Yo daré mi bendición a quienes te bendigan, maldeciré a quienes te maldigan y todas las familias de la tierra serán benditas en ti».
Los hijos son la herencia que nos da el SEÑOR; los frutos del vientre son la recompensa que viene de Dios.
Sé cuidadoso en obedecer todos estos mandamientos que hoy te doy, para que siempre te vaya bien en todo a ti y a tus descendientes, porque estarás haciendo lo que el SEÑOR tu Dios considera bueno y correcto.
Tendrás más descendientes que partículas de polvo hay sobre la tierra. Se esparcirán por el norte, el sur, el oriente y el occidente, y todas las familias del mundo serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia.
Estableceré mi pacto entre tú, tus descendientes a través de las generaciones y yo. Este será un pacto para toda la eternidad. Prometo ser tu Dios y el de tus descendientes.
Porque yo regaré con agua el país sediento y con ríos la tierra seca. Derramaré mi espíritu sobre tus descendientes y mis bendiciones sobre tus hijos.
»Respeta a tu papá y a tu mamá para que tengas una larga vida en la tierra que te da el SEÑOR tu Dios.
Si una viuda tiene hijos o nietos, primero ellos deben aprender a honrar a Dios manteniendo a su propia familia. Así estarán correspondiendo a los cuidados que les dieron sus padres y abuelos, porque eso agrada a Dios.
Afortunado todo el que respeta al SEÑOR, todo el que sigue el camino de Dios.Disfrutarás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien en la vida.En tu hogar, tu mujer será como una vid llena de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como plantas de olivo.De esa manera será bendecido el que respeta al SEÑOR.
Pido al SEÑOR nuestro Dios que nunca nos abandone y que esté con nosotros, así como lo estuvo con nuestros antepasados.
Si alguno no mantiene a su familia, particularmente a los de su propio hogar, niega la fe y es peor que el que no cree en Dios.
El hombre bueno vive con integridad, ¡qué afortunados son los hijos que vienen después!
Los nietos hacen felices a los abuelos, y los niños se sienten orgullosos de sus padres.
Recuerda siempre estos mandamientos que te doy hoy.Enséñaselos a tus hijos y háblales sobre ellos cuando estés en tu casa, cuando camines, cuando te acuestes y cuando te levantes.
te daré mi bendición y multiplicaré tu descendencia. Tendrás tantos descendientes como estrellas hay en el cielo y arena a la orilla del mar. Ellos se apoderarán de las ciudades de sus enemigos.
Si no desean servir al SEÑOR, decidan hoy a quien servirán, ya sea a los dioses a los que sus antepasados servían al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra viven. Pero yo y mi familia y todas las personas que viven en mi casa serviremos al SEÑOR.
El esposo es la cabeza de la esposa, así como Cristo es la cabeza de la iglesia. Cristo es el Salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo.
Hijos, obedezcan a sus padres como lo manda el Señor, porque esto es justo.Finalmente, confíen en el gran poder del Señor para fortalecerse.Protéjanse contra los engaños del diablo con toda la armadura que les da Dios.Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra gobernantes, contra autoridades, contra poderes de este mundo oscuro y contra fuerzas espirituales malignas del cielo.Por esa razón, vístanse con toda la armadura de Dios. Así soportarán con firmeza cuando llegue el día del ataque de Satanás y después de haber luchado mucho todavía podrán resistir.Entonces manténganse firmes, pónganse el cinturón de la verdad y protéjanse con la coraza de la justicia.Prepárense poniéndose el calzado de anunciar las buenas noticias de la paz.Pero sobre todo, tomen el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del maligno.Utilicen la salvación como casco protector. Tomen la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.Oren y pidan siempre con la ayuda del Espíritu. Manténganse alerta y no dejen de orar por todo el pueblo santo.Oren también por mí para que yo tenga valor cuando esté anunciando la buena noticia y que los que escuchen puedan entender el plan secreto de Dios.«Respeta a tu papá y a tu mamá», ese es el primer mandamiento que está acompañado por una promesa:Mi trabajo es ser delegado de Dios para anunciar su mensaje y por eso estoy preso. Oren a Dios para que yo diga ese mensaje como debo hacerlo, sin miedo.Les envío al estimado hermano Tíquico, fiel ayudante en el Señor, quien les contará todo acerca de mi situación.Envío a Tíquico porque quiero que sepan cómo estoy y para que los anime.Hermanos, que la paz, el amor y la fe de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo estén siempre con ustedes.Que Dios bendiga en abundancia a los que aman profundamente a nuestro Señor Jesucristo.«Así te irá bien en todo y tendrás una larga vida en la tierra». Padres, no hagan enojar a sus hijos sino edúquenlos con la disciplina y la enseñanza del Señor.
Así que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, creó al varón y a la mujer.Y los bendijo diciendo: «Tengan muchos hijos para así poblar el mundo y ejercer control sobre él: sean jefes de los peces del mar, de las aves del cielo y de toda criatura que se arrastra por el suelo».
Yo les daré un solo corazón y un solo camino para que siempre sientan temor de mí, por su propio bien y el de sus descendientes.
Hijos, obedezcan a sus padres como lo manda el Señor, porque esto es justo.Finalmente, confíen en el gran poder del Señor para fortalecerse.Protéjanse contra los engaños del diablo con toda la armadura que les da Dios.Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra gobernantes, contra autoridades, contra poderes de este mundo oscuro y contra fuerzas espirituales malignas del cielo.Por esa razón, vístanse con toda la armadura de Dios. Así soportarán con firmeza cuando llegue el día del ataque de Satanás y después de haber luchado mucho todavía podrán resistir.Entonces manténganse firmes, pónganse el cinturón de la verdad y protéjanse con la coraza de la justicia.Prepárense poniéndose el calzado de anunciar las buenas noticias de la paz.Pero sobre todo, tomen el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del maligno.Utilicen la salvación como casco protector. Tomen la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.Oren y pidan siempre con la ayuda del Espíritu. Manténganse alerta y no dejen de orar por todo el pueblo santo.Oren también por mí para que yo tenga valor cuando esté anunciando la buena noticia y que los que escuchen puedan entender el plan secreto de Dios.«Respeta a tu papá y a tu mamá», ese es el primer mandamiento que está acompañado por una promesa:Mi trabajo es ser delegado de Dios para anunciar su mensaje y por eso estoy preso. Oren a Dios para que yo diga ese mensaje como debo hacerlo, sin miedo.Les envío al estimado hermano Tíquico, fiel ayudante en el Señor, quien les contará todo acerca de mi situación.Envío a Tíquico porque quiero que sepan cómo estoy y para que los anime.Hermanos, que la paz, el amor y la fe de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo estén siempre con ustedes.Que Dios bendiga en abundancia a los que aman profundamente a nuestro Señor Jesucristo.«Así te irá bien en todo y tendrás una larga vida en la tierra».
Los hijos son la herencia que nos da el SEÑOR; los frutos del vientre son la recompensa que viene de Dios.Los hijos de un hombre joven son como flechas en las manos de un guerrero.Qué afortunado es el hombre que llena su aljaba con flechas como esas. No será avergonzado por sus enemigos cuando trate con ellos en los tribunales.
Por lo tanto, ustedes los que no son judíos, ya no son inmigrantes ni exiliados, sino ciudadanos junto con el pueblo santo y forman parte de la familia de Dios.
Pero el fiel amor del SEÑOR a quienes lo respetan, siempre ha existido y seguirá existiendo. Su justicia es de generación en generacióncon la gente que sigue sus enseñanzas y que no se olvida de obedecer sus mandamientos.
Ténganse cariño unos a otros, como hermanos. Den preferencia a los demás y respétense unos a otros.
Sean amables y considerados unos con otros, y perdónense como Dios los ha perdonado a través de Cristo.
Padres, no hagan enojar a sus hijos sino edúquenlos con la disciplina y la enseñanza del Señor.
La paciencia y el ánimo vienen de Dios. Le pido a él que les conceda vivir en armonía unos con otros como quiere Jesucristo.Así, todos a una voz podrán unirse en alabanza al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Esposas, estén dispuestas a servir a su esposo, que es lo que deben hacer como seguidoras del Señor.Esposos, amen a su esposa y no la traten mal.Concéntrense en las cosas celestiales y no en las terrenales,Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque eso es lo que agrada al Señor.Padres, no sean tan exigentes con sus hijos, para que ellos no se desanimen.
Sus hijos hablan bien de ella, y su esposo la alaba y dice:«Hay muchas mujeres buenas, pero tú eres la mejor de todas».
Esas eran las doce tribus de Israel, y eso fue lo que les dijo cuando los bendijo, dándole a cada uno una bendición particular.
De la misma manera, los esposos deben saber vivir con su esposa y respetarla como es debido. Ella es más débil que ustedes, pero al igual que a ustedes, Dios le ha dado la vida como un regalo. Respétenla para que nada impida que Dios escuche sus oraciones.
Pero el fiel amor del SEÑOR a quienes lo respetan, siempre ha existido y seguirá existiendo. Su justicia es de generación en generación
Los justos están siempre dispuestos a dar sin esperar nada a cambio, y sus hijos son una bendición.
El SEÑOR protege a los inmigrantes, cuida a los huérfanos y a las viudas y les amarga la vida a los perversos.
Lo elegí a él para que enseñe a sus hijos y a su gente a vivir de la manera que el SEÑOR quiere que vivan, haciendo lo que es bueno y justo. Si les enseña a vivir así, entonces yo, el SEÑOR, le daré a Abraham lo que le he prometido».
¡Aleluya! Qué afortunado es el que teme al SEÑOR y le gusta mucho hacer lo que él manda.Cuando el perverso se dé cuenta de esto, se enojará y rechinará los dientes, pero pronto desaparecerá y nunca logrará lo que desea.Sus descendientes serán poderosos. Los que viven con honestidad serán bendecidos.
Le pido a mi Dios que les dé a ustedes todo lo que necesitan, conforme a las espléndidas riquezas que tiene en Jesucristo.
»En otras palabras, si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo en pedir algo, pueden orar por eso. Mi Padre que está en el cielo se lo dará,Jesús llamó a un niñito y lo puso en medio de sus seguidores.porque donde se reúnen dos o tres en mi nombre, yo estoy allí en medio de ellos.
SEÑOR, tú eres mi roca; eres quien me salva. Deseo que te complazca todo lo que digo y pienso.
No debemos cansarnos de hacer el bien. Si no nos rendimos, tendremos una buena cosecha en el momento apropiado.
El SEÑOR te protegerá de todo mal, protegerá tu vida.El SEÑOR protegerá tu ida y tu venida, desde ahora y para siempre.
Respeten el matrimonio manteniendo pura su relación de pareja. Tengan muy en cuenta que Dios castigará duramente a los que cometen adulterio y a los que practiquen inmoralidades sexuales.
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