Y el que tuviere los bienes del mundo y viere a su hermano necesidad tener, y cerrare sus entrañas para con él, ¿cómo el amor de Dios permanece en él?
Y he aquí un legisperito levantóse tentándole, diciendo: «Maestro, ¿qué haciendo vida eterna heredaré?» Y él dijo a él: «En la ley ¿qué escrito está? ¿Cómo lees?» Y él, respondiendo dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, de todo tu corazón, y en toda tu alma y en toda tu fuerza y en toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo» Y díjole: «Rectamente has respondido; esto haz, y vivirás». Mas él, queriéndose justificar(c), dijo a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?» Y, respondiendo Jesús, dijo: «Un hombre bajó de Jerusalén a Jericó, y en medio de bandidos cayó; que, también desvistiéndole y golpes imponiéndole, se fueron, dejando medio muerto. Y por acaso un sacerdote bajó en aquel camino, y, viéndole, pasó de largo. Y así mismo también un levita(d), yendo de camino, viniendo y viendo, pasó de largo. Pero un samaritano, viajando, vino cerca de él, y, viendo, lastimóse, y, llegándose, fue ligando sus llagas, infundiendo aceite y vino, y, subiéndole en la propia bestia, llevóle a posada y cuidó de él. Y al otro día, sacando(e), dio dos denarios al posadero y dijo: «Cuida de él, y todo lo que de más gastares, yo volviendo por acá te devolveré». ¿Quién de estos tres, parécete prójimo haber sido del que cayó en bandidos?» Y él dijo: «El que hizo la misericordia con él». Y díjole Jesús: «Vete, y tú haz así mismo».
(Salmo 40) (Mesiánico) Cristo quéjase de sus enemigos y de Judas. (Para el fin; salmo para David) Bienaventurado el que cuida del mendigo y pobre: en día malo le librará el Señor.
Pues hambre tuve, y me disteis de comer, sed, y me disteis de beber; huésped fui, y me recogisteis; desnudo, y me vestisteis; enfermé y me visitasteis; en prisión estuve y vinisteis a mí. Entonces responderánle los justos, diciendo: «Señor ¿cuándo te vimos hambriento, y sustentamos, o sediento y dimos de beber? Y ¿cuándo te vimos huésped, y recogimos; o desnudo y cubrimos? Y ¿cuándo te vimos enfermo o en prisión, y vinimos a ti? Y, respondiendo el Rey les dirá: «En verdad os digo: en cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos, los más pequeños, a mí hicisteis».
Pero puede Dios toda gracia colmar en vosotros, para que en todo siempre toda suficiencia teniendo, abundéis en toda obra buena;
Y de la beneficencia y comunión(d) no os olvidéis, pues en tales hostias se complace a Dios.
Haceos, unos para con otros, buenos, entrañables, condonándoos, según también Dios en Cristo os ha condonado.
y nos fatigamos, trabajando con las propias manos; injuriados, bendecimos; perseguidos, sufrimos;
¿Cuál, el provecho, hermanos míos, si fe dijere alguno tener, pero obras no tuviere? ¿Acaso puede la fe salvarle? Y si hermano o hermana desnudos están, y privados del diario sustento; y les dijere uno de entre vosotros: «Id en paz, calentaos y hartaos», pero no les diereis las cosas necesarias del cuerpo: ¿cuál el provecho? Así también la fe, si no tuviere obras, muerta está en sí misma.
El ejemplo de Cristo enseña tolerancia Pero debemos nosotros los potentes las flaquezas de los impotentes llevar, y no a nosotros mismos placer.
y dieres al hambriento el pan con tu alma; y alma humillada hartares; entonces nacerá en las tinieblas tu luz; y tus tinieblas, como mediodía;
aprended lo hermoso a hacer; indagad juicio; librad al agraviado, juzgad al huérfano, y justificad a la viuda;
cada uno, según ha recibido carisma, entre vosotros ministrándolo, como buenos dispensadores de varia gracia de Dios.
Dad, y se os dará; medida hermosa, apretada, remecida, rebosante darán en vuestro seno; pues con la medida que medís, se os volverá a medir».
No semejante ayuno yo he elegido, dice el Señor; sino suelta todo lazo de injusticia; disuelve ligaduras de violentos contratos; envía heridos en perdón; y toda escritura injusta desgarra. Parte al hambriento tu pan; y menesterosos vagos introduce en tu casa; si vieres un desnudo, cubre; y a los domésticos de tu simiente no menosprecies.
Vestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, entrañas de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, longanimidad; sobrellevando unos a otros y condonándoos, si alguno contra alguno tuviere queja; tal como también el Señor ha condonado a vosotros, así también vosotros; y sobre todo esto, la caridad(c), la que es lazo de la perfección.
Y preguntábanle las turbas, diciendo: «¿Qué, pues, haremos?» Y, respondiendo, decíales: «El que tiene dos túnicas, participe al que no tiene; y el que tiene alimentos, así mismo haga».
El que hurta, ya no hurte, y más bien fatíguese trabajando con las manos lo bueno, para que tenga qué partir con el que necesidad tiene.
Todo, pues, cuanto quisiereis que a vosotros hagan los hombres, así también vosotros hacedles; que ésta es la ley y los profetas.»
Pues vosotros a libertad habéis sido llamados, hermanos; sólo que no(c) la libertad en ocasión a la carne; empero por la caridad servíos unos a otros.
Quien da a pobres, no carecerá de nada; y el que aparta su ojo(g), en mucha penuria estará.
Y, respondiendo, decíales: «El que tiene dos túnicas, participe al que no tiene; y el que tiene alimentos, así mismo haga».
Y el que diere de beber a uno de estos pequeños(q) un cáliz de fría(r), solamente, en nombre de discípulo, en verdad os digo: no perderá, no, su galardón.»
Para todo tiempo amigo tengas; y hermanos en necesidades provechosos sean; pues, para esto nacen.
Todo os he manifestado, pues los que así se fatigan, han de acoger a los enfermos(i), y recordar las palabras del Señor Jesús, pues él dijo: «Bienaventurado es más bien dar que recibir».
(145:8) Señor guarda a los advenedizos; a huérfano y viuda acogerá; y camino de pecadores desvanecerá.
Y os exhortamos, hermanos: amonestad a los desordenados; alentad a los pusilánimes; sostened a los débiles; longanimaos para con todos.
Cada cual según ha propuesto en su corazón, no con tristeza o por necesidad. Pues al alegre dador ama Dios.
Promesa de Isaac. Sodoma. Y aparecióle el Señor en el valle de Mambré, sentado él ante la puerta de su tienda al mediodía. Y, levantando los ojos, miró, y he aquí tres varones estaban parados cerca de él. Y viéndoles, corrió a su encuentro, y adoró sobre la tierra. Y dijo: «Señor»(a), si he hallado gracia en tus ojos, no pases de tu siervo.
Así luzca vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre el de los cielos.»
Religión pura e inmaculada ante Dios y Padre, ésta es: visitar huérfanos y viudas en la tribulación de ellos; inmancillado guardarse del mundo.
Quien se apiada del pobre, él mismo nutrido será; pues, de sus panes, ha dado al pobre. Triunfo y honor adquiere quien dones da; empero el alma quita de los poseedores(f).
Entonces les responderá, diciendo: «En verdad os digo: en cuanto no hicisteis a uno de estos más pequeños, ni a mí hicisteis».
Si alguno dijere: que «amo a Dios», y a su hermano odiare, mentiroso es; porque el que no ama a su hermano, a quien está viendo, a Dios a quien no ha visto, no puede amar. Y este mandamiento tenemos de él: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Y, lo bello haciendo, no desmayemos; que en el tiempo propio, segaremos, no desfalleciendo.
sea el que exhorta, en la exhortación; el que distribuye, en simplicidad; el que preside, en solicitud; el que compadece, en hilaridad.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque diezmáis la menta, y el eneldo y el comino, y tenéis dejado lo más grave de la ley: el juicio, y la misericordia y la fe! Y esto era necesario hacer, y aquello no dejar.
para caminar dignos del Señor, para toda complacencia, en toda obra buena fructificando
Agradezco al Dios mío, en toda memoria de vosotros, siempre en toda plegaria mía por todos vosotros, con gozo la plegaria haciendo, por vuestra participación en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;
Empero, cuando banquete hagas, convida pobres, mútilos, cojos, ciegos; y bienaventurado serás, porque no tienen cómo retornarte; que se te retornará en la resurrección de los justos».
Según se conmisera el padre de los hijos, se ha conmiserado el Señor de los que le temen; pues él conoce nuestra hechura;
Y, si te encontrares con el buey de tu enemigo o el jumento errantes, se lo devolverás. Y si vieres el jumento de tu enemigo caído bajo su carga, no pasarás de largo, sino que lo levantarás con él.
Así también mi Padre, el celestial, hará con vosotros si no perdonareis, cada cual a su hermano, de vuestros corazones.»
Por lo tanto, mientras tiempo tenemos, obremos lo bueno para con todos, pero mayormente para con los domésticos de la fe.
y demuestra su amor a nosotros, porque aún pecadores siendo nosotros, (según tiempo) Cristo por nosotros murió);
Ricos han mendigado y hambreado; pero los que buscan al Señor, no serán cercenados de todo bien(b).
para que no haya discordia en el cuerpo, sino que lo mismo unos de otros se soliciten los miembros. Y ora padezca un miembro, al par padecen todos los miembros; ora se glorifique un miembro, al par se gozan todos los miembros.
nada por emulación, nada por vanagloria; sino con humildad, el uno al otro considerando superior a sí;
(111:8) Desparramó, dio a los pobres; su justicia permanece por el siglo del siglo; su cuerno exaltado será en gloria.
Abre tu boca a la palabra de Dios; y juzga a todos sanamente. Abre tu boca y juzga justamente; y justifica al pobre y desvalido.
Oíd, hermanos míos amados: ¿no ha elegido Dios a los pobres para el mundo, ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?
Y sabemos que a los amantes de Dios, todo coopera en bien, a los que según propósito llamados son.
Acuérdate de nosotros, Señor, en el beneplácito de tu pueblo; visítanos en tu salud; para ver en la bondad(a) de tus elegidos; para alegrarnos en la alegría de tu gente; para que seas loado, con tu heredad.
Parte al hambriento tu pan; y menesterosos vagos introduce en tu casa; si vieres un desnudo, cubre; y a los domésticos de tu simiente no menosprecies.
Y notició a Raquel que hermano(a) del padre de ella, e hijo de Rebeca era; y corrió y anunció a su padre. Y cuando Labán oyó la nueva de Jacob, el hijo de su hermana, corrió a su encuentro, y le abrazó y besó, y llevó a su casa; y contó a Labán todas estas palabras.
Amigo tuyo o amigo paterno no abandones; y en la casa de tu hermano no entres desgraciado; mejor, amigo cerca que hermano lejos habitando(e).
Engendros de víboras, ¿cómo podéis lo bueno hablar, malos siendo? pues de la abundancia del corazón la boca habla.
No que nos enseñoreemos de vuestra fe; sino que colaboradores somos de vuestro gozo; que en la fe estáis firmes.
Pero el fruto del espíritu es: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, continencia, (temperancia, castidad). Contra las cuales cosas no es la ley.
(Salmo 19) Oración por el rey que parte a la guerra. (Para el fin; salmo para David) Escúchete el Señor en día de tribulación; escúdete el nombre del Dios de Jacob. Envíete auxilio desde el santo, y de Sión acójate.
Haceos, pues, imitadores de Dios, como hijos amados; y caminad en amor, así como también el Cristo nos amó y entregóse por nosotros ofrenda y hostia a Dios en olor de fragancia.
Que no injusto Dios, para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis demostrado para con su nombre, habiendo servido a los santos y sirviendo.
(Salmo 111) Dicha del temeroso de Dios. (Aleluya) Bienaventurado, el varón que teme al Señor; en sus mandamientos querrá sobremanera; poderosa en la tierra será su simiente; generación de rectos bendecida será;
No digas: «Volviendo, retorna: mañana daré», siendo tú poderoso a bien hacer; pues no sabes qué te depara el mañana.
Vestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, entrañas de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, longanimidad;
pero ahora, conociendo a Dios, y más bien: siendo conocidos(b) por Dios ¿cómo retornáis de nuevo a los flacos y pobres rudimentos, a que otra vez, de nuevo, servir queréis?
Por lo tanto, lo de la paz persigamos y lo de la edificación de los unos a los otros (guardemos).
Entonces romperá auroral tu luz; y tus sanidades de pronto brotarán; y andará delante de ti tu justicia; y la gloria de Dios te envolverá;
Empero dirá alguno: «Tú fe tienes, y yo obras tengo», muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré, por mis obras, mi fe.
Hay quien lo propio sembrando, más hacen; hay también quienes, recogiendo(g), disminuyen. Alma bendecida, toda sencilla; y varón iracundo, no noble.
Vended lo que poseéis y dad de limosna: haceos bolsas que no envejecen, tesoro indefectible en los cielos; donde ladrón no se allega, ni carcoma corrompe;
y alborozaos ante él; se turbarán a faz de él, del padre de los huérfanos y juez(c) de las viudas;
Y, si diere de comer con todos mis bienes; y si entregare mi cuerpo a ser quemado, pero caridad no tengo, nada aprovecho.
«Bendígate Señor y guárdete. Ilumine Señor su faz sobre ti y apiádese de ti. Vuelva Señor su faz a ti y déte paz.»
no volviendo mal por mal o ultraje por ultraje; pero, al contrario, bendiciendo; pues a esto habéis sido llamados, para que bendición heredéis.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: