Y nosotros hemos conocido y creído el amor que tiene Dios para con nosotros. Dios amor es; y el que permanece en el amor, en Dios permanece; y Dios en él permanece.
Y pasó Señor ante su faz y clamó: «¡Señor, Señor! el Dios misericordioso y compasivo, longánimo, y lleno de piedad y fidelidad; guardando piedad a los millares(a); quitando iniquidades e injusticias y pecados; y no justificará al culpable, trayendo las iniquidades de padres sobre hijos, y sobre hijos de hijos, sobre tercera y cuarta generación».
No(e) hombre Dios, para que mienta; no hijo de hombre, para que se arrepienta. El ha dicho ¿y no hará?; ha hablado ¿y no cumplirá?
load su nombre, que bueno el Señor; por el siglo su misericordia; y hasta generación y generación su verdad.
Y ésta es la eterna vida: que conozcan a ti, el solo, verdadero Dios, y al que enviaste: Jesucristo.
y no hemos hallado a otro semejante a la fuerza de él: El que lo justo juzga ¿no crees que ese mismo escucha?
Y conocerás que el Señor, tu Dios, éste es Dios, Dios fiel, el que guarda alianza y misericordia para con los que le aman y los que guardan sus mandamientos, por millares de generaciones;
«¡El que eres, Señor! tú has hecho el cielo y la tierra con tu fuerza, la grande, y tu brazo, el excelso y el sublime; no se ocultará, no, de ti nada;
(138:6) ¿A dónde iré, de tu espíritu? y, de tu faz ¿a dónde huiré? (138:7) Si ascendiere al cielo, tú estás allí; si descendiere al infierno, pereces; (138:8) si tomare(c) mis alas a través de la aurora(d); y me empabellonare en las extremidades del mar(e); (138:9) también allí tu mano me guiará y me sostendrá tu diestra.
¿Y ahora no conoces? ¿si no has oído? Dios eterno, el Dios que ha dispuesto las sumidades de la tierra, no hambreará, ni trabajará; ni hay escudriñamiento de su prudencia;
la que en tiempos propios mostrará el bienaventurado y sólo dinasta, el rey de los reinantes y señor de los señoreantes;
(Salmo 22) Dios es pastor de su pueblo; al que recrea con magnífico festín. (Salmo para David) El Señor me pastorea; y nada me faltará. En paraje de grama, allí me estableció;
(85:14) Y tú, Señor Dios, conmiserador y misericordioso, longánimo y muy misericordioso y veraz;
Pero el fruto del espíritu es: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, continencia, (temperancia, castidad). Contra las cuales cosas no es la ley.
antes de que los montes se hicieran, y se plasmara la tierra y el orbe, y del siglo hasta el siglo, tú eres.
Compasivo y misericordioso, el Señor, longánimo y misericordiosísimo. No hasta el fin se airará; ni por el siglo enfureceráse. No según nuestros pecados, ha hecho con nosotros, ni según nuestras iniquidades retribuídonos.
Toda dádiva buena y todo don perfecto de arriba es, descendiendo del Padre de las luces; en quien no hay mudanza o de vicisitud sombreamiento(h).
y con alegría se alegrarán en el Señor. Alborócese mi alma en el Señor; pues me vistió ropa de salud y túnica de alegría; como a esposo ciñóme mitra; y como a esposa atavióme con atavío.
y no hay criatura invisible a faz de él, y todo desnudo y cuelli-descubierto(f) a sus ojos; para con quien a nosotros la cuenta(g).
Promesa de Isaac Y era Abram de noventa y nueve años, y aparecióse Señor a Abram, y díjole: «Yo soy el Dios omnipotente; camina a faz mía y hazte perfecto.
¿O las riquezas de la bondad de él y de la paciencia y de la longanimidad desprecias; ignorando que lo bueno de Dios a penitencia te trae;
Misericordioso y justo, el Señor; y Señor, nuestro Dios, se apiada. Guardando a los pequeñuelos el Señor: humillado fui, y me salvó.
Dios, —verdaderas sus obras, y todos sus caminos, juicios(a); Dios fiel, y no hay injusticia, justo y recto Señor.
Muchos pensares en corazón de varón; y la voluntad del Señor por el siglo permanece.
¡Oh profundidad de riquezas y sabiduría y ciencia de Dios! ¡cuán inescrutables sus juicios, e ininvestigables sus caminos!
Compasivo y misericordioso, el Señor, longánimo y misericordiosísimo; bondadoso, Señor, para con todos, y sus conmiseraciones, sobre todas sus obras(a).
pues todos pecaron y carecen(g) de la gloria de Dios; justificándose gratuitamente por su gracia, por la redención la en Cristo Jesús; a quien propuso Dios como propiciación por la fe en la sangre de él, en manifestación de su justicia, por la remisión de las precedentes culpas, en la paciencia de Dios, para la manifestación de su justicia en el presente tiempo; a fin de ser él justo y justificando al de fe de Jesús.
(Salmo 138) Omnipresencia divina. (Para el fin; salmo para David) Señor, me has probado y conocídome; (138:1) tu has conocido mi sentarme y mi levantarme; (138:2) tú, entendido todos mis pensamientos, desde lejos; mi senda y mi norma(a) has escudriñado (138:3) y todos mis caminos previstos; porque no hay palabra injusta en mi lengua. (138:4) He aquí, Señor, tú conoces todo: lo postrimero y lo antiguo;
a fin de que, por dos cosas inmutables,(h) en las cuales imposible(i) que mienta Dios, poderosa consolación tengamos los que nos hemos refugiado a asirnos a la propuesta esperanza.
y delante de ángeles te tañeré. Adoraré hacia tu templo santo, y confesaré a tu nombre, (137:3) por tu misericordia y tu verdad, que has engrandecido sobre todo nombre, el santo tuyo.
Señor, en el cielo tu misericordia, y tu verdad, hasta las nubes; y tu justicia cual montes de Dios; tus juicios cual abismo mucho, hombres y bestias salvarás(d).
No temas; que contigo soy; no yerro; pues yo soy tu Dios; que te he fortalecido, y ayudádote y asegurádote con la diestra la justa, mía.
Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dones buenos dar a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre, el de los cielos, dará lo bueno a los que le pidieren?
¿Acaso se olvidará una mujer de su pequeñuelo, para no apiadarse de los frutos de su vientre? pero, si también éstos olvidare la mujer, yo empero, no me olvidaré de ti, dijo el Señor—.
(Salmo 72) El impío no es envidiable; pues acaba mal. (Un salmo para Asaf) ¡Cuán bueno, para con Israel, Dios, a los rectos de corazón!
Está confiado, en todo tu corazón en Dios, y en tu sabiduría no te exaltes; para todos tus caminos conócela para que enderece tus caminos.
(Salmo 61) Confianza en Dios contra los enemigos. (Para el fin; para Iditún; salmo para David) ¿No a Dios se someterá mi alma? pues de él mi salud. Pues también él, mi Dios y mi salvador, mi acogedor: no se me moverá, no, más.
Y éste es el anuncio, que hemos oído de él y os anunciamos: que Dios luz es y tinieblas en él no hay ningunas.
Porque ira, en su indignación, y vida, en su voluntad. (29:6) A la tarde morará llanto; y al alba, alborozo.
enseñándoles a guardar todo cuanto he mandado a vosotros. Y he aquí que estoy con vosotros todos los días hasta la consumación del siglo»(e).
Y mi Dios llenará toda necesidad de vosotros, según su riqueza, en gloria, en Cristo Jesús.
Y sabemos que a los amantes de Dios, todo coopera en bien, a los que según propósito llamados son.
(Salmo 45) La paz mesiánica. (Para el fin; para los hijos de Coré, para los arcanos, salmo) Dios nuestro, refugio y fuerza, ayudador en tribulaciones, las que nos han hallado sobremanera.
Pues cuantas promesas(g) de Dios en él, el «Sí»; por lo cual también por él, el «Amén»(h); a Dios para gloria por(i) nosotros.
De(d) magnificencia de fuerza, el nombre del Señor; y los que a él recurren, justos, son exaltados.
Pero él fue herido por nuestros pecados, y enfermo está por nuestras iniquidades; enseñanza(e) de paz nuestra sobre él; con el cardenal de él nosotros fuimos sanos.
Contemplad los volátiles del cielo cómo no siembran, ni siegan, ni allegan en graneros, y vuestro Padre el celestial, aliméntalos, ¿No sois vosotros mucho más que ellos?
Y se ha hecho el Señor refugio al pobre, amparador en oportunidades(b), en tribulación. Y esperen en ti, los que conocen tu nombre; pues no has abandonado a los que te buscan, Señor.
Y el Dios de la esperanza llenaráos de todo gozo y paz en el creer; para que abundéis en la esperanza, en virtud de Espíritu Santo.
desde lo alto(a) del día; porque muchos, los que guerrean contra mí; no temeré; y yo en ti esperaré. En Dios loaré mis palabras(b) todo el día; en Dios he esperado; no temeré lo que me hiciere carne(c).
(144:19) Cerca, el Señor de todos los que le invocan, todos los que le invocan en verdad; (144:20) voluntad de los que le temen, hará y su deprecación escuchará, y los salvará.
mirando al de la fe autor y consumador, Jesús; quien en vez del que se le proponía gozo, soportó cruz, vergüenza menospreciando; y a la diestra del trono de Dios está sentado.
Muchas has hecho, Señor, Dios mío, tus maravillas, y a tus pensares no hay quien se asemeje, he anunciado y hablado: «Multiplicádose han sobre número».
y será Dios contigo por siempre; y te llenarás según que desea tu alma; y tus huesos se empingüecerán, y serán como huerto embriagado, y como fuente a que no ha faltado agua;
confiado de esto mismo: que, quien empezó en vosotros obra buena, perfeccionará hasta día de Jesucristo;
pero los que aguardan a Dios, mudarán fuerza(g); alas criarán, como águilas; correrán, y no trabajarán; caminarán, y no hambrearán.
porque veré tus cielos, obras de tus dedos: luna y estrellas que tú fundaste; ¿qué es un hombre para que te acuerdes de él, o hijo de hombre para que le visites?
pero Dios, rico siendo en misericordia, por su mucho amor con que nos amó; y, estando nosotros muertos por las caídas, convivificónos en el Cristo (por gracia habéis sido salvados);
(30:23) ¡Cuánta, la muchedumbre de tu bondad, Señor, que has ocultado para los que te temen; (30:24) aderezado para los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!
Desinteresada la vida; contentos con lo presente; pues él dijo: (Deut. 31,6.) No te dejaré, no; ni te abandonaré, no;
¡Fiel Dios, por quien elegidos habéis sido para comunión de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor!
y demuestra su amor a nosotros, porque aún pecadores siendo nosotros, (según tiempo) Cristo por nosotros murió);
(Salmo 18) Gloria de Dios en sus obras y en su ley. (Para el fin; salmo para David) Los cielos cuentan la gloria de Dios, y la hechura de sus manos anuncia el firmamento. Día al día se desborda en palabra; y noche a la noche repite conocimiento(a). No son hablas ni palabras cuyas voces no se oigan, de ellas. A toda la tierra ha salido su son; y a los confines del orbe sus palabras. (18:5) En el sol puso su pabellón;
Pues los estipendios del pecado, muerte; pero el carisma de Dios, vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Sabed que el Señor, él es Dios, él nos ha hecho, y no nosotros, su pueblo y ovejas de su dehesa. Entrad en sus puertas en confesión, sus atrios, en himnos, confesadle;
De la caridad Ved qué amor nos ha dado el Padre: que hijos de Dios nos llamemos; y somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció.
(Salmo 117) Gracias por el gran triunfo del Mesías. (Apocatástasis de Israel). (Aleluya) Confesad al Señor que bueno, que por el siglo su misericordia. Diga ahora la casa de Israel que bueno, que por el siglo su misericordia.
(138:13) Te confesaré que terriblemente te has enmaravillado; maravillosas tus obras, y mi alma conoce sobremanera.
Si habéis, pues, conresucitado en Cristo, lo de arriba buscad; donde el Cristo está en diestra de Dios sentado; lo de arriba pensad, no lo sobre la tierra.
Pues cierto estoy de que ni muerte, ni vida; ni ángeles(j), ni principados, ni potencias; ni lo presente ni lo futuro; ni alteza, ni hondura, ni criatura alguna otra podrános apartar del amor de Dios, el en Cristo Jesús, Señor nuestro.
(Salmo 39) (Mesiánico) Acción de gracias. No ya víctimas ofrecerá al Señor, sino a sí mismo se ofrendará. (Para el fin; para David, salmo) Aguardando aguardé al Señor, y me atendió; y escuchó mi deprecación, y me sacó de lago de miseria y de entre lodo de pantano; y puso sobre piedra mis pies y enderezó mis pasos;
Y al que puede a todo exceder, en abundancia, sobre lo que pedimos o entendemos, según el poder, el que opera en nosotros;
Ninguna, pues, ahora condenación para los en Cristo Jesús, (que no según carne caminan).
Todos, como ovejas, hemos errado; el hombre en su camino erró; y el Señor le entregó a nuestros pecados.
Pero vosotros, linaje escogido, regio sacerdocio, gente santa, pueblo de adquisición(b); para que las virtudes anunciéis del que os ha llamado de tinieblas a su maravillosa luz;
y no os conforméis a este siglo, sino transformaos con la renovación de la mente, para probaros: cuál(a), la voluntad de Dios, la buena(b), y bien placiente y perfecta.
Venid a mí, todos los trabajados y recargados, y yo os refrigeraré. Alzad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, porque suave soy y humilde del corazón, y hallaréis alivio para vuestras almas; que mi yugo es bueno; y mi carga, ligera es.»
Memoria(b) hizo de sus maravillas, misericordioso y compasivo el Señor alimento(c) dio a los que le temían,
Pues no son mis consejos así como vuestros consejos, ni así como vuestros caminos mis caminos; dice el Señor; sino que, como dista el cielo de la tierra, así dista mi camino de vuestros caminos; y vuestros pensamientos, de mis pensamientos.
(138:14) No se te ocultaron mis huesos, que hiciste en oculto y mi ser(h) en lo más profundo de la tierra. (138:15) Lo informe(i) mío han visto tus ojos; y en tu libro todos serán escritos(j): días serán plasmados, y nadie en ellos(k).
Pues viviente, el verbo de Dios y eficaz, y cortante sobre toda cuchilla bifauce(e); y, pasando hasta la división del alma y espíritu, así de articulaciones como de médulas, y discernidor de intentos y pensamientos de corazón;
(50:18) Sacrificio a Dios un espíritu contrito; corazón contrito y humillado, Dios no despreciará.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «si alguno quiere en pos de mí venir, niéguese a sí mismo, y alce su cruz, y sígame.
Que no hay distinción, y de judío y de heleno; pues el mismo Señor de todos, que es rico para con todos los que le invocan. Que todo el que invocare el nombre del Señor, se salvará.
Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y dádonos entendimiento para que conozcamos al Verdadero; y somos en el Verdadero: en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y vida eterna.
Con Cristo he sido crucificado; y vivo, no ya yo, pero vive en mí Cristo; y lo que ahora vivo en carne, en fe vivo la de Dios y Cristo; el que me amó y se entregó por mí.
(Salmo 105) Deprecación de Israel en Babel. (Aleluya) Confesad al Señor que bueno, que por el siglo su misericordia.
El Señor te guardará; Señor, tu amparo sobre tu mano derecha. De día el sol no te quemará, ni la luna(b) de noche.
Limosnas y fe no te falten y lígalas sobre tu cuello, y hallarás gracia; y provee lo hermoso a la faz del Señor y de los hombres.
Entonces dirá el Rey a los de su derecha. «Venid, los benditos de mi Padre, heredad el reino dispuesto para vosotros desde fundación de mundo.
Como pastor pastoreará su grey; y con su brazo congregará corderos; y preñadas consolará.—
(Salmo 138) Omnipresencia divina. (Para el fin; salmo para David) Señor, me has probado y conocídome; (138:1) tu has conocido mi sentarme y mi levantarme; (138:2) tú, entendido todos mis pensamientos, desde lejos;
La que como áncora tenemos del alma y segura y firme, y que entra en lo interior del velo;
Pues, aquél que al propio Hijo no perdonó, sino por nosotros todos entrególe ¿cómo no ya, también con él, con todas las cosas nos agraciará?
(De boca de infantes y mamantes has aderezado loor por tus enemigos, para destruir a enemigo y vengador)(a); porque veré tus cielos, obras de tus dedos: luna y estrellas que tú fundaste;
(145:5) el que guarda verdad por el siglo; hace juicio a los agraviados; da sustento a los hambrientos.
Y de nuevo aguardará Dios a lastimarse de vosotros; y por esto se exaltará para apiadarse de vosotros; por esto: porque juez, Señor, vuestro Dios; bienaventurados, los que quedan con él—.
Y el Dios de la paciencia y de la consolación déos lo mismo sentir(a) entre vosotros, según Cristo Jesús;
Alzad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, porque suave soy y humilde del corazón, y hallaréis alivio para vuestras almas;
Si confesáremos nuestros pecados, fiel es y justo para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia.
(112:6) el que levanta de la tierra al menesteroso; y, del estiércol ensalza, al pobre; (112:7) para sentarlo con príncipes, con príncipes de su pueblo;
Que no es el reino de Dios comida y bebida, sino justicia, y paz, y gozo en Espíritu Santo;
Señor; ¡cómo has multiplicado tu misericordia, Dios!; (35:8) y los hijos de los hombres, al abrigo de tus alas, esperarán.
la que en tiempos propios mostrará el bienaventurado y sólo dinasta, el rey de los reinantes y señor de los señoreantes; el sólo que tiene inmortalidad, luz habitando inaccesible; a quien ha visto nadie de hombres ni ver puede; a quien honor e imperio sempiterno; amén.
a quienes quiso Dios manifestar cuál(j) la riqueza de la gloria de este misterio, entre las gentes, el que es Cristo entre vosotros: la esperanza de la gloria;
(Salmo 26) Confianza en Dios y amor a su templo. (De David antes de ser ungido) Señor mi iluminación y mi salvador: ¿a quién temeré? (26:2) Señor escudador de mi vida ¿ante quién me amedrentaré?
En tierra desierta, e intransitable e inacuosa, así(a) en el santo, me he aparecido a ti, para ver tu poderío y tu gloria. Pues, mejor tu misericordia sobre vidas: mis labios te alabarán.
Mas tú, Señor, no alejes tus conmiseraciones, de mí; tu misericordia y tu verdad siempre me han acogido.
Pero el fruto del espíritu es: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe,
Los pecados de mi juventud y las ignorancias no rememores. (24:8) Según tu misericordia, acuérdate de mí, por tu bondad, Señor.
Porque un pequeñuelo nos ha nacido; un hijo nos ha sido dado, cuyo principado ha sido hecho sobre su hombro(c); y es llamado su nombre: de gran consejo Angel, Admirable, Consejero, Dios fuerte, Poderoso, Príncipe de paz, Padre del futuro siglo. Pues yo traeré paz sobre los príncipes, y paz y sanidad a él.
Veía yo al Señor delante de mí siempre; pues a mi derecha está; para que no se me mueva. Por esto alegróse mi corazón, y se alborozó mi lengua; y además también mi carne reposará en esperanza.
Sea, pues, que comáis, sea que bebáis, sea que algo hagáis, todo a gloria de Dios haced.
(144:19) Cerca, el Señor de todos los que le invocan, todos los que le invocan en verdad;
para que se dé a los llorosos de Sión— a ellos gloria en vez de ceniza, ungüento de alegría a los llorosos, manto de gloria en vez de espíritu de abandono; y serán llamados generaciones de justicia, plantación del Señor en gloria.
Así, pues, oraréis vosotros: «Padre nuestro, el de los cielos, santifíquese(a) tu nombre(b); llegue tu reino(c); hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra;
Si alguno habla, como dichos de Dios; si alguno ministra, como con fuerza que suministra Dios; para que en todo glorificado sea Dios por Jesucristo; a quien es la gloria y el imperio por los siglos de los siglos; amén.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: