Sabemos cuánto nos ama Dios porque hemos sentido ese amor y porque le creemos cuando nos dice que nos ama profundamente. Dios es amor, y el que vive en amor vive en Dios y Dios en él.
Yo, el Señor, muestro este amor firme a millares que reciben el perdón de sus pecados; pero no doy por inocente al culpable, y exijo que el pecado del padre sea castigado en los hijos, en los nietos y aun en generaciones posteriores.
Dios no es hombre para que mienta; él no se arrepiente como los hombres. ¿Ha prometido alguna vez sin cumplir lo que ha dicho?
»Den gracias al Señor, porque él es bueno; su amor y su bondad continúan para siempre.
Porque el Señor es bueno. Y su gran amor es eterno; su fidelidad está con nosotros para siempre.
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste.
No podemos imaginar el poder del Todopoderoso, y sin embargo, él es tan justo y misericordioso que no nos destruye.
»Entiende, pues, que el Señor tu Dios es el único Dios fiel, que por mil generaciones es fiel a su alianza y muestra su lealtad a los que le aman y obedecen sus mandamientos.
«¡Oh Señor Dios! Tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder; no hay para ti nada demasiado difícil.
¿No comprenden todavía? ¿Aún no saben que el Dios eterno, el Creador de los sitios más lejanos de la tierra, jamás se fatiga ni desmaya? Nadie puede sondear las profundidades de su entendimiento.
A su debido tiempo Dios hará que se cumpla. Al único y bendito Soberano, Rey de reyes y Señor de señores,
pero tú, Señor, eres misericordioso y bueno, Dios, lento para enojarte, y lleno de gran amor y verdad.
En cambio, este es el fruto que el Espíritu produce en nosotros: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
Antes que los montes fueran creados, antes que la tierra fuera formada, tú eras Dios sin principio ni fin.
De lo alto nos viene todo lo bueno y perfecto. Allí es donde está el Padre que creó todos los astros del cielo, y que no cambia como las sombras.
Dice el profeta: ¡Dejen que les cuente la felicidad que Dios me ha dado! Me ha cubierto con vestiduras de salvación y me ha puesto un manto de justicia. Soy como novio vestido para celebrar la boda o como una novia enjoyada para el desposorio.
Nada de lo que él ha creado puede esconderse de aquel a quien tendremos que rendir cuentas de nuestros hechos.
Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: ―Yo soy el Dios Todopoderoso. Vive siempre de acuerdo con mi voluntad y haz lo correcto,
¿No te das cuenta de que por las riquezas de su generosidad, bondad y paciencia ha estado aguardando sin castigarte para darte tiempo a que te apartes de tus pecados?
¡Cuán bondadoso es él! ¡Cuán bueno es! ¡Qué misericordioso es este Dios nuestro!El Señor protege a la gente sencilla; estaba yo muy débil, y él me salvó.
Dios es la Roca. Perfecta es su obra. Todo lo que hace es justo y bueno. Dios es fiel, no practica la injusticia.
¡Qué inmensas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué difícil es entender sus decisiones y explicar lo que hace!
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y lleno de amor.Él es bueno con todos; y derrama compasión sobre su creación.
Es así porque todos hemos pecado y no tenemos derecho a gozar de la gloria de Dios.Pero Dios, por su gran amor, gratuitamente nos declara inocentes, porque Jesucristo pagó todas nuestras deudas.Dios ofreció a Jesucristo como sacrificio por nuestros pecados. Cuando creemos esto, Dios nos perdona todos nuestros pecados pasados, pues nos tiene paciencia. De esa manera da a conocer su justicia y muestra que él es justo y que nos hace justos por tener fe en Cristo Jesús.
Señor, tú me has examinado el corazón y me conoces muy bien.aun allí me guiará tu mano, tu fuerza me sostendrá.Puedo pedirle a las tinieblas que me oculten; y a la luz que me rodea que se haga noche.Pero aun en las tinieblas no puedo ocultarme de ti; para ti la noche es tan brillante como el día. Para ti son lo mismo las tinieblas que la luz.Tú hiciste todas las delicadas partes internas de mi cuerpo y las uniste en el vientre de mi madre.¡Gracias por haberme hecho tan admirable! Es admirable pensar en ello. Maravillosa es la obra de tus manos, y eso lo sé muy bien.Tú me observaste cuando en lo más recóndito era yo formado.Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.¡Cuán preciosos son los pensamientos que tienes de mí, oh Dios! ¡Son innumerables!No puedo contarlos, superan en número a los granos de arena. Y cuando despierto en la mañana, tú todavía estás conmigo.Dios, si solamente destruyeras a los malvados. ¡Apártense de mi vida, ustedes, asesinos!Sabes si me siento o me levantó. Cuando estoy lejos, conoces cada uno de mis pensamientos.Ellos blasfeman contra ti; tus enemigos toman tu nombre en vano.Señor, ¿no debo odiar a quienes te odian? ¿No detesto a los que te rechazan?Sí, los odio, con un odio implacable, pues tus enemigos son mis enemigos.Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos.Señálame lo que en mí te ofende, y guíame por la senda de la vida eterna.Trazas la senda delante de mí, y me dices dónde debo descansar. Cada momento sabes dónde estoy.Sabes lo que voy a decir antes que lo diga, Señor.
De estas dos cosas que no pueden cambiarse y en las que es imposible que Dios mienta, recibimos un gran consuelo los que ahora acudimos a él en busca de su protección y confiados en la esperanza que nos ha dado.
Al adorarte me inclino ante tu santo templo. Agradeceré a tu nombre por tu gran amor y fidelidad. Porque has exaltado tu nombre y tu palabra por sobre todas las cosas.
Tu firme amor, Señor, es grande como los cielos. Tu fidelidad va más allá de las nubes.Tu justicia es como tus poderosos montes. Tus juicios como las profundidades del océano. Por igual te preocupas de los hombres y los animales.
No temas, pues yo estoy contigo, no te desanimes. Yo soy tu Dios, yo te fortaleceré, yo te ayudaré, yo te sostendré con mi triunfante mano diestra.
¿Qué más se puede decir? Si Dios está de parte nuestra, ¿quién podrá estar contra nosotros?
Pues si ustedes que son malos saben dar buenas cosas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que se las pidan!
¡Jamás! ¿Podrá la madre olvidar a su criaturita y no amar a su propio hijo? Pues aunque eso fuera posible, yo no los olvidaré.
Confía en el Señor con todo tu corazón, y no confíes en tu propia inteligencia.Busca la voluntad del Señor en todo lo que hagas, y él dirigirá tus caminos.
Silencioso estoy ante el Señor, esperando que él me libre. Porque sólo de él procede la salvación.No te enriquezcas mediante la extorsión y el robo. Y si tus riquezas aumentan, no pongas en ellas tu corazón.Una cosa ha dicho Dios, y dos veces lo he escuchado: Que el poder, oh Dios, solo a ti te pertenece;que el amor, Señor, es tuyo. Ciertamente tú pagarás a cada uno según lo que se merezcan sus obras.Sí; sólo él es mi roca y mi salvación; él es mi refugio. ¡Jamás habré de caer!
Este es el mensaje que Dios nos ha dado para ustedes: Dios es luz y en él no hay tinieblas.
Un instante dura su ira; su gracia perdura de por vida. Las lágrimas pueden huir la noche entera, pero al amanecer habrá gozo.
y enséñenles a obedecer los mandamientos que les he dado. De una cosa podrán estar seguros: Estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
Por eso, mi Dios les dará todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.
Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio y en ti estoy seguro; eres mi Dios, y en ti confío».
Él cuidará en perfecta paz a todos los que confían en él y cuyos pensamientos buscan a menudo al Señor.
Además, sabemos que si amamos a Dios, él hace que todo lo que nos suceda sea para nuestro bien. Él nos ha llamado de acuerdo con su propósito.
Él hace lo que dice y cumple las promesas de Dios. Y nosotros, por medio de Cristo, respondemos «amén», para gloria de su nombre.
El nombre del Señor es una torre poderosa; los justos acuden a ella y están a salvo.
¡pero él fue herido y maltratado por los pecados nuestros! ¡Se le castigó para que nosotros tuviéramos paz, lo azotaron y nosotros fuimos sanados por su sufrimiento!
Fíjense en los pájaros, que no siembran ni cosechan ni andan guardando comida, y el Padre celestial los alimenta. ¡Para él ustedes valen más que cualquier ave!
Hermanos míos, mi deseo es que el Dios que les concedió esperanza los inunde siempre de felicidad y paz al creer en él. Y le pido a Dios que los haga rebosar de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Pero cuando tenga miedo, pondré mi confianza en ti.Oh Dios, alabo tu palabra. Confío en Dios ¿por qué temeré? ¿Qué podrá hacerme un simple mortal?
El Señor está cerca de cuantos lo llaman, sí, de todos los que llaman sinceramente.Él cumple los deseos de quienes le temen; escucha su clamor de auxilio y los rescata.
Mantengamos fija la mirada en Jesús, pues de él viene nuestra fe y él es quien la perfecciona. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz y no le dio importancia a la vergüenza que eso significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
¡Señor, Dios mío! ¡Cuántas y cuántas veces has realizado grandes milagros en favor nuestro! ¿Quién más puede hacer tales maravillas? El tiempo no alcanza para narrar todos tus maravillosos actos.
Yo, el Señor, los guiaré de continuo, y les daré de comer en el desierto y siempre tendrán fuerzas. Serán como huerto bien regado, como manantial que fluye sin cesar.
El que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo regrese. De esto estoy seguro.
Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas: emprenderán vuelo como si tuvieran alas de águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no desfallecerán.
no logro comprender por qué te ocupas de nosotros, simples mortales.Nos hiciste apenas un poco inferior a un dios, y nos coronaste de gloria y de honra.
Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tantoque, aunque estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos dio vida con Cristo, pues solo por su gracia somos salvos.
¡Cuán grande es tu bondad para los que a la vista de la gente declaran que tú los rescatarás! Porque guardas grandes bendiciones para quienes en ti confían y te reverencian.
No amen el dinero. Estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré».
Dios siempre cumple su palabra, y él los llamó a vivir unidos a su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor.
Dios, no obstante, nos demostró su amor al enviar a Cristo a morir por nosotros, aun cuando éramos pecadores.
Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos.Son más deseables que el oro, más que el oro refinado. Son más dulces que la miel que destiló del panal.Porque ellos advierten al que los oye y hacen triunfar a quienes los obedecen.Pero, ¿cómo podré yo saber qué pecados acechan en mi corazón?Purifícame de esas faltas que me son ocultas, y líbrame de cometer maldades voluntariamente; ayúdame para que ellas no me dominen. Sólo así podré estar libre de culpa y de multiplicar mis pecados.Que mis palabras y mis más íntimos pensamientos sean agradables a ti; Señor, roca mía y redentor mío.Un día se lo dice a otro día; una noche a otra hace que lo conozcan.Hablan sin sonido ni palabra, su voz es silenciosa en los cielos;su mensaje se extiende por todo el mundo, hasta los confines de la tierra. El sol, a quien Dios le puso su hogar en el cielo,
Lo más importante es que primero busquen el reino de Dios y hagan lo que es justo. Así, Dios les proporcionará todo lo que necesiten.
Que todos los que te honran se regocijen al verme, porque he puesto mi esperanza en tu palabra.
Porque si bien la paga del pecado es muerte, el regalo que nos da Dios es vida eterna a través de Jesucristo nuestro Señor.
Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo y ovejas de su prado.Entremos por sus puertas con canciones de alabanza y gratitud. Démosle gracias y bendigamos su nombre.
Miren cuánto nos ama el Padre que somos llamados hijos de Dios. ¡Y de veras lo somos! Como la mayoría de la gente no conoce a Dios, tampoco reconoce lo que somos.
Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.Aunque naciones enemigas me rodeen, yo las destruiré a todas en el nombre del Señor.Sí, me rodean y me atacan pero yo las destruiré a todas en el nombre del Señor.Se me echan encima como enjambre de abejas; se levantan contra mí como llama rugiente. Pero yo las destruiré a todas en el nombre del Señor.Hiciste cuanto pudiste por matarme, enemigo mío, pero el Señor me ayudó.Él es mi fortaleza y mi canción; mi victoria es él.Cantos de júbilo y victoria se elevan en las casas de los justos. El brazo poderoso del Señor ha hecho cosas maravillosas.El brazo poderoso del Señor se levanta triunfante. El brazo poderoso del Señor ha hecho cosas maravillosas.No moriré sino viviré para narrar todos sus hechos.El Señor me ha castigado, pero no me entregó a la muerte.Ábranme las puertas de la justicia para que entre yo a dar gracias al Señor.Que diga el pueblo de Israel: «Su gran amor perdura para siempre».
¡Gracias por haberme hecho tan admirable! Es admirable pensar en ello. Maravillosa es la obra de tus manos, y eso lo sé muy bien.
Puesto que ustedes resucitaron con Cristo, fijen la mirada en las cosas de arriba, donde está Cristo sentado junto a Dios en el sitio de honor.Ya se pusieron una ropa nueva, que es la nueva vida que se renueva todo el tiempo hasta que llegue a parecerse a su Creador.La nacionalidad y la raza, la religión, la educación y la posición social carecen de importancia en esta vida. Lo que importa es que Cristo es todo y está en todos.Por cuanto Dios los escogió y son santos y amados, practiquen con sinceridad la compasión y la bondad. Sean humildes, amables y buenos.Sopórtense unos a otros y perdonen a quienes se quejen de ustedes. Si el Señor los perdonó, ustedes están obligados a perdonar.Y sobre todo, vístanse de amor, que es lo que permite vivir en perfecta armonía.Que la paz de Dios reine en sus corazones, porque ese es su deber como miembros del cuerpo de Cristo. Y sean agradecidos.Mantengan vívidas en su memoria las enseñanzas de Cristo en toda su abundancia, y enséñense y aconséjense unos a otros con toda sabiduría. Transmítanlas a otros, con salmos, himnos y cánticos espirituales elevados al Señor con corazones agradecidos.Y todo lo que hagan o digan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, y por medio de él acérquense a la presencia de Dios con acción de gracias.Esposas, sométanse a sus esposos, porque así lo ha dispuesto el Señor.Esposos, amen a sus esposas y nunca las maltraten.Llenen sus pensamientos de las cosas de arriba y no en las cosas de este mundo.
Estoy convencido de que nada podrá apartarnos de su amor; ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los demonios, ni lo presente, ni lo que está por venir, ni los poderes,ni lo alto, ni lo profundo, ni cosa alguna de toda la creación. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha demostrado en Cristo Jesús, nuestro Señor!
Con paciencia esperé que Dios me ayudara; entonces él oyó y escuchó mi clamor.No he ocultado esta buena noticia en mi corazón, sino que he proclamado tu fidelidad y tu salvación. Les he hablado a todos en la asamblea de tu gran amor y tu fidelidad.¡Señor, no alejes de mí tu misericordia! Mi única esperanza está en tu gran amor y fidelidad.Son tantos los problemas que me rodean que no los puedo ni contar. Se han acumulado tanto que no me dejan encontrar la salida. Son más que los cabellos de mi cabeza. Mi corazón se debilita.¡Te lo ruego, Señor, líbrame! ¡Pronto! ¡Ven a ayudarme!Sean avergonzados y humillados aquellos que tratan de aniquilarme. Huyan deshonrados aquellos que se deleitan en mis problemas.Que se llenen de horror y de vergüenza porque dijeron: ¡Ya lo tenemos!Pero que el gozo del Señor se derrame sobre cuantos lo aman, y buscan la salvación que él da. Que siempre exclamen: «¡Cuán grande es Dios!».En cuanto a mí, pobre soy, y menesteroso, pero en este instante Dios piensa en mí. ¡Dios mío, tú eres mi auxilio! Tú eres mi salvación. ¡Ven pronto, y sálvame! ¡No te demores, por favor!Me sacó del abismo de la desesperación, del pantano y del lodo; puso mis pies sobre senda dura y firme, y me fortaleció mientras yo proseguía mi camino.
A Dios sea la gloria, pues por su poder eficaz que actúa en nosotros, él puede hacer muchísimo más de lo que nos podemos imaginar o pedir.
Nosotros fuimos quienes nos extraviamos como ovejas, nosotros, quienes seguimos nuestro propio camino. ¡Pero Dios echó sobre él la culpa y los pecados de cada uno de nosotros!
Pero ustedes son una familia escogida, son sacerdotes reales y son una nación santa. Son un pueblo que Dios compró para que anuncien sus obras extraordinarias; él fue quien los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.
No se amolden a la conducta de este mundo; al contrario, sean personas diferentes en cuanto a su conducta y forma de pensar. Así aprenderán lo que Dios quiere, lo que es bueno, agradable y perfecto.
Vengan a mí los que estén cansados y afligidos y yo los haré descansar.Lleven mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y de corazón humilde. Así hallarán descanso para el alma,a preguntarle a Jesús: ―¿Eres tú de veras el que estábamos esperando, o debemos esperar a otro?porque mi yugo es fácil de llevar y mi carga es ligera».
¿Quién podrá olvidar las maravillas que él hace? ¡El Señor es bondadoso y misericordioso!
Mis pensamientos y conducta son radicalmente diferentes a los de ustedes.Porque así como el cielo es más alto que la tierra, mi conducta y mis pensamientos son más elevados que los de ustedes.
Tú me observaste cuando en lo más recóndito era yo formado.Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.
La palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que una espada de dos filos que penetra hasta lo más profundo de nuestro ser, y examina nuestros más íntimos pensamientos y los deseos de nuestro corazón.
Lo que quieres es un espíritu quebrantado. Al corazón quebrantado y contrito, Dios, no lo despreciarás tú.
Y dijo luego a los discípulos: ―Si alguien desea seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Pues el mismo Señor que es Señor de todos no hace diferencia entre el judío y el que no lo es. Él bendice generosamente a quienes se lo piden.Por eso la Escritura dice: «Todo aquel que busque la ayuda del Señor será salvo».
pero sabemos que Cristo, el Hijo de Dios, vino a ayudarnos a hallar y entender al Dios verdadero. Ahora estamos en Dios, porque estamos en su Hijo Jesucristo, que es también Dios verdadero y la vida eterna.
Estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Y esta vida que ahora tengo la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí.
¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora.El sol no te hará daño de día ni la luna de noche.
No te apartes nunca del amor y la verdad; llévalos atados a tu cuello como si fueran un collar y escríbelos en lo profundo de tu corazón.No te metas en pleitos con nadie, sino te han hecho daño.No envidies a la gente violenta, ni imites su conducta.Porque el Señor detesta a esos malvados, pero le da su amistad a los justos.La maldición del Señor cae sobre la casa de los malvados, pero su bendición está sobre el hogar de los justos.El Señor se burla de los burladores, pero ayuda a los humildes.Los sabios se llenarán de honra, pero los necios se llenarán de vergüenza.Entonces contarás con la buena opinión de la gente y el favor de Dios.
»Entonces yo, el Rey, diré a los de mi derecha: “Vengan, benditos de mi Padre. Entren al reino que está preparado para ustedes desde la fundación del mundo,
Como pastor apacentará su rebaño, llevará en brazos los corderillos y suavemente guiará las ovejas con cría.
Señor, tú me has examinado el corazón y me conoces muy bien.aun allí me guiará tu mano, tu fuerza me sostendrá.Puedo pedirle a las tinieblas que me oculten; y a la luz que me rodea que se haga noche.Pero aun en las tinieblas no puedo ocultarme de ti; para ti la noche es tan brillante como el día. Para ti son lo mismo las tinieblas que la luz.Tú hiciste todas las delicadas partes internas de mi cuerpo y las uniste en el vientre de mi madre.¡Gracias por haberme hecho tan admirable! Es admirable pensar en ello. Maravillosa es la obra de tus manos, y eso lo sé muy bien.Tú me observaste cuando en lo más recóndito era yo formado.Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.¡Cuán preciosos son los pensamientos que tienes de mí, oh Dios! ¡Son innumerables!No puedo contarlos, superan en número a los granos de arena. Y cuando despierto en la mañana, tú todavía estás conmigo.Dios, si solamente destruyeras a los malvados. ¡Apártense de mi vida, ustedes, asesinos!Sabes si me siento o me levantó. Cuando estoy lejos, conoces cada uno de mis pensamientos.
Esta esperanza es como un ancla firme y segura para nuestra alma y penetra hasta la presencia misma de Dios.
Si Dios no dudó al entregar a su Hijo por nosotros, ¿no nos dará también, junto con él, todas las cosas?
Cuando alzo la vista al cielo nocturno y contemplo la obra de tus manos, la luna y las estrellas que tú hiciste,no logro comprender por qué te ocupas de nosotros, simples mortales.
creador del cielo y de la tierra; los mares y cuanto en ellos hay. Él es el Dios que cumple siempre todas sus promesas.
Pero el Señor aún espera que acudan a él para poder demostrarles su amor. Él los conquistará para bendecirlos, tal como lo ha dicho, porque el Señor es fiel a su promesa. Bienaventurados son cuantos esperan confiados en la ayuda del Señor.
¡Que Dios, que da aliento y perseverancia, les ayude a vivir juntos en armonía, tal como Cristo nos dio el ejemplo!
Lleven mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y de corazón humilde. Así hallarán descanso para el alma,
Pero si confesamos a Dios nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad.
y levanta al pobre del polvo, y al necesitado del basurero,y los hace sentarse entre los príncipes, con los príncipes de su pueblo.
Después de todo, en el reino de Dios lo más importante no es comer ni beber, sino practicar la justicia y la paz y tener el gozo del Espíritu Santo.
No creas que eres tan sabio como para no tenerle miedo al mal. Honra al Señor y huye del mal,
¡Cuán precioso es tu constante amor, Dios! Toda la humanidad se refugia a la sombra de tus alas.
A su debido tiempo Dios hará que se cumpla. Al único y bendito Soberano, Rey de reyes y Señor de señores,al único inmortal, el que habita en luz tan deslumbrante que ningún humano puede acercársele, y a quien nadie ha visto ni verá jamás. A él sea la honra y el poder para siempre. Amén.
Porque el Señor es nuestra luz y nuestra protección. Él nos da gracia y gloria. Ningún bien se les negará a quienes hagan lo que es justo.
A ellos, Dios les dio a conocer la riqueza y la gloria de su plan que, por cierto, beneficia a los gentiles. Y este es el misterio: Cristo está entre ustedes y es su esperanza de gloria.
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor me protege del peligro, ¿quién podrá amedrentarme?
porque tu amor y bondad son para mí mejor que la vida misma! ¡Cuánto te alabo!Te bendeciré mientras viva, alzando a ti mis manos en oración.
¡Señor, no alejes de mí tu misericordia! Mi única esperanza está en tu gran amor y fidelidad.
En cambio, este es el fruto que el Espíritu produce en nosotros: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,
Pasa por alto los pecados de mi juventud, Señor; mírame con ojos de misericordia y perdón.
Porque nos ha nacido un niño, se nos ha dado un hijo y él tendrá el gobierno sobre su hombro. Estos serán sus títulos de realeza: «Admirable», «Consejero», «Dios poderoso», «Padre eterno», «Príncipe de paz».
Yo sé que el Señor continuamente está conmigo, jamás tendré por qué tropezar y caer, pues él está a mi lado.Por eso tengo el corazón lleno de gozo; mi boca está llena de alabanzas. Todo mi ser descansa con tranquilidad,
En conclusión: uno debe de glorificar a Dios en todo lo que hace; hasta en lo que come y bebe.
A todos los que guardan luto en Israel les dará: belleza en vez de cenizas, júbilo en vez de llanto, y alabanza en vez de abatimiento. Porque para gloria de Dios, él mismo los ha plantado como vigorosos y esbeltos robles.
Espera al Señor; él acudirá. Sé valiente, resuelto y animoso. Sí; espera, y él te ayudará.
El que habla, que lo haga como el que habla las palabras mismas de Dios. El que presta algún servicio, que lo haga como el que tiene la fuerza de Dios para hacerlo. Así, en todo lo que ustedes hagan, Dios será alabado por medio de Jesucristo, a quien le pertenece la gloria y el poder para siempre. Amén.
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