Adorar a Dios con el corazón, es la fuerza absoluta que lleva al ser humano a una total rendición, tú comprendes y miras claramente la bondad de Dios, y es allí, donde tu corazón y todo tu ser se quiebra delante de su presencia a tal punto que las lágrimas se vuelven incontrolables, porque sabes que él ha sido muy bueno contigo, nadie podría decir que adora a Dios con todo su corazón, sin que haya un quebrantamiento delante de él, y no me refiero a que tengas que llorar o caerte, me refiero a que le reconozcas a él y te determines a llevar una vida en santidad, la alabanza y la adoración te trae a memoria sus innumerables obras y es por eso que de tu interior fluye una verdadera canción y exaltación al Rey. La alabanza comprende la gratitud y el gozo. Dios ha hecho grandes cosas en nuestras vidas y seguirá obrando de manera maravillosa, alabemos a nuestro Dios por su misericordia, por sus grandezas y amor para con nosotros. El Señor es mi fuerza y mi escudo; en él esperó mi corazón. Fui ayudado, y se gozó mi corazón; con mi canción le alabaré (Salmos 28:7) Y la fidelidad de Jehová es para siempre, es decir, su hijo Jesucristo es eterno, él nunca desaparecerá, y la palabra dice que él siempre permanecerá fiel. Tenemos tantos motivos para adorar a nuestro creador, dale una alabanza que salga de lo profundo de tu alma, una alabanza extravagante y llena de amor, porque Él es Digno.
Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, Y glorificaré tu nombre para siempre.
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.
Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Selah
Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.
Contra mí forjaron mentira los soberbios, Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia.
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.