Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo, al unigénito, para que todo el que confía en él no perezca, sino que tenga vida eterna,
Toda Escritura divinamente inspirada es también útil para instrucción, para reprensión, para corrección, para educación en justicia,
¡Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuan inescudriñables son sus juicios e investigables sus caminos!
Ninguna palabra mala salga de vuestra boca sino alguna buena para edificación de la necesidad, para que dé gracia a los oyentes,
sino como aquél que os llamó es santo, vosotros también sed santos en toda la conducta,
Si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es para que nos perdone los pecados y nos limpie de toda injusticia.
En esto está el amor, no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó y envió a su hijo propiciación por nuestros pecados.
y no os conforméis a este siglo, mas transformaos por la renovación de vuestra mente, de suerte que probéis cuál es la voluntad de Dios, que es buena y agradable y perfecta.
Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, continencia, contra las tales cosas no hay ley.
Y el Verbo vino a ser carne, y habitó entre nosotros, y contemplamos la gloria de él, como la gloria de unigénito de padre, lleno de gracia y de verdad (Ex. 34:6).
al cual propuso Dios en propiciatorio por la fe en la sangre de él en demostración de su justicia a causa de haber pasado por alto los pecados antes cometidos en la tolerancia de Dios, para la demostración de su justicia en la época actual, de modo que él sea justo y el que justifique al que es de la fe de Jesús.
Y es éste el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos: que Dios es luz y en él no hay ningunas tinieblas.
En todo os demostré que así trabajando es menester sostener a los flacos, y acordarse de las palabras del Señor Jesús, porque él dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
No aplaza el Señor la promesa, como algunos piensan que es tardanza, sino que usa de longanimidad a causa de vosotros, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos vengan a conversión.
para que, por dos actos inmutables en los cuales es imposible que Dios mienta, tengamos fuerte exhortación refugiándonos a asir la esperanza propuesta,
la cual, en tiempos propios, mostrará el bienaventurado y único soberano, el Rey de los que reinan y Señor de los que señorean, el solo que tiene inmortalidad, que habita luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver, a quien sea honra y potencia eterna. Amén.
en efecto, las cosas invisibles de él desde la creación del mundo se contemplan entendidas en las obras: su eterna potencia y deidad, de suerte que sean inexcusables,
No os ha tomado tentación sino humana, pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados sobre lo que podéis, antes con la tentación dará también la salida para que podáis sobrellevarla.
mas Dios confirma su amor a nosotros en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo por nosotros murió;
el que, siendo reflejo de la gloria e imagen de la persona de él, llevando todas las cosas con la palabra de la potencia de él, habiendo hecho por sí mismo purgación de pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las. alturas,
Mirad las aves del cielo, no siembran ni siegan, ni allegan en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?
enseñándoles a guardar todo cuanto os mandé, y he aquí, yo estoy con vosotros hasta la consumación del siglo.
sabemos pues que a los que aman a Dios, todo concurre en bien a los que, según propósito, son llamados
Sea sin avaricia el trato, satisfechos con lo presente, porque El ha dicho (Deut. 31:6-8): No te dejaré, no te abandonaré.
Si, pues, vosotros, siendo males, sabéis hacer dádivas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le piden.
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que tiene Dios en nosotros. Dios es amor, y el que permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él.
Porque de él y por él y para él son todas las cosas, a él la gloria por los siglos. Amén.
porque no nos dio Dios espíritu de cobardía, sino de fuerza y de amor y de buen sentido.
o ¿la riqueza de la bondad, de la tolerancia y de la longanimidad de él menosprecias? desconociendo que si Dios es bueno es para traerte a la conversión,
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, de manera que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Lleguémonos pues con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia y hallemos gracia para oportuno socorro.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesu-Cristo, el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación, que nos consuela en toda nuestra tribulación, para que podamos consolar a los que están en cualquiera tribulación por la consolación con que somos consolados nosotros mismos por Dios.
ni lo alto, ni lo profundo, ni otra criatura podrá apartarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Así, pues, oraréis vosotros: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad como en el cielo así también en la tierra.
El Dios de la paciencia y de la consolación os dé sentir lo mismo los unos con los otros según Cristo Jesús,
Mas como está escrito (Is. 64:4): Las cosas que el ojo no vio y la oreja no oyó ni al corazón del hombre subió, las que Dios aparejó para los que lo aman,
A los ricos, en el presente siglo, recomienda que no se ensoberbezcan, ni tengan su esperanza puesta en la incertidumbre de la riqueza, sino en el Dios viviente que nos procura todo ricamente en goces,
En efecto por la gracia habéis sido salvados por la fe, y esto no de vosotros, es el don de Dios, no de obras para que nadie se alabe,
Mas si en la luz andamos, como él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesu-Cristo su hijo nos purifica de todo pecado.
El Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz, en el creer, para que abundéis en la esperanza con fuerza de espíritu santo.
y sin fe es imposible agradarle porque es menester que el que se allega a Dios crea que existe, y que él es remunerador a los que lo buscan.
Por tanto, a todo el que oye estas palabras mías, y las pone por obra, se asemejará a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca,
Porque no hay diferencia de judío y de griego, el mismo en verdad es Señor de todos, siendo rico para todos los que lo invocan,
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: