Y nosotros hemos conocido y creído el amor que tiene Dios en nosotros. Dios es amor, y el que permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él.
Pues ésta es la vida eterna que te conozcan a ti al único verdadero Dios y al que enviaste, Jesucristo.
la cual, en tiempos propios, mostrará el bienaventurado y único soberano, el Rey de los que reinan y Señor de los que señorean,
Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, continencia, contra las tales cosas no hay ley.
Toda dádiva buena, todo don perfecto viene de arriba, descendiendo del Padre de las lumbres, en quien no hay mudanza, ni sombra de variación.
y no hay criatura impenetrable delante de él, antes todas cosas están desnudas y descubiertas a los ojos de aquel a quien hemos de dar cuenta (5:11; 1 Reyes 2:14; 2 Rey. 2:5).
o ¿la riqueza de la bondad, de la tolerancia y de la longanimidad de él menosprecias? desconociendo que si Dios es bueno es para traerte a la conversión,
¡Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuan inescudriñables son sus juicios e investigables sus caminos!
porque todos pecaron y están privados de la gloria de Dios, justificados de balde en su gracia, por la redención que es en Cristo Jesús al cual propuso Dios en propiciatorio por la fe en la sangre de él en demostración de su justicia a causa de haber pasado por alto los pecados antes cometidos en la tolerancia de Dios, para la demostración de su justicia en la época actual, de modo que él sea justo y el que justifique al que es de la fe de Jesús.
para que, por dos actos inmutables en los cuales es imposible que Dios mienta, tengamos fuerte exhortación refugiándonos a asir la esperanza propuesta,
Si, pues, vosotros, siendo males, sabéis hacer dádivas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le piden.
Y es éste el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos: que Dios es luz y en él no hay ningunas tinieblas.
enseñándoles a guardar todo cuanto os mandé, y he aquí, yo estoy con vosotros hasta la consumación del siglo.
sabemos pues que a los que aman a Dios, todo concurre en bien a los que, según propósito, son llamados
porque cuantas promesas de Dios hay en él son sí; por eso también por él el amén para gloria a Dios por nosotros.
Mirad las aves del cielo, no siembran ni siegan, ni allegan en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?
El Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz, en el creer, para que abundéis en la esperanza con fuerza de espíritu santo.
mirando al príncipe y consumador de la fe, a Jesús que, en cambio del gozo que le estaba propuesto, sufrió una cruz, no haciendo caso de la vergüenza, y a la diestra del trono de Dios se sentó (c. 8/-1).
teniendo esta confianza que el que comenzó en vosotros una obra buena la llevará a cabo hasta el cha de Jcsu-Cristo,
pero Dios, siendo rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó y siendo nosotros muertos por las faltas nos vivificó con el Cristo (por gracia habéis sido salvados),
Sea sin avaricia el trato, satisfechos con lo presente, porque El ha dicho (Deut. 31:6-8): No te dejaré, no te abandonaré.
Fiel es Dios por quien fuisteis llamados a la comunión de su hijo Jesu-Cristo nuestro Señor.
mas Dios confirma su amor a nosotros en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo por nosotros murió;
Mas buscad primeramente el reino de Dios y la justicia de él, y todas éstas cosas se os darán por añadidura.
porque el sueldo del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Ved cual amor nos ha dado el Padre, para que fuésemos llamados hijos de Dios. Por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció.
Si pues fuisteis resucitados con el Cristo, buscad las cosas de arriba donde el Cristo está sentado a la diestra de Dios. Pensad en las cosas de arriba, no en las que están sobre la tierra.
Estoy bien persuadido que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni potencias, ni cosas presentes, ni futuras, ni lo alto, ni lo profundo, ni otra criatura podrá apartarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
A aquel que puede sobre todo hacer excesivamente más de lo que pedimos o pensamos según el poder que se desarrolla en nosotros,
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo en adquisición, para que anunciéis las virtudes de aquel que de las tinieblas os llamó a su admirable luz,
y no os conforméis a este siglo, mas transformaos por la renovación de vuestra mente, de suerte que probéis cuál es la voluntad de Dios, que es buena y agradable y perfecta.
Venid a mí, todos los que os fatigáis y estáis cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, porque soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es suave y mi carga ligera.
En efecto, la palabra de Dios es viva y eficaz y más incisiva que toda espada de dos filos y penetrante hasta la división del alma y del espíritu, de coyunturas y médulas, y es juez de sentimientos y pensamientos del corazón,
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niegúese a sí mismo, y lleve su cruz y sígame.
Porque no hay diferencia de judío y de griego, el mismo en verdad es Señor de todos, siendo rico para todos los que lo invocan, porque todo el que invocare el nombre del Señor será salvado.
Y sabemos que el hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al verdadero y estamos en el verdadero, en el hijo de él, Jesu-Cristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.
Con Cristo he sido crucificado. Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí. Lo que ahora vivo en carne, lo vivo en la fe del hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: Venid los bendecidos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros, desde la fundación del mundo;
la cual tenemos como ancla del alma tan segura como firme, que entra hasta dentro de! velo
El que no se reservó al propio hijo, sino que por nosotros todos lo entregó, ¿cómo no nos dará todas las cosas con él?
El Dios de la paciencia y de la consolación os dé sentir lo mismo los unos con los otros según Cristo Jesús,
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, porque soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas,
Si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es para que nos perdone los pecados y nos limpie de toda injusticia.
porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en espíritu santo ;
la cual, en tiempos propios, mostrará el bienaventurado y único soberano, el Rey de los que reinan y Señor de los que señorean, el solo que tiene inmortalidad, que habita luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver, a quien sea honra y potencia eterna. Amén.
a quienes quiso Dios hacer conocer cual es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria,
Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benevolencia, bondad, fidelidad,
Así, pues, oraréis vosotros: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad como en el cielo así también en la tierra.
Si alguno habla, que sea como palabras de Dios; si alguno sirve, que sea como por virtud que suministra Dios, para que en todo sea glorificado por Jesu-Cristo el Dios a quien es la gloria y la potencia por los siglos de los siglos. Amén.
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