Hay personas especiales que Dios ha puesto en tu camino, son personas de bendición y de agrado, que bendecimos en el nombre de Jesús, en la biblia encontramos muchos versículos para agradecer y bendecir esas vidas, no solo bendecimos a esas personas sino a nuestra familia, a nuestro país y hermanos en cristo. “Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.” (Números 6:24-26) también bendecimos a nuestros pastores que son usados por Dios. “Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.” (Salmos 5:12) No solo debemos bendecir a los que nos hacen un bien pues Dios nos mandó a bendecir a esos que nos hacen mal, Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan. (Romanos 12:14)
Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron;estuve desnudo, y me cubrieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a visitarme.”Entonces los justos le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer; o con sed, y te dimos de beber?¿Y cuándo te vimos forastero, y te recibimos; o desnudo, y te cubrimos?¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y te visitamos?”en cambio, las prudentes llevaron sus lámparas y también vasijas con aceite.Y el Rey les responderá: “De cierto les digo que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron.”
y si compartes tu pan con el hambriento y satisfaces el hambre de los afligidos, entonces tu luz brillará entre las tinieblas, y la oscuridad que te rodea será como el mediodía.”
¡Defiendan a los pobres y a los huérfanos! ¡Hagan justicia a los afligidos y a los menesterosos!¡Liberen a los afligidos y a los necesitados! ¡Pónganlos a salvo del poder de los impíos!
Y Juan les respondía: «El que tenga dos túnicas, comparta una con el que no tiene ninguna, y el que tenga comida, haga lo mismo.»
¡Dichoso aquel que piensa en los pobres! En los días malos el Señor lo ayudará.Pero tú, Señor, ¡ten compasión de mí! ¡Devuélveme la salud, y les daré su merecido!Con esto sabré que soy de tu agrado: si mi enemigo no llega a burlarse de mí.Y a mí, ¡sosténme por causa de mi integridad! ¡Permíteme estar en tu presencia para siempre!¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, por los siglos de los siglos! ¡Amén y Amén!El Señor lo cuidará y le dará vida, lo hará vivir feliz en la tierra, y no lo dejará caer en manos de sus enemigos.Cuando esté enfermo, el Señor lo sustentará; suavizará sus males mientras recobra la salud.
Oprimir al pobre es afrentar al Creador; tener misericordia del pobre es honrar a Dios.
Pero ¿cómo puede habitar el amor de Dios en aquel que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano pasar necesidad, y le cierra su corazón?Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
»Cuidado con hacer sus obras de justicia solo para que la gente los vea. Si lo hacen así, su Padre que está en los cielos no les dará ninguna recompensa.Venga tu reino. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.No nos metas en tentación, sino líbranos del mal.” [Porque tuyo es el reino, el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.]»Si ustedes perdonan a los otros sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará a ustedes.Pero si ustedes no perdonan a los otros sus ofensas, tampoco el Padre de ustedes les perdonará sus ofensas.»Cuando ustedes ayunen, no se muestren afligidos, como los hipócritas, porque ellos demudan su rostro para mostrar a la gente que están ayunando; de cierto les digo que ya se han ganado su recompensa.Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara,para no mostrar a los demás que estás ayunando, sino a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.»No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corroen, y donde los ladrones minan y hurtan.»Cuando tú des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que la gente los alabe. De cierto les digo que con eso ya se han ganado su recompensa.Por el contrario, acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corroen, y donde los ladrones no minan ni hurtan.Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.»La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán oscura no será la misma oscuridad!»Nadie puede servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o estimará a uno y menospreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas.»Por lo tanto les digo: No se preocupen por su vida, ni por qué comerán o qué beberán; ni con qué cubrirán su cuerpo. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, y el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes mucho más que ellas?¿Y quién de ustedes, por mucho que lo intente, puede añadir medio metro a su estatura?¿Y por qué se preocupan por el vestido? Observen cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan,y aun así ni el mismo Salomón, con toda su gloria, se vistió como uno de ellos.Pero cuando tú des limosna, asegúrate de que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha;Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se echa en el horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe?Por lo tanto, no se preocupen ni se pregunten: “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”Porque la gente anda tras todo esto, pero su Padre celestial sabe que ustedes tienen necesidad de todas estas cosas.Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.»Así que, no se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. ¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal!así tu limosna será en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Hermanos míos, ¿de qué sirve decir que se tiene fe, si no se tienen obras? ¿Acaso esa fe puede salvar?Si un hermano o una hermana están desnudos, y no tienen el alimento necesario para cada día,y alguno de ustedes les dice: «Vayan tranquilos; abríguense y coman hasta quedar satisfechos», pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve eso?Lo mismo sucede con la fe: si no tiene obras, está muerta.
Pero un samaritano, que iba de camino, se acercó al hombre y, al verlo, se compadeció de ély le curó las heridas con aceite y vino, y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura y lo llevó a una posada, y cuidó de él.
Siempre les enseñé, y ustedes lo aprendieron, que a los necesitados se les ayuda trabajando como he trabajado yo, y recordando las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Hay más bendición en dar que en recibir.”»
»Cuando en alguna de tus ciudades, en la tierra que el Señor tu Dios te da, alguno de tus compatriotas se encuentre necesitado, no endurezcas tu corazón ni aprietes el puño para no ayudar a tu compatriota pobre.Al contrario, abre tu mano con generosidad y préstale lo que le haga falta.
Pero recuerden esto: El que poco siembra, poco cosecha; y el que mucho siembra, mucho cosecha.Cada uno debe dar según se lo haya propuesto en su corazón, y no debe dar con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama a quien da con alegría.
»Más bien, el ayuno que yo quiero es que se desaten las ataduras de la impiedad, que se suelten las cargas de la opresión, que se ponga en libertad a los oprimidos, ¡y que se rompa todo yugo!Ayunar es que compartas tu pan con quien tiene hambre, que recibas en tu casa a los pobres vagabundos, que cubras al que veas desnudo, ¡y que no le des la espalda a tu hermano!
Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén,pues les pareció que era lo correcto, y se sienten en deuda con ellos. Porque si los que no son judíos han sido hechos partícipes de las bendiciones espirituales, deben también compartir las bendiciones materiales.
hace justicia a los oprimidos, y da de comer a los que tienen hambre. El Señor da libertad a los cautivosy les devuelve la vista a los ciegos; el Señor levanta a los caídos y ama a los que practican la justicia.El Señor protege a los extranjeros y sostiene a las viudas y a los huérfanos, pero tuerce el camino de los malvados.
Al contrario, cuando ofrezcas un banquete, invita a los pobres y a los mancos, a los cojos y a los ciegos,y así serás dichoso. Porque aunque ellos no te puedan devolver la invitación, tu recompensa la recibirás en la resurrección de los justos.»
»Si prestas dinero a alguno de los pobres de mi pueblo, que viva contigo, no te portarás con él como un prestamista ni le cobrarás intereses.»Si recibes como prenda el vestido de tu prójimo, deberás devolvérselo al ponerse el sol.Porque, ¿cómo podrá dormir, si eso es lo único que tiene para cubrirse? Y si él me pide ayuda, yo lo atenderé, porque soy misericordioso.
A los ricos de este siglo mándales que no sean altivos, ni pongan su esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.Mándales que hagan el bien, y que sean ricos en buenas obras, dadivosos y generosos;que atesoren para sí mismos un buen fundamento para el futuro, que se aferren a la vida eterna.
Delante de Dios, la religión pura y sin mancha consiste en ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y en mantenerse limpio de la maldad de este mundo.
De cierto les digo que cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos aunque sea un vaso de agua fría, por tratarse de un discípulo, no perderá su recompensa.»
Ayunar es que compartas tu pan con quien tiene hambre, que recibas en tu casa a los pobres vagabundos, que cubras al que veas desnudo, ¡y que no le des la espalda a tu hermano!
Vendan lo que ahora tienen, y denlo como limosna. Consíganse bolsas que no se hagan viejas, y háganse en los cielos un tesoro que no se agote. Allí no entran los ladrones, ni carcome la polilla.Porque donde ustedes tengan su tesoro, allí también estará su corazón.
»Cuando siegues el trigo de tu campo, y dejes algún manojo en el campo, no regreses a recogerlo; déjalo allí para los extranjeros, los huérfanos y las viudas. Así te bendecirá el Señor tu Dios en todo lo que hagas.»Al salir de su casa, ella podrá casarse con otro hombre.»Cuando sacudas tus olivos, no recorras todas las ramas que dejes tras de ti; déjalas para los extranjeros, los huérfanos y las viudas.»Cuando vendimies tu viña, no rebusques lo que se haya quedado; déjalo para los extranjeros, los huérfanos y las viudas.
Amémonos unos a otros con amor fraternal; respetemos y mostremos deferencia hacia los demás.
No digo esto para que otros tengan demasiado mientras ustedes sufren de escasez,sino para que en este tiempo la abundancia de ustedes supla, con igualdad, la escasez de ellos, y para que la abundancia de ellos supla la necesidad de ustedes. De este modo habrá igualdad,como está escrito: «El que recogió mucho, no tuvo más, y el que recogió poco, no tuvo menos.»
Así que, todo lo que quieran que la gente haga con ustedes, eso mismo hagan ustedes con ellos, porque en esto se resumen la ley y los profetas.
Solamente nos pidieron que nos acordáramos de los pobres; lo cual también procuré hacer con diligencia.
No se olviden de hacer bien ni de la ayuda mutua, porque estos son los sacrificios que agradan a Dios.
Tú, Señor, escuchas las plegarias de los pobres; tú les das ánimo y les prestas atención.Tú reivindicas al huérfano y al oprimido, para que los simples mortales no sigan violentando la tierra.
Den, y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante. Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos.»
»Sembrarás tu tierra y recogerás tu cosecha durante seis años,pero el séptimo año la dejarás sin sembrar, para que de ella coma la gente pobre de tu pueblo, y los animales del campo se coman lo que quede. »Lo mismo harás con tu viña y con tu olivar.
El Señor protege a los extranjeros y sostiene a las viudas y a los huérfanos, pero tuerce el camino de los malvados.
Y Dios es poderoso como para que abunde en ustedes toda gracia, para que siempre y en toda circunstancia tengan todo lo necesario, y abunde en ustedes toda buena obra;
De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos.
Ponga cada uno al servicio de los demás el don que haya recibido, y sea un buen administrador de la gracia de Dios en sus diferentes manifestaciones.
El Señor levanta de la nada al pobre, y saca del muladar al pordiosero,para darles a los dos un lugar entre los príncipes, entre los gobernantes de su pueblo.
»Cuando en el año tercero, que es el año del diezmo, hayas apartado la décima parte de tus frutos, la repartirás entre los levitas, extranjeros, huérfanos y viudas que haya en tus aldeas, para que coman hasta quedar satisfechos.Entonces dirás delante del Señor tu Dios: “Todo lo consagrado a ti lo he sacado de mi casa, y se lo he dado a los levitas y extranjeros, y a los huérfanos y a las viudas, conforme a todo lo que me has mandado. No he desobedecido tus mandamientos, ni los he olvidado.
»Entonces clamarás, y el Señor te responderá; lo invocarás, y él te dirá: “Aquí estoy. Si quitas de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el lenguaje hueco;
Y el Rey les responderá: “De cierto les digo que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron.”
No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no nos desanimamos.
Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada.
En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. Así también nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.Pero ¿cómo puede habitar el amor de Dios en aquel que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano pasar necesidad, y le cierra su corazón?Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
A todo el que te pida, dale; y a quien se lleve lo que es tuyo, no le pidas que te lo devuelva.
y todos los que habían creído se mantenían unidos y lo compartían todo;vendían sus propiedades y posesiones, y todo lo compartían entre todos, según las necesidades de cada uno.
Los afligidos y menesterosos buscan agua, y no la encuentran; la sed les seca la lengua. Pero yo, el Señor, los he escuchado; yo, el Dios de Israel, no voy a desampararlos.
Tú, Señor, has dicho: «Tanto se oprime a los pobres, y es tanto el clamor de los humildes, que ahora voy a levantarme para acudir en su ayuda.»
Gente arrogante inventa mentiras en mi contra, pero yo cumplo tus mandamientos de todo corazón.Te alabaré con un corazón sincero cuando haya aprendido tus justas sentencias.Esa gente tiene el corazón insensible, pero yo me regocijo con tu ley.
Sanen enfermos, limpien leprosos, resuciten muertos y expulsen demonios. Den gratuitamente lo que gratuitamente recibieron.
Si un hermano o una hermana están desnudos, y no tienen el alimento necesario para cada día,y alguno de ustedes les dice: «Vayan tranquilos; abríguense y coman hasta quedar satisfechos», pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve eso?
si tenemos el don de exhortación, exhortemos; si debemos repartir, hagámoslo con generosidad; si nos toca presidir, hagámoslo con solicitud; si debemos brindar ayuda, hagámoslo con alegría.
Al oír esto, Jesús le dijo: «Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después de eso, ven y sígueme.»
No te aproveches del pobre porque es pobre, ni prives al afligido de un juicio justo,porque el Señor defenderá su causa y les quitará la vida a quienes les quiten todo.
Cornelio miró fijamente al ángel y, con mucho temor, le preguntó: «Señor, ¿qué se te ofrece?» Y el ángel le respondió: «Dios ha escuchado tus oraciones, y la ayuda que has dado a otros la ha recibido como una ofrenda.
Yo fui joven, y ya he envejecido, pero nunca vi desamparado a un justo, ni vi a sus hijos andar mendigando pan.
para que sean ustedes enriquecidos en todo, para toda generosidad, que por medio de nosotros produce acción de gracias a Dios.
Entonces yo, el Señor, te guiaré siempre, y en tiempos de sequía satisfaré tu sed; infundiré nuevas fuerzas a tus huesos, y serás como un huerto bien regado, como un manantial cuyas aguas nunca faltarán.
Así que, hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios!Amémonos unos a otros con amor fraternal; respetemos y mostremos deferencia hacia los demás.Si algo demanda diligencia, no seamos perezosos; sirvamos al Señor con espíritu ferviente.Gocémonos en la esperanza, soportemos el sufrimiento, seamos constantes en la oración.Ayudemos a los hermanos necesitados. Practiquemos la hospitalidad.Bendigamos a los que nos persiguen; bendigamos y no maldigamos.Gocémonos con los que se gozan y lloremos con los que lloran.Vivamos como si fuéramos uno solo. No seamos altivos, sino juntémonos con los humildes. No debemos creernos más sabios que los demás.No paguemos a nadie mal por mal. Procuremos hacer lo bueno a los ojos de todo el mundo.Si es posible, y en cuanto dependa de nosotros, vivamos en paz con todos.No busquemos vengarnos, amados míos. Mejor dejemos que actúe la ira de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.»Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.
No dejes de darle, ni seas mezquino de corazón cuando le des, porque por ello el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas y en todo lo que emprendas.
Y a mí, que estoy pobre y afligido, ¡no me olvides, Señor! Tú eres mi ayuda y mi libertador; ¡no te tardes en responderme, Dios mío!
Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Después de eso, ven y sígueme.»
porque si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, niega la fe y es peor que un incrédulo.
Al ver esto, los oprimidos se alegrarán. Busquen a Dios, y vivirá su corazón;porque el Señor escucha a los menesterosos, y no rechaza a los que están prisioneros.
»No engañarás ni maltratarás al extranjero, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.»No afligirás a las viudas ni a los huérfanos.Si llegas a afligirlos, y ellos me piden ayuda, yo atenderé su clamor.Entonces se encenderá mi furor, y yo los mataré a espada, y las viudas y los huérfanos serán las mujeres y los hijos de ustedes.
y me preguntan: “¿Qué sentido tiene que ayunemos, si no nos haces caso? ¿Para qué afligir nuestro cuerpo, si tú no te das por enterado?” Pero resulta que cuando ayunan solo buscan su propia satisfacción, ¡y mientras tanto oprimen a todos sus trabajadores!
Tú, Dios y Señor, eres sol y escudo; tú, Señor, otorgas bondad y gloria a los que siguen el camino recto, y no les niegas ningún bien.
Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
El justo comparte con los pobres lo que tiene; su justicia permanece para siempre, y con mucha honra puede ostentar su poder.
»No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su siervo ni a su esclava, ni su buey ni su asno, ni nada que le pertenezca a tu prójimo.»
Señor, acuérdate de mí cuando tu bondad alcance a tu pueblo; ¡ven a brindarme tu salvación!
Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Que el amor fraternal permanezca en ustedes.Nosotros tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven en el tabernáculo.Los cuerpos de los animales cuya sangre introduce el sumo sacerdote en el santuario a causa del pecado, se queman fuera del campamento.De igual manera, Jesús sufrió fuera de la puerta, para santificar así al pueblo mediante su propia sangre.Así que salgamos con él fuera del campamento, y llevemos su deshonra,pues no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que vamos en pos de la ciudad que está por venir.Por lo tanto, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Jesús, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que confiesen su nombre.No se olviden de hacer bien ni de la ayuda mutua, porque estos son los sacrificios que agradan a Dios.Obedezcan a sus pastores, y respétenlos. Ellos cuidan de ustedes porque saben que tienen que rendir cuentas a Dios. Así ellos cuidarán de ustedes con alegría, y sin quejarse; de lo contrario, no será provechoso para ustedes.Oren por nosotros, pues estamos seguros de tener la conciencia tranquila y deseamos portarnos bien en todo.Pido especialmente sus oraciones, para que pronto pueda volver a estar con ustedes.Y no se olviden de practicar la hospitalidad, pues gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
Porque eres la fortaleza del pobre, del necesitado y del afligido; eres nuestro refugio contra la tormenta y nuestra sombra contra el calor (pues como tormenta nos azota el ímpetu de los violentos;
¡Alabemos al Señor, porque él es bueno! ¡Su misericordia permanece para siempre!El Señor hirió de muerte a los primogénitos egipcios. ¡Su misericordia permanece para siempre!El Señor sacó de Egipto a los israelitas. ¡Su misericordia permanece para siempre!Lo hizo con mano fuerte y brazo extendido. ¡Su misericordia permanece para siempre!El Señor partió en dos el Mar Rojo. ¡Su misericordia permanece para siempre!El Señor hizo pasar por él a Israel. ¡Su misericordia permanece para siempre!El Señor sepultó en el Mar Rojo al faraón y a su ejército. ¡Su misericordia permanece para siempre!El Señor condujo a su pueblo por el desierto. ¡Su misericordia permanece para siempre!El Señor hirió de muerte a grandes reyes. ¡Su misericordia permanece para siempre!El Señor les quitó la vida a reyes poderosos. ¡Su misericordia permanece para siempre!A Sijón, el rey de los amorreos. ¡Su misericordia permanece para siempre!Alabemos al Dios de dioses; ¡su misericordia permanece para siempre!También a Og, el rey de Basán. ¡Su misericordia permanece para siempre!Esas tierras se las dio en propiedad a su pueblo. ¡Su misericordia permanece para siempre!Fueron la herencia de su pueblo Israel. ¡Su misericordia permanece para siempre!El Señor se acuerda de nosotros cuando estamos abatidos. ¡Su misericordia permanece para siempre!El Señor nos libra de nuestros enemigos. ¡Su misericordia permanece para siempre!El Señor alimenta a todos los seres vivos. ¡Su misericordia permanece para siempre!¡Alabemos al Dios de los cielos! ¡Su misericordia permanece para siempre!Alabemos al Señor de señores; ¡su misericordia permanece para siempre!
¡Defiendan a los pobres y a los huérfanos! ¡Hagan justicia a los afligidos y a los menesterosos!
El espíritu de Dios el Señor está sobre mí. Sí, el Señor me ha ungido; me ha enviado a proclamar buenas noticias a los afligidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a anunciar libertad a los cautivos, y liberación a los prisioneros;Yo me regocijaré grandemente en el Señor; mi alma se alegrará en mi Dios. Porque él me revistió de salvación; me rodeó con un manto de justicia; ¡me atavió como a un novio!, ¡me adornó con joyas, como a una novia!Así como la tierra produce sus renuevos, y así como el huerto hace que brote su semilla, así Dios el Señor hará brotar la justicia y la alabanza a los ojos de todas las naciones.a proclamar el año de la buena voluntad del Señor, y el día de la venganza de nuestro Dios; a consolar a todos los que están tristes;a alegrar a los afligidos de Sión; a ponerles una diadema en lugar de ceniza, perfume de gozo en lugar de tristeza, un manto de alegría en lugar de un espíritu angustiado. Y serán llamados «robles de justicia», plantados por el Señor para gloria suya.
El Señor lo cuidará y le dará vida, lo hará vivir feliz en la tierra, y no lo dejará caer en manos de sus enemigos.
Que salve el rey al pobre que le pida ayuda, y al afligido que no tenga quien lo socorra.Que se compadezca del pobre y del menesteroso, y que les salve la vida a los pobres.Que los salve del engaño y de la violencia, y que la sangre de ellos sea a sus ojos muy valiosa.
que hace justicia al huérfano y a la viuda, y que ama también al extranjero y le da pan y vestido.
Aquel respondió: «El que tuvo compasión de él.» Entonces Jesús le dijo: «Pues ve y haz tú lo mismo.»
Todos los que vigilan a mi pueblo son ciegos e ignorantes; todos ellos son como perros mudos, que ni ladrar pueden: siempre somnolientos y echados, ¡les encanta dormir!Son como perros: ¡comilones e insaciables! Y quienes los guían no saben entender; todos ellos van por su propio camino, cada uno va por su lado, buscando su propio provecho.
Tú, Señor, eres bondadoso y sabes perdonar; ¡grande es tu misericordia para los que te invocan!
Todos los que habían creído eran de un mismo sentir y de un mismo pensar. Ninguno reclamaba como suyo nada de lo que poseía, sino que todas las cosas las tenían en común.Y los apóstoles daban un testimonio poderoso de la resurrección del Señor Jesús, y la gracia de Dios sobreabundaba en todos ellos.Y no había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían terrenos o casas, los vendían, y el dinero de lo vendido lo llevabany lo ponían en manos de los apóstoles, y este era repartido según las necesidades de cada uno.
Ayunar es que compartas tu pan con quien tiene hambre, que recibas en tu casa a los pobres vagabundos, que cubras al que veas desnudo, ¡y que no le des la espalda a tu hermano!Si actúas así, entonces tu luz brillará como el alba, y muy pronto tus heridas sanarán; la justicia será tu vanguardia, y la gloria del Señor será tu retaguardia.
»Cuidado con hacer sus obras de justicia solo para que la gente los vea. Si lo hacen así, su Padre que está en los cielos no les dará ninguna recompensa.
Israel, confía en el Señor, porque el Señor es misericordioso; ¡en él hay abundante redención!
El Señor creó los cielos y la tierra, y el mar y todos los seres que contiene. El Señor siempre cumple su palabra;
El Señor es justo y compasivo; nuestro Dios es todo bondad.El Señor protege a la gente sencilla. Yo estuve muy enfermo, y él me levantó.
En ella, oh Dios, habitan los que son tuyos; tú, por tu bondad, das al pobre lo que necesita.
El hombre se sacia del buen fruto de su boca, y recibe su paga según la obra de sus manos.
Pero ¿cómo puede habitar el amor de Dios en aquel que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano pasar necesidad, y le cierra su corazón?
Pero ahora voy a Jerusalén para servir a los santos.Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén,pues les pareció que era lo correcto, y se sienten en deuda con ellos. Porque si los que no son judíos han sido hechos partícipes de las bendiciones espirituales, deben también compartir las bendiciones materiales.
Ese varón me dijo: “Cornelio, Dios ha escuchado tus oraciones, y la ayuda que has dado a otros la ha recibido como una ofrenda.
Así el rey juzgará a los afligidos del pueblo, salvará a los hijos de los menesterosos, y aplastará a los opresores.
¡Qué bueno es, y qué agradable, que los hermanos convivan en armonía!Es como el buen perfume que resbala por la cabeza de Aarón, y llega hasta su barba y hasta el borde de sus vestiduras.
Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, que son espirituales, restáurenlo con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también tú seas tentado.
Yo amo al Señor porque él me escucha, porque oye mi voz cargada de súplicas.Yo tenía fe, aun cuando dije: «¡Es muy grande mi aflicción!»Era tal mi desesperación, que exclamé: «¡No hay nadie digno de confianza!»¿Con qué voy a pagarle al Señor tantas bendiciones que de él he recibido?¡Solo ofreciendo libaciones por su salvación, e invocando el nombre del Señor!¡Solo cumpliendo al Señor mis promesas en presencia de todo su pueblo!A los ojos del Señor es muy valiosa la muerte de quienes lo aman.Señor, yo soy tu siervo; mi madre fue tu sierva, y yo también lo soy, pues me libraste de mis cadenas.El sacrificio que te ofrezco es mi alabanza; voy, Señor, a proclamar tu nombre.Voy a cumplirte mis promesas en presencia de todo tu pueblo,en los atrios de tu templo, Señor; ¡en medio de ti, ciudad de Jerusalén! ¡Aleluya!El Señor se digna escucharme; por eso lo invocaré mientras viva.
¡Bendice, alma mía, al Señor! ¡Bendiga todo mi ser su santo nombre!No nos ha tratado como merece nuestra maldad, ni nos ha castigado como merecen nuestros pecados.Tan alta como los cielos sobre la tierra, es su misericordia con los que le honran.Tan lejos como está el oriente del occidente, alejó de nosotros nuestras rebeliones.El Señor se compadece de los que le honran con la misma compasión del padre por sus hijos,pues él sabe de qué estamos hechos; ¡él bien sabe que estamos hechos de polvo!Nuestros días son como la hierba: florecemos como las flores del campo,pero pasa el viento sobre nosotros y desaparecemos, sin dejar ninguna huella.Pero el Señor es eternamente misericordioso; él les hace justicia a quienes le honran, y también a sus hijos y descendientes,a quienes cumplen con su pacto y no se olvidan de sus mandamientos, sino que los ponen en práctica.El Señor ha afirmado su trono en los cielos, y su reino domina sobre todos los reinos.¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguna de sus bendiciones!¡Bendigan al Señor, ustedes, ángeles poderosos que cumplen sus órdenes y obedecen su voz!¡Bendigan al Señor todos sus ejércitos, todos ustedes, sus siervos, que cumplen su voluntad!¡Bendigan al Señor ustedes, sus criaturas, en todos los lugares de su dominio! ¡Bendice, alma mía, al Señor!El Señor perdona todas tus maldades, y sana todas tus dolencias.El Señor te rescata de la muerte, y te colma de favores y de su misericordia.El Señor te sacia con los mejores alimentos para que renueves tus fuerzas, como el águila.
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