Un cumpleaños es una celebración para bendecir a esa persona que cumple uno más, y para disfrutar de las bondades de Dios, disfrutar del privilegio de cumplir un año más de vida. Dios te ha dado maravillosas promesas y en este momento de celebración se pueden recordar, compartir la palabra de Dios con tus seres queridos es ideal en ese momento tan alegre. En tu cumpleaños deseo que cada día disfrutes de buena salud y que vivas cada día con la guía verdadera de la sabiduría, la que viene de Dios, que Dios envíe sus ángeles alrededor de ti para que te guarden, que Dios conceda lo que tu corazón desea conforme a su perfecta voluntad. Por mí aumentarán tus días; muchos años de vida te serán añadidos. (Proverbios 9:11)
Querido hermano, ruego a Dios que en todo te vaya bien: que tengas salud, así como prospera tu alma.
Que la misericordia, la paz y el amor de Dios os sean multiplicados. Pecado y condenación de los impíos
Porque nosotros somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para llevar a cabo las buenas obras que de antemano dispuso Dios que realizásemos. Unidad en Cristo
Por lo tanto, gentiles, que el Dios que os ha dado la esperanza os colme de dicha y de paz por haber creído en él. Que reboséis de esperanza mediante el poder del Espíritu Santo que habita en vosotros. Pablo, ministro de los gentiles
Y estoy seguro de que Dios, que en vosotros comenzó la buena obra, la perfeccionará hasta el día en que regrese Jesucristo.
Amarás, pues, al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas'.
¡Gracias a Dios por el don de Jesucristo, que no hay palabras que puedan describirlo!
En cambio, cuando el Espíritu Santo dirige nuestra vida, produce en nosotros frutos de amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, manÍsedumbre y templanza, cosas contra las cuales no existe ninguna ley.
Cuando alguien se convierte a Cristo, se transforma en una nueva criatura. Su existencia anterior queda atrás, y él comienza a vivir una nueva vida, a ser parte de una nueva creación.
Todo lo que hayáis de hacer, hacedlo lo mejor posible y con alegría, como si vuestro trabajo fuera para el Señor y no para los hombres. Así el Señor os dará la parte de herencia que os corresponde, porque en realidad es a Cristo el Señor a quien estáis sirviendo.
No os amoldéis a los usos y costumbres propios de este mundo; antes bien, procurad que vuestra mente renovada opere la transformación de vuestra personalidad, para que lleguéis a comprobar lo buena, grata y perfecta que es la voluntad de Dios.
Dios os ha concedido diversidad de dones, y cada uno de vosotros, actuando como buen administrador de la multiforme gracia de Dios, debe poner al servicio de los demás el don que haya recibido.
Tengámonos siempre presentes los unos a los otros, procurando estimularnos al amor y las buenas obras. No dejemos de congregarnos (como algunos tienen por costumbre), para animarnos y exhortarnos los hermanos mutuamente, en especial ahora, cuando ya podéis ver que se acerca el día del regreso del Señor.
A Dios, que es poderoso para hacer todas las cosas y actuar en nosotros mucho más eficazmente de lo que podemos pedir y entender,
Sabemos también que a quienes aman a Dios y responden a su llamamiento para entrar a formar parte de su plan, todo cuanto pueda sucederles redundará en su propio beneficio.
Por lo tanto, de la misma manera que un día recibisteis a Cristo Jesús, el Señor, permaneced en él confiándole vuestra existencia. Vivid arraigados en él, y creced en él sin cesar. Que vuestra fe se afirme cada día más, y que todo lo que habéis aprendido redunde en continuas acciones de gracias al Señor.
Que la alegría presida vuestra vida. Nunca dejéis de orar. Dad gracias en todo momento y circunstancia, porque esto quiere Dios de quienes pertenecen a Cristo Jesús.
Estad siempre alegres en el Señor. Repito, ¡estad alegres! Que todos os conozcan siempre como personas amables, y recordad que el Señor viene pronto. No os preocupéis por nada, pero orad sin cesar, suplicando a Dios por vuestras necesidades y no olvidando darle gracias por todo. Hacedlo así, y la paz de Dios, que supera toda capacidad humana de comprensión, guardará vuestros pensamientos y vuestro corazón unidos a Cristo Jesús.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: