¡Alabemos al Señor, pues él es bueno, y su misericordia es eterna! Dios nos ha bendecido con innumerables bendiciones. El simple hecho de que estés aquí leyendo esto es una gran bendición. Cada día tenemos múltiples razones para agradecer al Padre, así que debemos rendirle adoración y alabanza a quien es digno de ello. Incluso en medio del dolor, podemos estar agradecidos, ya que poseemos el mayor regalo que podríamos desear: la Salvación de nuestras almas mediante el sacrificio de Jesús en la cruz. Acudamos ante la presencia del Señor con un corazón agradecido, recordando siempre todo lo que ha hecho por nosotros. Contemplemos su bondad, su amor y su inmensa misericordia, y veremos que tendremos menos motivos para quejarnos y más razones para agradecer. Alabar no es más que reconocer a Dios como nuestro Señor, exaltar su poder y hablar de su santidad. Cuando estamos agradecidos con alguien, siempre recordamos y compartimos con otros lo que han hecho por nosotros. ¿Qué más podemos hacer con Dios, quien da todo de manera desinteresada y pura, sin esperar nada a cambio, solo basándose en su amor por nosotros? Por lo tanto, nunca olvidemos la benevolencia de Jesús. Cada mañana, demos gracias por todo y alabémoslo en medio de las lágrimas, en medio de la risa, en la abundancia o en la escasez. Alabemos al Señor y agradezcámosle, porque sus pensamientos para nuestra vida son buenos, y todo lo que nos acontezca obra para bien. Después de atravesar el proceso, agradeceremos con todo nuestro ser y nos daremos cuenta de que el Eterno siempre tuvo el control de todo. ¡Aleluya!
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los pueblos.
Cantadle, cantadle salmos; Hablad de todas sus maravillas.
A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey.
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre.
De ti será mi alabanza en la gran congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen.
El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.
Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias;
porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.
Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos, Pues cercano está tu nombre; Los hombres cuentan tus maravillas.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús;
Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Y cuando ofreciereis sacrificio de acción de gracias a Jehová, lo sacrificaréis de manera que sea aceptable.
Entonces cantarán los árboles de los bosques delante de Jehová, Porque viene a juzgar la tierra.
Aclamad a Jehová, porque él es bueno; Porque su misericordia es eterna.
Para que cuente yo todas tus alabanzas En las puertas de la hija de Sion, Y me goce en tu salvación.
Lavaré en inocencia mis manos, Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,
Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas.
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
Y puso delante del arca de Jehová ministros de los levitas, para que recordasen y confesasen y loasen a Jehová Dios de Israel:
Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;
arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.
Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, Y glorificaré tu nombre para siempre.
Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová, y diciendo: Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba con gran júbilo, alabando a Jehová porque se echaban los cimientos de la casa de Jehová.
dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.