes que quemaran el sebo, y decía al que sacrificaba: “Da al sacerdote carne para asar, porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda”.Si el hombre le respondía: “Deja que primero hagan arder el sebo, y después toma todo lo que te apetezca”, él decía: “No, dámela ahora mismo; de lo contrario, la tomaré por la fuerza”.El pecado de los jóvenes era muy grande delante del SEÑOR, porque los hombres trataban con irreverencia las ofrendas del SEÑOR.El niño Samuel servía delante del SEÑOR, vestido con un efod de lino.Su madre le hacía año tras año una túnica pequeña, y se la llevaba cuando iba con su marido para ofrecer el sacrificio anual.“No hay santo como el SEÑOR, porque no hay ninguno aparte de ti; no hay roca como nuestro Dios.
Porque el SEÑOR ama la rectitud y no desampara a sus fieles. Para siempre serán guardados, pero la descendencia de los impíos será exterminada.
Entonces el ángel de Dios, que iba delante del campamento de Israel, se trasladó e iba detrás de ellos. Asimismo, la columna de nube que iba delante de ellos se trasladó y se puso detrás de ellos,“Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen cerca de Pi-hajirot, entre Migdol y el mar, frente a Baal-zefón; acamparán en el lado opuesto, junto al mar.y se colocó entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel, constituyendo nube y tinieblas para aquellos, mientras que alumbraba a Israel de noche. En toda aquella noche no se acercaron los unos a los otros.
Oh alma mía, reposa solo en Dios porque de él es mi esperanza.Solo él es mi roca y mi salvación; es mi alto refugio; no seré movido.
Pero ellos le insistieron diciendo: —Quédate con nosotros, porque es tarde y el día ya ha declinado. Entró, pues, para quedarse con ellos.pero al entrar no hallaron el cuerpo de Jesús.Y sucedió que, estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo y les dio.Entonces fueron abiertos los ojos de ellos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista.
Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así el SEÑOR está alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre.
Porque ciertamente allí el SEÑOR será poderoso para con nosotros, un lugar de ríos y anchas corrientes, por donde no irá ninguna embarcación de remos ni una nave poderosa pasará por él.Porque el SEÑOR es nuestro Juez; el SEÑOR es nuestro Legislador. El SEÑOR es nuestro Rey; él mismo nos salvará.
Como el padre se compadece de los hijos, así se compadece el SEÑOR de los que le temen.Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo.
Así dice Dios el SEÑOR, el que crea los cielos y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos, y el que da respiración al pueblo que está en ella y aliento a los que andan por ella:
Dijo a sus discípulos: —Por tanto, les digo: No se afanen por su vida, qué han de comer; ni por su cuerpo, qué han de vestir.La vida es más que el alimento y el cuerpo es más que el vestido.Consideren los cuervos, que ni siembran ni siegan ni tienen almacenes ni graneros, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves!¿Quién de ustedes podrá, con afanarse, añadir un día a su vida?Pues si no pueden lo que es menos, ¿por qué están afanados por lo demás?
Por tanto, tú eres grande, oh SEÑOR Dios; porque no hay nadie como tú ni hay Dios aparte de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
Él enviará desde los cielos y me librará de la infamia del que me oprime. Selah ¡Dios enviará su misericordia y su verdad!
Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos, según el poder que actúa en nosotros,
Yo anuncié y salvé; yo proclamé, y no algún dios extraño entre ustedes. Ustedes son mis testigos, y yo soy Dios, dice el SEÑOR.
El SEÑOR está en su santo templo; el SEÑOR tiene su trono en los cielos. Sus ojos ven; sus párpados examinan a los hijos del hombre.
»He aquí, estos son tan solo los bordes de sus caminos. ¡Cuán leve murmullo hemos oído de él! Pero el trueno de su poderío, ¿quién lo podrá comprender?
Pero yo conozco sus obras y sus pensamientos. Ya llegará el tiempo para reunir a todas las naciones y lenguas; ellas vendrán y verán mi gloria.
»¿Has penetrado hasta las fuentes del mar? ¿Has andado escudriñando el abismo?¿Te han sido reveladas las puertas de la muerte? ¿Has visto las puertas de la densa oscuridad?¿Has reflexionado acerca de la amplitud de la tierra? ¡Decláralo, si sabes todo esto!
Porque lo invisible de él —su eterno poder y deidad— se deja ver desde la creación del mundo, siendo entendido en las cosas creadas de modo que no tienen excusa.
Si hubieran estado en mi consejo secreto, entonces habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y les habrían hecho volver de su mal camino y de la maldad de sus obras.
Este es el Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él. Y como es Señor del cielo y de la tierra, él no habita en templos hechos de manos,ni es servido por manos humanas como si necesitara algo, porque él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.
sin embargo, para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas, y nosotros vivimos para él; y un solo Señor, Jesucristo, mediante el cual existen todas las cosas, y también nosotros vivimos por medio de él.
El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
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