
Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; por medio de ti bendeciré a todas las familias del mundo.»
»Escuchen y cumplan todo lo que les he ordenado, para que a ustedes y a sus hijos les vaya bien siempre, por hacer lo que es agradable y recto a los ojos del Señor su Dios.
Ellos llegarán a ser tantos como el polvo de la tierra, y se extenderán al norte y al sur, al este y al oeste, y todas las familias del mundo serán bendecidas por medio de ti y de tus descendientes.
La alianza que hago contigo, y que haré con todos tus descendientes en el futuro, es que yo seré siempre tu Dios y el Dios de ellos.
porque voy a hacer que corra agua en el desierto, arroyos en la tierra seca. Yo daré nueva vida a tus descendientes, les enviaré mi bendición.
»Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.
Pero si una viuda tiene hijos o nietos, ellos son quienes primero deben aprender a cumplir sus obligaciones con los de su propia familia y a corresponder al amor de sus padres, porque esto agrada a Dios.
1 (1b) Feliz tú, que honras al Señor y le eres obediente. Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien.En la intimidad de tu hogar, tu mujer será como una vid cargada de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como retoños de olivo.Así bendecirá el Señor al hombre que lo honra.
»Y ahora, que el Señor nuestro Dios esté con nosotros como estuvo con nuestros antepasados. Que no nos abandone ni nos deje,
Pues quien no se preocupa de los suyos, y sobre todo de los de su propia familia, ha negado la fe y es peor que los que no creen.
»Grábate en la mente todas las cosas que hoy te he dicho,y enséñaselas continuamente a tus hijos; háblales de ellas, tanto en tu casa como en el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes.
que te bendeciré mucho. Haré que tu descendencia sea tan numerosa como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la orilla del mar. Además, ellos siempre vencerán a sus enemigos,
Pero si no quieren servir al Señor, elijan hoy a quién van a servir: si a los dioses a los que sus antepasados servían a orillas del Éufrates, o a los dioses de los amorreos que viven en esta tierra. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.
Porque el esposo es cabeza de la esposa, como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo; y él es también su Salvador.
Hijos, obedezcan a sus padres como agrada al Señor, porque esto es justo.El primer mandamiento que contiene una promesa es este: «Honra a tu padre y a tu madre,para que seas feliz y vivas una larga vida en la tierra.» Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor.
Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen; varón y mujer los creó, y les dio su bendición: «Tengan muchos, muchos hijos; llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las aves, y a todos los animales que se arrastran.»
Haré que solo tengan voluntad y determinación de honrarme toda su vida, para su propio bien y el de sus descendientes.
Hijos, obedezcan a sus padres como agrada al Señor, porque esto es justo.El primer mandamiento que contiene una promesa es este: «Honra a tu padre y a tu madre,para que seas feliz y vivas una larga vida en la tierra.»
Los hijos que nos nacen son ricas bendiciones del Señor.Los hijos que nos nacen en la juventud son como flechas en manos de un guerrero.¡Feliz el hombre que tiene muchas flechas como esas! No será avergonzado por sus enemigos cuando se defienda de ellos ante los jueces.
Por eso, ustedes ya no son extranjeros, ya no están fuera de su tierra, sino que ahora comparten con el pueblo santo los mismos derechos, y son miembros de la familia de Dios.
Pero el amor del Señor es eterno para aquellos que lo honran; su justicia es infinita por todas las generaciones, para los que cumplen con su alianza y no se olvidan de obedecer sus mandatos.
Ámense como hermanos los unos a los otros, dándose preferencia y respetándose mutuamente.
Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor.
Y Dios, que es quien da constancia y consuelo, los ayude a ustedes a vivir en armonía unos con otros, conforme al ejemplo de Cristo Jesús,para que todos juntos, a una sola voz, alaben al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Esposas, sométanse a sus esposos, pues este es su deber como creyentes en el Señor.Esposos, amen a sus esposas y no las traten con aspereza. Hijos, obedezcan en todo a sus padres, porque esto agrada al Señor.Padres, no hagan enojar a sus hijos, para que no se desanimen.
Sus hijos y su esposo la alaban y le dicen:«Mujeres buenas hay muchas, pero tú eres la mejor de todas.»
Estas son las doce tribus de Israel, y esto es lo que su padre dijo a sus hijos al darle a cada uno su bendición.
En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas. Denles el honor que les corresponde, teniendo en cuenta que ellas son más delicadas y están llamadas a compartir con ustedes la vida que Dios les dará como herencia. Háganlo así para no poner estorbo a sus propias oraciones.
Pero el amor del Señor es eterno para aquellos que lo honran; su justicia es infinita por todas las generaciones,
el Señor protege a los extranjeros y sostiene a los huérfanos y a las viudas, pero hace que los malvados pierdan el camino.
Yo lo he escogido para que mande a sus hijos y descendientes que obedezcan mis enseñanzas y hagan todo lo que es bueno y correcto, para que yo cumpla todo lo que le he prometido.»
¡Aleluya! Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos.Los descendientes del hombre honrado serán bendecidos y tendrán poder en la tierra.
Por lo tanto, mi Dios les dará a ustedes todo lo que les falte, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.
»Esto les digo: Si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra para pedir algo en oración, mi Padre que está en el cielo se lo dará.Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
14 (15) Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío.
Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos.
El Señor te protege de todo peligro; él protege tu vida.El Señor te protege en todos tus caminos, ahora y siempre.
Que todos respeten el matrimonio y mantengan la pureza de sus relaciones matrimoniales; porque Dios juzgará a los que cometen inmoralidades sexuales y a los que cometen adulterio.
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