“Que el SEÑOR te bendiga y te proteja;que el SEÑOR sea bueno contigo y te tenga compasión.Que el SEÑOR te mire con amor y te haga vivir en paz”.
Si adoras al SEÑOR tu Dios, él bendecirá tu alimento y tu agua. Yo alejaré de ti la enfermedad.
Que el SEÑOR te bendiga desde Sion para que veas las bendiciones de Jerusalén toda tu vida.
El SEÑOR te da gozo, disfrútalo, y él te dará lo que más deseas.El SEÑOR los ayuda y los salva del peligro. Él los protege de los perversos porque han buscado refugio en él.Entrega al SEÑOR tu vida; confía en él y Dios actuará.
Que el SEÑOR te bendiga desde Sion para que veas las bendiciones de Jerusalén toda tu vida.Que puedas conocer a los hijos de tus hijos. ¡Que haya paz en Israel!
Estimado hermano: le pido a Dios que te vaya bien en todo y que tengas buena salud física, así como la tienes espiritualmente.
Doy gracias a Dios cada vez que me acuerdo de ustedes.Ustedes y yo luchamos por la misma causa. Antes se dieron cuenta de cómo luché y ahora saben que estoy haciendo lo mismo.Siempre oro con alegría por todos ustedes.
Que el SEÑOR, el Dios de sus antepasados, multiplique su número mil veces y los bendiga como les prometió.
Por eso, desde que supe que ustedes tienen fe en el Señor Jesús y que aman a todo el pueblo de Dios,siempre los recuerdo en mis oraciones y ruego a Dios por ustedes.
Le pido a mi Dios que les dé a ustedes todo lo que necesitan, conforme a las espléndidas riquezas que tiene en Jesucristo.
No devuelvan mal por mal. En lugar de insultar a los que los insultan, pidan que Dios los bendiga a ellos, porque ustedes mismos fueron llamados a recibir una bendición,
Que Dios, quien da esperanza, los llene de toda alegría y paz a ustedes que tienen fe en él. Así tendrán tanta esperanza que llegará a otros por el poder del Espíritu Santo.
Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el SEÑOR, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza.
No digan malas palabras, sino palabras que ayuden y animen a los demás, para que lo que hablen le haga bien a quien los escuche.
Pero los que tienen su esperanza puesta en el SEÑOR renovarán sus fuerzas. Les crecerán alas como a las águilas; correrán sin fatigarse, caminarán sin cansarse.
No se olviden de hacer el bien a los demás ni de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios.
Pidan que Dios bendiga a los que los persiguen; pidan bendiciones y no maldiciones para ellos.
Pero yo les digo que amen a sus enemigos y pidan en sus oraciones por los que los persiguen.
Siempre que podamos, hagamos el bien a todos, especialmente a los que pertenecen a la familia de la fe.
Las palabras amables son como la miel: se aceptan con gusto y son buenas para la salud.
Dios tiene el poder de darles más bendiciones de las que necesitan para que siempre tengan lo suficiente para ustedes y también para que puedan ayudar generosamente a toda buena causa.
Por eso, anímense y fortalézcanse unos a otros, así como lo están haciendo ahora.
Siempre les mostré que deben trabajar así y ayudar a los débiles. Les recordé esto que dijo el Señor Jesús: “Uno es más afortunado cuando da que cuando recibe”».
En lugar de eso, debemos pensar en lo que es bueno para ellos y tratar de agradarlos. Así los ayudaremos a fortalecer su fe.
Y el que le dé aunque sea un vaso de agua fresca a uno de mis seguidores menos importantes, por solo el hecho de ser mi seguidor, les digo la verdad: también será recompensado».
Ayúdense cuando se encuentren en problemas, pues así estarán cumpliendo la ley de Cristo.
A ustedes Dios los amó y los eligió para que sean su pueblo santo. Por eso, vivan siempre con compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia.No se enojen unos con otros, más bien, perdónense unos a otros. Cuando alguien haga algo malo, perdónenlo, así como también el Señor los perdonó a ustedes.
Pero si alguien es rico, y ve a su hermano en necesidad y no siente el deseo de ayudarlo, ¿cómo puede vivir el amor de Dios en él?
Entonces el rey les responderá: “Les digo la verdad: cada vez que ustedes hicieron algo por mis hermanos más humildes, también lo hicieron por mí”.
si compartes tu alimento con el que tiene hambre y satisfaces las necesidades del oprimido, entonces tu luz brillará como el amanecer. Tus sombras serán como luz de mediodía.
Juan les contestó: —El que tenga dos mantos que le dé uno al que no tiene y el que tenga comida que la comparta.
Diles que hagan el bien, que se hagan ricos en buenas obras, que den con alegría y que estén dispuestos a compartir.
Hermanos, llénense de alegría y traten de renovarse. Hagan lo que les digo: pónganse de acuerdo entre ustedes y vivan en paz. Así, el Dios de amor y paz estará con ustedes.
El que desprecia a sus semejantes comete pecado, pero afortunado el que se compadece del pobre.
Así que sean imitadores de Dios, pues ustedes son sus hijos amados.Traten de aprender qué es lo que agrada al Señor.No participen de los actos sin fruto que se hacen en la oscuridad, más bien desenmascárenlos,pues hasta da vergüenza hablar de lo que esa gente hace a escondidas.Todo lo que se expone a la luz, se puede ver con claridad,pues todo lo que se saca a la luz se convierte en luz. Por eso decimos: «Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo te iluminará».Por eso hay que tener mucho cuidado con la forma de vivir. No vivan como la gente necia, sino con sabiduría.Esto quiere decir que deben aprovechar toda oportunidad para hacer el bien, porque estamos en una época llena de maldad.No sean tontos, mejor traten de entender cuál es la voluntad del Señor.No se emborrachen, porque así echarán a perder su vida, mejor llénense del Espíritu Santo.Anímense entre ustedes con salmos, himnos y cantos de alabanza. Canten de corazón melodías al Señor.Sigan el camino del amor así como Cristo nos amó y ofrendó su vida por nosotros como un sacrificio voluntario cuyo agradable olor sube a Dios.
»Así que, traten a los demás como les gustaría que los trataran a ustedes. Ese es el verdadero significado de la ley y de la enseñanza de los profetas.
Le pedimos al Señor que aumente y multiplique el amor que tienen unos por otros y por todos, y que ustedes se amen unos a otros, así como nosotros los amamos a ustedes.
Recuerden que cuando uno hace algo bueno, recibe recompensa del Señor, no importa si uno es esclavo o es libre.
Estimados hermanos, amémonos unos a otros porque el amor viene de Dios. Todo el que ama tiene a Dios como su Padre y conoce a Dios.El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios que siempre nos da consuelo.Dios nos consuela en todos nuestros sufrimientos para que también nosotros podamos consolar a quienes sufren, dándoles el mismo consuelo que recibimos de él.
Hermanos, Dios los ha llamado para ser libres. Pero no permitan que la libertad sea una excusa para complacer los deseos humanos. Mejor ayúdense los unos a los otros siempre con amor.
Afortunados los que ayudan al pobre a salir adelante porque cuando estén en peligro, el SEÑOR los salvará.
Dios no es injusto para olvidarse de todo el trabajo que han hecho y recordará que ustedes le han demostrado su amor ayudando al pueblo de Dios y que continúan haciéndolo.
Confía en el SEÑOR y haz el bien; vive de la tierra que Dios te dio y haz tu trabajo con seguridad.
Sean amables y considerados unos con otros, y perdónense como Dios los ha perdonado a través de Cristo.
Afortunados los que tienen compasión de otros, porque Dios también tendrá compasión de ellos.
Supongamos que un hermano o hermana tiene necesidad de vestido o comida.Llega uno de ustedes y le dice: «¡Que Dios lo bendiga, abríguese y aliméntese!» Sin embargo, si no le da lo que realmente necesita en ese momento, ¿de qué sirve?
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