Porque lo que de Dios es invisible, o sea su poder eterno y todo aquello que lo hace ser Dios, se ha hecho claramente visible desde la creación del mundo. El ser humano ha podido entender todo eso con facilidad al observar la creación de Dios. Así que la humanidad no tiene excusa alguna para hacer todo el mal que hace.
Dios le dijo: —Yo soy el que soy. Dile esto al pueblo de Israel: “Yo soy me mandó a ustedes”.
Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento declara lo que sus manos han hecho.Sus decisiones valen más que el oro puro; son más dulces que la miel recién salida del panal.Previenen de todo peligro a quienes te respetan. Los que te obedecen serán recompensados.¿Quién puede darse cuenta de absolutamente todos sus errores? Así que te pido que me ayudes a no cometer pecados sin darme cuenta.Protégeme de la soberbia; no dejes que la soberbia gobierne mi vida. Solo así podré estar puro y libre de toda culpa.SEÑOR, tú eres mi roca; eres quien me salva. Deseo que te complazca todo lo que digo y pienso.Cada día cuenta mensajes y cada noche transmite conocimiento.No se escucha lenguaje ni palabras, ni se emite una voz que podamos oír.Sin embargo, su voz atraviesa el mundo entero, sus palabras llegan al último rincón de la tierra. En el cielo el SEÑOR le armó una carpa al sol.
Él creó el cielo, la tierra y los mares y todo lo que habita en ellos; él sigue fiel para siempre.
Van pensando los insensatos sin tener presente a Dios. Se han corrompido y cometen crímenes horribles. No hay ni uno que haga el bien.
En el principio, antes de la creación del mundo, ya existía la Palabra, la Palabra estaba con Dios y era Dios.
pero nosotros sabemos que solo existe un Dios, el Padre, quien creó todo y para quien vivimos. Y hay un solo Señor, Jesucristo, por medio de quien vino todo y por quien tenemos vida.
«¡Señor y Dios nuestro! Tú mereces recibir la gloria, el honor y el poder, pues creaste todo lo que existe según tu voluntad».
Cada una de las criaturas tenía seis alas y su cuerpo estaba cubierto de ojos. Ni de noche ni de día dejaban de decir: «¡Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era y es y viene!»
Entonces, oí al ángel de las aguas que le decía a Dios: «Tú eres el que es y ha sido siempre. Tú eres el Santo y eres justo al hacer estos juicios.
Nadie puede agradar a Dios si no tiene fe. Cualquiera que se acerque a Dios debe creer que Dios existe y que premia a los que lo buscan.
Tú ya eras Dios aun antes que las montañas se formaran y que crearas la tierra y el mundo. Tú eras y siempre serás Dios.
Así está escrito: «Te he hecho padre de muchas naciones». Así frente a Dios, Abraham creyó este mensaje, porque Dios puede dar vida a los muertos y crear algo de la nada.
diciendo: «¡Te damos gracias Señor, Dios Todopoderoso. Tú eres el que es y ha sido siempre. Te damos gracias porque hiciste uso de tu gran poder y comenzaste a gobernar!
El Señor Dios dice: «Yo soy el Alfa y la Omega, el que es y era y viene. Soy el Todopoderoso».
Yo mismo hice todo lo que existe. Todo es mío». El SEÑOR lo ha dicho. «Pero este es a quien aprecio: la persona humilde con un espíritu abatido que tiembla ante mi palabra.
Cristo existió antes que todas las cosas, y todo el universo sigue su curso gracias a él.
pero hay un Dios en el cielo que sí revela secretos. Él le ha revelado a usted, rey Nabucodonosor, lo que sucederá al final de los tiempos. Esto es lo que vio usted cuando estaba acostado:
Dios es el Creador del cielo y de la tierra. Él es Dios y SEÑOR. Hizo la tierra y le dio forma, la afirmó. No la creó para que estuviera vacía, sino que le dio forma para que fuera habitada. Él dice esto: «Yo soy el SEÑOR, no existe ningún otro Dios.
Tú hiciste todo mi ser, tanto mis sentimientos como mi cuerpo, desde que me hiciste tomar forma en el vientre de mi madre. Te agradezco porque me hiciste de una manera maravillosa; sé muy bien que tus obras son maravillosas.
Desde allí buscarás al SEÑOR tu Dios y lo encontrarás si lo buscas de todo corazón y con todo tu ser.
Mi Señor DIOS, ¡por eso eres tan grande! Todo lo que hemos escuchado con nuestros propios oídos nos lleva a una sola conclusión: tú eres el único Dios y no existe nadie como tú.
Con su poder creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, lo que se ve y lo que no se ve, ya sean ellos seres espirituales, poderes, autoridades o gobernantes. Todo ha sido creado por él y para él.Cristo existió antes que todas las cosas, y todo el universo sigue su curso gracias a él.
SEÑOR, tú eres mi Dios. Te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas. Las planeaste hace mucho tiempo y se han hecho realidad.
Así como no sabes cómo entra el espíritu en una criatura que está en el vientre de su mamá, así tampoco sabes lo que hace Dios, creador de todo.
En el principio, antes de la creación del mundo, ya existía la Palabra, la Palabra estaba con Dios y era Dios.El que es la Palabra ya estaba en el mundo. Él creó el mundo, pero el mundo no lo reconoció.Vino al mundo que le pertenecía, pero su propia gente no lo aceptó.Muchos lo aceptaron y creyeron en él, a estos les dio el derecho de ser hijos de Dios. Son hijos de Dios, pero no por nacimiento físico; no tiene que ver con ningún acto ni deseo humano. Son hijos suyos porque Dios así lo quiere.La Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros, lleno de generoso amor y verdad. Vimos su esplendor, ese esplendor que pertenece al Hijo único del Padre.Juan dio testimonio de él diciéndole abiertamente a la gente: «Este es el del que yo les hablaba. Era de él que les decía: “El que va a venir después de mí es más importante que yo, porque existía antes que yo”».Todos hemos participado de su perfección y recibido generosamente bendición tras bendición.Dios dio la ley por medio de Moisés, pero el generoso amor y la verdad llegaron por medio de Jesucristo.Nadie ha visto jamás a Dios, pero el Hijo único, quien él mismo es Dios, nos lo ha dado a conocer. Él está lo más cercano al Padre. Este es el testimonio de Juan, dado cuando los judíos de Jerusalén enviaron unos sacerdotes y levitas a Juan y le preguntaron: —¿Quién eres tú?Estaba ahí con Dios en el comienzo.Juan respondió sin titubear y sin ocultar la verdad: —Yo no soy el Mesías.También le preguntaron: —Entonces, ¿quién eres? ¿Eres Elías? Juan respondió: —No lo soy. —¿Eres tú el Profeta? Él contestó: —No.Entonces le dijeron: —¿Quién eres tú? Dínoslo y así podremos llevar alguna respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices sobre ti mismo?Él dijo: —Yo soy el que grita en el desierto: “¡Enderecen el camino para el Señor!”, como dijo el profeta Isaías.Los fariseos habían mandado a esos hombres.Ellos le preguntaron: —Si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta, entonces, ¿por qué bautizas?Juan les respondió: —Yo bautizo con agua, pero entre ustedes hay alguien que no conocen yél viene después de mí. Yo no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias.Eso pasó en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.Al día siguiente, Juan vio que Jesús venía hacia él y dijo: «Miren, él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.Todo se hizo por aquel que es la Palabra; sin él, nada se habría hecho.
Existe un solo Dios. Y existe uno solo que logró la paz entre Dios y los seres humanos: el hombre Jesucristo,
»¿Dónde estabas tú cuando hice la tierra? Respóndeme, si eres tan listo.cuando están acurrucados en sus guaridas o acechando en la maleza?¿Quién les da comida a los cuervos cuando sus pichones le gritan a Dios pidiendo auxilio cuando andan merodeando buscando comida?¿Quién le dio a la tierra sus dimensiones? Seguro que tú debes saberlo. ¿Quién le tomó las medidas?¿Sobre qué bases descansa la tierra? ¿Quién puso la primera piedra, mientras cantaban a una voz las estrellas de la mañana y los ángeles lanzaban gritos de alegría?
Esta es la vida eterna: que ellos te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú enviaste.
Dios dice: «Dejen de pelear y acepten que yo soy Dios, todos me darán honor. Yo gobierno a las naciones y controlo al mundo entero».
SEÑOR Altísimo, tú eres en verdad quien gobierna la tierra; tú estás por encima de todos los dioses.
Miro a lo alto de las montañas en busca de ayuda, ¿de dónde vendrá mi ayuda?Mi ayuda vendrá del SEÑOR, el creador del cielo y de la tierra.
¿Es que no lo sabes? ¿Nunca lo has oído? El SEÑOR es el Dios eterno, el Creador de todo el mundo. Nunca se cansa ni se fatiga. Nadie puede entender completamente la sabiduría de Dios.
Sin embargo, tú, SEÑOR, tú gobiernas por siempre. Tu trono permanece de generación en generación.
Reconozcan que el SEÑOR es Dios; él nos creó y le pertenecemos. Nosotros somos su pueblo, las ovejas que él mismo cuida.
Pero yo pregunto: ¿Será que el pueblo de Israel no oyó nuestro mensaje? Claro que sí. «Sus voces se han oído en toda la tierra, y sus palabras han llegado a todos los rincones del mundo».
Dios es el único que no muere; vive en una luz tan brillante que nadie se le puede acercar. Nadie ha visto a Dios y nadie puede verlo. ¡A él sea el honor y poder por toda la eternidad! Así sea.
»Es el Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él. Puesto que él es Señor del cielo y de la tierra, no vive en templos construidos por manos humanas.Él no necesita nada de los seres humanos; al contrario, les da a todos vida, aire y todo lo necesario.De un solo hombre Dios creó todos los distintos seres humanos para que habitaran en todo el mundo y determinó cuándo y dónde debían vivir.Dios quería que la humanidad lo buscara y, aunque fuera a tientas, lo encontrara. Pero en realidad, Dios no está lejos de ninguno de nosotros:“En él vivimos, nos movemos y existimos”. Como dicen sus poetas: “Porque somos sus descendientes”.
Los que no son judíos no conocen la ley, pero cuando ellos por instinto hacen lo que ordena la ley, aun sin conocerla, entonces ellos son su propia ley.Demuestran que en su mente está escrito lo que está bien y lo que está mal, así como dice la ley, y su conciencia les sirve de testigo. Sus razonamientos los condenan o los defienden porque cuando hacen lo malo tienen remordimientos y cuando hacen el bien saben que hacen bien y no se sienten culpables.
Confía en el SEÑOR totalmente, no en tu propia sabiduría.Ten en cuenta a Dios en todo lo que hagas, y él te ayudará a vivir rectamente.
y enséñenles a obedecer todo lo que yo les he mandado. Tengan presente que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.
El SEÑOR dice: «Ustedes son mis testigos y el siervo que yo elegí, por eso me conocen, creen en mí y entienden que yo soy el único Dios que existe. Antes de mí no hubo ningún Dios y después de mí no habrá otro.Solo yo soy el SEÑOR y no hay otro Salvador aparte de mí.
Así mismo, ustedes deben ser luz para los demás de tal manera que todos puedan ver sus buenas obras y adoren a su Padre que está en los cielos.
ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del amor de Dios que se encuentra en nuestro Señor Jesucristo.
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