No temas; que contigo soy; no yerro; pues yo soy tu Dios; que te he fortalecido, y ayudádote y asegurádote con la diestra la justa, mía.
(54:25) Arroja sobre el Señor tu afán, y él te nutrirá; no dará, por el siglo, fluctuación al justo.
Y sabemos que a los amantes de Dios, todo coopera en bien, a los que según propósito llamados son.
dando a los hambrientos fuerza; y a los no doloridos tristeza. Pues hambrearán jóvenes, y trabajarán adolescentes; y elegidos flacos serán; pero los que aguardan a Dios, mudarán fuerza(g); alas criarán, como águilas; correrán, y no trabajarán; caminarán, y no hambrearán.
He aquí te he mandado: esfuérzate y envalentónate; no te acobardarás ni temerás, pues contigo es el Señor, tu Dios, en todo lo que anduvieres.»
Y me ha dicho: «Bástate mi gracia; que el poder en flaqueza se perfecciona». Muy a placer, pues, más bien me gloriaré en mis flaquezas, para que se empabellone en mí el poder del Cristo.
(Salmo 45) La paz mesiánica. (Para el fin; para los hijos de Coré, para los arcanos, salmo) Dios nuestro, refugio y fuerza, ayudador en tribulaciones, las que nos han hallado sobremanera.
Han clamado los justos, y el Señor escuchádolos y de todas sus tribulaciones librádolos. Cerca, Señor, de los quebrantados de corazón; y a los humildes de espíritu salvará.
Esto os he hablado, para que en mí paz tengáis. En este mundo tribulación tendréis; empero confiad: yo he vencido al mundo.»
He aquí los ojos del Señor sobre los que le temen, los que esperan en su misericordia; que libre de muerte a sus almas, y los alimente en el hambre.
Consolación. Vanidad de los ídolos y poder de Dios. «Consolad, consolad a mi pueblo», dice Dios;
Y mi Dios llenará toda necesidad de vosotros, según su riqueza, en gloria, en Cristo Jesús.
Desde los confines de la tierra(a) a ti he clamado, al abatirse mi corazón. Sobre piedra alzásteme;
Y al que puede a todo exceder, en abundancia, sobre lo que pedimos o entendemos, según el poder, el que opera en nosotros;
(Salmo 26) Confianza en Dios y amor a su templo. (De David antes de ser ungido) Señor mi iluminación y mi salvador: ¿a quién temeré? (26:2) Señor escudador de mi vida ¿ante quién me amedrentaré?
quien, de tamaña muerte nos ha librado y nos librará; en quien hemos esperado que aún librará;
así que confiadamente digamos: Señor, para mí, ayudador: no temeré: ¿que me hará el hombre?
Dios mío, mi ayudador; y esperaré en él. (17:3) Protector mío, y cuerno de salud y acogedor mío.
Libraráme el Señor de toda obra mala, y salvará para su reino, el celestial; a quien la gloria por los siglos de los siglos, amén.
(45:11) Considerad y conoced que yo soy Dios; enalteceréme en las gentes; enalteceréme en la tierra.
Consolaos, los pusilánimes del pensar; confortaos; no temáis. He aquí nuestro Dios juicio retribuye y retribuirá; él vendrá y nos salvará.
mantengamos la confesión de la esperanza indeclinable(n) (pues fiel, el que ha prometido);
(137:8) Si anduviere yo en medio de tribulación, me vivificarás; sobre ira de enemigos has extendido tus manos, y salvádome tu diestra.
y no os conforméis a este siglo, sino transformaos con la renovación de la mente, para probaros: cuál(a), la voluntad de Dios, la buena(b), y bien placiente y perfecta.
ni, en conminación tuya, los montes trastrocar; ni tus colinas serán removidas; así ni la de mí para contigo misericordia desfallecerá; ni la alianza de tu paz no será quitada, no; porque dijo «Propicio(b) a ti, Señor(c)».
(Salmo 39) (Mesiánico) Acción de gracias. No ya víctimas ofrecerá al Señor, sino a sí mismo se ofrendará. (Para el fin; para David, salmo) Aguardando aguardé al Señor, y me atendió; y escuchó mi deprecación,
Y la paz del Cristo triunfe en vuestros corazones; a la cual también fuisteis llamados en un cuerpo; y gratos(d) haceos.
Pues, cuanto antes se escribió, para nuestra enseñanza se escribió; a fin de que, por la paciencia y por la consolación de las Escrituras, esperanza tengamos.
Yo soy, yo soy, el que te consuelo; conoce, quién siendo; temías de hombre mortal y de hijo de hombre, que, como pasto, secáronse.
Me invocará, y le escucharé; con él soy en la tribulación, y le arrancaré, y glorificaré.
Esto dice el Altísimo en alturas, habitando el siglo, Santo en santo(b), su nombre; Altísimo, en santos reposando; y a pusilánimes dando longanimidad, y dando vida a los del corazón quebrantados.
Estos, en carros; y éstos, en bridones; nosotros, empero, en nombre del Señor, nuestro Dios nos engrandeceremos.
(144:19) Cerca, el Señor de todos los que le invocan, todos los que le invocan en verdad;
Redención gratuita Y ahora así dice el Señor, el Dios que te ha hecho, Jacob; y el que te ha plasmado, Israel: «No temas; que te he redimido; llamádote por tu nombre; mío eres tú.
(31:9) Tú eres mi refugio, de la tribulación, la que me circunda; mi alborozo, redímeme de los que me cercan(f).
Pues cierto estoy de que ni muerte, ni vida; ni ángeles(j), ni principados, ni potencias; ni lo presente ni lo futuro; ni alteza, ni hondura, ni criatura alguna otra podrános apartar del amor de Dios, el en Cristo Jesús, Señor nuestro.
(41:6) ¿Por qué triste en torno estás mi alma? y ¿Por qué me conturbas? (41:7) Espera en Dios que le he de confesar; salud de mi rostro mi Dios.
No a vosotros toca guerrear; esto entended y ved la salud del Señor con vosotros, Judá y Jerusalén; no temáis ni os arredréis mañana para salirles al encuentro; y el Señor, está con vosotros».
Me has manifestado caminos de vida; me llenarás de alegría con tu rostro; deleites en tu diestra hasta el fin.
Por lo demás, hermanos, gozaos, consumaos, consolaos, lo mismo sentid, paz tened; y el Dios de la caridad y paz será con vosotros.
(67:21) Señor Dios, bendito; bendito Señor día a día; y bien nos guiará el Dios de nuestras salvaciones(o).
Desinteresada la vida; contentos con lo presente; pues él dijo: (Deut. 31,6.) No te dejaré, no; ni te abandonaré, no;
Y el Señor el que va contigo él mismo será contigo; no te dejará ni abandonará: no temas, ni acobardes.»
(137:4) En el día que te invocare, presto escúchame; me ensalzarás en mi alma, en poder mucho.
Y contemplando, Jesús, díjoles: «Ante hombres esto imposible es, pero ante Dios; todo posible».
Empero a Dios sométete, alma mía; porque, de él, mi paciencia. Porque él, mi Dios y mi salvador, acogedor mío; no emigraré, no.
Lleguémonos, pues, con libre habla(i) al trono de la gracia, para alcanzar misericordia; y gracia hallar, para oportuno socorro.
Siempre alegraos; incesantemente orad; en todo agradeced; que ésta, voluntad de Dios en Cristo Jesús para con vosotros.
Y el Dios de la esperanza llenaráos de todo gozo y paz en el creer; para que abundéis en la esperanza, en virtud de Espíritu Santo.
(41:15) al decirme cada día: «¿Dónde está tu Dios?», ¿Por qué triste en torno estás, alma, y por qué me conturbas? (41:16) Espera en Dios, porque le confesaré: «Salud de mi rostro, Dios mío».
Aun cuando anduvieres por agua, contigo soy, y ríos no te anegarán; aun cuando anduvieres por fuego no te abrasarás, no; llama no te abrasará;
Tentación no os ha tomado sino humana(c); y fiel es Dios que no dejará seáis tentados sobre lo que podéis; sino que hará, con la tentación, también la salida, para que podáis soportar.
Het Las misericordias del Señor, que no me haya abandonado, que no se hayan acabado sus conmiseraciones; por las mañanas se llenó tu fe.
Está confiado, en todo tu corazón en Dios, y en tu sabiduría no te exaltes; para todos tus caminos conócela para que enderece tus caminos.
Pues, aunque yo anduviere en medio de sombra de muerte; no temeré el mal; porque tú conmigo estás; (22:5) tu vara y tu báculo, ellos me han consolado.
(27:9) Señor, mi ayudador y escudador; en él ha esperado mi corazón, y he sido ayudado; y ha reflorecido mi carne; y por mi voluntad le confesaré.
He aquí mi Dios, mi salvador; confiado estaré en él, y no temeré; por esto: porque mi gloria y mi loor, Señor; y se me ha convertido en salvación.
Nada os afanéis; sino en todo, por la oración y la plegaria, con agradecimiento, vuestras peticiones manifiéstense ante Dios. Y la paz de Dios, la que supera a todo entendimiento, custodiará vuestros corazones y vuestras inteligencias en Cristo Jesús.
pero los que aguardan a Dios, mudarán fuerza(g); alas criarán, como águilas; correrán, y no trabajarán; caminarán, y no hambrearán.
Y el Dios de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo Jesús, habiendo un poco padecido vosotros; él os perfeccionará, afirmará, esforzará.
Veía yo al Señor delante de mí siempre; pues a mi derecha está; para que no se me mueva.
¡Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el padre de las misericordias y Dios de toda consolación; el que nos consuela en toda la tribulación nuestra, para poder nosotros consolar a los en toda tribulación, por la consolación que somos consolados nosotros mismos por Dios!
con la esperanza, gozándoos; en la tribulación pacientes; en la oración, perseverantes;
confiado de esto mismo: que, quien empezó en vosotros obra buena, perfeccionará hasta día de Jesucristo;
Y no sólo(a), sino que nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación paciencia obra; y la paciencia, probación, y la probación, esperanza;
siendo en todo atribulados, empero no angustiados; vacilando, empero no desesperando; perseguidos, empero no abandonados; postrados, empero no pereciendo;
Yo paz dejo a vosotros; paz, la mía, os doy; no, según el mundo da, yo os doy. No se conturbe vuestro corazón, ni se acobarde.
Vosotros de Dios sois, hijitos; y le habéis vencido; porque mayor es el en vosotros que el en el mundo.
Porque ira, en su indignación, y vida, en su voluntad. (29:6) A la tarde morará llanto; y al alba, alborozo.
desde lo alto(a) del día; porque muchos, los que guerrean contra mí; no temeré; y yo en ti esperaré.
Y, lo bello haciendo, no desmayemos; que en el tiempo propio, segaremos, no desfalleciendo.
Pues he aquí los que se alejan de ti, perecerán; has exterminado a todo el que fornicaba de ti.
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