El que habita al abrigo del Altísimo y se acoge a la sombra del Omnipotente,no te sobrevendrá ningún mal, ni plaga alguna tocará tu casa.El Señor mandará sus ángeles a ti, para que te cuiden en todos tus caminos.Ellos te llevarán en sus brazos, y no tropezarán tus pies con ninguna piedra.Aplastarás leones y víboras; ¡pondrás tu pie sobre leones y serpientes!«Yo lo pondré a salvo, porque él me ama. Lo enalteceré, porque él conoce mi nombre.Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en medio de la angustia. Yo lo pondré a salvo y lo glorificaré.Le concederé muchos años de vida, y le daré a conocer mi salvación.»dice al Señor: «Tú eres mi esperanza, mi Dios, ¡el castillo en el que pongo mi confianza!»El Señor te librará de las trampas del cazador; te librará de la peste destructora.
Yo he elegido y santificado esta casa, para que en ella esté mi nombre siempre. Mis ojos y mi corazón estarán aquí siempre.
Haré temblar a todas las naciones. Entonces vendrá lo más deseado por todas las naciones, y llenaré de gloria esta casa. Lo digo yo, el Señor de los ejércitos.
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas.Estas palabras que hoy te mando cumplir estarán en tu corazón,y se las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en tu casa, y cuando vayas por el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes.Las atarás en tu mano como una señal, y las pondrás entre tus ojos como frontales,y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Estas palabras que hoy te mando cumplir estarán en tu corazón,y se las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en tu casa, y cuando vayas por el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes.
Dígnate bendecir a todos mis descendientes, y permite que siempre haya uno de ellos a tu servicio. Tú, Señor, lo has prometido, y con tu bendición será bendecida mi familia para siempre.»
Si el Señor no edifica la casa, de nada sirve que los edificadores se esfuercen. Si el Señor no protege la ciudad, de nada sirve que los guardias la vigilen.
Mi Señor y Dios, tú eres mi roca, mi defensor, ¡mi libertador! Tú eres mi fuerza y mi escudo, mi poderosa salvación, mi alto refugio. ¡En ti confío!
Pero si no les parece bien servirle, escojan hoy a quién quieren servir, si a los dioses que sus padres adoraron cuando aún estaban al otro lado del río, o a los dioses que sirven los amorreos en esta tierra donde ahora ustedes viven. Por mi parte, mi casa y yo serviremos al Señor.»
Yo mismo los seguiré llevando, hasta que estén viejos y canosos. Yo los hice, yo los llevaré. Yo los apoyaré y los protegeré.
En la intimidad de tu casa, tu esposa será como una vid con muchas uvas; alrededor de tu mesa tus hijos serán como retoños de olivo.Así bendice el Señor a todo aquel que le honra.
El que habita al abrigo del Altísimo y se acoge a la sombra del Omnipotente,no te sobrevendrá ningún mal, ni plaga alguna tocará tu casa.El Señor mandará sus ángeles a ti, para que te cuiden en todos tus caminos.Ellos te llevarán en sus brazos, y no tropezarán tus pies con ninguna piedra.Aplastarás leones y víboras; ¡pondrás tu pie sobre leones y serpientes!«Yo lo pondré a salvo, porque él me ama. Lo enalteceré, porque él conoce mi nombre.Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en medio de la angustia. Yo lo pondré a salvo y lo glorificaré.Le concederé muchos años de vida, y le daré a conocer mi salvación.»dice al Señor: «Tú eres mi esperanza, mi Dios, ¡el castillo en el que pongo mi confianza!»
La casa se edifica con sabiduría y se afirma con inteligencia.Pasé junto al campo del perezoso, junto a la viña del falto de entendimiento,y vi espinos por todas partes; las ortigas cubrían toda la superficie y la cerca de piedras estaba por los suelos.Miré esto, y lo guardé en mi memoria; lo vi, y aprendí una lección.Un poco de dormir, un poco de soñar, un poco de cruzarse de brazos para descansar.Así vendrán tu necesidad y tu pobreza: como un vago, como un mercenario.Sus alcobas se llenan con buen juicio, y con todo bien preciado y agradable.
El Señor añadirá sus bendiciones sobre ustedes y sobre sus hijos.¡Benditos sean ustedes por el Señor, creador del cielo y de la tierra!
¡Dichosos todos los que honran al Señor! ¡Dichosos los que van por sus caminos!¡Dichoso serás, y te irá bien, cuando te alimentes del fruto de tu trabajo!En la intimidad de tu casa, tu esposa será como una vid con muchas uvas; alrededor de tu mesa tus hijos serán como retoños de olivo.Así bendice el Señor a todo aquel que le honra.
El Señor te estará vigilando cuando salgas y cuando regreses, desde ahora y hasta siempre.
Sobre la casa de los malvados recae la maldición del Señor; sobre la habitación de los justos permanece su bendición.
Entonces mi pueblo vivirá en lugares de paz, en poblaciones seguras, en sitios de reposo.
Así que mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Entremos por sus puertas y por sus atrios con alabanzas y con acción de gracias; ¡alabémosle, bendigamos su nombre!
Solo yo sé los planes que tengo para ustedes. Son planes para su bien, y no para su mal, para que tengan un futuro lleno de esperanza.” —Palabra del Señor.
Y a Aquel que es poderoso para hacer que todas las cosas excedan a lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Cada uno se sentará bajo su vid y a la sombra de su higuera, y no habrá nadie que pueda amedrentarlos. Esto lo ha declarado la boca del Señor de los ejércitos.
La palabra de Cristo habite ricamente en ustedes. Instrúyanse y exhórtense unos a otros con toda sabiduría; canten al Señor salmos, himnos y cánticos espirituales, con gratitud de corazón.
»A cualquiera que me oye estas palabras, y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, pero esta no se vino abajo, porque estaba fundada sobre la roca.
Ponga cada uno al servicio de los demás el don que haya recibido, y sea un buen administrador de la gracia de Dios en sus diferentes manifestaciones.
No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no nos desanimamos.
»La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo.
Cornelio era un hombre piadoso y temeroso de Dios, lo mismo que toda su familia, pues ayudaba con mucho dinero al pueblo y siempre oraba a Dios.
Amémonos unos a otros con amor fraternal; respetemos y mostremos deferencia hacia los demás.
Tuya es, Señor, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; pues tuyas son todas las cosas que están en los cielos y en la tierra. Tuyo es, Señor, el reino. ¡Tú eres excelso sobre todas las cosas!De ti proceden las riquezas y la gloria. Tú dominas sobre todo. En tu mano están la fuerza y el poder, y en tu mano también está el engrandecer y el dar poder a todos.
¡Que el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo!
y que sean humildes y mansos, y tolerantes y pacientes unos con otros, en amor.Pero eso no lo aprendieron ustedes de Cristo,si es que en verdad oyeron su mensaje y fueron enseñados por él, de acuerdo con la verdad que está en Jesús.En cuanto a su pasada manera de vivir, despójense de su vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos;renuévense en el espíritu de su mente,y revístanse de la nueva naturaleza, creada en conformidad con Dios en la justicia y santidad de la verdad.Por eso cada uno de ustedes debe desechar la mentira y hablar la verdad con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.Enójense, pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga,y no den lugar al diablo.El que antes robaba, que no vuelva a robar; al contrario, que trabaje y use sus manos para el bien, a fin de que pueda compartir algo con quien tenga alguna necesidad.No pronuncien ustedes ninguna palabra obscena, sino solo aquellas que contribuyan a la necesaria edificación y que sean de bendición para los oyentes.Procuren mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
En vez de eso, sean bondadosos y misericordiosos, y perdónense unos a otros, así como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,para santificarla. Él la purificó en el lavamiento del agua por la palabra,a fin de presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, santa e intachable, sin mancha ni arruga ni nada semejante.Así también los esposos deben amar a sus esposas como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo.
Hijos, obedezcan a sus padres en el nombre del Señor, porque esto es justo.Por lo demás, hermanos míos, manténganse firmes en el Señor y en el poder de su fuerza.Revístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las asechanzas del diablo.La batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes!Por lo tanto, echen mano de toda la armadura de Dios para que, cuando llegue el día malo, puedan resistir hasta el fin y permanecer firmes.Por tanto, manténganse firmes y fajados con el cinturón de la verdad, revestidos con la coraza de justicia,y con los pies calzados con la disposición de predicar el evangelio de la paz.Además de todo esto, protéjanse con el escudo de la fe, para que puedan apagar todas las flechas incendiarias del maligno.Cúbranse con el casco de la salvación, y esgriman la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.Oren en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y manténganse atentos, siempre orando por todos los santos.Oren también por mí, para que cuando hable me sea dado el don de la palabra y dé a conocer sin temor el misterio del evangelio,Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;del cual soy embajador en cadenas. Oren para que lo proclame sin ningún temor, que es como debo hacerlo.Nuestro querido hermano Tíquico, que es un fiel ministro en el Señor, habrá de comentarles todo acerca de mis actividades, para que también ustedes estén al tanto de todo.Lo envío a ustedes precisamente para que sepan todo lo referente a nosotros, y para que de esa manera sus corazones reciban consuelo.Que Dios el Padre y el Señor Jesucristo concedan a los hermanos paz, amor y fe.Que la gracia sea con todos los que, con amor inalterable, aman a nuestro Señor Jesucristo. Amén.para que te vaya bien, y tengas una larga vida sobre la tierra.Ustedes, los padres, no exasperen a sus hijos, sino edúquenlos en la disciplina y la instrucción del Señor.
Sean mutuamente tolerantes. Si alguno tiene una queja contra otro, perdónense de la misma manera que Cristo los perdonó.Y sobre todo, revístanse de amor, que es el vínculo perfecto.
La palabra de Cristo habite ricamente en ustedes. Instrúyanse y exhórtense unos a otros con toda sabiduría; canten al Señor salmos, himnos y cánticos espirituales, con gratitud de corazón.Y todo lo que hagan, ya sea de palabra o de hecho, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
Por sobre todas las cosas, ámense intensamente los unos a los otros, porque el amor cubre infinidad de pecados.Bríndense mutuo hospedaje, pero no lo hagan a regañadientes.
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