Y les dijo: Escrito está: 'Mi casa será llamada casa de oración', pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones.
Así pues, cualquiera que escucha estas palabras mías y las pone en práctica es comparable a un hombre sensato que construyó su casa sobre la roca firme.
Y sé que también ahora me librará de todo lo malo y me guardará para su reino celestial. ¡A Él sea la gloria por los siglos de los siglos! Amén. Saludos finales
De manera que ya vosotros no sois extranjeros ni gente ajena, sino miembros de la familia de Dios, conciudadanos de todos los creyentes en Cristo. Habéis sido edificados sobre el firme fundamento de los apóstoles y los profetas, y tenéis en el propio Cristo Jesús la principal piedra angular. En él, bien coordinados, todos los creyentes somos parte del mismo edificio, que va creciendo para ser un templo consagrado al Señor. Vosotros, pues, unidos en él, sois juntamente edificados para morada del Espíritu de Dios.
Hacedlo así, y la paz de Dios, que supera toda capacidad humana de comprensión, guardará vuestros pensamientos y vuestro corazón unidos a Cristo Jesús.
Y reine en vuestro corazón la paz de Cristo, porque en ella fuisteis llamados a ser miembros de su cuerpo, que es la iglesia. Y sed agradecidos.
Por lo tanto, gentiles, que el Dios que os ha dado la esperanza os colme de dicha y de paz por haber creído en él. Que reboséis de esperanza mediante el poder del Espíritu Santo que habita en vosotros. Pablo, ministro de los gentiles
Solidarizaos con los del pueblo de Dios en sus momentos de necesidad, y practicad la hospitalidad.
Al entrar en la casa saludad a los que viven en ella y, si son realmente dignos, la paz que les deseáis vendrá sobre ellos; pero si no lo son, vuestra paz se volverá a vosotros.
Que la palabra de Cristo rebose en vosotros de tal manera que unos a otros seáis capaces de instruiros y animaros con sabiduría, y que, llenos de gratitud vuestros corazones, cantéis al Señor salmos, himnos y cánticos espirituales, y que todo lo que hagáis o digáis, lo hagáis en el nombre del Señor Jesús, y por medio de él ofrezcáis a Dios Padre vuestras acciones de gracias. Normas para la familia cristiana
Dios os ha concedido diversidad de dones, y cada uno de vosotros, actuando como buen administrador de la multiforme gracia de Dios, debe poner al servicio de los demás el don que haya recibido.
Porque dondequiera que haya dos o tres reunidos en mi nombre, allí estaré también yo en medio de ellos. Parábola del siervo despiadado
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