Entonces ellos le dijeron: Cree en nuestro Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa,
Pero en caso de que alguna viuda tenga hijos o nietos, que éstos aprendan primero a cumplir con su deber para con sus propias familias y a recompensar a sus padres, porque esto es agradable ante Dios,
porque si alguno no tiene cuidado de los suyos, y especialmente de los de la familia de la fe, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
porque el marido es cabeza de la esposa, tal como el Cristo es cabeza de la Iglesia, y Él es el Salvador del cuerpo.
Hijos, obedezcan a sus padrs por causa de nuestro Señor, pues esto es justo, porque éste es el primer mandamiento con promesa: HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE, PARA QUE TE VAYA BIEN Y SE PROLONGUE TU VIDA SOBRE LA TIERRA. Padres, no exasperen a sus hijos, sino críenlos en la disciplina y en la instrucción de nuestro Señor.
Hijos, obedezcan a sus padrs por causa de nuestro Señor, pues esto es justo, porque éste es el primer mandamiento con promesa: HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE, PARA QUE TE VAYA BIEN Y SE PROLONGUE TU VIDA SOBRE LA TIERRA.
Por tanto, ustedes ya no son extranjeros ni advenidizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios,
Sean afectuosos con sus hermanos, y ámense unos a otros; prefiéranse unos a otros en cuanto a honra.
y sean afectuosos y compasivos unos con otros, perdonándose unos a otros, así como Dios nos perdonó por medio del Cristo.
Padres, no exasperen a sus hijos, sino críenlos en la disciplina y en la instrucción de nuestro Señor.
Que el Dios de la paciencia y del consuelo les conceda pensar en armonía los unos respecto a los otros en Jesucristo, para que unánimes en la manera de pensar y hablar, glorifiquen a Dios el Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Esposas, sométanse a sus maridos como conviene en el Cristo. Maridos, amen a sus esposas y no sean ásperos con ellas. Hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque así es agradable delante de nuestro Señor. Padres, no exasperen a sus hijos para que no se desalienten.
Igualmente ustedes esposos, vivan sabiamente con sus esposas, teniéndolas en honor como a vasos frágiles, para que no sean estorbados en sus oraciones, porque también ellas heredarán junto con ustedes el don de la vida eterna.
Mi Dios, pues, suplirá para toda su necesidad, según sus riquezas, en la gloria de Jesucristo.
Les digo otra vez: Si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la Tierra sobre cualquier cosa que pudieran pedir, lo tendrán de parte de mi Padre que está en el Cielo, porque donde estén dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estaré yo entre ellos.
Y cuando hagamos lo que es bueno, no nos cansemos, porque llegará el tiempo de cosechar, y ya no nos cansaremos.
Honroso sea en todos el matrimonio, y su lecho sea puro, porque a los fornicarios y a los adúlteros Dios los juzgará.
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