¿Adónde iré lejos de tu espíritu, adónde podré huir de tu presencia? Si subo hasta el cielo, allí estás tú, si me acuesto en el Seol, allí estás. Si me remonto con las alas de la aurora, si me instalo en los confines del mar, también allí tu mano me conduce, también allí me alcanza tu diestra.
¿Soy yo un Dios sólo de cerca - oráculo de Yahvé - y no soy Dios de lejos? ¿O se esconderá alguno en escondite donde yo no le vea? - oráculo de Yahvé -. ¿Los cielos y la tierra no los lleno yo? - oráculo de Yahvé -.
y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.'
con el fin de que buscasen la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de vosotros: 'Porque somos también de su linaje.'
[Del maestro de coro. De David. Salmo.] Tú me escrutas, Yahvé, y me conoces; sabes cuándo me siento y me levanto, mi pensamiento percibes desde lejos;
Que así dice el Excelso y Sublime, el que mora por siempre y cuyo nombre es Santo. 'En lo excelso y sagrado yo moro, y estoy también con el humillado y abatido de espíritu, para avivar el espíritu de los abatidos, para avivar el ánimo de los humillados.
Yahvé observa de lo alto del cielo, ve a todos los seres humanos; desde el lugar de su trono mira a todos los habitantes de la tierra;
Qof. Cerca está Yahvé de los que lo invocan, de todos los que lo invocan con sinceridad.
Jesús le respondió: 'Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón que Yahvé es el Dios allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; y no hay otro.
No seáis amantes del dinero en vuestra conducta; contentaos con lo que tenéis, pues él ha dicho: No te dejaré ni te abandonaré;
Si pasas por las aguas, yo estoy contigo, si por los ríos, no te anegarán. Si andas por el fuego, no te quemarás, ni la llama prenderá en ti.
Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Unigénito, lleno de gracia y de verdad.
¡Excelso sobre los pueblos Yahvé, más alta que los cielos su gloria! ¿Quién como Yahvé, nuestro Dios, con su trono arriba, en las alturas, que se abaja para ver el cielo y la tierra?
Si digo: 'Que me cubra la tiniebla, que la noche me rodee como un ceñidor', no es tenebrosa la tiniebla para ti, y la noche es luminosa como el día.
¿Habitará Dios con los hombres en la tierra? Los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, ¡cuánto menos este templo que yo te he construido!
Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
Detiene las guerras por todo el orbe; quiebra el arco, rompe la lanza, prende fuego a los escudos.
Aunque fuese por valle tenebroso, ningún mal temería, pues tú vienes conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan.
Y se gritaban el uno al otro: 'Santo, santo, santo, Yahvé Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria.'
ellos pasan, mas tú permaneces, todos como ropa se desgastan, serán como vestido que se muda.
No hay criatura invisible para ella: todo está desnudo y patente a los ojos de Aquel a quien hemos de dar cuenta.
aunque el Altísimo no habita en casas fabricadas por manos humanas como dice el profeta: El cielo es mi trono y la tierra el escabel de mis pies. Dice el Señor: ¿Qué casa me vais a construir? O ¿cuál será el lugar de mi descanso?
No temas, que contigo estoy yo; no receles, que yo soy tu Dios. Yo te he robustecido y te he ayudado, y te tengo asido con mi diestra justiciera.
Yo estoy contigo; te guardaré por donde vayas y te devolveré a este solar. No, no te abandonaré hasta haber cumplido lo que te he dicho.'
¡Hala, venga, huid del país del Norte - oráculo de Yahvé -, ya que a los cuatro vientos del cielo yo os esparcí! - oráculo de Yahvé - ¡Hala, sálvate, Sión, tú que moras en Babilonia!
Así dice Yahvé: Los cielos son mi trono y la tierra la alfombra de mis pies. Pues ¿qué casa me vais a edificar, o qué lugar de reposo,
Mas voy a oriente y no está, a occidente y no lo encuentro; lo busco al norte y no aparece, en el sur se esconde y no lo veo. Pero él conoce mi conducta, si me prueba saldré como el oro.
Confía en Yahvé de todo corazón y no te fíes de tu inteligencia; reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas.
¿Habitará Dios con los hombres en la tierra? Los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, ¡cuánto menos este templo que yo te he construido!
Constrúyeme un altar de tierra para ofrecer sobre él tus holocaustos y tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus bueyes. En cualquier lugar donde conmemore mi nombre, vendré a ti y te bendeciré.
A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios mora en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a la perfección.
Mi embrión veían tus ojos; en tu libro están inscritos los días que me has fijado, sin que aún exista el primero.
Mem. Yahvé da firmeza a los pasos del hombre, se complace en su camino; aunque caiga, no queda tirado, pues Yahvé lo sostiene por la mano.
Él está sentado sobre el orbe terrestre, cuyos habitantes son como saltamontes; él expande los cielos como un tul, y los ha desplegado como una tienda que se habita.
Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.
Pero el Señor me asistió y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todos los gentiles. Y fui librado de la boca del león.
ni se dirá: 'Vedlo aquí o allá', porque, mirad, el Reino de Dios ya está entre vosotros.'
¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?
Porque mis ojos están puestos en todos sus caminos: no se me ocultan, ni se zafa su culpa de delante de mis ojos.
Acerquémonos con sincero corazón, en plenitud de fe, purificados los corazones de conciencia mala y lavado el cuerpo con agua pura.
¿Pretendes descubrir la hondura de Dios, descubrir la perfección de Shaddai? Es más alta que el cielo, ¿qué harás?; es más honda que el Seol, ¿qué sabrás? Su longitud supera a la tierra, su anchura sobrepasa al mar.
¿Es que no lo sabías? ¿O es que no lo has oído? Dios eterno, Yahvé, creador de la tierra hasta sus bordes, no se cansa ni se fatiga; imposible escrutar su inteligencia.
Tú eres mi cobijo, me guardas de la angustia, me rodeas para salvarme. [Pausa.] 'Voy a instruirte, a mostrarte el camino a seguir; sin quitarte los ojos de encima, seré tu consejero'.
Yahvé marchará delante de ti, él estará contigo; no te dejará ni te abandonará. No temas ni te asustes.'
Yo soy Yahvé, no hay ningún otro; fuera de mí ningún dios existe. Yo te he ceñido, sin que tú me conozcas, para que se sepa desde el sol levante hasta el poniente, que todo es nada fuera de mí. Yo soy Yahvé, no ningún otro;
Envíame, pues, un hombre diestro en trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, la púrpura escarlata, el carmesí y la púrpura violeta, y que sepa grabar; estará con los expertos que tengo conmigo en Judá y en Jerusalén, y que mi padre David ya había preparado.
¡Qué arduos me resultan tus pensamientos, oh Dios, qué incontable es su suma! Si los cuento, son más que la arena; al terminar, todavía estoy contigo.
Buscad a Yahvé mientras se deja encontrar, llamadle mientras está cercano. Deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Yahvé, que tendrá compasión de él, a nuestro Dios, que será grande en perdonar. Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos - oráculo de Yahvé -. Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros.
Pues los ojos del Señor miran a los justos y sus oídos escuchan su oración, pero el rostro del Señor contra los que obran el mal.
¡Oh Yahvé! tus ojos, ¿no son para la verdad? Les heriste, mas no acusaron el golpe; acabaste con ellos, pero no escarmentaron. Endurecieron sus caras más que peñascos, rehusaron convertirse.
con sus plumas te protege, bajo sus alas hallas refugio: escudo y armadura es su fidelidad.
¡No deja a tu pie resbalar! ¡No duerme tu guardián! No duerme ni dormita el guardián de Israel.
él sostiene las honduras de la tierra, suyas son las cumbres de los montes; suyo el mar, que él mismo hizo, la tierra firme que formaron sus manos.
Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada, tus muros están ante mí perpetuamente.
Un abismo llama a otro abismo en medio del fragor de tus cascadas, todas tus olas y tus crestas han pasado sobre mí.
¿Qué conformidad entre el templo de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos templo de Dios vivo, como dijo Dios: Habitaré en medio de ellos y caminaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa, llevada a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
'¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos.
No temas, que yo estoy contigo; desde Oriente haré volver tu raza, y desde Poniente te reuniré.
te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy, prodigios tus obras. Mi aliento conocías cabalmente,
Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece; mas si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia.
Ahora, así dice Yahvé tu creador, Jacob, tu plasmador, Israel. 'No temas, que yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre. Tú eres mío. Si pasas por las aguas, yo estoy contigo, si por los ríos, no te anegarán. Si andas por el fuego, no te quemarás, ni la llama prenderá en ti.
Dios es íntegro en su proceder, la palabra de Yahvé, acrisolada, escudo de quienes se acogen a él. Pues ¿quién es Dios, fuera de Yahvé? ¿Quién Roca, sino sólo nuestro Dios?
si el universo lo hizo mi mano y todo vino al ser? - Oráculo de Yahvé -. Pues en esto he de fijarme: en el mísero, pobre de espíritu, y en el que tiembla a mi palabra.
que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor,
No habéis sufrido tentación superior a la medida humana. Y fiel es Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación, os dará modo de poderla resistir con éxito.
y con tus oídos oirás detrás de ti estas palabras: 'Ése es el camino, id por él, ya sea a la derecha, ya a la izquierda.'
Dijo Dios a Moisés: 'Yo soy el que soy.' Y añadió: 'Así dirás a los israelitas: 'Yo soy' me ha enviado a vosotros.'
Kaf. Amor y verdad son las sendas de Yahvé para quien guarda su alianza y sus preceptos.
Les daré corazón para conocerme, pues yo soy Yahvé, y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, pues volverán a mí con todo su corazón.
Si camino entre angustias, me das vida, ante la cólera del enemigo, extiendes tu mano y tu diestra me salva.
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.
En cambio a mí ya me conoces, Yahvé; me has visto y has comprobado que mi corazón está contigo. Llévatelos como ovejas al matadero, conságralos para el día de la matanza.
Le dijo: 'Sal y permanece de pie en el monte ante Yahvé.' Entonces Yahvé pasó y hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebraba las rocas ante Yahvé; pero en el huracán no estaba Yahvé. Después del huracán, un terremoto; pero en el terremoto no estaba Yahvé. Después del terremoto, fuego, pero en el fuego no estaba Yahvé. Después del fuego, el susurro de una brisa suave.
Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros.
Alzad a lo alto los ojos y ved: ¿quién ha hecho esto? El que hace salir por orden al ejército celeste, y a cada estrella por su nombre llama. Gracias a su esfuerzo y al vigor de su energía, no falta ni una.
Es tu guardián Yahvé, Yahvé tu sombra a tu diestra. De día el sol no te herirá, tampoco la luna de noche.
Él respondió: 'No temas. Están más con nosotros que con ellos.' Entonces Eliseo oró diciendo: 'Yahvé, abre sus ojos para que vea.' Yahvé abrió los ojos del criado y vio la montaña cubierta de caballos y carros de fuego en torno a Eliseo.
¡Oh abismo de riqueza, de sabiduría y de ciencia el de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos!
Pues así dice Yahvé, creador de los cielos, él, que es Dios, plasmador de la tierra y su hacedor, él, que la ha fundamentado, y no la creó caótica, sino que para ser habitada la plasmó: 'Yo soy Yahvé, no existe ningún otro.
Pues el mismo Dios que dijo: Del seno de las tinieblas brille la luz, la ha hecho brillar en nuestros corazones, para iluminarnos con el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo. Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros.
Entonces Ana dijo esta oración: 'Mi corazón exulta en Yahvé, mi fuerza se apoya en Dios, mi boca se burla de mis enemigos, porque he gozado de tu socorro. No hay Santo como Yahvé, (porque nadie hay fuera de ti), ni roca como nuestro Dios.
porque Yahvé ama la justicia y no abandona a sus amigos. Ain. Los criminales son exterminados, la descendencia del malvado cercenada;
El ángel de Dios, que iba delante del ejército de Israel, se desplazó y pasó a su retaguardia. La columna de nube, que iba delante de ellos, se desplazó y se colocó detrás, metiéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa y transcurrió la noche sin que pudieran acercarse unos a otros en toda la noche.
Sólo proyectan doblez, les seduce la mentira, con la boca bendicen y por dentro maldicen. [Pausa.] Sólo en Dios descansaré, de él viene mi esperanza,
Pero ellos le rogaron insistentemente: 'Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.' Entró, pues, y se quedó con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su vista.
Sino que allí Yahvé será magnífico para con nosotros; como un lugar de ríos y amplios canales, por donde no ande ninguna embarcación de remos, ni navío de alto bordo lo atraviese. (Porque Yahvé es nuestro juez, Yahvé nuestro legislador, Yahvé nuestro rey: él nos salvará.)
Como un padre se encariña con sus hijos, así de tierno es Yahvé con sus adeptos; que él conoce de qué estamos hechos, sabe bien que sólo somos polvo.
Así dice el Dios Yahvé, el que crea los cielos y los extiende, el que hace firme la tierra y lo que en ella brota, el que da aliento al pueblo que hay en ella, y espíritu a los que por ella andan.
Dijo a sus discípulos: 'Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis: porque la vida vale más que el alimento y el cuerpo más que el vestido; fijaos en los cuervos: ni siembran, ni cosechan; no tienen bodega ni granero, pero Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves! Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un codo a la medida de su vida? Si, pues, no sois capaces ni de lo más pequeño, ¿por qué preocuparos de lo demás?
Por eso eres grande, Señor Yahvé; nadie como tú, no hay Dios fuera de ti, como oyeron nuestros oídos.
A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros,
Yo lo anuncié y os he salvado; lo avisé yo, no un extraño entre vosotros. Vosotros sois testigos, oráculo de Yahvé (como soy Dios);
Yahvé en su santo Templo, Yahvé en su trono celeste; sus ojos ven el mundo, sus pupilas examinan a los hombres.
¿Has entrado hasta las fuentes del mar?, ¿has paseado por el fondo del Abismo? ¿Te han enseñado las puertas de la Muerte?, ¿has visto las puertas del país de las Sombras? ¿Tienes idea de las dimensiones de la tierra? Dilo, si todo lo sabes.
Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables;
Pues si asistieron a mi consejo, hagan oír mi palabra a mi pueblo, y háganle tornar de su mal camino y de sus acciones malas.
'El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del cielo y de la tierra, no habita en santuarios fabricados por mano de hombres; ni es servido por manos humanas, como si de algo estuviera necesitado, el que a todos da la vida, el aliento y todas las cosas.
para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y nosotros por él.
El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios.
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