(138:6) ¿A dónde iré, de tu espíritu? y, de tu faz ¿a dónde huiré? (138:7) Si ascendiere al cielo, tú estás allí; si descendiere al infierno, pereces; (138:8) si tomare(c) mis alas a través de la aurora(d); y me empabellonare en las extremidades del mar(e); (138:9) también allí tu mano me guiará y me sostendrá tu diestra.
Dios que se acerca, yo soy; que no Dios en lontananza. Si se esconderá alguno en escondites, y ¿yo no le veré? ¿Acaso no el cielo y la tierra yo lleno, dice el Señor?
(Salmo 45) La paz mesiánica. (Para el fin; para los hijos de Coré, para los arcanos, salmo) Dios nuestro, refugio y fuerza, ayudador en tribulaciones, las que nos han hallado sobremanera.
enseñándoles a guardar todo cuanto he mandado a vosotros. Y he aquí que estoy con vosotros todos los días hasta la consumación del siglo»(e).
para que busquen a Dios, si así al menos le palpen y hallen; aunque no lejos de cada uno de nosotros se encuentra. Pues en él vivimos, y nos movemos y somos; como también algunos de los de entre vosotros poetas han dicho: «Pues de él también linaje somos»(g),(h).
(Salmo 138) Omnipresencia divina. (Para el fin; salmo para David) Señor, me has probado y conocídome; (138:1) tu has conocido mi sentarme y mi levantarme; (138:2) tú, entendido todos mis pensamientos, desde lejos;
Esto dice el Altísimo en alturas, habitando el siglo, Santo en santo(b), su nombre; Altísimo, en santos reposando; y a pusilánimes dando longanimidad, y dando vida a los del corazón quebrantados.
Del cielo ha mirado el Señor; ha visto a todos los hijos de los hombres; desde su dispuesta habitación ha mirado sobre todos los que habitan la tierra;
(144:19) Cerca, el Señor de todos los que le invocan, todos los que le invocan en verdad;
Respondió Jesús y díjole: «Si alguno me ama, mi palabra guardará, y mi Padre amarále; y a él vendremos y morada con él haremos.
Y conocerás hoy y revolverás en el corazón que el Señor, tu Dios, éste(f), Dios en el cielo arriba y sobre la tierra abajo, y no hay más fuera de él.
Desinteresada la vida; contentos con lo presente; pues él dijo: (Deut. 31,6.) No te dejaré, no; ni te abandonaré, no;
Aun cuando anduvieres por agua, contigo soy, y ríos no te anegarán; aun cuando anduvieres por fuego no te abrasarás, no; llama no te abrasará;
Y el Verbo carne se hizo y habitó en nosotros, y hemos visto su gloria, gloria de Unigénito de Padre; —lleno de gracia y verdad.
Excelso sobre todas las gentes el Señor; sobre los cielos, su gloria. (112:5) ¿Quién como el Señor, nuestro Dios? el que en alturas habita, y lo humilde mira en el cielo y en la tierra;
(138:10) Y dije: «Acaso las tinieblas me hollarán(f); y noche lumbre en mis delicias». (138:11) Que tinieblas no se entenebrecerán para ti; y noche, cual día se alumbrará: como las tinieblas de ella, así la luz de ella.
«¿Qué si verdaderamente habitará Dios con los hombres sobre la tierra? Si el cielo y cielo del cielo no han de bastarte —¿empero también esta casa que he edificado a tu nombre?
permaneced en mí, y yo en vosotros. Así como el pámpano no puede fruto llevar de sí mismo, si no permaneciere en la vid, así ni vosotros, si en mí no permaneciereis.
(45:11) Considerad y conoced que yo soy Dios; enalteceréme en las gentes; enalteceréme en la tierra.
Pues, aunque yo anduviere en medio de sombra de muerte; no temeré el mal; porque tú conmigo estás; (22:5) tu vara y tu báculo, ellos me han consolado.
Y clamaban uno al otro y decían: «Santo, santo, santo, Señor de ejércitos, llena, toda la tierra de su gloria».
(101:28) y así como manto, los volverás, y se mudarán; pero tú el mismo eres y tus años no desfallecerán.
y no hay criatura invisible a faz de él, y todo desnudo y cuelli-descubierto(f) a sus ojos; para con quien a nosotros la cuenta(g).
(138:8) si tomare(c) mis alas a través de la aurora(d); y me empabellonare en las extremidades del mar(e);
(138:17) Los enumeraré: y sobre arena serán multiplicados; levantéme(m), y aún estoy contigo.
Mas no el Excelso en manuhechuras habita; según el profeta dice: (Is. 66,1-2) El cielo, a mí, trono; y la tierra escabel de mis pies: ¿qué casa edificaréisme (dice Señor); o qué lugar de mi reposo?
No temas; que contigo soy; no yerro; pues yo soy tu Dios; que te he fortalecido, y ayudádote y asegurádote con la diestra la justa, mía.
Y he aquí yo contigo, guardándote, en todo camino que anduvieres, y te retornaré a esta tierra; pues no te abandonaré hasta hacer yo todo lo que he hablado».
Goza y alégrate, hija de Sión; puesto que he aquí yo vengo, y me empabellonaré en medio de ti, dice el Señor. Y refugiaránse gentes muchas cerca del Señor, en aquel día; y conocerás que el Señor Todopoderoso me ha enviado a ti».
(Continuación) Así dice el Señor: «El cielo, mi trono; y la tierra escabel de mis pies; ¿qué casa me edificaréis? ¿y cuál, lugar de mi reposo?
(138:5) Se ha enmaravillado tu ciencia ante mí; se ha fortalecido; no podré, no, a ella(b).
Pues, si anduviere yo adelante, ya no soy(d); y lo posterior, ¿qué le conozco?(e). A siniestra estando él, no le cogí; guardará en torno la diestra, y no veré(f). Pues sabe ya mi camino; y me ha probado como el oro.
Está confiado, en todo tu corazón en Dios, y en tu sabiduría no te exaltes; para todos tus caminos conócela para que enderece tus caminos.
Porque: ¡si verdaderamente ha de habitar Dios con hombres sobre la tierra! Si el cielo y el cielo del cielo no te han de bastar— ¡y cuál esta casa que he edificado!
Altar de tierra me haréis e inmolaréis sobre él vuestros holocaustos, y vuestros pacíficos, y vuestras ovejas, y vuestros becerros, en todo lugar donde nombrare yo mi nombre;
(144:21) Guarda el Señor a todos los que le aman; y a todos los pecadores exterminará.
A Dios nadie jamás ha visto; si nos amamos, Dios en nosotros permanece, y su amor perfecto en nosotros es.
(138:15) Lo informe(i) mío han visto tus ojos; y en tu libro todos serán escritos(j): días serán plasmados, y nadie en ellos(k).
(36:24) Por el Señor los pasos del hombre son dirigidos; y el camino de él querrá; (36:25) cuando cayere, no se lastimará; que el Señor sostiene la mano de él.
El que domina la redondez de la tierra(e) —, y los habitantes de ella, como langostas; el que puso, cual bóveda, el cielo y extendió, como tienda de habitar—;
(Salmo 90) Al amparo divino, seguros estamos. (Loor de cantar, para David) Quien habita en la ayuda del Altísimo, en el amparo del Dios del cielo se albergará.
Pues cierto estoy de que ni muerte, ni vida; ni ángeles(j), ni principados, ni potencias; ni lo presente ni lo futuro; ni alteza, ni hondura, ni criatura alguna otra podrános apartar del amor de Dios, el en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Pero el Señor me asistió y confortóme para que por mí la predicación fuese completada y oyesen todas las gentes; y librado fui de boca de león.
ni dirán: «¡He aquí o allí(c)! Pues he aquí el reino de Dios dentro de vosotros(d) está».
Veía yo al Señor delante de mí siempre; pues a mi derecha está; para que no se me mueva.
¿O no sabéis que vuestro cuerpo y templo del en vosotros Santo Espíritu es; a quien tenéis de Dios; y que no sois vuestros?
Porque mis ojos, sobre todos los caminos de ellos; y no se ocultan sus injusticias delante de mis ojos.
lleguémonos con verdadero(k) corazón, en plenitud de fe, rociados(l) los corazones de conciencia mala, y lavados el cuerpo(m) con agua pura;
¿O huella del Señor hallarás, o hasta lo postrero has llegado que hizo el Omnipotente? Sublime, el cielo, y ¿qué harás?(c) Y cosas más profundas(d) que las del infierno ¿qué sabes? ¿Acaso no más largas que medida de tierra o anchura de mar?
¿Y ahora no conoces? ¿si no has oído? Dios eterno, el Dios que ha dispuesto las sumidades de la tierra, no hambreará, ni trabajará; ni hay escudriñamiento de su prudencia;
(31:9) Tú eres mi refugio, de la tribulación, la que me circunda; mi alborozo, redímeme de los que me cercan(f). (31:10) «Te intelectualizaré y te enseñaré en este camino que andarás, fijaré en ti mis ojos».
Y el Señor el que va contigo él mismo será contigo; no te dejará ni abandonará: no temas, ni acobardes.»
Porque yo, Señor Dios y no hay ya, fuera de mí, Dios; te he fortalecido y no me conocías; para que conozcan los del oriente del sol, y los del ocaso que no hay fuera de mí. Yo Señor Dios; y no hay ya,
Y ¿quién valdrá para edificarle casa? Pues si el cielo y el cielo del cielo no soportan su gloria; ¿quién soy yo para edificarle una casa, sino es para incensar delante de él?
(138:16) Para mí, empero, demasiado han sido honrados tus amigos, Dios; demasiado fortalecidos sus principados(l). (138:17) Los enumeraré: y sobre arena serán multiplicados; levantéme(m), y aún estoy contigo.
Buscad al Señor; y, hallando, invocadle; y, cuando se aproximare a vos, abandone el impío sus caminos y varón inicuo sus consejos, y vuélvase al Señor; y se le compadecerá; pues mucho perdonará vuestros pecados. Pues no son mis consejos así como vuestros consejos, ni así como vuestros caminos mis caminos; dice el Señor; sino que, como dista el cielo de la tierra, así dista mi camino de vuestros caminos; y vuestros pensamientos, de mis pensamientos.
porque ojos de Señor sobre justos, y sus orejas a plegaria de ellos; y faz de Señor sobre los que hacen mal.
Señor, tus ojos, en fe; les has flagelado, y no se dolieron; consumádoles, y no han querido recibir corrección, afirmaron sus rostros sobre piedra, y no se quisieron volver.
(138:12) Que tú te has posesionado de mis riñones(g), Señor, acogídome del vientre de mi madre.
No des a vacilación tu planta; ni dormitará, el que te guarda. He aquí no dormitará, ni dormirá, el que guarda a Israel.
Que no desechará el Señor a su pue-blo; que en su mano los confines de la tierra; y las alturas de los montes suyas son; que suyo es el mar; y él lo hizo; y la seca sus manos han plasmado.
¿Y qué convenio a templo de Dios con ídolos? Pues nosotros templo de Dios somos vivientes; según dijo Dios: que habitaré en ellos e iréme caminando en ellos; y seré su Dios; y ellos serán mi pueblo.
El cual, siendo destello de la gloria e imagen de la substancia de él, y sustentándolo todo con la palabra de su poder, habiendo purificación de los pecados hecho, sentóse a la diestra de la majestad en lo excelso;
¿Acaso cinco gorriones no se venden por asillos(b) dos? y uno de ellos no está olvidado a la faz de Dios. Empero, también los cabellos de vuestra cabeza todos contados están. No temáis: de muchos gorriones diferís(c).
No temas; que contigo soy; desde oriente traeré tu simiente, y, desde occidente te congregaré.
y al amparo de tus alas me alborozaré; adhirió mi alma en pos de ti; acogióme tu diestra.
(138:13) Te confesaré que terriblemente te has enmaravillado; maravillosas tus obras, y mi alma conoce sobremanera.
Mas vosotros no sois en carne, sino en espíritu; si es que espíritu de Dios habita en vosotros. Pero, si alguno espíritu de Cristo no tiene, éste no es de él. Pero, si Cristo en vosotros, el cuerpo ciertamente muerto por pecado, mas el espíritu, vida por justicia.
Redención gratuita Y ahora así dice el Señor, el Dios que te ha hecho, Jacob; y el que te ha plasmado, Israel: «No temas; que te he redimido; llamádote por tu nombre; mío eres tú. Aun cuando anduvieres por agua, contigo soy, y ríos no te anegarán; aun cuando anduvieres por fuego no te abrasarás, no; llama no te abrasará;
El Fuerte-intachable, su camino; la palabra del Señor, poderosa, acrisolada; escudador es a todos los confiados en él. ¿Quién, fuerte, sino el Señor? y ¿quién creador será sino nuestro Dios?
Pues todo esto ha hecho mi mano, y es mío todo esto, dice el Señor; ¿y a quién miraré sino al humilde y tranquilo y tembloroso de mis palabras?
(83:10) Porque mejor, día uno en tus atrios sobre millares; (83:11) he elegido ser desechado en la casa de Dios más bien que habitar en pabellones de pecadores.
Tentación no os ha tomado sino humana(c); y fiel es Dios que no dejará seáis tentados sobre lo que podéis; sino que hará, con la tentación, también la salida, para que podáis soportar.
y tus orejas oirán las palabras de los que, detrás de ti, extraviaban, los que decían: «Este, el camino; andemos en él, sea derecho, sea izquierdo».
Y dijo Dios a Moisés, diciendo: «Yo soy el que soy»(c). Y dijo: «Así dirás a los hijos de Israel: El que es, me ha enviado a vosotros».
(24:11) Todos los caminos del Señor, misericordia y verdad para los que buscan su testamento y sus testimonios(c).
Y les daré corazón de conocerme que yo soy el Señor; y seránme en pueblo y yo seréles en Dios; pues se convertirán a mí de todo su corazón.
(137:8) Si anduviere yo en medio de tribulación, me vivificarás; sobre ira de enemigos has extendido tus manos, y salvádome tu diestra.
Yo soy el pastor bello, y conozco las mías, y conócenme las mías; según me conoce el Padre y yo conozco al Padre; y mi alma pongo por mis ovejas.
y tú, Señor, me conoces, probado tienes mi corazón delante de ti; santifícalos para el día de su degüello.
Y dijo: «Saldrás mañana, y te pondrás a la faz del Señor en el monte; he aquí que pasará el Señor, y he aquí que una ráfaga grande y poderosa, deshaciendo montes y quebrantando peñas a faz del Señor; pero en la ráfaga no estaba el Señor; y, después de la ráfaga un temblor; y en el temblor no estaba el Señor; y, después del temblor, fuego; pero en el fuego no estaba el Señor; y, después del fuego, voz de aura suave.»
sino que, como dista el cielo de la tierra, así dista mi camino de vuestros caminos; y vuestros pensamientos, de mis pensamientos.
Levantad a la excelsitud vuestros ojos, y ved: ¿quién ha manifestado(f) estas cosas todas? El que sacó, según número, su ornato, a todos por nombre llamará con mucha gloria, y en el poder de su fuerza, nada se te ha ocultado—
El Señor te guardará; Señor, tu amparo sobre tu mano derecha. De día el sol no te quemará, ni la luna(b) de noche.
Y dijo Eliseo: «No temas, porque más son los que están con nosotros que con ellos». Y oró Eliseo y dijo: «Señor, abre ahora los ojos del criado y que vea». Y abrió el Señor los ojos de él, y vio; y he aquí el monte, lleno de bridones y carros de fuego(d), en contorno de Eliseo;
¡Oh profundidad de riquezas y sabiduría y ciencia de Dios! ¡cuán inescrutables sus juicios, e ininvestigables sus caminos!
Así dice el Señor, el que ha hecho el cielo, éste, el Dios, el que ha manifestado la tierra y héchola; él, delimitádola; no en vano la ha hecho, sino para habitada la ha plasmado: yo soy, y no hay más(g).
por el Dios que dijo: «De las tinieblas luz resplandezca»; el(b) que ha resplandecido en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios; en faz de Cristo. Pero tenemos este tesoro en barrizos vasos para que la supereminencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
Cántico de Ana. Impiedad de los hijos de Helí. «Confirmádose ha mi corazón en el Señor; exaltádose mi cuerno en mi Dios; ha dilatádose sobre mis enemigos mi boca; regocijéme en tu salud. Que no hay santo como el Señor; y no hay justo como nuestro Dios; no hay santo fuera de ti.
(36:29) Porque el Señor ama juicio(a), y no abandonará a sus santos; por el siglo guardados serán. (36:30) Malvados castigados serán, y simiente de impíos exterminada.
Y alzóse el ángel de Dios el que precedía el campamento de Israel y fue en pos de ellos; y alzóse también la columna de la nube de la faz de ellos, y púsose detrás de ellos. Y entró entre los egipcios y entre el campamento de Israel y paróse; y era allí nube y tinieblas, e iluminaba aquí la noche; y no se juntaron toda la noche.
Empero a Dios sométete, alma mía; porque, de él, mi paciencia. Porque él, mi Dios y mi salvador, acogedor mío; no emigraré, no.
Y luego forzáronle, diciéndole: «Queda con nosotros, porque tarde es y se ha inclinado ya el día». Y entró a quedar con ellos. Y aconteció, al reclinarse él con ellos, tomando el pan, bendijo y partiendo, ofrecióles, y de ellos fuéronse abriendo los ojos y reconociéronle; y él invisible se hizo a ellos.
sostuvísteme de la mano, la diestra mía, en tu voluntad me guiaste, y, con gloria, acogísteme.
Montes, en contorno de ella; y el Señor, en contorno de su pueblo, desde ahora y hasta el siglo.
porque el nombre del Señor, grande para vosotros; lugar habrá para vosotros, ríos y canales anchos y espaciosos; no andarás este camino(k), ni andará barca impelida(l). Porque mi Dios grande es: no pasará de mí; Señor, nuestro juez; Señor, nuestro príncipe; Señor, nuestro rey, Señor, éste nos salvará.
Según se conmisera el padre de los hijos, se ha conmiserado el Señor de los que le temen; pues él conoce nuestra hechura; acordóse de que polvo somos; el hombre —así como heno sus días; así como flor del campo, así se desflorará;
Así dice el Señor Dios, el que ha hecho el cielo y compaginádolo; el que ha afianzado la tierra y lo en ella, y da aliento al pueblo el sobre ella y espíritu a los que la huellan:
Y dijo a sus discípulos: «Por esto, no os solicitéis de vuestra alma qué comáis ni de vuestro cuerpo qué vistáis. Que el alma más es que la comida, y el cuerpo, que el vestido. Contemplad los cuervos, cómo no siembran ni siegan; que no tienen despensa ni granero, y Dios aliméntalos. ¿Cuánto más vosotros diferís de los volátiles? Y ¿quién de vosotros, solicitándose, puede a su vida añadir un codo(e)? Si, pues, ni lo muy pequeño podéis ¿qué acerca de lo demás os solicitáis?
Lejos está Dios de los impíos; y votos de justos escucha. Mejor, pequeño recibimiento, con justicia, que muchos frutos con injusticia.
por esto: para engrandecerte, Señor mío; porque no hay como tú, y no hay Dios, fuera de ti en todo lo que hemos oído en nuestras orejas.
Y al que puede a todo exceder, en abundancia, sobre lo que pedimos o entendemos, según el poder, el que opera en nosotros;
He anunciado y salvado, improperado; y no hay, en vosotros, extraño; vosotros, mis testigos; y yo, el Señor Dios
Señor, en templo santo suyo; Señor, en el cielo, su trono; (11:5) sus ojos al pobre miran; sus párpados escudriñan a los hijos de los hombres.
He aquí éstas, partes de su camino; y un como rocío de palabra(e) oiremos de él; pero la fuerza de su trueno ¿quién sabe cuándo obrará?(f)
Y yo las obras de ellos y el pensamiento de ellos(d) —vengo a congregar todas las gentes y las lenguas, —y llegarán y verán mi gloria.
¿y venido a la fontana de la mar y por las huellas del abismo andando? ¿Y se te han abierto de temor las puertas de la muerte, y los porteros del infierno, al verte, aterrádose? Y has comprendido la anchura de la(g) de bajo el cielo? Anúnciame ya cuánta es.
Pues las cosas invisibles de él, por creación del mundo, en las hechuras, entendidas se miran(d), y la eterna su virtud y divinidad; para que sean ellos indefendibles;
Y si hubieran estado en mi estada y si hubieran oído mis palabras, a mi pueblo apartáranlos de sus malos propósitos.
El Dios quien hizo el mundo y todo lo en él, éste de cielo y tierra siendo señor, no en manuhechos templos habita, ni de manos humanas es servido, necesitado de algo, él dando a todos vida, y aliento y todas las cosas;
empero, para nosotros un Dios, el Padre, desde quien todas las cosas, y nosotros para él; y un Señor: Jesucristo; por quien todas las cosas, y nosotros por él.
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