Por lo cual exhortaos unos a otros, y edificad uno al otro, según que también hacéis.
¡Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el padre de las misericordias y Dios de toda consolación; el que nos consuela en toda la tribulación nuestra, para poder nosotros consolar a los en toda tribulación, por la consolación que somos consolados nosotros mismos por Dios!
(Salmo 132) Concordia y paz. (Cantar de las gradas; para David) He aquí ahora ¿qué bello o qué grato, como habitar hermanos en uno?
Vestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, entrañas de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, longanimidad; sobrellevando unos a otros y condonándoos, si alguno contra alguno tuviere queja; tal como también el Señor ha condonado a vosotros, así también vosotros; y sobre todo esto, la caridad(c), la que es lazo de la perfección.
Y el Señor el que va contigo él mismo será contigo; no te dejará ni abandonará: no temas, ni acobardes.»
El ejemplo de Cristo enseña tolerancia Pero debemos nosotros los potentes las flaquezas de los impotentes llevar, y no a nosotros mismos placer. Cada uno de nosotros al prójimo plazca para lo bueno, a edificación;
Y conocerás que el Señor, tu Dios, éste es Dios, Dios fiel, el que guarda alianza y misericordia para con los que le aman y los que guardan sus mandamientos, por millares de generaciones;
(Salmo 45) La paz mesiánica. (Para el fin; para los hijos de Coré, para los arcanos, salmo) Dios nuestro, refugio y fuerza, ayudador en tribulaciones, las que nos han hallado sobremanera.
En ungüentos, y vinos y timiamas deléitase el corazón; y se desgarra por las calamidades el alma(d).
Buenos dos, sobre el uno; quienes tienen, ellos, ganancia buena en su trabajo; pues, si cayeren , el uno levantará a su compañero; y ¡ay! de él, del uno, cuando cayere, y no hubiere segundo para levantarle.
Amados, amémonos unos a otros, porque el amor de Dios es; y todo el que ama, de Dios ha nacido y conoce a Dios.
Quien oculta agravios, busca amistad, y quien aborrece ocultar, divide amigos y domésticos.
Amigo tuyo o amigo paterno no abandones; y en la casa de tu hermano no entres desgraciado; mejor, amigo cerca que hermano lejos habitando(e).
Y al Señor, al Cristo santificad(e) en vuestros corazones, prontos siempre a defensa a todo el que os pidiere cuenta de la en vosotros esperanza;
Está confiado, en todo tu corazón en Dios, y en tu sabiduría no te exaltes; para todos tus caminos conócela para que enderece tus caminos.
(54:25) Arroja sobre el Señor tu afán, y él te nutrirá; no dará, por el siglo, fluctuación al justo.
y mirémonos(o) unos a otros, en estímulo de caridad y hermosas obras; no abandonando nuestra congregación, según costumbre de algunos, sino exhortando, y tanto más, cuanto veis acercarse el día(p).
cada uno, según ha recibido carisma, entre vosotros ministrándolo, como buenos dispensadores de varia gracia de Dios.
Y sabemos que a los amantes de Dios, todo coopera en bien, a los que según propósito llamados son.
La caridad longánima es, bondadosa es; la caridad no cela, no se jacta, no se infla; no avergüenza; no busca lo suyo; no se irrita; no piensa lo malo; no se goza en la injusticia; goza, empero, con la verdad; todo sufre, todo cree, todo espera; todo soporta.
Pues he aquí los que se alejan de ti, perecerán; has exterminado a todo el que fornicaba de ti.
lo que hiciereis, de alma obrad, cual para el Señor; y no para hombres; sabiendo que de Señor recibiréis la remuneración de la herencia: al Señor Cristo servid.
Así luzca vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre el de los cielos.»
Pero el fruto del espíritu es: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, continencia, (temperancia, castidad). Contra las cuales cosas no es la ley.
Nada os afanéis; sino en todo, por la oración y la plegaria, con agradecimiento, vuestras peticiones manifiéstense ante Dios. Y la paz de Dios, la que supera a todo entendimiento, custodiará vuestros corazones y vuestras inteligencias en Cristo Jesús.
Amedrentadora palabra el corazón turba de varón justo; y anuncio(f) bueno, alégrale.
Y el Dios de la esperanza llenaráos de todo gozo y paz en el creer; para que abundéis en la esperanza, en virtud de Espíritu Santo.
Toda dádiva buena y todo don perfecto de arriba es, descendiendo del Padre de las luces; en quien no hay mudanza o de vicisitud sombreamiento(h).
No temas; que contigo soy; no yerro; pues yo soy tu Dios; que te he fortalecido, y ayudádote y asegurádote con la diestra la justa, mía.
Tentación no os ha tomado sino humana(c); y fiel es Dios que no dejará seáis tentados sobre lo que podéis; sino que hará, con la tentación, también la salida, para que podáis soportar.
(144:19) Cerca, el Señor de todos los que le invocan, todos los que le invocan en verdad;
desde lo alto(a) del día; porque muchos, los que guerrean contra mí; no temeré; y yo en ti esperaré. En Dios loaré mis palabras(b) todo el día; en Dios he esperado; no temeré lo que me hiciere carne(c).
y creciendo en el conocimiento de Dios, en toda fuerza fortalecidos, según la potencia de la gloria suya, para toda paciencia y longanimidad, con gozo;
Y al que puede a todo exceder, en abundancia, sobre lo que pedimos o entendemos, según el poder, el que opera en nosotros;
(Salmo 41) Deseo y esperanza de rever el templo. (Para el fin; para inteligencia, para los hijos de Coré) Del modo que ansía el ciervo por las fuentes de las aguas, tal ansía mi alma por ti, Dios. Sed ha tenido mi alma de Dios, el viviente; ¿cuándo llegaré y apareceré ante el rostro de Dios?
Pues vosotros a libertad habéis sido llamados, hermanos; sólo que no(c) la libertad en ocasión a la carne; empero por la caridad servíos unos a otros.
con la esperanza, gozándoos; en la tribulación pacientes; en la oración, perseverantes;
Pues, por la gracia, habéis sido salvados por fe; y éste, no de vosotros: de Dios don(c); no por obras, para que nadie se gloríe;
Venid a mí, todos los trabajados y recargados, y yo os refrigeraré. Alzad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, porque suave soy y humilde del corazón, y hallaréis alivio para vuestras almas; que mi yugo es bueno; y mi carga, ligera es.»
Cada cual según ha propuesto en su corazón, no con tristeza o por necesidad. Pues al alegre dador ama Dios.
Y, lo bello haciendo, no desmayemos; que en el tiempo propio, segaremos, no desfalleciendo.
Siempre alegraos; incesantemente orad; en todo agradeced; que ésta, voluntad de Dios en Cristo Jesús para con vosotros.
Mentidas las gracias, y vana la hermosura de la mujer; pues mujer discreta es bendecida; y temor del Señor ésta loe.
(Salmo 26) Confianza en Dios y amor a su templo. (De David antes de ser ungido) Señor mi iluminación y mi salvador: ¿a quién temeré? (26:2) Señor escudador de mi vida ¿ante quién me amedrentaré?
confiado de esto mismo: que, quien empezó en vosotros obra buena, perfeccionará hasta día de Jesucristo;
Aun cuando anduvieres por agua, contigo soy, y ríos no te anegarán; aun cuando anduvieres por fuego no te abrasarás, no; llama no te abrasará;
Por esto os digo, no os solicitéis de vuestra alma(i), qué comáis o qué bebáis, ni de vuestro cuerpo qué os vistáis ¿Acaso el alma no es más que la comida y el cuerpo que el vestido? Contemplad los volátiles del cielo cómo no siembran, ni siegan, ni allegan en graneros, y vuestro Padre el celestial, aliméntalos, ¿No sois vosotros mucho más que ellos?
Pero el fruto del espíritu es: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe,
Pues cierto estoy de que ni muerte, ni vida; ni ángeles(j), ni principados, ni potencias; ni lo presente ni lo futuro; ni alteza, ni hondura, ni criatura alguna otra podrános apartar del amor de Dios, el en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Me has manifestado caminos de vida; me llenarás de alegría con tu rostro; deleites en tu diestra hasta el fin.
mantengamos la confesión de la esperanza indeclinable(n) (pues fiel, el que ha prometido);
Y mi Dios llenará toda necesidad de vosotros, según su riqueza, en gloria, en Cristo Jesús.
pues a sus ángeles ha mandado cerca de ti, guardarte en tus caminos: en manos te llevarán, no sea que ofendas en piedra tu pie.
ni, en conminación tuya, los montes trastrocar; ni tus colinas serán removidas; así ni la de mí para contigo misericordia desfallecerá; ni la alianza de tu paz no será quitada, no; porque dijo «Propicio(b) a ti, Señor(c)».
Mas la de arriba sabiduría, lo primero, pura es; luego pacífica, clemente, dócil, henchida de misericordia y frutos buenos, no juzgadora, no hipócrita.
De la caridad Ved qué amor nos ha dado el Padre: que hijos de Dios nos llamemos; y somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció.
Tema general Exhórtoos; pues, hermanos, por las piedades de Dios, que presentéis vuestros cuerpos hostia viviente, santa, bien placiente a Dios; el espiritual culto vuestro;
Pues todo por vosotros; para que la gracia, abundando por los muchos, el agradecimiento redunde para la gloria de Dios.
y su justicia sobre hijos de hijos; para los que guardan su testamento. y se acuerdan de sus mandamientos para hacerlos.
He aquí mi Dios, mi salvador; confiado estaré en él, y no temeré; por esto: porque mi gloria y mi loor, Señor; y se me ha convertido en salvación.
Esto os he hablado, para que en mí paz tengáis. En este mundo tribulación tendréis; empero confiad: yo he vencido al mundo.»
(Salmo 90) Al amparo divino, seguros estamos. (Loor de cantar, para David) Quien habita en la ayuda del Altísimo, en el amparo del Dios del cielo se albergará. Dirá a Dios: «Acogedor mío eres, y refugio mío, Dios mío», esperaré en él. Porque él me librará de lazo de cazadores, y de palabra iracunda. Entre sus hombros te cobijará; y bajo sus alas esperarás;
Y díjoles: «Id, comed grosura, y bebed dulzura; y enviad porciones a los que no tienen; pues sagrado está el día al Señor, nuestro Dios; y no desmayéis, que es el Señor, fuerza nuestra.»
Para todo tiempo amigo tengas; y hermanos en necesidades provechosos sean; pues, para esto nacen.
«Bendígate Señor y guárdete. Ilumine Señor su faz sobre ti y apiádese de ti. Vuelva Señor su faz a ti y déte paz.»
(127:6) Bendígate Señor, desde Sión, y veas los bienes de Jerusalén todos los días de tu vida;
(5:14) Y gloriaránse en ti todos los que aman tu nombre; pues tú bendices al justo. (5:15) Señor, como con escudo de beneplácito, nos has coronado.
Envalentónate y esfuérzate; no temas, ni acobardes; ni te aterres ante su faz, que el Señor, tu Dios, éste el que va delante con vosotros, entre vosotros, no te dejará ni te abandonará.»
(pues dice: Is. 49,8 En tiempo acepto te he escuchado, y en día de salud ayudádote; he aquí ahora tiempo acepto; he aquí ahora día de salud);
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