enseñándoles a guardar todo cuanto os mandé, y he aquí, yo estoy con vosotros hasta la consumación del siglo.
, para buscar a Dios si acaso lo tocasen y lo hallasen, por no estar él lejos de cada uno de nosotros, porque en él vivimos', nos movemos y somos, como también algunos de los poetas entre vosotros han dicho. De él, en efecto, también somos linaje.
Respondió Jesús y dijoles: Si alguno me ama, guardará mi palabra y mi Padre le amará, y a él vendremos y haremos en él morada.
Sea sin avaricia el trato, satisfechos con lo presente, porque El ha dicho (Deut. 31:6-8): No te dejaré, no te abandonaré.
Y el Verbo vino a ser carne, y habitó entre nosotros, y contemplamos la gloria de él, como la gloria de unigénito de padre, lleno de gracia y de verdad (Ex. 34:6).
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede llevar por sí mismo fruto, si no permaneciere en la vid, así tampoco vosearos, si no permaneciereis en mí.
y no hay criatura impenetrable delante de él, antes todas cosas están desnudas y descubiertas a los ojos de aquel a quien hemos de dar cuenta (5:11; 1 Reyes 2:14; 2 Rey. 2:5).
Mas el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta (Is. 66:1, Sal. 132:5). El cielo es mi trono, mas la tierra es escabel de mis pies. ¿Cuál casa me edificaréis, dice el Señor? Y ¿cuál es el lugar de mi reposo?
A Dios nadie lo ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios mora en nosotros, y su amor está cumplido en nosotros.
Estoy bien persuadido que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni potencias, ni cosas presentes, ni futuras, ni lo alto, ni lo profundo, ni otra criatura podrá apartarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
mas el Señor me ayudó y me confortó para que por mí fuese cumplida la predicación, y la oyesen todos los gentiles; y fui librado de la boca del león.
Ni dirán: Helo aquí, o helo allí, porque he aquí el reino de Dios en medio de vosotros está.
¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del espíritu santo que está en vosotros, que tenéis de Dios y que no sois de vosotros mismos,
lleguémonos con verdadero corazón en plena certidumbre de fe, siendo rociados (») los corazones de conciencia mala, y lavado el cuerpo con agua limpia,
porque los ojos del Señor sobre los justos y sus oídos atentos a sus oraciones, pero el rostro del Señor contra los que hacen mal.
Porque de él y por él y para él son todas las cosas, a él la gloria por los siglos. Amén.
hay diferencias de operaciones, pero es el mismo Dios que obra todas las cosas en todos,
Qué conformidad un templo de Dios con ídolos? Porque vosotros sois templo de Dios viviente, como dijo Dios: habitaré y andaré entre ellos, y seré Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo.
el que, siendo reflejo de la gloria e imagen de la persona de él, llevando todas las cosas con la palabra de la potencia de él, habiendo hecho por sí mismo purgación de pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las. alturas,
¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos, y ninguno de ellos está olvidado delante de Dios? Mas aun los cabellos de vuestra cabeza todos están contados. No temáis pues. Valéis más que muchos pajarillos.
mas vosotros no estáis en carne, sino en espíritu, si al menos espíritu de Dios mora en vosotros. Si alguno no tiene espíritu de Cristo, el tal no es de él. Si pues el Cristo está en vosotros, el cuerpo a la verdad esté muerto a causa del pecado, mas el espíritu es vida a causa de la justicia.
de modo que habite el Cristo por la fe en vuestros corazones, para que, estando arraigados y fundados en amor,
No os ha tomado tentación sino humana, pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados sobre lo que podéis, antes con la tentación dará también la salida para que podáis sobrellevarla.
Yo soy el buen pastor, y conozco las mías, y me conocen las mías, como me conoce el Padre, y yo conozco al Padre, y mi vida la pongo por las ovejas.
porque Dios es el que produce en vosotros, el querer y el cumplir, por la buena voluntad (Sal. 74 12; Mat. 11:26; Luc. 2:14).
¡Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuan inescudriñables son sus juicios e investigables sus caminos!
Porque el Dios que dijo que de las tinieblas resplandeciese la luz, es quien resplandeció en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en persona de Jesu-Cristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros.
Y le detuvieron, diciendo: Quédate con nosotros porque se hace tarde y ha declinado el día. Y entró a quedarse con ellos. Y aconteció al ponerse con ellos a la mesa que tomando el pan bendijo (a Dios), y rompiendo repartía a ellos. Les fueron abiertos los ojos y le reconocieron, y él desapareció de la vista de ellos.
Y dijo a sus discípulos: Por tanto os digo: No os acongojéis por la vida qué comeréis, ni por el cuerpo qué vestiréis. El alma es más que el alimento, y el cuerpo que el vestido. Considerad los cuervos que no siembran ni siegan, no tienen almacén, ni depósito y Dios los alimenta, ¿cuánto más valéis vos otros que las aves? Y ¿quién de vosotros, acongojándose puede añadir a su estatura un codo? Si, pues, ni lo más pequeño podéis hacer, ¿por qué por lo demás os acongojáis?
A aquel que puede sobre todo hacer excesivamente más de lo que pedimos o pensamos según el poder que se desarrolla en nosotros,
en efecto, las cosas invisibles de él desde la creación del mundo se contemplan entendidas en las obras: su eterna potencia y deidad, de suerte que sean inexcusables,
El Dios que hizo al mundo y todo cuanto hay en él, éste siendo señor de cielo y de tierra, no habita en templos hechos de manos, i> ni por manos de hombres es servido necesitado de algo, el que da a todos vida y soplo y todas las cosas,
sin embargo, para nosotros un solo Dios hay, el Padre de quien dependen todas las cosas y nosotros para él. y un solo Señor Jesu-Cristo por quien son todas las cosas y nosotros por él.
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