No temas, porque Yo estoy contigo. No desmayes, porque Yo soy tu ʼElohim que te esfuerzo. Te ayudaré siempre. Te sostendré siempre con la mano derecha de mi justicia.
Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para lo bueno, a los que son llamados según su propósito.
Él fortalece al cansado y aumenta la fuerza al que no tiene vigor.Una voz clama: ¡Preparen el camino a Yavé en el desierto! ¡Allanen una calzada a nuestro ʼElohim en la soledad!Aun los muchachos se fatigan y se cansan. Los jóvenes tropiezan y caen,pero los que esperan en Yavé tienen nuevas fuerzas. Levantarán las alas como águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
¿No te lo ordené Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni desmayes, porque Yavé tu ʼElohim está contigo dondequiera que vayas.
Yavé será un refugio, una torre alta para el oprimido, Un baluarte y fortaleza en tiempos de angustia.
Y me dijo: Te basta mi gracia, porque el poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, con muchísimo gusto me enalteceré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.
Claman los justos, Y Yavé los oye Y los libra de todas sus angustias.Cercano está Yavé a los quebrantados de corazón, Y salva a los contritos de espíritu.
Les he dicho esto para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen aflicción, pero ¡tengan ánimo! Yo he vencido al mundo.
Ahí está el ojo de Yavé sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordiaPara salvar su vida de la muerte Y mantenerlos vivos en tiempo de hambre.
Mi Dios, pues, suplirá toda su necesidad conforme a su riqueza en gloria en Cristo Jesús.
Cuando mi corazón desmaya, Clamo a Ti desde el extremo de la tierra: Llévame a la Roca que es más alta que yo.
Al que es poderoso para hacer todas las cosas infinitamente más allá de lo que nos atrevemos a pedir o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Yavé es mi Luz y mi Salvación, ¿De quién temeré? Yavé es la Fortaleza de mi vida, ¿De quién me aterrorizaré?
Quien nos libró y nos libra, y esperamos que nos librará de tan grande peligro de muerte.
De manera que decimos confiadamente: El Señor es mi Ayudador, no temeré. ¿Qué podrá hacerme un ser humano?
¡Yavé, Roca mía y Castillo mío, y mi Libertador! ʼElohim mío y Fortaleza mía, en Quien me refugio, Mi Escudo y mi Cuerno de salvación, mi alta Torre.
El Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Estén quietos y reconozcan que Yo soy ʼElohim. Seré exaltado entre las naciones. Seré enaltecido en la tierra.
Digan a los de corazón apocado: Esfuércense, no teman. Ciertamente ʼElohim viene con retribución: La venganza es de ʼElohim. Él vendrá y los salvará.
Sostengamos firme la confesión de nuestra esperanza sin fluctuar, porque el que prometió es fiel.
Aunque yo ande en medio de la aflicción, Tú me vivificarás. Extenderás tu mano contra la ira de mis enemigos, Y me salvará tu mano derecha.
No sean moldeados por este mundo, sino sean transformados por la renovación de la mente, para que comprueben la voluntad de Dios, la cual es buena, aceptable y perfecta.
Las montañas pueden ser removidas y las colinas pueden temblar, pero mi misericordia no será removida de ti, ni será sacudido mi Pacto de paz, dice Yavé, Quien tiene compasión de ti.
La paz de Cristo actúe como árbitro en sus corazones, a la cual también fueron llamados en un solo cuerpo. Sean agradecidos.
Porque lo que se escribió fue para enseñarnos, a fin de que tengamos esperanza por la paciencia y la consolación de las Escrituras.
En cuanto a mí, la cercanía de ʼElohim es mi dicha. En ʼAdonay Yavé está mi refugio, Para que cuente todas tus obras.
Yo soy, Yo soy Quien los consuela. ¿Quién eres tú para que temas al hombre que es mortal, al hijo de hombre que es como pasto seco?
Me invocará Y Yo le responderé. Estaré con él en la angustia. Lo libraré y lo glorificaré.
Porque el Alto y Excelso, Morador Eterno, su Nombre es El Santo, dice: Yo moro en las alturas y en santidad, Pero estoy con los de espíritu que siente pesar porque me ofendió y está humillado. Estoy para reanimar a los de espíritu humilde y vivificar el corazón de los quebrantados.
Éstos confían en carruajes de guerra, Y aquéllos en caballos, Pero nosotros nos gloriamos del Nombre de Yavé, nuestro ʼElohim.
prosigo hacia la meta, hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Pero ahora, oh Jacob, Yavé, el que te creó, El que te formó, oh Israel, dice: No temas, porque Yo te redimí. Te di nombre. Mío eres tú.
Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni gobernantes, ni lo presente, ni lo que viene, ni poderes,ni lo alto, ni lo profundo, ni otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, nuestro Señor.
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera a ʼElohim, porque aún lo alabaré. ¡Por la ayuda de su presencia!
Pero ustedes no tendrán que luchar en esta ocasión. Resistan y estén quietos. Vean la salvación de Yavé para ustedes. ¡Oh Judá y Jerusalén, no teman ni se aterroricen! Salgan mañana contra ellos, porque Yavé está con ustedes.
Me mostrarás la senda de la vida. En tu Presencia hay plenitud de gozo, Delicias a tu mano derecha para siempre.
Porque Yo soy Yavé tu ʼElohim, el que sostiene tu mano derecha y te dice: No temas, Yo te ayudaré.
Por lo demás, hermanos, tengan gozo, restáurense, exhórtense, tengan un mismo sentir, vivan en paz. El Dios de amor y de paz estará con ustedes.
Bendito sea ʼAdonay, Quien diariamente lleva nuestra carga, El ʼEL de nuestra salvación. Selah
Hubiera yo desmayado Si no creyera que veré la bondad de Yavé en la tierra de los vivientes.
Sean sus costumbres sin avaricia. Estén satisfechos con lo que tienen, porque Él mismo dijo: Que de ningún modo te abandone. Que de ningún modo te desampare.
¿Qué diremos con respecto a esto? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién contra nosotros?
Yavé es el que va delante de ti. Él estará contigo. No te dejará, ni te desamparará. No temas, ni desmayes.
El día cuando invoqué, Tú me respondiste. Me volviste atrevido con fortaleza en mi alma.
Jesús los miró y les dijo: Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todas las cosas son posibles.
Solo en ʼElohim cálmate, alma mía, Porque de Él viene mi esperanza.Solo Él es mi Roca, mi Salvación, mi alto Refugio. No seré sacudido.
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia para que obtengamos misericordia y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
¡Estén siempre gozosos!Hablen con Dios sin cesar.Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento persevera en ti, porque en Ti confió.
El Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que ustedes abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.
¿Por qué te abates, alma mía, y gimes dentro de mí? Espera a ʼElohim, porque aún lo alabaré. ¡Salvación mía y ʼElohim mío!
Cuando pases por las aguas Yo estaré contigo. La corriente no te anegará. Cuando andes por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
No los atrapó alguna tentación que no sea humana. Fiel es Dios, Quien no dejará que sean tentados más de lo que puedan soportar. Y junto con la tentación proveerá la salida para que puedan resistir.
Por causa de las misericordias de Yavé No estamos consumidos. Porque sus compasiones no fallan.Nuevas son cada mañana. Grande es tu fidelidad.
Porque Dios no nos dio espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Confía en Yavé con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia.Reconócelo en todos tus caminos, Y Él enderezará tus sendas.
Aunque ande por el valle de la sombra de muerte, No temeré algún mal, Porque Tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me confortan.
Yavé es mi Fortaleza y mi Escudo. Confió mi corazón en Él Y fui ayudado, Por lo cual se regocija mi corazón. Lo alabaré con mi canto.
Ciertamente ʼEL es mi salvación. Confiaré y no temeré, porque mi fortaleza y mi cántico es YA Yavé, quien es mi salvación.
Por nada estén ansiosos, sino sean conocidas sus peticiones ante Dios, en toda conversación con Dios y súplica, con acción de gracias.La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
pero los que esperan en Yavé tienen nuevas fuerzas. Levantarán las alas como águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
El Dios de toda gracia, Quien los llamó a su gloria eterna en Cristo, después que padezcan un poco, Él mismo los perfeccionará, confirmará, fortalecerá y establecerá.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias y Dios de toda consolación,Quien nos consuela en toda nuestra aflicción, para que nosotros consolemos a los que están en cualquier aflicción, por medio de la consolación con la cual nosotros mismos somos consolados por Dios.
Regocíjense en la esperanza, permanezcan firmes en la aflicción, persistan en la conversación con Dios,
Me convencí de que El que inició en ustedes la buena obra la completará hasta el día de Jesucristo.
No solo esto, sino también celebramos las aflicciones, pues sabemos que la aflicción produce paciencia,y la paciencia, carácter aprobado, y el carácter aprobado, esperanza.
quienes estamos oprimidos en todo, pero no angustiados; inciertos, pero no desesperados;perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos.
Paz les dejo. Les doy mi paz. Yo no se la doy como el mundo la da. No se atribule ni se atemorice su corazón.
Hijitos, ustedes son de Dios, y lo vencieron, porque mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo.
Porque Yo sé los designios que tengo para ustedes, dice Yavé, designios de bienestar y no de mal, a fin de darles porvenir y esperanza.
Por un momento es su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche dura el llanto, Pero al amanecer viene la alegría.
Pero en todas estas cosas ganamos la más gloriosa victoria por medio de Aquel que nos amó.
Mi cuerpo y mi corazón desfallecen, Pero ʼElohim es la Fuerza de mi corazón Y mi Porción para siempre.
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