y a que tengan por su ambición el llevar una vida tranquila, y se ocupen en sus propios asuntos y trabajen con sus manos, tal como les hemos mandado;
Los ha llenado de habilidad para hacer toda clase de obra de grabador, de diseñador y de bordador en tela azul, en púrpura y en escarlata y en lino fino, y de tejedor; capacitados para toda obra y creadores de diseños.
Encomienda al Señor tu camino, Confía en Él, que Él actuará; Hará resplandecer tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.
«Ensancha el lugar de tu tienda, Extiende las cortinas de tus moradas, no escatimes; Alarga tus cuerdas Y refuerza tus estacas. -»Porque te extenderás hacia la derecha y hacia la izquierda; Tu descendencia poseerá naciones, Y poblarán ciudades desoladas.
Vio su amo que el Señor estaba con él y que el Señor hacía prosperar en su mano todo lo que él hacía.
Guarden, pues, las palabras de este pacto y pónganlas en práctica, para que prosperen en todo lo que hagan.
Será como árbol plantado junto a corrientes de agua, Que da su fruto a su tiempo Y su hoja no se marchita; En todo lo que hace, prospera.
Hoy te ordeno amar al Señor tu Dios, andar en Sus caminos y guardar Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus decretos, para que vivas y te multipliques, a fin de que el Señor tu Dios te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerla.
El Señor abrirá para ti Su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra a su tiempo y para bendecir toda la obra de tu mano; y tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado.
Bendito serás en la ciudad, y bendito serás en el campo. Te desposarás con una mujer, pero otro hombre se acostará con ella; edificarás una casa, pero no habitarás en ella; plantarás una viña, pero no aprovecharás su fruto. Tu buey será degollado delante de tus ojos, pero no comerás de él; tu asno será arrebatado, y no te será devuelto; tu oveja será dada a tus enemigos, y no tendrás quien te salve. Tus hijos y tus hijas serán dados a otro pueblo, mientras tus ojos miran y desfallecen por ellos continuamente, pero no habrá nada que puedas hacer. Un pueblo que no conoces comerá el producto de tu suelo y de todo tu trabajo, y no serás más que un pueblo oprimido y quebrantado todos los días. Y te volverás loco por lo que verán tus ojos. Te herirá el Señor en las rodillas y en las piernas con llagas malignas de las que no podrás ser sanado, desde la planta de tu pie hasta la coronilla. »El Señor te llevará a ti y a tu rey, al que hayas puesto sobre ti, a una nación que ni tú ni tus padres han conocido, y allí servirás a otros dioses de madera y de piedra. Y vendrás a ser motivo de horror, proverbio y burla entre todos los pueblos donde el Señor te lleve. »Sacarás mucha semilla al campo, pero recogerás poco, porque la langosta la devorará. Plantarás y cultivarás viñas, pero no beberás del vino ni recogerás las uvas, porque el gusano se las comerá. Bendito el fruto de tu vientre, el producto de tu suelo, el fruto de tu ganado, el aumento de tus vacas y las crías de tus ovejas. Tendrás olivos por todo tu territorio pero no te ungirás con el aceite, porque tus aceitunas se caerán. Tendrás hijos e hijas, pero no serán tuyos, porque irán al cautiverio. Todos tus árboles y el fruto de tu suelo los consumirá la langosta. »El extranjero que esté en medio de ti se elevará sobre ti cada vez más alto, pero tú descenderás cada vez más bajo. Él te prestará, pero tú no le podrás prestar. Él será la cabeza y tú serás la cola. »Todas estas maldiciones vendrán sobre ti y te perseguirán y te alcanzarán hasta que seas destruido, porque tú no escuchaste la voz del Señor tu Dios, y no guardaste los mandamientos y estatutos que Él te mandó. Ellas serán señal y maravilla sobre ti y sobre tu descendencia para siempre. Por cuanto no serviste al Señor tu Dios con alegría y con gozo de corazón, cuando tenías la abundancia de todas las cosas, por tanto servirás a tus enemigos, los cuales el Señor enviará contra ti: en hambre, en sed, en desnudez y en escasez de todas las cosas. Él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello hasta que te haya destruido. »El Señor levantará contra ti una nación de lejos, desde el extremo de la tierra, que descenderá veloz como águila, una nación cuya lengua no entenderás, Benditas serán tu canasta y tu artesa.
Pobre es el que trabaja con mano negligente, Pero la mano de los diligentes enriquece.
El Señor mandará que la bendición sea contigo en tus graneros y en todo aquello en que pongas tu mano, y te bendecirá en la tierra que el Señor tu Dios te da.
El Señor te pondrá a la cabeza y no a la cola, solo estarás encima y nunca estarás debajo, si escuchas los mandamientos del Señor tu Dios que te ordeno hoy, para que los guardes cuidadosamente.
Y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros. Confirma, pues, sobre nosotros la obra de nuestras manos; Sí, la obra de nuestras manos confirma.
Pero acuérdate del Señor tu Dios, porque Él es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar Su pacto, el cual juró a tus padres como en este día.
-»Te daré los tesoros ocultos, Y las riquezas de los lugares secretos, Para que sepas que soy Yo, El Señor, Dios de Israel, el que te llama por tu nombre.
Confía en el Señor con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, Y Él enderezará tus sendas.
Y mi Dios proveerá a todas sus necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, Ni se detiene en el camino de los pecadores, Ni se sienta en la silla de los escarnecedores, Sino que en la ley del Señor está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche! Será como árbol plantado junto a corrientes de agua, Que da su fruto a su tiempo Y su hoja no se marchita; En todo lo que hace, prospera.
El que confía en sus riquezas, caerá, Pero los justos prosperarán como la hoja verde.
-»Ningún arma forjada contra ti prosperará, Y condenarás toda lengua que se alce contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos del Señor, Y su justificación procede de Mí», declara el Señor.
Pero el Señor estaba con José, que llegó a ser un hombre próspero, y vivía en la casa de su amo el egipcio. Entonces el amo de José lo tomó y lo echó en la cárcel, en el lugar donde se encerraba a los presos del rey. Allí permaneció en la cárcel. Pero el Señor estaba con José, le extendió Su misericordia y le concedió gracia ante los ojos del jefe de la cárcel. El jefe de la cárcel confió en mano de José a todos los presos que estaban en la cárcel, y de todo lo que allí se hacía él era responsable. El jefe de la cárcel no supervisaba nada que estuviera bajo la responsabilidad de José, porque el Señor estaba con él, y todo lo que él emprendía, el Señor lo hacía prosperar. Vio su amo que el Señor estaba con él y que el Señor hacía prosperar en su mano todo lo que él hacía.
Con generosidad le darás, y no te dolerá el corazón cuando le des, ya que el Señor tu Dios te bendecirá por esto en todo tu trabajo y en todo lo que emprendas.
¶Así dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña para tu beneficio, Que te conduce por el camino en que debes andar.
¶¿Has visto un hombre diestro en su trabajo? Estará delante de los reyes; No estará delante de hombres sin importancia.
Los proyectos del diligente ciertamente son ventaja, Pero todo el que se apresura, ciertamente llega a la pobreza.
Y lo he llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en conocimiento y en toda clase de arte, para elaborar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en el labrado de piedras para engaste, y en el tallado de madera, a fin de que trabaje en toda clase de labor.
Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien sirven.
además, sé que todo hombre que coma y beba y vea lo bueno en todo su trabajo, que eso es don de Dios.
Bienaventurado todo aquel que teme al Señor, Que anda en Sus caminos. Cuando comas del trabajo de tus manos, Dichoso serás y te irá bien.
De Ti proceden la riqueza y el honor; Tú reinas sobre todo y en Tu mano están el poder y la fortaleza, y en Tu mano está engrandecer y fortalecer a todos.
No sean perezosos en lo que requiere diligencia. Sean fervientes en espíritu, sirviendo al Señor,
Pero ustedes servirán al Señor su Dios. Él bendecirá tu pan y tu agua. Yo quitaré las enfermedades de en medio de ti.
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”.
Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abunden para toda buena obra.
Porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia Su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos.
Vio su amo que el Señor estaba con él y que el Señor hacía prosperar en su mano todo lo que él hacía. Así José halló gracia ante sus ojos y llegó a ser su siervo personal; y él lo hizo mayordomo sobre su casa y entregó en su mano todo lo que poseía. Y sucedió que desde el tiempo que lo hizo mayordomo sobre su casa y sobre todo lo que poseía, el Señor bendijo la casa del egipcio por causa de José. La bendición del Señor estaba sobre todo lo que poseía en la casa y en el campo.
Los leoncillos pasan necesidad y tienen hambre, Pero los que buscan al Señor no carecerán de bien alguno.
El que se apiada del pobre presta al Señor, Y Él lo recompensará por su buena obra.
Porque Yo expulsaré a las naciones de tu presencia y ensancharé tus fronteras, y nadie codiciará tu tierra cuando subas tres veces al año a presentarte delante del Señor tu Dios.
A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.
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